Bitter-Sweet (Agridulce)

 

Bitter-Sweet (Agridulce)

Últimamente, Cha Do-kwon estaba de mal humor.

Un surco se marcaba sobre sus cejas, afiladas como si reflejaran el estado de ánimo del hombre. Aunque era una expresión poco frecuente, no era desconocida, ya que solía hacerla cuando algo le desagradaba. Sin embargo, si su iris negro destellaba con un tenue color dorado, la historia era diferente.

“Ha...”

Luego, un bajo suspiro se escapó por sus labios torcidos.

El hombre, que presionó sus párpados como si intentara calmar el fastidio que le bullía en el corazón, reclinó la cabeza en el sofá. Siguiendo ese movimiento, sus fríos ojos se dirigieron al techo. La luz de la lámpara que se clavaba en sus pestañas hizo que sus pupilas, parecidas a las de una bestia, se estrecharan por un instante, pero solo fue breve. La pupila, que se había reducido finamente, recuperó su forma tan rápido como el hombre logró calmar su fastidio.

No obstante, reprimir las emociones que hervían a fuego lento era completamente diferente a disipar el fastidio que se adhería a un rincón de su corazón. Ante la incomodidad persistente, el hombre volvió a fruncir el ceño. Una mano que subió lentamente le alisó el cabello impecablemente peinado.

La razón de su malestar en los últimos días era clara: la casa, excesivamente silenciosa, le irritaba.

La casa, que en algún momento había estado llena de pequeños ruidos, había recuperado su quietud únicamente porque su pareja no estaba.

“Siendo adulto...”

Una risa hueca se le escapó por un motivo completamente infantil. Sin embargo, Cha Do-kwon se reprochó a sí mismo y enderezó la cabeza. Luego, alargó el brazo hacia el teléfono móvil que tenía delante. La mano, que se movió por costumbre, pulsó un nombre familiar.

¡Entonces cenaré fuera y luego iré a casa!

El hecho de haber enviado un mensaje diciendo que terminaría tarde fue su error. Se había apresurado en el trabajo para irse temprano, ya que no le parecía bien que su joven esposo cenara solo, pero eso hizo que el mensaje de Seo-on le llegara tarde.

“Haa.”

Con el ceño fruncido por el vacío del lugar, el hombre suspiró solo después de revisar el teléfono. De hecho, era imposible que su propio cónyuge comiera solo y triste. Mucho más si se consideraba la vida reciente de Seo-on.

“Ya debería ser hora de que regrese...”

Tras revisar la hora del último contacto, el hombre contuvo el aliento a la fuerza y ​​dejó el teléfono. Sabía que si le hubiera avisado que salía a tiempo, Seo-on habría regresado directamente a casa en lugar de quedarse con sus amigos para cenar, pero la ansiedad que le subía desde lo más profundo del pecho le carcomía los nervios.

¿Qué demonios tenía la jornada deportiva?

Seguramente era porque sabía que Seo-on estaría interactuando y chocando con otras personas. Todo por estar preparándose para una simple jornada deportiva.

'Sé que no se puede evitar porque es un perro...'.

Cha Do-kwon no ignoraba que a la mayoría de los cánidos les gustaba ese tipo de actividad. Simplemente no podía prohibirle las actividades que solo podía hacer en la escuela a su edad por su propio egoísmo, así que por ahora lo estaba dejando pasar.

Pero aunque su mente entendía la situación, estaba dominado por sentimientos oscuros. Era aún más difícil acortar la brecha debido a la diferencia de especie. A Cha Do-kwon le resultaba difícil comprender emocionalmente que a Seo-on le gustaran las actividades de contacto con otras personas.

Él también era un exalumno, por lo que sabía que la jornada deportiva se celebraba anualmente por estas fechas. Sin embargo, Cha Do-kwon no recordaba haber participado en casi nada en las jornadas deportivas universitarias. Participó en algunos eventos bajo la insistencia de sus superiores, pero no recordaba haber participado en ningún deporte de pelota que requiriera trabajo en equipo.

Era el resultado natural, ya que la mayoría de los felinos, que prefieren la actividad en solitario, no participaban en tales deportes. Y él no sentía la necesidad de interactuar con los demás.

Solo con imaginarlo, una sensación de incomodidad le invadió, y Cha Do-kwon volvió a arrugar el ceño. Era el momento de imaginar a Seo-on chocando con otras personas, no a sí mismo.

“Ha.”

El hombre soltó una breve risa hueca.

Ni siquiera era un contacto con un significado íntimo; solo con la imagen de los cuerpos rozándose mientras jugaban al fútbol, su cabeza se enfrió.

No pensé que sería un ser humano tan infantil.

Nunca había imaginado un contacto con un significado más íntimo. Porque confiaba en su cónyuge.

No era específicamente porque la familia de Seo-on fuera de lobos. Simplemente confiaba en su amante, Yoon Seo-on. Sin embargo, pensar en Seo-on teniendo contactos casuales con otras personas que no fueran él le provocó unos celos terribles.

No podía mostrar una emoción tan infantil como los celos a su joven esposo a esta edad, así que se estaba conteniendo, pero había estado así constantemente desde que Seo-on comenzó a practicar para la jornada deportiva.

No se puede evitar.

Pero Cha Do-kwon se repitió por costumbre: No se puede evitar. Como no tenía intención de interferir en la vida universitaria de Seo-on por su propio egoísmo, por ahora, aguantar era la mejor opción.

* * *

“¿Oh?”

Seo-on, que entró en el estacionamiento, abrió mucho los ojos. Era porque vio el coche de Cha Do-kwon. Era el coche que el hombre había conducido esa mañana. Pero que ese coche estuviera estacionado significaba que su dueño había regresado del trabajo.

¿Habrá vuelto temprano?

Seo-on, que había estado corriendo y que por impulso se agarró la camiseta para olerla, se apresuró a entrar a la casa. Ya era finales de septiembre y la brisa nocturna era fresca, por lo que no sintió mucho olor a sudor. Quizás un poco a carne.

“¡Do-kwon hyung!”

Seo-on, que naturalmente llamó a Cha Do-kwon hyung (hermano mayor), se dirigió cojeando hacia la sala de estar mientras se quitaba las zapatillas de deporte. Por si acaso, Cha Do-kwon realmente estaba en casa.

“¿Y tu cena? ¿Comiste algo sabroso con tus amigos?”

“Solo comimos carne en una parrilla cerca de la escuela. ¿Cuándo regresaste?”

“Recién.”

“¿Y tu cena?”

“Ya comí.”

¿Habrá salido a tiempo? Seo-on, que se había preguntado, se sintió aliviado con la respuesta de que había cenado. Luego, naturalmente, tomó asiento al lado de Cha Do-kwon. Esto le permitió mirar de cerca el rostro del hombre. No parecía estar mintiendo.

“¿Corriste mucho?”

Cha Do-kwon soltó una pequeña risa y extendió la mano, probablemente divertido por la mirada fija. Ante el toque que acariciaba las orejas de cachorro que se alzaban sobre su cabeza, no las de una persona, Seo-on encogió los hombros. Distraído por su amante, no se había dado cuenta de que sus orejas habían salido. Ya no se sorprendía, ya que salían por reflejo automático cada vez que veía a Cha Do-kwon. Al menos era un alivio que ya no se transformara completamente en un perro por no poder controlar sus emociones como antes.

“Sí. Hoy incluso metí un gol.”

Ante la pregunta de si había corrido mucho, Seo-on respondió emocionado. Como la jornada deportiva se acercaba, últimamente, en lugar de volver a casa inmediatamente después de clase, se dedicaba a practicar fútbol. Como no todos los compañeros y superiores que participaban en el fútbol asistían a cada práctica, si Cha Do-kwon le avisaba que salía temprano, él regresaba enseguida, pero si le avisaban que se retrasaría, como hoy, se quedaba a correr un rato.

Por supuesto, a veces se quedaba hasta tarde por no poder faltar a un partido de práctica.

“¿Y ganaron?”

“De hecho, perdimos.”

Recordó el partido que había jugado hacía unas horas. A pesar de haber metido un gol, lamentablemente perdieron porque Joo Hye-seong, que jugaba en el equipo contrario, metió dos goles.

“Pero fue divertido. Y me sentí bien por meter un gol.”

“Me alegro.”

Pero, ganara o perdiera, correr detrás del balón siempre era agradable. Sin embargo, a diferencia de él, que estaba muy emocionado, Cha Do-kwon parecía extrañamente de mal humor.

'Pero no parece que esté en un estado de ánimo terriblemente malo...'.

Para ser precisos, parecía estar reprimiendo sus emociones para no mostrarlas.

¿Pasó algo en la empresa? Seo-on solía desahogarse con Cha Do-kwon si le pasaba algo desagradable en la escuela, pero Cha Do-kwon no mostraba ninguna señal si algo desagradable sucedía en la empresa. —No sabía si era porque él todavía era joven o si se lo ocultaba a propósito porque estaba relacionado con CH. —Tal vez algo había pasado en la empresa.

“Hyung.”

Cha Do-kwon levantó una ceja ante el llamado de hyung. Al principio, ponía una expresión de incomodidad cada vez que lo llamaban hyung, pero ahora parecía acostumbrado.

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Desde la luna de miel, Seo-on había estado pensando en cómo llamar a su pareja y finalmente optó por el título de hyung. Aunque "Do-kwon" (Señor Do-kwon) parecía más apropiado que "Do-kwon hyung", Seo-on eligió llamarlo hyung porque era un título mucho más familiar y se sentía más íntimo.

“De ahora en adelante, lo llamaré hyung (hermano mayor) en lugar de Director.”

“...Hyung.”

“Sí. Aunque sea un poco incómodo al principio, él director, no, hyung, pronto se acostumbrará.”

Seo-on, que se llevaba quince años con su hermano mayor biológico, solía decir hyung, pero Cha Do-kwon, a quien no le resultaba familiar ese llamado, mostraba incomodidad cada vez. Sin embargo, como Seo-on llevaba casi dos meses llamándolo “Do-kwon hyung” y parloteando, ahora parecía estar aceptando el título de hyung con naturalidad.

'Al principio, dijo que se sentía culpable cada vez que lo llamaba hyung.'.

Pero dos meses era tiempo suficiente para que la culpa desapareciera. Además, Seo-on ya había experimentado lo descarado y astuto que podía volverse Cha Do-kwon una vez que se desprendía de su conciencia.

“¿Sucedió algo desagradable en la empresa?”

“¿Algo desagradable?”

“Sí. No pareces estar de muy buen humor.”

Cha Do-kwon frunció el entrecejo ante la pregunta inesperada.

“¿Quiere que me convierta en un cachorro?”

Sin embargo, torció la comisura de sus labios ante la sugerencia de Seo-on.

Habiendo leído la respuesta en su rostro, Seo-on se transformó en un cachorro en un instante, incluso antes de escuchar la respuesta de Cha Do-kwon.

“No necesito un cachorro, con abrazar a Yoon Seo-on ya me siento mejor.”

Cha Do-kwon dijo eso, pero aun así agarró al cachorro Seo-on, que luchaba por salir de su camiseta, y lo levantó.

“Jadeo, jadeo.”

Seo-on rió con un jadeo ante la mano, que parecía tosca pero era gentil. No le importaba que sus patas traseras colgaran en el aire. Aunque también le gustaba que lo abrazaran en forma humana, cuando Cha Do-kwon lo levantaba así, la sensación de emoción se sumaba, por lo que naturalmente le sobresalía la lengua mientras jadeaba y reía.

“No sé cómo supiste que estaba de mal humor.”

Cha Do-kwon, que sostenía al cachorro Seo-on con su mano grande, se rió en voz baja y bajó al pequeño perro hacia su regazo. Como resultado, Seo-on pudo levantar la cabeza y mirar a Cha Do-kwon mientras estaba acurrucado en su amplio regazo.

Quizás porque su visión se había vuelto más baja al transformarse en un cachorro, o porque Cha Do-kwon lo miraba fijamente mientras le acariciaba la cabeza, el rostro sombreado se veía más claro que antes.

¿Qué habrá pasado para que esté de mal humor?

Seo-on se prometió preguntarle cuando volviera a ser humano, y se acurrucó aún más en el regazo del hombre. El latido regular de su corazón hizo que sintiera que se iba a dormir en cualquier momento.

* * *

Seo-on se sacudió el pelo. Su cabello mojado se encrespó. El cabello, que era idéntico al pelaje de su forma original, se ondulaba como si se enrollara cuando estaba mojado, pero a Seo-on no le importaba mucho.

De todos modos, se calmaría una vez seco. Hoy el sol de otoño era particularmente intenso, por lo que se secaría rápidamente. La razón por la que había puesto su cabeza bajo el grifo para lavarse la cara sudada y refrescarse fue el sol abrasador que calentaba su cabeza.

“Vaya, ¿por qué hace tanto calor hoy?”

Hye-seong, cuyo pelo estaba tan mojado como el de Seo-on, se quejó mientras se secaba el agua con una toalla. Seo-on le contestó, colgándose la toalla que había traído sobre el hombro.

“Ya ves. No pensé que haría tanto calor.”

“La cara se te va a quemar.”

Acababan de disolver la práctica de fútbol porque hacía demasiado calor. Había gente que se quedaba para jugar un poco más a pesar del sol de justicia, pero Seo-on se fue del campo con Hye-seong. Aunque tendía a tolerar peor el calor que el frío, si seguía moviendo las piernas en ese estado, era obvio que Cha Do-kwon le diría algo.

“¿Puedes ir así?”

Como era de esperar, la preocupación de Seo-on salió a la luz a través de la boca de Hye-seong. Seo-on, que se estaba secando el pelo goteante sin mucho esfuerzo, bajó la mirada brevemente. Sus rodillas, por usar shorts, estaban rojas y con rastros de sangre, lo que llenó inmediatamente su campo de visión.

“Creo que hyung Do-kwon me va a regañar un poco…”

“Pasa por la enfermería y luego ve. Ah, ¿pero no estará cerrado hoy que es fin de semana?”

“Sí. ¿Y aunque estuviera abierto, para qué?”

“¿No oyes el sonido de alguien que va a perder la cabeza?”

¿Tanto es? Seo-on revisó su rodilla de nuevo ante la mirada de lástima de Hye-seong, que le decía que pensara un poco. Era seguro que si se encontraba con Cha Do-kwon en ese estado, no se limitaría a solo regañarlo.

“Pero, ¿no es un poco ridículo ir al hospital? Iría solo para desinfectar y aplicar medicina.”

Sin embargo, no era una herida tan grave como para requerir un tratamiento especial en el hospital. La piel estaba raspada y sangraba un poco, pero no parecía que la medicina fuera todo el tratamiento que el hospital podría proporcionar.

“¿Y vas a ir a casa caminando con las rodillas cubiertas de sangre?”

“¿Qué cubiertas de sangre? Solo sangré un poco. ...Pero sí, debería pasar por el hospital antes de ir.”

Si fuera un niño, tal vez no, pero si un adulto iba al hospital por una simple rodilla raspada, el médico probablemente lo miraría con extrañeza. Aun así, era mejor pasar un poco de vergüenza que incomodar a Cha Do-kwon.

'De todos modos, me descubrirá enseguida'.

Aun así, era mucho mejor dar la impresión de haber ido al hospital que entrar en casa en ese estado.

“Los chicos de Ciencia Política son bastante rudos. No pensé que harían una entrada tan fuerte.”

Hye-seong frunció el ceño, pero Seo-on solo se encogió de hombros. Era algo habitual en el fútbol. No eran un grupo obligado a jugar, sino que todos participaban voluntariamente, por lo que era natural que la competitividad se intensificara y el contacto físico fuera más brusco.

“Yo también hice una entrada similar.”

Y si alguien venía a por él impulsado por la competitividad, la respuesta era devolver el golpe.

“Que tú pienses en hacer una entrada con esas piernas, es otra cosa.”

“En ese momento, ni siquiera sentí dolor.”

“Vaya. ¿Y eso es para presumir?”

La rodilla se había roto porque se había caído durante el forcejeo.

De todos modos, la otra persona también se había caído y se había roto la rodilla, así que estaban a mano.

Sin embargo, el contacto físico leve que ocurrió durante el partido de fútbol no se convirtió en una pelea real. Por muy competitivos que fueran, eran adultos que sabían dónde estaban los límites. Seo-on terminó la práctica de hoy despidiéndose de su amigo de Ciencia Política, que tenía una herida en la rodilla opuesta, como un calco.

“Pero creo que me empieza a doler.”

Hasta entonces, no había sentido mucho dolor, pero tal vez porque la adrenalina había bajado, el dolor comenzó a subir lentamente. Seo-on se quejó mientras flexionaba y extendía ligeramente su rodilla derecha sangrante. Hye-seong bajó la voz, como si le dijera que caminara tranquilamente, y le lanzó una mirada que decía 'ya me duele solo de verte, detente'.

“Ve al hospital.”

“Eso haré. Menos mal que no traje el coche hoy.”

Mientras salía del edificio, contestando tranquilamente, Hye-seong levantó una ceja ante la mención de no haber traído el coche.

“¿Viniste en taxi?”

“Hyung Do-kwon me trajo.”

“¿De camino al trabajo?”

Seo-on asintió. La razón por la que vino a la escuela a jugar al fútbol incluso en fin de semana era porque Cha Do-kwon estaba en el trabajo. Por mucho que le gustara el fútbol y estuviera entusiasmado con la jornada deportiva de la próxima semana, si Cha Do-kwon hubiera tenido el día libre, habrían pasado tiempo juntos en casa. O habrían ido a una cita.

De todos modos, había venido a la escuela en el coche conducido por el hombre, así que contaban como que habían dado un paseo juntos.

“¿A qué hora dijiste que terminabas? Vendré a recogerte.”

“¿No estás ocupado hoy?”

“No tanto como para no poder recoger a mi amante.”

“Mmm, todavía no es seguro... Te llamaré cuando termine.”

“De acuerdo. Diviértete con cuidado.”

Seo-on, que se había desabrochado el cinturón y estaba a punto de abrir la puerta, rápidamente se giró y le dio un rápido beso en los labios a Cha Do-kwon.

“Te digo que no tienes que preocuparte.”

Luego, saludó con la mano al hombre, que se limitó a soltar una risa sin mostrar sorpresa por el beso sorpresa, y salió del coche. Hacía solo unas horas que le había asegurado que no se preocupara, y entretanto su pierna estaba en ese estado.

“¿Entonces viene a recogerte ahora?”

“Le llamé cuando salía del hospital. Dijo que terminaría su trabajo en aproximadamente una hora, así que le dije que iría a la empresa.”

“¿En serio? Entonces vamos a CH.”

“¿No estás ocupado?”

“Si estuviera ocupado, ¿habría venido a jugar al fútbol? Es de camino a mi casa de todos modos, así que te llevo.”

Hye-seong encendió el motor. Pronto el coche arrancó suavemente.

“Gracias.”

“Yo también a veces me monto en tu coche.”

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Seo-on soltó una risita ante la descarada respuesta de Hye-seong.

“Se me acaba de ocurrir, ¿esa persona no dice nada sobre que vayas a jugar fútbol?”

“¿Hyung Do-kwon?”

“Sí.”

“Pero, ¿por qué llamas a hyung Do-kwon ‘esa persona’?”

Pensándolo bien, parecía que había comenzado a llamar a Cha Do-kwon "esa persona" en algún momento.

“No puedo llamarlo ‘Cha Do-kwon, Cha Do-kwon’ como antes. Es de mala educación.”

Hye-seong giró los ojos ante la pregunta de Seo-on.

“Eso es verdad, pero... podrías llamarlo hyung. ¿'Esa persona' no es demasiado formal?”

“Hay trece años de diferencia, ¿no crees que hyung es un poco...?”

“A hyung Young-oh lo llamas hyung sin problemas.”

“A hyung Young-oh lo conozco desde pequeño. Es tu hermano, así que es casi como mi propio hermano.”

Tenía razón.

“Supongo.”

Seo-on aceptó de inmediato.

Él también sabía bien que Hye-seong no tenía mala intención al llamar a Cha Do-kwon por su nombre. Era obvio que, aunque fuera un matrimonio concertado, le había disgustado que un adulto trece años mayor aceptara casarse con su amigo de veinte años y lo había llamado por su nombre de forma irrespetuosa. Ahora, sabiendo que Seo-on amaba a esa persona trece años mayor y que estaban en una relación formal, lo estaba llamando vagamente "esa persona".

'Si mi amigo saliera con alguien trece años mayor...'.

Incluso el propio Yoon Seo-on se preguntaría cómo debería referirse a esa persona.

“De todos modos, no me dice nada por ir a practicar fútbol.”

“¿En serio?”

“Sí. Pero ¿por qué preguntas de repente?”

“Simplemente. Escuché que a los felinos no les gusta ese tipo de cosas.”

Hye-seong continuó.

“Ya sabes, dicen que la razón por la que las parejas de especies diferentes a menudo tienen problemas es por eso. Así que pensé que a ‘esa persona’ no le gustaría que jugaras al fútbol. Estás chocando constantemente con otras personas.”

¿A hyung Do-kwon no le gusta?

Seo-on repasó el tiempo. Cuando le dio la noticia de la jornada deportiva, cuando añadió que iba a jugar al fútbol, y cuando le mencionó que tenía prácticas, no notó ninguna señal de desagrado.

“No noté ese tipo de ambiente.”

“Entonces, qué bien.”

Pero ante el comentario de Hye-seong de que las parejas de especies diferentes a menudo tienen problemas, le surgió la idea de que debía observar el estado de ánimo de Cha Do-kwon con más detalle.

'Sigo olvidando que hyung Do-kwon es un felino...'.

Si viviera en su casa familiar, tal vez lo recordaría, pero al vivir en la casa de recién casados y pasar mucho tiempo a solas, casi nunca notaba la diferencia de especie. Por eso se dio cuenta de que podría no estar siendo considerado.

Por mucho que estuvieran casados, pocas cosas eran tan importantes como la consideración mutua entre amantes.

“A veces, cuando te veo hacer esas cosas, me pregunto si está bien, por eso lo dije, preocupado.”

“¿Preocupación?”

“No, por supuesto que no estoy diciendo que tengas que doblegarte ante esa persona, pero...”

Hye-seong se frotó la mejilla como si no supiera cómo explicarlo.

“Los felinos son la antítesis de nosotros. Por eso lo dije, por si acaso. No le des mucha importancia.”

“Cuando estoy a solas con hyung Do-kwon, no siento que seamos opuestos.”

“Eso es natural si estáis solo vosotros dos.”

Hye-seong giró el volante y luego soltó un "Ah".

“No. Pensándolo bien, ‘esa persona’ ya ha tenido mucha experiencia en la vida social, ¿verdad? Y tiene treinta y tantos... A esa edad, lo entenderá lo suficiente. Habrá conocido a muchos cánidos en el trabajo.”

Luego asintió solo, como si acabara de recordar el entorno de Cha Do-kwon.

“No tienes que preocuparte innecesariamente. Solo explícale bien lo de tu pierna.”

Ante esas palabras, Seo-on sonrió, arrugando las comisuras de los ojos.

“Me lesioné jugando al fútbol, ¿qué más tengo que explicar?”

“Tsk, ¿en serio?”

Como no era algo inusual que Hye-seong actuara como un hermano mayor, Seo-on simplemente dejó pasar la preocupación de su amigo.

'Me lesioné, así que no se puede evitar'.

Aunque lo regañarían un poco, ahora solo sentía emoción por ver a Cha Do-kwon.

* * *

Seo-on abrió la puerta suavemente. Sabía que no había necesidad de ser silencioso, ya que el secretario jefe de Cha Do-kwon, Lee Jung-hoo, había bajado personalmente al vestíbulo, lo que significaba que su jefe casi había terminado el trabajo. Aun así, todos sus movimientos eran cautelosos. Aunque una parte era el deseo de no interrumpir el trabajo, la razón principal era el anhelo de observar al hombre concentrado en su labor.

Ah.

Pero a pesar de su toque cuidadoso, en el momento en que abrió la puerta, sus ojos se encontraron con los de Cha Do-kwon. Simultáneamente, sus blancas mejillas se abultaron siguiendo la curva de sus labios que se elevaba lentamente.

“¡Hyung Do-kwon!”

Seo-on entró arrastrando los pies en la oficina del director general, con una sonrisa radiante, como si nunca hubiera intentado ser silencioso. El hombre, que estaba sentado en su escritorio, se levantó. Su expresión parecía indiferente, a diferencia de la sonrisa tonta de Seo-on.

“¿Terminó todo su trabajo?”

Sin embargo, Seo-on conocía demasiado bien el afecto de Cha Do-kwon como para confundir su expresión con frialdad. Se acercó a Cha Do-kwon sin dudar, precisamente porque lo sabía.

“Casi terminé, pero…”

Tuvo que detenerse ante la mirada que, sin disimulo, escudriñaba su rodilla.

Deteniéndose bruscamente, Seo-on instintivamente bajó la cabeza para revisar su rodilla. Afortunadamente, la gasa estaba bien pegada.

“Parece que no entrará en mis ojos.”

La distancia se acortó rápidamente, aunque Cha Do-kwon solo había dado unos pocos pasos. Seo-on no sabía si era por su gran zancada, proporcional a su estatura, o porque él ya se había acercado corriendo al hombre.

“Dijiste que no me preocupara.”

“A veces uno se cae cuando juega a la pelota.”

“Ve al sofá. Déjame ver.”

Cha Do-kwon asintió hacia el sofá. Seo-on dio un paso hacia el sofá y solo entonces se dio cuenta de que Cha Do-kwon se había quedado quieto, examinando su forma de caminar. Normalmente, lo habría abrazado por la cintura y lo habría guiado naturalmente hacia el sofá, o le habría dado un ligero abrazo.

'Debo tratar de no cojear demasiado'.

Por mucho que hubiera notado la intención del hombre, no podía quedarse quieto como una estatua. Seo-on se esforzó por caminar como de costumbre. Como había recibido educación sobre cómo caminar correctamente desde joven, no fue difícil mover los pies conscientemente. El dolor surgía inevitablemente cada vez que movía la pierna derecha, pero un adulto podía tolerar ese nivel de dolor.

“No hay forma de que nuestro cachorro se caiga solo.”

“Ah, hyung. Un momento.”

Seo-on se sentó dócilmente en el sofá, observando sutilmente a Cha Do-kwon, cuando el hombre, que ya estaba cerca, se arrodilló y le agarró la pantorrilla. Aunque el toque era tan suave que no dolía, Seo-on se estremeció y movió la pierna ante la palma que sostenía su corva. Era una reacción refleja, ya que era uno de los lugares que Cha Do-kwon tocaba a menudo.

“Aun así, fuiste obedientemente al hospital.”

“Sí. El hospital de un conocido de hyung Young-ho, ugh.”

Cha Do-kwon se quitó la gasa sin pedir permiso y comenzó a examinar la herida. Con los dedos rígidos por la incomodidad, Seo-on apretó las manos y miró la coronilla de Cha Do-kwon. Aunque sabía que era una persona que no dudaba en arrodillarse frente a él, quizás porque normalmente lo miraba desde abajo, siempre sentía una sensación extraña en momentos como este.

'Una sensación de cosquilleo'.

Los ojos que miraban persistentemente solo su rodilla, la chaqueta del traje tensa por la inclinación, los pantalones de vestir arrugados por doblar las rodillas para sentarse, e incluso los zapatos pulidos que brillaban en contraste; todo le daba una sensación de cosquilleo.

Era porque sabía que Cha Do-kwon no adoptaría una postura así si no fuera por él.

“Está muy hinchado.”

Solo su voz baja no tenía nada que ver con el cosquilleo.

“Y también se está poniendo morado.”

“Cuando me caí, no sentí mucho dolor...”

Aunque no era un tono de reproche, Seo-on respondió con evasivas.

“Es que sigues siendo un cachorro y te dejas llevar por jugar a la pelota.”

El hombre chasqueó la lengua suavemente y pareció dudar si volver a poner la gasa o no, para luego levantarse. Luego, regresó al escritorio y presionó el botón de llamada. La voz que ordenaba traer un botiquín de primeros auxilios llegó a sus oídos.

“Tampoco puedo decirle que no lo haga.”

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El hombre, que regresó al sofá, examinó la rodilla de Seo-on nuevamente y se sentó a su lado, suspirando. Seo-on se rió en voz baja ante el suspiro, que estaba lleno del deseo de querer obligarlo a que no lo haga. Le hizo reír el tono de voz de Cha Do-kwon, que parecía dirigirse a un niño de cinco o seis años. Su hermano y su hermana solían suspirar y murmurar para sí mismos con un tono similar cuando él regresaba a casa herido después de jugar con sus amigos.

“Originalmente, la diversión del fútbol es el contacto físico.”

Debido a eso, se le escapó una respuesta completamente absurda.

“Es la primera vez que escucho eso.”

“Hyung, ¿no jugaste mucho al fútbol cuando eras joven?”

Seo-on desvió sutilmente la conversación. Aunque Cha Do-kwon no podía ignorar que estaba cambiando deliberadamente el tema, solo frunció ligeramente el ceño y, en lugar de indagar más, respondió a la pregunta de Seo-on.

“Casi nunca.”

“Por eso no conoces esa diversión.”

Y Seo-on aceptó de buen grado la respuesta del hombre.

“A los felinos no les suele gustar esa diversión.”

Cha Do-kwon continuó hablando con el ceño fruncido.

“Aun así, a la mayoría de los carnívoros no les desagradan las actividades físicas, ¿verdad? Entonces, ¿qué solías hacer tú en clase de educación física?”

“Deportes de raqueta o deportes individuales.”

Ciertamente, quizás por ser felino, no disfrutaba de los deportes de equipo. Por el contrario, a Seo-on le gustaban todas las actividades que implicaban mover el cuerpo, ya fueran deportes de raqueta, deportes individuales o deportes de equipo.

'Ahora que lo pienso, mis amigos felinos casi nunca jugaban juegos como el fútbol'.

Era un problema que no había considerado, ya que naturalmente se había hecho amigo de aquellos con inclinaciones similares. De todos modos, ese tipo de diferencia de inclinación no podría convertirse en un problema especial entre Cha Do-kwon y él.

“De todos modos, no odias las actividades físicas, ¿verdad?”

“Casi ningún carnívoro odia las actividades que requieren usar el cuerpo. Pero no me gusta chocar con otras personas.”

“Entonces, la próxima vez, juguemos al tenis juntos.”

Cha Do-kwon sonrió ligeramente, aunque su expresión mostraba que no sabía por qué la conversación había tomado ese giro de repente.

“¿Estás seguro, nuestro cachorro?”

“No se me da mal.”

Seo-on se rió de nuevo.

“De todos modos. Nos desviamos un poco del tema... Es normal que uno se lesione cuando corre. Además, no me rompí ningún hueso.”

“¿Quién se rompe un hueso jugando al fútbol?”

Recordó a Hye-seong, que se rompió un hueso y anduvo enyesado en la escuela secundaria, pero Seo-on se abstuvo de hablar.

“Solo digo. Solo me raspé un poco la rodilla, así que no te preocupes. En el hospital dijeron que se curará con el tiempo.”

Seo-on movió la rodilla como para demostrar. Aunque el dolor aumentaba cada vez que movía la pierna debido a la hinchazón, no era un dolor tan intenso como para que se notara en su rostro.

Sin embargo, Cha Do-kwon le agarró el muslo como para indicarle que se estuviera quieto. Al mismo tiempo, se escuchó un golpe y la puerta se abrió. Seo-on giró la cabeza. Lee Jung-hoo, que lo había guiado hasta allí hacía unos minutos, apareció con un botiquín de primeros auxilios. Sintiendo una extraña vergüenza, Seo-on enderezó la cabeza, fingiendo no haberlo visto.

“Director general. Traje el botiquín de primeros auxilios que solicitó.”

Era aún más embarazoso porque apareció rápidamente, como si esperara que Cha Do-kwon diera la orden de traer un botiquín de primeros auxilios.

Pensándolo ahora, parecía haber puesto una expresión de dolor de cabeza en el momento en que subieron juntos al ascensor. No sería una ilusión, ya que había puesto esa expresión después de ver su rodilla.

“Gracias.”

Cha Do-kwon tomó el botiquín de primeros auxilios que había traído y le dio las gracias.

“¿Necesita algo más...?”

“Está bien.”

“Gracias...”

Como tenía que saludar, Seo-on inclinó la cabeza. A diferencia de él, que se sentía incómodo, Lee Jung-hoo salió de la oficina del director general con una sonrisa dibujada, con una expresión que indicaba que estaba muy, muy acostumbrado a este tipo de acciones de Cha Do-kwon.

“Ah. Simplemente pondré mi pierna yo mismo.”

Mientras tanto, Cha Do-kwon, que se había levantado del sofá, estaba a punto de arrodillarse de nuevo. Seo-on lo detuvo apresuradamente. No estaban sentados en una camilla alta como en el hospital, y Cha Do-kwon estaría incómodo al estar sentado en el sofá.

“Seo-on. Tienes que estar quieto.”

Sin embargo, Cha Do-kwon le agarró la pantorrilla y le puso una gasa nueva sobre la herida que aún sangraba. El cosquilleo volvió a surgir en un rincón de su pecho, y Seo-on, una vez más, encogió los dedos.

“Entonces me sentaré tranquilamente, y hyung puede seguir trabajando. Dijiste que casi terminabas antes, así que supongo que estás a punto de concluir.”

Luego, dijo lo primero que se le ocurrió para ahuyentar el cosquilleo. Fue en el momento en que el toque suave presionó con firmeza el esparadrapo médico.

“Dentro de un rato.”

El hombre, que había examinado minuciosamente la rodilla de Seo-on, se sentó a su lado como si fuera lo más natural.

“¿Qué clase de idiota se preocuparía por el trabajo cuando su amante, y no otra persona, viene herido?”

“Ni siquiera es una herida grave...”

“Sangró.”

Seo-on observó sutilmente el rostro de Cha Do-kwon. Parecía que la herida de su rodilla le molestaba bastante. Debido a esa expresión, la voz de Hye-seong resonó de repente en sus oídos.

“¿Esa persona no dice nada sobre que vayas a jugar fútbol?”

Tal vez por haber escuchado eso, pensó que Cha Do-kwon le diría que dejara el fútbol por un tiempo al ver su rodilla herida, pero, inesperadamente, Cha Do-kwon no dijo nada al respecto.

'Aunque sería extraño que me dijera que lo deje por esto...'.

Por alguna razón, pensó que Cha Do-kwon podría decirle que lo dejara. La razón por la que fue al hospital y se preocupó por ser regañado fue puramente por eso.

“Hyung.”

Seo-on, que miraba fijamente a Cha Do-kwon, lo llamó. El hombre, que estaba examinando la piel expuesta debajo de los shorts, miró a Seo-on al escuchar su llamado.

“¿Por casualidad...”

“Sí.”

Pero por mucho que lo mirara, solo parecía molestarle la herida, no el hecho de que él jugara al fútbol en sí.

Seo-on, que estaba a punto de preguntar ¿Te molesta que juegue al fútbol?, cambió sus palabras.

“¿Podemos tener una cita después de que termines tu trabajo y luego ir a casa?”

“Me parece que te será difícil caminar con la pierna herida.”

“Entonces, vayamos a dar un paseo en coche.”

“De acuerdo.”

Cha Do-kwon sonrió relajadamente ante la alternativa de "ir a dar un paseo en coche" que surgió de inmediato. Ciertamente, parecía que solo le molestaba la herida en la rodilla, pero no tenía intención de decir nada sobre jugar al fútbol en sí.

Parece que me preocupé demasiado innecesariamente por lo que dijo Hye-seong.

Seo-on se sintió mucho más tranquilo. Por mucho que hubiera muchos conflictos derivados de la diferencia de especie entre amantes de diferentes especies, Cha Do-kwon y él realmente no tenían ningún problema.

* * *

Seo-on se movió en la cama. Sus pequeños murmullos de sueño eran borrosos, como los de alguien sumido en un sueño profundo. Sin embargo, la mirada de Cha Do-kwon no era borrosa en absoluto.

“...”

El hombre revisó la herida de Seo-on nuevamente. La habitación estaba sumida en una oscuridad profunda para no despertar al esposo dormido con la luz de la lámpara. Sin embargo, el hombre era una especie superior con genes dominantes. Que solo sus ojos se transformaran a los de una bestia no era una tarea difícil.

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El iris dorado que brillaba y las cejas sin disimulo fruncidas eran suficientes para revelar el malestar del hombre. Era inevitable que estuviera de mal humor, ya que la rodilla que estaba perfectamente bien por la mañana estaba hecha un desastre por las heridas.

“Ha...”

Un suspiro que no pudo contener se escapó por sus labios.

Las palabras de Seo-on no eran incorrectas. Uno podía caerse o lastimarse en alguna parte mientras jugaba al fútbol. Además, dado que la competitividad instintiva de los carnívoros era particularmente fuerte, el contacto físico ocurría naturalmente durante las actividades que provocaban la rivalidad.

Pero por mucho que supiera ese hecho, era difícil evitar el aumento de la irritación. Y esto era aún más cierto porque el propio Cha Do-kwon nunca se había lesionado haciendo un simple deporte.

'Pero no puedo decirle que simplemente no lo haga...'.

Naturalmente, la irritación no iba dirigida a Seo-on. Era imposible que el disgusto que hervía por la herida de su amante se dirigiera a él.

Por lo tanto, este sentimiento era más bien hacia la situación. Le molestaba que Seo-on llegara tarde por practicar fútbol, que corriera mezclándose con otras personas, y que terminara cayéndose y sangrando.

Pero Cha Do-kwon eligió la paciencia una vez más. Con la rodilla en ese estado, no podría correr durante unos días. Considerando que la jornada deportiva se acercaba, era probable que tuviera que descansar hasta el día anterior.

'Dado el carácter de cachorro, correrá incondicionalmente ese día'.

Para entonces, el dolor y la hinchazón habrían disminuido hasta cierto punto, pero el imaginar a Seo-on corriendo vigorosamente con esa pierna hizo que un suspiro se dispersara. Era la sensación de presenciar a un cachorro corriendo alegremente con una pierna vendada después de que le hubieran sacado sangre.

Aun así, eligió la paciencia porque había calculado que había ganado unos días. La jornada deportiva estaba a solo unos días de distancia. Con un poco más de paciencia, podría recuperar completamente el tiempo de Seo-on.

“Qué infantil.”

El hombre murmuró para sí mismo y acarició la rodilla de Seo-on. De hecho, era tan leve que solo tocaba la piel no hinchada, que era vergonzoso llamarlo acariciar la rodilla. Sin embargo, quizás porque se había acostumbrado al tacto debido a que lo había tocado tanto por todas partes, o tal vez porque estaba cansado después de correr y visitar el hospital, Seo-on no se despertó a pesar del roce cerca de la herida.

Cha Do-kwon examinó meticulosamente la pierna de Seo-on. Aunque no se quejó de dolor, la herida parecía bastante grave a simple vista. La rodilla derecha estaba hinchada aproximadamente 1,5 veces más que la izquierda, y ya le había salido un moretón morado, por lo que la expresión "grave" se quedaba corta. Además, no solo la rodilla había sido la más raspada, sino que también había signos de raspaduras en el codo y las palmas.

Si tan solo no hubiera jugado al maldito fútbol...

Sus pensamientos se dirigieron de nuevo al jodido fútbol. Al mismo tiempo, apretó la mano que envolvía la espinilla de Seo-on, por lo que Cha Do-kwon tuvo que relajar el agarre conscientemente.

“Mmm…”

Luego, levantó los ojos para observar a Seo-on. Seo-on solo había murmurado un pequeño quejido de sueño y seguía durmiendo, respirando suavemente.

De todos modos, con la pierna del cachorro en este estado, será mejor pasar tiempo en casa mañana.

El hombre retiró lentamente la mano, cubrió el cuerpo de Seo-on con la manta con un toque igualmente cuidadoso y se acostó. Cuando extendió el brazo y rodeó la cintura del dormido, Seo-on se movió y se acurrucó en su regazo.

Cha Do-kwon soltó una risa hueca ante el pequeño cuerpo que se acurrucaba en él como si fuera lo más natural, incluso estando dormido. La razón por la que podía abstenerse de expresar su malestar, a pesar de que la vida universitaria de Seo-on le tocaba los nervios de varias maneras, era por esta actitud de Seo-on.

El hombre hundió la nariz en el pelo de Seo-on dormido e inhaló profundamente. Aunque usaban el mismo champú, tal vez por el aroma corporal de Seo-on, el olor suave calmó su irritación.

Cha Do-kwon cerró los ojos sobre el cuerpo cálido que se acurrucaba como un cachorro. No sería tan difícil ser paciente por unos días más. Independientemente de que su paciencia se estuviera desgastando continuamente.

* * *

“Fútbol.”

Seo-on parpadeó ante la pregunta algo abrupta. Estaba recostado con la cabeza apoyada en el muslo de Cha Do-kwon, pasando un tiempo perezoso. Gracias a eso, podía ver a Cha Do-kwon mirándolo. Sus habituales ojos negros reflejaban serenidad.

Ah, no se lo dije.

Seo-on se dio cuenta de la intención de las palabras del hombre y respondió de inmediato.

“Hoy debería descansar.”

“¿Hoy?”

Cha Do-kwon levantó una ceja.

“Mmm, ¿unos días...?”

Seo-on corrigió su respuesta y levantó la rodilla. Llevaba pantalones cortos porque los largos irritaban la rodilla, por lo que su rodilla hinchada y azulada llenaba su vista. Definitivamente, no era posible jugar al fútbol en ese estado.

“Pensaba descansar hasta que baje la hinchazón.”

Afortunadamente, parecía ser la respuesta que el hombre quería, ya que Cha Do-kwon no volvió a preguntar. Simplemente jugaba suavemente con su cabello, enredándolo en sus dedos como hacía antes.

“La gente que tenía tiempo iba a reunirse, pero dije que no podía ir por la herida de ayer.”

Ayer, había considerado que el dolor era leve en comparación con el estado de su rodilla, pero al levantarse por la mañana, su pierna le dolía más que el día anterior. Finalmente, después de desayunar con Cha Do-kwon, envió un mensaje diciendo que sería difícil asistir hoy. Por mucho que le gustara jugar a la pelota, era imposible correr con esa rodilla. Además, aunque su rodilla hubiera estado bien, habría faltado a la práctica de hoy. Porque era el día libre de Cha Do-kwon.

'Pensé en ir a practicar mañana, dependiendo de cómo estuviera...'.

El haber dicho "hoy" a Cha Do-kwon al principio era debido a ese plan. Pero por alguna razón, tenía la intuición de que tendría que volver a casa inmediatamente después de las clases durante unos días. Aunque el dolor era más fuerte de lo esperado, la sensación de que debía hacerlo surgía al mirar el rostro de Cha Do-kwon.

“Incluso cuando baje la hinchazón, será difícil correr de inmediato.”

“Entonces descansaré unos días más, según mi estado. No pienso forzarme, así que no te preocupes demasiado.”

Seo-on respondió con una sonrisa que hizo que sus mejillas se abultaran. Ante esas palabras, Cha Do-kwon entrecerró los ojos y presionó su mejilla con la mano que antes le había alborotado el pelo.

“Qué bien hablas.”

“Es verdad. Es una pena, pero no tengo intención de correr forzándome.”

Si hubiera sido una competición individual, tal vez se habría esforzado, pero era un juego de equipo. Había mucha gente que podía jugar sin él. Tampoco podía causar problemas al equipo siendo terco. Y, sobre todo, no quería preocupar a Cha Do-kwon por algo tan trivial.

“Entonces, ¿no correrás hasta que yo revise tu estado y te dé permiso?”

“Uh...”

Aunque planeaba descansar en lugar de esforzarse, pedir el permiso de Cha Do-kwon no estaba en sus planes.

“Lo haré.”

Sin embargo, Seo-on respondió de buena gana. Al ponerse en el lugar de Cha Do-kwon, entendió la razón por la que el hombre había dicho algo así. Si él fuera Cha Do-kwon, también se preocuparía por si se estaba esforzando demasiado, por lo que el hombre probablemente sentía esa misma preocupación. Y Seo-on, como pareja, tenía el deber de aliviar la preocupación de su ser querido.

“Qué obediente.”

“Siempre escucho a mis mayores.”

Cha Do-kwon emitió una risa baja ante la expresión "a mis mayores".

“Y no quiero preocuparte, hyung.”

“¿Sabes que estoy preocupado?”

“Por supuesto que lo sé.”

Sería más extraño que no se diera cuenta, teniendo algo de tacto.

“De verdad, no volveré a lastimarme. Lo prometo.”

Seo-on extendió el brazo. Dobló todos los dedos excepto el pulgar y el meñique. Cha Do-kwon frunció el entrecejo, pero luego enganchó su dedo con el meñique de Seo-on. Justo cuando el hombre estaba a punto de presionar el pulgar contra el suyo, Seo-on añadió.

“A cambio.”

Cha Do-kwon le lanzó una mirada clara que lo animaba a hablar.

“Si a hyung le sucede algo similar más tarde, entonces hyung tendrá que escucharme. Dije que escucho a mis mayores, pero no te escucho porque seas mayor que yo, sino porque eres mi pareja...”

Cha Do-kwon soltó una pequeña carcajada ante la explicación pausada.

“De acuerdo.”

Seo-on presionó firmemente el pulgar solo después de recibir una respuesta clara. Cha Do-kwon también presionó su pulgar, haciendo juego con Seo-on, mientras se reía entre dientes, como si pensara que estaba haciendo todo lo posible (un sentimiento que parecía dirigirse a sí mismo, no a Seo-on).

'De todos modos, hicimos una promesa, así que se preocupará menos ahora'.

Se sintió aliviado, ya que estaba vigilando si Cha Do-kwon estaba preocupado por su herida. Había prometido no jugar al fútbol hasta que su rodilla sanara, por lo que esa preocupación debería desaparecer. Además, él había ganado un pretexto para evitar que Cha Do-kwon se esforzara si una situación similar llegaba.

Parece que no es tan difícil entendernos si me pongo en el lugar de hyung, como ahora.

Se sintió un poco decepcionado al pensar que no podría correr por un tiempo, pero prefería tener el cuerpo inquieto que preocupar a su amante.

“Entonces, ¿tendremos una cita en casa hoy?”

“¿Por qué? ¿Quieres salir? Preferiría que te movieras lo menos posible.”

“No. Si estás tú, también me gusta jugar en casa.”

Seo-on miró a Cha Do-kwon y jugueteó con su gran mano.

“Somos recién casados, ¿no?”

Aunque pronto se cumpliría un año desde que se casaron, Seo-on parpadeó con descaro, sonriendo con los ojos entrecerrados. Había escuchado en algún lugar que eran recién casados hasta que tuvieran un bebé, así que él y Cha Do-kwon serían recién casados para siempre.

“Qué suerte, ser recién casados.”

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Cha Do-kwon se tocó la mejilla abultada de Seo-on, que sonreía, y curvó sus labios.

Seo-on parpadeó un par de veces ante el rostro extremadamente afectuoso y se levantó.

“¿Por qué te levantas?”

Luego, besó suavemente los labios del hombre que lo miraba en silencio.

“Para besarte, hyung.”

Cuando respondió con una sonrisa brillante, Cha Do-kwon entrecerró los ojos y añadió una pregunta.

“¿Solo un beso?”

“Un beso también es bueno... Jeje.”

No pasó mucho tiempo hasta que el hombre unió sus labios.

* * *

“¿Hoy no vas a practicar?”

Seo-on le preguntó abruptamente a Hye-seong. Últimamente, no asistía a la práctica de fútbol, por lo que solían separarse después de clase. Pero por la forma de actuar de Hye-seong, parecía que se dirigía a casa y no al campo.

¿No hubo práctica hoy? Se preguntó solo por un momento. Aunque no enviaba mensajes separados porque había estado ausente durante varios días, recordó el chat grupal que había estado activo esa mañana.

“Llamada del abuelo.”

Hye-seong respondió con un tono de hastío. A juzgar por su mano jugueteando con el piercing, la llamada no era bienvenida. Eso también significaba que era una llamada repentina.

“¿De repente? ¿Te metiste en problemas?”

“Si me hubiera metido en problemas, ¿estaría haciendo esto? Simplemente me dijo que fuera a casa tan pronto como terminara la clase de hoy.”

De hecho, aunque quisiera meterse en problemas, no tuvo tiempo. Además, los problemas que causaba Hye-seong eran solo problemas según los estándares de la familia Joo, y en realidad no contaban como tales. Incluso perforarse la oreja tan pronto como terminaron los exámenes de acceso a la universidad fue considerado como un problema por los miembros de la familia de Hye-seong.

“¿Pasó algo en casa?”

“Esta mañana no dijo nada. Ah, esto es aún más sospechoso.”

Seo-on bromeó ligeramente con la nariz arrugada de Hye-seong.

“Parece que te van a decir que te cases, como a mí.”

“¡Oye, Yoon Seo-on! Ni de broma digas algo así.”

Seo-on se rió a carcajadas ante la reacción de asco de Hye-seong y salió del aula.

El pasillo estaba lleno de gente, ya que la clase especializada de la tarde había terminado. Seo-on se dirigía al estacionamiento con Hye-seong, saludando a sus compañeros, cuando detuvo sus pasos sin querer ante un rostro familiar que se acercaba apresuradamente.

“Oh, oh, chicos. Aquí estaban.”

“Hola.”

“Hyung, ¿por qué corres tanto?”

Era un sunbae (estudiante de segundo año) con el que se había hecho amigo jugando al fútbol.

“¡Oye! Joo Hye-seong, corrí por tu culpa.”

El sunbae se quejó, como si preguntara si podía decir algo así después de ver su tez, ante el saludo juguetón de Hye-seong. El sunbae, que saludó a Seo-on a continuación, fue directamente al grano.

“Joo Hye-seong. ¿De verdad no puedes jugar hoy?”

“Te digo que no. Es una llamada del abuelo, si no voy, me matan. ¿Quieres que te muestre el mensaje?”

“Ah, si tú te vas, faltará gente.”

El sunbae suspiró profundamente y se agarró la cabeza. Su pelo rizado, que era una mezcla de negro y blanco, se rizó aún más.

“Seo-on, ¿tú también tienes problemas con la rodilla?”

Luego, los ojos de color marrón claro, característicos de un chacal, se posaron en Seo-on. Su mirada se sentía casi desesperada.

“Ah...”

Ante la pregunta, Seo-on movió instintivamente su rodilla derecha. En realidad, no tenía problemas para correr. Aunque había estado usando una venda los últimos días, ahora se había recuperado hasta el punto de que no le dolía, incluso con pantalones largos sin la venda.

“¿Cuándo era la jornada deportiva?”

“Pasado mañana.”

“Sería mejor no forzarte hasta hoy.”

El hombre se arrodilló frente a Seo-on, examinó la herida y lo miró a los ojos. Su mano firme envolvía la corva de Seo-on.

¿No puedo empezar a moverme lentamente? Seo-on pensó eso, pero asintió dócilmente.

“Entonces descansaré hasta hoy.”

Aunque la jornada deportiva estaba a la vuelta de la esquina, sería mejor seguir el consejo de Cha Do-kwon, ya que podría calentar el cuerpo mañana, un día antes.

Empezar el fútbol hoy o mañana era lo mismo. Era mejor complacer el corazón de su amante, que estaba preocupado por él, que ser terco.

“¿Sería demasiado difícil si solo llenas el número?”

Nunca esperó que le hicieran una petición así de camino a casa.

“¿Solo el número?”

“Sí. Hoy íbamos a tener un partido de práctica con los de Ciencia Política, pero si Hye-seong se va, nos faltará gente. Y el jefe de esa clase es un poco estricto con eso. Pensé en pedirle a otros chicos, pero dijeron que era difícil sacar tiempo de repente.”

“¿Hoy juegan contra Ciencia Política? ¿No dijeron que jugarían contra Economía?”

Hye-seong intervino en la conversación.

“De alguna manera pasó eso.”

“Ah, el jefe de esa clase es un verdadero purista. Lo siento, hyung.”

“No importa. Es un asunto familiar, ¿por qué te disculpas? Si vamos a ponernos así, yo debería disculparme por cambiar el horario de repente.”

Mientras Hye-seong y el sunbae hablaban, Seo-on se sumió en sus pensamientos. Si su rodilla todavía le doliera, se habría disculpado y negado. Pero se dio la circunstancia de que no tenía problemas para correr.

'Si no fuera por Joo Hye-seong, ni siquiera lo pensaría'.

Era más problemático porque estaban buscando un reemplazo con urgencia debido a la ausencia de Hye-seong. ¿No era apropiado que un amigo cercano diera un paso al frente en un momento así?

“De todos modos, Seo-on. ¿Sería difícil? Solo necesitamos que llenes el número, de verdad.”

“Mmm...”

Si alguien que sabía que había estado ausente por una lesión le pedía ayuda, parecía que realmente no había nadie más que pudiera reemplazar a Hye-seong para completar el número. Pero, por mucho que fuera así, no podía romper su promesa con Cha Do-kwon tan a la ligera.

“¿A qué hora termina?”

Seo-on preguntó después de pensarlo. Planeaba rechazarlo si el partido de práctica terminaba tarde, usando el tiempo como excusa.

“Terminará en dos horas, con margen. Solo jugaremos una hora, 30 minutos por mitad, así que incluso sumando el descanso y el tiempo de reunión, no llevará más de dos horas.”

“Ah...”

Pero el partido de práctica parecía terminar antes de lo esperado.

Seo-on miró la hora. Pronto serían las 4 de la tarde, por lo que podía suponer que terminaría antes de las 6.

'Considerando la hora de salida del trabajo de hyung...'.

Podría ir a casa y ducharse antes de que el hombre saliera del trabajo.

“Si termina antes de las 6, creo que puedo llenar el número...”

“¡Ugh! ¿De verdad?”

“¿Qué? ¿Vas a jugar como reemplazo?”

“No es como si fuera a correr como siempre.”

Mientras respondía a Hye-seong, el sunbae lo agarró de la mano y se la agitó.

“Definitivamente terminaremos antes de las 6. ¡Muchísimas gracias!”

“Pero no traje ropa... Ah, Joo Hye-seong, ¿tienes ropa?”

“Sí. ¿Quieres que te preste?”

“Sí. Hyung, entonces tomaré la ropa de Hye-seong, me cambiaré y saldré al campo.”

“Oh, sí, me harías un favor. Ven despacio. ¿De acuerdo? De verdad, solo necesito que completes el número.”

El sunbae suspiró aliviado, se acarició el pecho, revisó su teléfono con prisa y se dio la vuelta para desaparecer. Probablemente estaba enviando un mensaje diciendo que habían encontrado al número. Seo-on, que observó brevemente su espalda, extendió la mano hacia Hye-seong.

“Solo préstame los pantalones.”

“Prestarte no es problema, pero...”

Hye-seong sacó unos shorts de su mochila y se los ofreció.

“¿De verdad estarás bien?”

“Lo haré con calma.”

“No, hiciste una promesa. Dijiste que descansarías hasta hoy.”

Hye-seong le recordó la promesa con Cha Do-kwon. Seo-on también estaba recordando esa promesa justo ahora.

“Por eso iba a negarme, pero parece que no hay nadie más que pueda jugar si no soy yo. Y es solo un juego. Solo correré superficialmente para completar el número.”

“No será que vas a jugar en mi lugar, ¿verdad?”

Hye-seong frunció el ceño con una expresión de total incomodidad.

“Sí, eso es.”

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Seo-on no lo negó. Si hubiera sido otra persona la que faltara, no habría accedido a la petición del sunbae.

“Le diré la verdad a hyung Do-kwon, así que no te preocupes.”

“Entonces, al menos está bien, pero...”

Hye-seong le entregó los pantalones con una expresión renuente.

“De todos modos, no corras.”

“Te digo que no voy a correr.”

Después de recibir los shorts de Hye-seong, recordó el recuerdo de la primavera pasada, cuando Cha Do-kwon lo regañó por usar la ropa de otra persona. Sin embargo, era demasiado tarde para decir que no, así que Seo-on tomó los pantalones. Si los devolvía ahora, Hye-seong pondría una expresión de por qué había cambiado de opinión de repente.

Pero su amigo no tenía ni idea de que la razón por la que no había recibido los shorts que le había prestado la primavera pasada era Cha Do-kwon. Seo-on le había dicho que no podía devolverlos porque se había convertido en un cachorro y los había mordido, y que le compraría unos nuevos. Hye-seong no tuvo más remedio que creer esa excusa. Fue una excusa que puso porque le resultaba difícil confesar que Cha Do-kwon los había tirado por haber hecho cosas indecentes, y ahora era imposible confesar sinceramente que los estaba devolviendo porque de repente lo había recordado.

“Hice una promesa, así que tengo que cumplirla.”

Seo-on se apresuró a seguir hablando, temiendo que ese momento volviera a llenar su mente.

De todos modos, tenía que cumplir su promesa con Cha Do-kwon.

* * *

“De verdad, no era mi intención...”

Seo-on suspiró profundamente y comenzó a enjuagar la espuma. Ciertamente, su rodilla estaba casi completamente curada; no sentía ningún dolor, incluso al frotar con la esponja. La pierna que no había dolido al enjabonarse, por supuesto que no dolería ahora mientras el agua arrastraba la espuma.

Aun así, seguía suspirando. Era un suspiro que emanaba de la culpa por no haber cumplido su promesa con Cha Do-kwon.

'Justo se encontró de nuevo con el chico con el que tuvo el contacto físico...'.

Hasta el primer tiempo, Seo-on no tenía intención de jugar en serio. Aunque el sunbae que le había pedido que sustituyera a Hye-seong había informado de que había venido a completar el número, por lo que nadie le pasaba el balón, él simplemente se movía al ritmo, sin quedarse quieto.

El problema fue el segundo tiempo. La persona que le había hecho una entrada en el partido de práctica anterior se unió al juego. Y Seo-on intercambió algunas palabras con ese amigo. Fue una conversación ligera sobre si su rodilla estaba bien y si podía jugar.

Hasta ese momento, tenía la intención de jugar a medias e irse, pero en algún momento su espíritu competitivo se encendió, y cuando se dio cuenta, estaba corriendo enérgicamente. Aunque solo fueron unos 20 minutos, era difícil negar que había roto su promesa.

Al menos es un alivio que no haya usado la ropa de Hye-seong... Si hubiera jugado con la ropa de otra persona, la culpa por haber roto dos promesas con Cha Do-kwon se habría duplicado. Era suficiente con haber roto una promesa con su amante.

'Primero me ducharé y cuando hyung llegue, le contaré lo que pasó hoy'.

Aunque solo había corrido unos 20 minutos, por lo que no sudó tanto como de costumbre, Seo-on se lavó con esmero. Sentía que así podría aliviar un poco la sensación de incomodidad por haber roto su promesa con Cha Do-kwon.

Después de ducharse, Seo-on esperó a Cha Do-kwon, mirando el reloj. Tenía varios planes en mente. Primero, como siempre, se abrazarían cuando él llegara, cenarían juntos, y después de que él se duchara, hablarían de cosas triviales antes de confesar que había roto su promesa.

Mientras esperaba a Cha Do-kwon, sonó el teléfono. Seo-on abrió mucho los ojos al verificar el identificador de llamadas y contestó.

“¿Hola?”

— ¿Estás listo para salir?

Era Cha Do-kwon.

“¿Listo para salir?”

Seo-on repitió la pregunta del hombre y solo entonces recordó su cita con Cha Do-kwon. Ahora que lo pensaba, habían planeado cenar fuera después de que él saliera del trabajo.

— Es la primera vez que nuestro cachorro olvida una promesa conmigo.

“Ah, estoy listo. ¿Dónde estás?”

— Llegaré en 10 minutos.

“Saldré a tiempo.”

¿Cómo pude olvidarlo?

Lo había olvidado por la petición inesperada de reemplazo, luego por jugar al fútbol, y después por estar preocupado sobre cómo confesarlo.

— Sal despacio.

Seo-on colgó y se preparó para salir. Afortunadamente, solo tenía que cambiarse de ropa, por lo que tenía tiempo suficiente.

“¿Cómo pude olvidar la cita?”

Otro suspiro se escapó.

De todos modos, no puedo arruinar la cita, así que se lo diré después.

Seo-on terminó de prepararse rápidamente y salió de la casa, revisando la hora.

* * *

Fue después de que Seo-on regresara de su cita con Cha Do-kwon y se duchara.

“Señor Yoon Seo-on.”

Seo-on, que estaba a punto de llamar a Cha Do-kwon porque sentía que debía confesar lo que había sucedido hoy, se calló ante la voz del hombre que lo llamó "Señor Yoon Seo-on."

“Hablemos un momento.”

No se sorprendió por el repentino uso de honoríficos formales por parte de Cha Do-kwon. Habían establecido una regla de usar un lenguaje formal como antes si surgía un asunto que requiriera una conversación seria. Y en ese momento, solo había un tema del que Cha Do-kwon querría hablar.

¿Se habrá enterado de que rompí la promesa? ¿Cómo lo supo? A pesar de la curiosidad, él ya estaba a punto de confesar lo que había pasado. Como era la persona que había roto la promesa y no tenía intención de salirse con la suya riendo y dejando pasar el tema, Seo-on asintió sin alterarse.

“Sí.”

Luego, se dirigió al sofá con una expresión resuelta.

Después de regresar de su luna de miel, o para ser exactos, después de empezar a llamar a Cha Do-kwon hyung, habían acordado mantener las formalidades si surgía una conversación seria. Pero ese día era el primero en el que tal situación se presentaba.

Y las conversaciones serias que requerían mantener la distancia debían tener lugar en la sala de estar. Había una regla no escrita de no llevar sentimientos incómodos al dormitorio.

“Antes de eso, hay algo que quiero decirle.”

Cuando Cha Do-kwon se sentó a su lado, Seo-on tomó la iniciativa.

“Si le parece bien, ¿puedo hablar yo primero?”

“Adelante.”

Como era de esperar, Cha Do-kwon accedió de buena gana.

“Siento que disculparme con usted, Do-kwon, es lo primero.”

Seo-on llamó al hombre "Do-kwon" en lugar de director general. Habían acordado que si Cha Do-kwon volvía a usar el lenguaje formal, Seo-on lo llamaría Do-kwon. Esto se acordó a sugerencia de Cha Do-kwon, quien argumentaba que, independientemente de la edad, una vez casados, su relación era igualitaria, por lo que el título debería ser acorde.

“Aunque lo habrá notado...”

Seo-on eligió sus palabras con cuidado.

“Lamento no haber cumplido la promesa de hoy.”

Cha Do-kwon lo miró fijamente, pero Seo-on no desvió la mirada. Desviar la mirada al disculparse equivalía a evadir la culpa.

“Aunque no haya corrido mucho tiempo, jugué al fútbol, y no cumplir la promesa es mi error.”

Seo-on no se molestó en explicar las circunstancias por las que terminó jugando al fútbol. Si Cha Do-kwon no hubiera solicitado esta conversación seria, se lo habría explicado paso a paso, pero dado el malestar del hombre, esas circunstancias no eran más que excusas. De todos modos, había roto su promesa, así que, a fin de cuentas, era una excusa.

“Me pregunto cuándo pensaba decírmelo.”

El hombre, que había escuchado en silencio, abrió la boca lentamente. No había señales particulares de enfado. Aunque su expresión no era agradable, parecía más bien irritado. Pero como sabía que ese sentimiento no iba dirigido a él, Yoon Seo-on, continuó hablando con calma.

“Iba a decírselo antes de que usted dijera que quería hablar, Do-kwon.”

“Creo que hubo tiempo suficiente para decirlo antes de eso.”

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No solo habían comido juntos y regresado a casa, por lo que hubo mucho tiempo. Podría haberle enviado un mensaje de texto de camino al campo. Sin embargo, no se lo había dicho de antemano, por lo que esa parte era claramente su culpa.

“Al principio, realmente fui solo con la intención de completar el número, así que pensé que sería suficiente con contarle lo que pasó cuando volviera a casa. Pero en el segundo tiempo, mi espíritu competitivo se encendió...”

Solo después de pronunciar las palabras se dio cuenta de que todo era una excusa. Había tenido oportunidades de hablar con el hombre después de reunirse con él, pero las había desaprovechado y había dejado que el tiempo pasara hasta ese momento, por lo que era aún más una excusa.

“De todos modos, pensé que debía decirle la verdad cuando usted saliera del trabajo, Do-kwon, pero hoy tuvimos una cita fuera. Pensé que sería mejor hablar en casa, así que lo pospuse, y se hizo tarde.”

En ese momento, lo pospuso porque no quería estropear la cita por algo trivial, pero se arrepintió, pensando que habría sido mejor decírselo de inmediato. Incluso si el ambiente se hubiera arruinado un poco, si lo hubiera dicho entonces, Cha Do-kwon no habría reaccionado de esa manera.

'Parece que estaba esperando a que yo hablara, y solo ahora ha sacado el tema...'.

Pero arrepentirse ahora era inútil.

“Lamento haberlo dicho tarde, y lamento no haber cumplido una promesa que podía haber cumplido.”

Cha Do-kwon no dijo nada. A pesar de que el tiempo que habían pasado juntos era largo y creía que podía distinguir bien las expresiones del hombre, su rostro era indescifrable.

“¿Está... enfadado?”

Sintiendo una punzada de impaciencia, Seo-on preguntó con cautela.

“No estoy enfadado con el Señor Yoon Seo-on.”

Cha Do-kwon endureció la mejilla. El hombre exhaló brevemente, como para recuperar el aliento, y se reclinó en el sofá. Seo-on, que se había girado para sentarse de cara a Cha Do-kwon, lo miró dócilmente.

“Estoy exasperado conmigo mismo por armar un escándalo y pedir hablar por algo tan trivial.”

Seo-on entreabrió los labios ante la respuesta inesperada.

Aunque se había sorprendido un poco cuando Cha Do-kwon lo había llamado "Señor Yoon Seo-on" y había solicitado una conversación, nunca pensó que calificaría el rompimiento de su promesa como "algo tan trivial". Después de todo, había hecho algo mal.

“Me da vergüenza ser celoso como un niño pequeño.”

“¿Sí...?”

¿Por qué entra en juego el tema de los celos aquí? Seo-on parpadeó.

“Cuando mi propia pareja ni siquiera se da cuenta.”

Sin embargo, Cha Do-kwon torció la comisura de sus labios como si se estuviera burlando de sí mismo.

“¿Estaba... celoso?”

Seo-on preguntó para confirmarlo, aunque no podía entender por qué Cha Do-kwon había sacado a relucir el sentimiento de celos.

¿De qué parte estaba celoso exactamente?

Tal vez porque su pregunta era un poco tonta, la autocrítica de Cha Do-kwon se intensificó.

“Parece que al Señor Yoon Seo-on realmente no le importa mucho mezclarse con otras personas.”

“Ugh.”

Y antes de que terminara de hablar, extendió la mano y tocó la rodilla de Seo-on. No la rodilla derecha que aún tenía rastros de la caída, sino la izquierda, que estaba levantada sobre el sofá porque se había girado para sentarse frente a él.

“Me molesta cada vez que huelo el sudor de otros bastardos en el Señor Yoon Seo-on.”

“Ah, no...”

Aunque se había duchado antes de salir, como había regresado después de salir, Seo-on vestía ropa de dormir después de tomar una ducha ligera de nuevo. La sensación de cosquilleo se elevó por su pierna ante la mano que frotaba lentamente su rótula.

“Y se raspa la rodilla por enredarse con ellos de esa manera.”

El hombre rodeó la rodilla izquierda con su palma, como si todavía no se atreviera a tocar la rodilla derecha. Seo-on se puso tenso, sintiendo que esa mano se deslizaría hacia su muslo en cualquier momento. La tensión era aún mayor porque no se había acostado con el hombre desde que comenzó la práctica de fútbol, o para ser exactos, desde que se lesionó.

“Pero mi pareja todavía no parece darse cuenta.”

“Ugh, D-Do-kwon, no es así...”

Seo-on intentó concentrarse en la conversación con el hombre. Pero inevitablemente, su atención se centró en la mano que sostenía su rodilla.

“No me diga que no sabe que su pareja es un jaguar.”

“Yo, yo solo jugué al fútbol... El sudor, Ugh, es inevitable.”

No tenía intención de replicar, pero Cha Do-kwon lo estaba obligando a hacerlo.

Para Seo-on, era solo un deporte. Aunque era un juego que usaba los pies, por lo que no había mucho contacto físico directo, se abrazaban o se ponían el brazo sobre los hombros después de marcar un gol o al terminar el partido, por lo que era natural que el olor de los demás se adhiriera.

Además, como se separaban rápidamente, la mayoría no era consciente del olor corporal de los demás en su cuerpo. El problema era que Cha Do-kwon era una especie superior con melanismo. El hombre habría sido consciente de todo.

“Abrazarse y ponerse el brazo sobre el hombro del otro realmente no significa nada.”

“¿No significa nada?”

“Sí. Ugh!”

En ese momento, Cha Do-kwon pareció soltar la mano y luego le agarró el muslo. Luego, lo acercó a él. Como resultado, su trasero se deslizó y su espalda tocó el sofá en un instante. Su pierna derecha todavía colgaba fuera del sofá.

“Entonces, el Señor Yoon Seo-on también estará tranquilo si yo vuelvo con el olor de otra persona.”

“Usted, Do-kwon, no debería hacer eso.”

Sentía que Cha Do-kwon le había dicho algo similar antes, pero no tuvo tiempo de reflexionar sobre cuándo fue. Seo-on farfulló lo primero que se le ocurrió, con las mejillas sonrojadas, ante la acción del hombre que se inclinó sobre él como si se superpusiera a su cuerpo caído.

“Yo soy un cánido, por eso, Ugh, pero usted, Do-kwon, es un felino.”

“Yo soy el único en una situación injusta.”

“No, no es eso... ¡Ah!”

Seo-on jadeó. Cha Do-kwon había deslizado su mano dentro de sus pantalones sin previo aviso.

Ah, ha pasado mucho tiempo.

Por eso, su reacción fue más rápida de lo habitual.

“Yo, Do, Ugh... Solo, solo hasta que terminen los juegos, ah... esto no volverá a suceder. Lo prometo.”

“Pero está el año que viene.”

“Aun así, ugh, no hay tales eventos hasta el segundo semestre del año que viene.”

Seo-on añadió excusas, incapaz de prometer que no asistiría a la jornada deportiva el año que viene.

“Habrá un retiro en el primer semestre.”

“Huu, Do, Do-kwon.”

Sin embargo, ya no podía concentrarse en las palabras del hombre. La pierna que colgaba debajo del sofá temblaba ante la mano que sostenía suavemente su pene.

“Solo usted, Ugh... me toca de esta manera... Do-kwon.”

Dijo esto para que el hombre entendiera que no había necesidad de celos inútiles, ya que solo él lo tocaba. Pero Cha Do-kwon, en cambio, frunció el ceño.

“Es obvio.”

“Hut!”

Luego, comenzó a acariciar el pene de Seo-on sin pedir permiso.

“Nunca he dudado del Señor Yoon Seo-on en ese sentido.”

“Aah...”

“Pero no puedo evitar que me ciegue el celo.”

Seo-on ni siquiera se dio cuenta de que había levantado la rodilla izquierda. Solo se dio cuenta de ese hecho después de que el sofá de cuero emitiera un sonido sutil al moverse por la fuerza en su pie.

Al mismo tiempo, la velocidad a la que la mano familiar masajeaba su pene se aceleró gradualmente. Seo-on jadeó y exhaló con gemidos, mirando la muñeca que se había deslizado dentro de sus pantalones, y luego no pudo evitar echar la cabeza hacia atrás. Cha Do-kwon, que lo miraba fijamente, llenó su vista.

“Do, Do-kwon...”

Seo-on agarró el brazo del hombre que estaba apoyado en el sofá para sostenerse.

“Yo, hut, quiero acabar besándonos...”

El hombre, que había estado haciendo lo que quería, se inclinó dócilmente y unió sus labios. Su cintura se arqueó por el grueso beso que cortó su respiración, o porque el sofá se había estrechado con el cuerpo de Cha Do-kwon sobre él, o quizás por la mano que apretaba su pene sin piedad.

“Heeu...”

Su pene, erecto dentro de los pantalones de pijama, derramó semen. El gemido suave se ahogó entre los labios del hombre.

“ugh...”

Estaba esperando lo que vendría a continuación por la mano del hombre que jugueteaba con el semen, untándolo por todas partes, pero Cha Do-kwon se retiró limpiamente.

“Es espeso.”

Aunque separó sus dedos cubiertos de semen, como para que Seo-on lo viera.

“¿Por qué, Ugh... por qué no sigue? Yo, yo, Ugh, quiero hacerlo ahora...”

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Sin embargo, Seo-on no sintió vergüenza. Simplemente quería acostarse con el hombre debido a la excitación que había resurgido después de tanto tiempo. Pero Cha Do-kwon levantó una ceja, como si preguntara de qué estaba hablando.

“Parece que será difícil.”

“Heeu, ¿por qué...?”

“Corrió a pesar de lo que dije.”

“Ugh.”

El hombre usó la mano cubierta de semen para levantar la pierna derecha que colgaba debajo del sofá. Como resultado, su corva se humedeció con el semen.

“No podemos esforzarte más.”

El hombre, que no podía ignorar ese hecho, descaradamente besó su rodilla derecha. Era un beso suave, como si tratara algo frágil. Sin embargo, su mirada estaba fija en Seo-on, por lo que Seo-on pudo encontrarse fácilmente con los ojos cuyo iris brillaba tenuemente de color dorado.

Por alguna razón, le vino a la mente la sensación abrupta de que el hombre había estado aguantando durante mucho tiempo.

* * *

“¡Hyung Do-kwon!”

Seo-on sonrió radiante mientras subía al coche. Tal vez por las copas que había tomado, no podía dejar de sonreír. Si la persona que tenía delante no hubiera sido Cha Do-kwon, no se habría reído de forma tan tonta, pero como era Cha Do-kwon, se rió tanto como quiso.

“¿Bebiste mucho?”

El hombre entrecerró ligeramente los ojos. Seo-on negó con la cabeza y se abrochó el cinturón de seguridad.

“No bebí mucho.”

Solo estaba un poco animado, por lo que era vergonzoso decir que estaba borracho.

“Pensé en no beber nada, pero a todos se les veía tan animados que me dio un poco de reparo ser el único que se negaba... De verdad, solo fueron unas copas.”

Acababa de salir de la fiesta posterior a los juegos deportivos. Tal vez porque habían ganado en fútbol, todos estaban bastante ebrios, lo que le permitió salir sin problemas. Aunque no hubieran ganado, habrían terminado el día felizmente, pero gracias a la victoria, la atmósfera era tan alegre que fue fácil escabullirse de la fiesta. Todos estaban demasiado ocupados riendo, hablando y bebiendo.

“Bien hecho.”

Cha Do-kwon puso el coche en marcha de inmediato. Seo-on parloteaba, mirando al hombre que conducía en lugar del paisaje fuera de la ventana.

“¿Estaba esperando mi mensaje? Me sorprendió que respondiera enseguida.”

Ante la pregunta, Cha Do-kwon giró los ojos hacia él. Había un leve toque juguetón en la comisura de sus labios que se curvaba lentamente.

“Mi pareja está bebiendo fuera, tengo que esperar. ¿Cómo iba a saber cuándo me ibas a contactar?”

“Pero le contacté rápido, ¿no?”

“Más rápido de lo que pensé.”

Incluso si era un felino, él probablemente sabía que tendrían una fiesta después de los juegos deportivos. Incluyendo el hecho de que terminaría tarde dada la ocasión.

“Hyung, creo que haremos una fiesta después de los juegos deportivos de hoy... ¿Puedo ir a la fiesta?”

Había sondeado sutilmente la posibilidad, por si acaso.

“No es algo para lo que necesites mi permiso.”

“Aun así. Y esto es solo por curiosidad, ¿usted también asistía a ese tipo de reuniones en la universidad?”

“Fui. Creo que salí en menos de una hora.”

“Ya veo. Pero creo que yo estaré más tiempo que eso...”

Cuando Seo-on arrastró las palabras, Cha Do-kwon se rió sin hacer ruido.

“Quédate todo el tiempo que quieras. Llámame cuando termines. Iré a recogerte.”

“Pero no pienso quedarme hasta el final, así que no creo que sea demasiado tarde. Le contactaré pronto.”

Y Seo-on había cumplido su promesa esta vez. Aún no eran ni las once, así que no era tan tarde. Y dado que Cha Do-kwon rara vez se acostaba a esa hora, no estaba ni remotamente cerca de ser tarde.

“Pensé que me contactarías alrededor de medianoche.”

“Eso es demasiado tarde.”

Había contactado a Cha Do-kwon en el momento oportuno para escabullirse, aprovechando el momento en que se rumoreaba que irían a la tercera ronda. Se despidió de Hye-seong y de algunos compañeros, no quería desaparecer en medio de la reunión como el día del retiro.

“Estarás cansado si tienes que venir a recogerme.”

“¿Qué tiene de difícil hacer de chófer de mi cachorro?”

“No debería malcriarme así.”

El buen humor de Seo-on se animó aún más por la respuesta de Cha Do-kwon, y respondió con un tono risueño. En ese momento, el coche se detuvo suavemente ante un semáforo. Cha Do-kwon giró la cabeza.

“No es malo crear este tipo de hábitos.”

El rabillo de su ojo, que se curvaba dulcemente, parecía casi un guiño.

“¿Te divertiste hoy?”

“Sí. Incluso marqué un gol. Aunque no fue en la final.”

Debido a que había roto su promesa con Cha Do-kwon el día anterior, se había preocupado por correr suavemente para no forzar su pierna. Afortunadamente, eso pareció aflojar su cuerpo, y hoy pudo correr como quería. Aunque a veces le dolía, ya que no había pasado ni una semana desde que se cayó, el dolor no era severo, así que estaba bien. Además, no era una lesión ósea, por lo que no había gran problema.

“También me gustaban los juegos deportivos en la escuela secundaria, pero los de la universidad son definitivamente más divertidos. ¿Tal vez porque hay más gente?”

“Escuela secundaria...”

Cha Do-kwon frunció el ceño ligeramente mientras ponía el coche en marcha. Seo-on continuó hablando sin saber por qué estaba repitiendo la palabra "escuela secundaria".

“De todos modos, es un alivio que nadie se haya lastimado gravemente. Escuché que a veces tienen que llamar a una ambulancia por lesiones graves.”

“Porque se junta gente muy competitiva.”

“¿Usted también era así, hyung?”

“¿No sería más extraño si no lo fuera?”

Cha Do-kwon dejó escapar un soplo de aire por los labios.

Y Seo-on comprendió rápidamente las palabras del hombre. Incluso si no fuera una especie superior, habría sido muy competitivo como carnívoro, y siendo una especie superior, era seguro que lo era más, no menos.

“¿En qué participaba cuando iba a la universidad, hyung?”

Solo entonces sintió curiosidad por los días universitarios de Cha Do-kwon. Como toda su atención había estado en los juegos deportivos y la preparación, no había pensado en tener una conversación relacionada con el tema.

¿Por qué no se me ocurrió preguntar algo así? A veces llegaba tarde a casa, pero generalmente se movía según la hora de salida de Cha Do-kwon, por lo que el tiempo que pasaban juntos no se había reducido significativamente. No sabía por qué no habían hablado de eso antes.

“Carrera de relevos.”

Mientras se reprendía mentalmente, Cha Do-kwon respondió de inmediato.

“¡Wow!”

La respuesta "carrera de relevos" hizo que la imagen de Cha Do-kwon corriendo viniera a su mente de forma natural. Nunca lo había visto en un sprint a máxima velocidad, pero como lo había visto correr ligeramente en su forma verdadera, no era difícil imaginarlo corriendo rápido.

“¿Ganó el primer lugar?”

“Probablemente.”

Cha Do-kwon frunció el ceño como si estuviera recordando.

“Me da un poco de vergüenza decirlo, pero no recuerdo haber perdido contra nadie.”

Ante esas palabras, Seo-on se rió con un sonido jeje. Era una risa que sonaría como un jadeo si hubiera estado en su forma de cachorro.

“Usted pierde contra mí todos los días.”

El hombre le dirigió una breve mirada y luego fijó sus ojos de nuevo en el frente.

“No hay nada más patético que un tipo que intenta ganar a su pareja.”

Ya que él, Yoon Seo-on, tampoco recordaba haber forzado las cosas o haber hecho un berrinche para ganar a Cha Do-kwon, no eran palabras equivocadas. Además, nunca habían peleado, por lo que nunca hubo necesidad de tal tira y afloja.

'Aun así, hyung...'.

Cha Do-kwon era alguien que incluso le había confesado que estaba celoso por el hecho de que él rompiera su promesa, por lo que era difícil describirlo de otra manera que como "perder".

“También pienso eso... De todos modos, me dejó ganar el otro día. Yo fui quien rompió la promesa.”

Se había disculpado con el hombre por no poder cumplir su promesa, pero la respuesta que recibió no fue una respuesta a su disculpa, sino una disculpa de él mismo por actuar de manera infantil.

“Lo siento. Debería haberme comportado de forma más madura.”

Fue después de acostarse con Cha Do-kwon, exhausto por la eyaculación, y ducharse de nuevo. Seo-on, que estaba recostado, con la cara hundida en el pecho del hombre, disfrutando de la sensación de que él le acariciaba suavemente el pelo mientras lo abrazaba, levantó la cabeza ante la palabra "lo siento".

Cha Do-kwon no desvió la mirada. Simplemente lo miró con calma.

“No sé por qué usted se disculpa cuando yo fui el que se equivocó.”

“Actué de forma infantil por mis celos.”

“Eso fue porque yo no lo consideré, hyung. Y el amor nos hace infantiles a todos.”

El sopor lo invadió, tal vez por la eyaculación después de mucho tiempo. Cuando respondió, parpadeando lentamente, Cha Do-kwon se rió suavemente y ejerció presión en su cabeza para que volviera a hundirse en su pecho.

“Duerme.”

Así terminó el día.

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Ayer, Cha Do-kwon estaba ocupado con su trabajo y él estaba ocupado con la preparación de los juegos deportivos, por lo que no tuvieron tiempo para una conversación adecuada, pero parecía ser un buen momento para aclararlo ya que había surgido el tema.

“También por su disculpa. Me quedé dormido en ese momento, así que no pude decirlo correctamente, pero no creo que haya actuado de forma infantil.”

“Incluso después de llamarte Señor Yoon Seo-on por eso.”

“No fue simplemente por eso, fue un tema importante. ¿Qué conversación hay más importante entre una pareja que una sobre sentimientos?”

Cha Do-kwon parecía arrepentirse de haber solicitado la conversación llevado por un impulso emocional, pero Seo-on nunca pensó que él fuera infantil.

“De hecho, me gustó que hyung sacara el tema. Así pude saber que estaba celoso.”

Hye-seong le había dicho que su pareja era un felino y que podría estar conteniéndose, así que había estado atento a los sentimientos de Cha Do-kwon, aunque lo había tomado a la ligera. Pero ahora que sabía con certeza que sentía celos incluso por algo así, podría ser más cuidadoso en el futuro.

'Ya había estado celoso por algo similar antes, pero pensé que simplemente había reaccionado de forma sensible porque yo era inusualmente cercano a Hye-seong'.

A veces olvidaba que había muchos ámbitos en los que el instinto actuaba más que la razón. Pero a partir de ahora, sería difícil olvidarlo. Más aún porque Cha Do-kwon lo había llamado "Señor Yoon Seo-on" después de mucho tiempo.

“Ah, y la disculpa debe ser mía, así que me disculpo de nuevo. Yo fui quien rompió la promesa.”

“Digamos que los dos tuvimos la culpa, entonces.”

“No, fui solo yo. Me gustó que hyung fuera honesto, pero si se disculpa por eso, significa que no volverá a hacerlo en el futuro.”

“Parece que mi cachorro quiere que le digan que solo él tuvo la culpa.”

“Prefiero eso.”

Cha Do-kwon curvó sus labios con una sonrisa. Pero Seo-on hablaba en serio. Si aceptaba la disculpa del hombre por ese asunto, Cha Do-kwon podría no volver a mostrar celos.

La mejor manera era ser considerado para evitar que él sintiera celos por cosas innecesarias, pero con la tendencia del lobo a actuar por instinto, no se sabía cuándo volvería a provocar los celos del hombre. Si Cha Do-kwon no se lo señalaba cada vez, él nunca se daría cuenta de esos sentimientos, y quería evitar a toda costa que el corazón del hombre se pudriera por ello.

A la larga, eso llevaría a que el corazón de Cha Do-kwon se marchitara. Pero Seo-on deseaba que el hombre fuera tan feliz como él.

“De acuerdo. Aceptaré tu disculpa.”

“Y yo haré lo posible para no volver a romper una promesa.”

Una sensación de alivio lo invadió cuando Cha Do-kwon cedió.

Seo-on miró al hombre, que le devolvió la mirada brevemente. La ropa cómoda en lugar del traje y el flequillo suelto en lugar del cabello pulcramente peinado le resultaban familiares, pero ver a Cha Do-kwon tan relajado siempre le provocaba una sensación extraña.

Ojalá lleguemos a casa pronto.

Aunque giró la cabeza hacia el frente para no distraer la conducción, Seo-on echó un vistazo al hombre sentado en el asiento del conductor. Tal vez por el alivio de haberse disculpado correctamente con Cha Do-kwon, sentía un cosquilleo en el pecho.

* * *

Seo-on parpadeó. Acababa de llegar a casa, ducharse, secarse el pelo y acostarse en la cama. Como no había usado el secador él mismo, sino que Cha Do-kwon le había secado el pelo, se había sentido somnoliento y había cabeceado un poco, pero ahora el sueño se había ido por completo. Naturalmente, la causa era Cha Do-kwon.

“Hyung.”

El hombre se dio la vuelta después de dejarlo, presumiblemente para apagar las luces e irse a la cama, y se giró al oír el llamado de Seo-on. Se podía leer una expresión de "¿Qué pasa?" en su rostro aparentemente indiferente.

“¿No ha terminado su trabajo?”

¿Está ocupado? Pensó que había terminado con todo lo que tenía que hacer hoy porque lo había recogido e incluso le había secado el pelo. Pero el hecho de que se fuera a ir de la habitación a esa hora significaba que tenía papeles pendientes.

“Terminé.”

“Entonces, ¿por qué se va?”

Seo-on, que estaba acostado rígidamente, se levantó. Había llamado a Cha Do-kwon justo cuando este daba señales de querer salir de la habitación, por lo que un ligero estiramiento de su brazo le permitió entrelazar sus dedos con la mano de Cha Do-kwon.

“Pensé en acostarme tarde.”

“Entonces yo también me acostaré tarde.”

Cuando Seo-on bajó los pies de la cama, el hombre frunció el ceño.

“Estuviste cabeceando de sueño.”

“Ya se me fue el sueño.”

“Duerme. Debes estar cansado después de correr todo el día.”

“Vine temprano porque quería estar contigo, hyung.”

¿Por qué me dice que me duerma primero? Seo-on se preguntó, pero apoyó sus pies en el suelo. Había evitado ir a la tercera ronda y se había marchado a mitad de la fiesta porque quería pasar tiempo con él. Así que, ahora que el sueño se había ido, tenía la intención de jugar con Cha Do-kwon.

“Los cachorros deben acostarse temprano.”

Sin embargo, Cha Do-kwon lo acostó de nuevo. Seo-on, que estaba de nuevo en la cama, parpadeó. Por alguna razón, sintió que sabía por qué Cha Do-kwon estaba actuando de forma tan sospechosa.

“Hyung.”

El hombre, que estaba a punto de subir a la cama, tal vez con la intención de acariciarlo hasta que se durmiera o de abrazarlo, levantó las cejas al oírlo llamarlo.

“Yo...”

Seo-on se esforzó por encontrar una frase adecuada, pero finalmente soltó lo que tenía en mente.

“Quiero hacerlo...”

Quería crear un ambiente más romántico, pero no se le ocurría nada. Además, se sintió más impaciente porque se había dado cuenta de la razón por la que Cha Do-kwon se iba a ir.

Seo-on miró de reojo el muslo del hombre. Aunque llevaba ropa cómoda, hacía más de medio año que vivían juntos, por lo que era difícil no notar la diferencia.

“Usted también quiere hacerlo ahora, hyung.”

“No tengo intención de negarlo...”

Cha Do-kwon extendió la mano con el mismo rostro sereno, sin avergonzarse de que Seo-on hubiera notado su estado.

“Ugh.”

Y le cubrió los ojos, como si le dijera que no tuviera ideas tontas y se durmiera.

“Duerme. Estarás cansado.”

Era un toque que no mostraba el más mínimo deseo de seguir sus instintos.

“Hoy fueron los juegos deportivos.”

Sin embargo, Seo-on quería seguir sus instintos más naturales. El ligero roce de su muñeca que cubría sus ojos, mientras sostenía la mano de Cha Do-kwon, era parte de eso.

“Es natural querer hacerlo después de que el espíritu competitivo se enciende...”

Era un resultado obvio que el deseo sexual aumentara cuando la adrenalina por la competencia ya estaba alta, y más aún al estar embriagado por la victoria. Más importante aún, su oponente era Cha Do-kwon. Quien intentaba calmar su propia excitación con calma.

“Y todavía tengo veinte años.”

Seo-on se quitó la mano del hombre que le cubría los ojos. Aunque no había usado mucha fuerza, Cha Do-kwon retiró el brazo dócilmente. Y Seo-on sabía que Cha Do-kwon estaba dispuesto a retirarse en cualquier momento, incluso si la situación no era esta. Incluyendo el hecho de que esto solo se aplicaba a él, Yoon Seo-on.

“Estoy lleno de vigor, así que aún más...”

“¿Qué tiene que ver la edad?”

“¿Cómo que no tiene nada que ver? Normalmente, cuando uno se inicia a una edad temprana...”

“No tienes límites en lo que dices.”

Cha Do-kwon frunció el ceño. Seo-on se rio suavemente, sabiendo que no hacía esa expresión por disgusto.

“¿Por qué? Es un hombre casado.”

“Haa.”

Ante la frase siguiente, Cha Do-kwon suspiró con resignación, pero aun así se subió sobre Seo-on.

“Y usted también es un hombre casado.”

“Quería hacerte dormir porque era obvio que te forzaste.”

“Hut...”

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La risa que se había dispersado en voz baja pronto se transformó en un gemido ante la mano que se deslizaba dentro de su pijama. La mano que le acariciaba suavemente el abdomen pareció tocar varias partes de su cuerpo antes de deslizarse hacia abajo de nuevo. Seo-on levantó los brazos por costumbre para ayudar a Cha Do-kwon a quitarle el pijama. Como solo llevaba ropa interior bajo el pijama holgado (que, en realidad, era de Cha Do-kwon), la ropa interior también se quitó fácilmente.

“Yoon Seo-on.”

“Ugh, ¿sí?”

Seo-on, que había levantado las rodillas y abierto los muslos tan pronto como le quitaron la ropa interior, respondió con un gemido. Estaba nervioso porque había pasado tiempo, pero no le avergonzaba la relación con Cha Do-kwon, así que examinó al hombre con los ojos bien abiertos. Una sonrisa descarada invadió su campo de visión.

¿Por qué sonríe así?

Parecía reírse con una ternura burlona, como si se encontrara con algo muy insignificante pero lindo.

“Estás un poco bronceado.”

“Oh...”

“Parece que a mi cachorro le gusta mucho jugar a la pelota.”

¿Bronceado? Seo-on miró hacia abajo a sus piernas solo después de que Cha Do-kwon le agarrara el muslo. Al entrecerrar los ojos y mirar de cerca, parecía que estaba ligeramente bronceado. Como normalmente usaba pantalones largos, pero shorts cuando jugaba al fútbol, no era extraño que su piel se quemara con el sol de otoño.

Solo era extraño que Cha Do-kwon hubiera notado un cambio de color de piel tan sutil que solo se podía notar al mirar de cerca, mientras que él mismo solo se dio cuenta en ese momento, a pesar de ducharse todos los días.

“Cuánto corriste de aquí para allá.”

“Hee...”

La voz con matices de risa le taladró los oídos, y la mano que le sujetaba el muslo se deslizó lentamente. Luego, los dedos pulcros tocaron entre sus nalgas.

“¿Ya estás mojado?”

“Ha pasado tiempo...”

Aunque se había mojado atrás cuando Cha Do-kwon le había agarrado el pene hace unos días, en ese momento la estimulación se había concentrado en la parte delantera, por lo que no lo había notado mucho. Pero ahora, con los dedos del hombre tocando descaradamente su abertura, sentía claramente la humedad en la parte inferior. Más aún porque la abertura, que sabía lo que vendría a continuación, se contraía constantemente.

“Parece que eres consciente de que ha pasado tiempo.”

“Claro que sí... Yo, ugh, no lo hemos hecho desde que empecé a practicar fútbol, ugh...”

El hombre, que había estado frotando su abertura con los dedos índice y medio juntos, como si mojara sus dedos con el lubricante, aplicó una suave presión.

“Aah...”

A pesar de que habían pasado varias semanas, su abertura aceptó los dedos de Cha Do-kwon fácilmente, tan empapada estaba la pared interior. Sintió que su abdomen inferior se calentaba.

“No es que no lo hayamos hecho, haah, es que no pudimos.”

“Ugh!”

Sin embargo, a pesar de que su cuerpo se abría fácilmente, la sensación de los dedos penetrando por detrás siempre le resultaba extraña. Seo-on soportó esa sensación inusual mirando a Cha Do-kwon. El rabillo de su ojo ligeramente fruncido y la mandíbula tensa eran tan sensuales que su respiración se aceleraba solo con mirar ese rostro.

“Porque era obvio que no me controlaría.”

“¡Ah!”

En ese momento, Cha Do-kwon curvó la punta de sus dedos. Aunque la intención no era estimular el tejido grueso del interior, sino simplemente ensanchar la pared interior, su cuerpo, tan acostumbrado a la estimulación del hombre, ya hacía que su cintura temblara. La presión en su talón se intensificó después de eso, lo que hizo que su rótula se destacara un poco más.

“Ah, un poco, más... rápi-do... Ugh!”

“No. Ha pasado tiempo.”

Aunque las palabras de súplica se dispersaron por sí solas, Cha Do-kwon no parecía tener prisa. Por el contrario, separó los dedos índice y medio que se habían deslizado en la abertura y deslizó otro dedo a través de la brecha. La abertura tensa aceptó el dedo anular.

“ugh!”

A diferencia de los dedos que penetraban sin piedad, la velocidad con la que la muñeca se movía era más lenta. Por eso, la sensación de los dedos pulgar y meñique, que no habían entrado, aplastando su trasero era demasiado vívida. El sonido chit-chit resonaba cada vez que los huesos duros de los dedos tocaban su piel, como si todo estuviera cubierto de lubricante.

“Aah, ugh, no, no me lasti-mará...”

Con el añadido del sonido chick-chick de la fricción, todos sus sentidos se estimularon y su cuerpo ardió. Aunque no podía ignorar la influencia del alcohol, se sintió más impaciente al recordar el rechazo de Cha Do-kwon de hace unos días. Tenía el presentimiento de que lo harían hasta el final hoy, pero Cha Do-kwon a veces era travieso y no sabía cuándo cambiaría de opinión.

“Aquí, Ugh, se está mojando...”

Seo-on bajó el brazo, que temblaba incontrolablemente, para tocar la mano del hombre que lo estaba penetrando, como para incitar a Cha Do-kwon. El toque de los huesos gruesos era palpable. El hombre se detuvo un momento ante ese toque y luego, como si nunca hubiera dejado de mover su muñeca, comenzó a ensanchar lentamente el interior de nuevo.

“Solo aprendiste palabras sucias.”

“Ugh, no son palabras sucias... ¡Ah, di-director general...”

Para Seo-on, solo estaba exponiendo hechos objetivos, pero Cha Do-kwon no parecía escucharlo de esa manera.

Aunque una sensación de injusticia surgió de repente, la excitación que invadía su cuerpo era demasiado abrumadora para replicar. Seo-on ni siquiera se dio cuenta de que había llamado a Cha Do-kwon "director general". Le resultaba demasiado difícil concentrarse en cada una de sus palabras ante la sensación que hacía que su cuerpo ardiera.

“Solo aguanta un poco.”

“Ugh!”

Finalmente, el dedo meñique se abrió paso en la abertura. Al mismo tiempo, Cha Do-kwon comenzó a mover su muñeca con rapidez.

“ugh! ¡Ah! ¡Aah!”

Sintió que sus orejas y su cola saldrían sin control, pero Seo-on se mordió el labio y aguantó. Era casi una contención forzada para evitar eyacular. El placer recorría todo su cuerpo, pero no quería correrse así. No sabía si el hombre tenía la intención de hacerlo eyacular y luego hacerlo dormir como la última vez. Por lo tanto, tenía que aguantar hasta que Cha Do-kwon penetrara.

“Do, Do-kwon, heeuh...”

Seo-on apenas movió su pierna izquierda. Fue difícil porque todo su cuerpo estaba tenso, pero se frotó el muslo de Cha Do-kwon con un gemido.

“Quiero venir con tu, ugh, tu pene, no tu mano... ¡Ugh!”

“Haah, mierda.”

El orificio, empapado por el abundante lubricante, se cerró rápidamente al retirarse la mano, con un sonido plop, plop. Pero eso fue solo por un momento. Cha Do-kwon se bajó solo los pantalones y lo embistió sin piedad.

“¡Aah!”

“Hooh...”

Seo-on ni siquiera notó la mano que le rodeó la parte posterior del muslo y le empujó toda la pierna. Siguiendo esa fuerza, su cintura se arqueó y el tronco del pene que no había entrado completamente raspó la pared interior con un crujido. El interior, que se había relajado, chupó el tronco del pene con venas abultadas, como si estuviera familiarizado con el pene voluminoso.

“Aah, aah...”

Cha Do-kwon lo había empujado, agarrándolo del muslo, por lo que su rodilla, naturalmente doblada, quedó tan cerca de su cara que casi la tocaba. Sin embargo, Seo-on no tenía el lujo de ser consciente de su propia apariencia. Su respiración era entrecortada por la sensación de estar completamente lleno, a pesar de que el hombre ni siquiera había comenzado a empujar su cadera en serio. Sentía que todo su cuerpo se derretía por el placer que golpeaba su cabeza.

“Aheuu...”

Recuperó la conciencia brevemente cuando Cha Do-kwon bajó lentamente el muslo que estaba empujando hacia arriba, como si lo doblara por la mitad. Seo-on parpadeó ante la sensación de que sus talones tocaban la cama. Vio a Cha Do-kwon, que se estaba revolviendo el pelo, que se había despeinado entre sus muslos separados.

Acababa de quitarse la camiseta, y los músculos vigorosamente abultados se movían mucho siguiendo el movimiento de sus brazos.

“Rá, ugh, rápido...”

A diferencia de él, que estaba medio ido, la acción del hombre parecía incluso tranquila, y Seo-on gimoteó con palabras de súplica. Cuando forzó la pierna, que estaba flácida, para tocar a Cha Do-kwon, el hombre retiró su cuerpo.

“Ugh, por qué... ¡Ugh!”

Y luego, metió la mano bajo el corvejón derecho de Seo-on, levantó la rodilla y la mordió. Su rodilla se estremeció.

Pero la decepción lo invadió, lo que le impidió concentrarse en el leve temblor de su rodilla. Era la decepción que venía de que Cha Do-kwon hubiera retirado su cadera de repente.

Por qué, por qué de repente...

“Mi cachorro.”

“Heeuh...”

“Te lastimaste.”

A pesar de que no podía ignorar el hecho, Cha Do-kwon, en lugar de consolar a Seo-on, sacó la lengua y lamió el hueso de su rodilla que sobresalía. Aunque era una postura incómoda para agachar la cabeza, su rostro no mostraba el menor signo de incomodidad.

“Si no tienes cuidado, se infectará.”

“Ya, ugh, ya sanó.”

Seo-on jadeó y respondió. No lo decía solo para tranquilizar a Cha Do-kwon, sino que realmente estaba casi curado. Como Cha Do-kwon le había puesto ungüento todos los días, era difícil encontrar rastros de la caída incluso al mirar de cerca. Sin embargo, al hombre no le gustaba ni eso y trataba a Seo-on como si fuera de cristal.

“¿Entonces no quieres que te lo lama?”

“Más tarde, Ugh, más tarde...”

Sintió un instinto que le decía que no debía decir que no quería que se lo lamiera, por lo que Seo-on pospuso la bondad del hombre para más tarde. En ese momento, otras acciones eran más urgentes.

“¿Más tarde?”

“Sí...”

“Entonces, ¿ahora?”

“Ahora, ugh, con tu pene, ugh... ¡Ah!”

Efectivamente, como si estuviera castigándolo por caerse, Cha Do-kwon finalmente embistió su pene. La abertura, que se había cerrado, se abrió rojiza y tragó el pene amenazadoramente erecto. Ante el impacto repentino, su cuello se echó hacia atrás, y su cuerpo tembló como un herbívoro al que le muerden la nuca.

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“Aah, aah...”

Seo-on dejó escapar gemidos intermitentes. El pene que se había erecto incluso antes de que Cha Do-kwon lo penetrara con los dedos eyaculó con solo esa embestida de cadera.

“Aheuu...”

El sonido de su respiración ahogada no duró mucho. Cha Do-kwon se inclinó completamente, sin importar si los muslos de Seo-on estaban separados, y empujó su lengua entre sus labios abiertos, acercando su cuerpo como si quisiera ocultar al ser que estaba debajo de él.

“ugh! Oop!”

Eso no fue todo. Cha Do-kwon comenzó a mover su cadera en la misma postura, casi aplastando a Seo-on.

“Ugh! Ugh!”

Su boca estaba llena por la gruesa lengua, y su abertura estrecha estaba atravesada por un bulto de carne incomparablemente duro. A pesar de que su cuerpo estaba completamente aplastado por el gran tamaño del hombre, Seo-on recibió el pene de Cha Do-kwon. La pared interior mojada de lubricante succionó el enorme pene sin esfuerzo, como si hubiera sido hecho para recibirlo.

“ugh, ugh,...”

El hombre, que había estado abusando de la lengua de Seo-on hasta que su hambre se calmó, finalmente separó sus labios.

“Haah...”

Aun así, no levantó su torso de inmediato, sino que presionó con fuerza su cadera, aplastando a Seo-on. Su cabeza se inclinó lentamente, pareciendo tan lánguido como el movimiento.

“Si fuera por mí, de verdad dejaría una marca con mis dientes...”

“Hut!”

Justo cuando pensó que el sonido de su respiración áspera estaba demasiado cerca, Cha Do-kwon le mordió el lóbulo de la oreja sin avisar. Sin embargo, como su cuerpo transformaba todas las sensaciones en placer, solo sintió un cosquilleo, y Seo-on encogió los hombros. Solo entendió las palabras de Cha Do-kwon cuando este le mordió el cuello.

“Pero mi cachorro se asustaría...”

“ugh, aah...”

No estaba seguro, pero parecía querer morder con los dientes de un jaguar, no con dientes humanos. Como los felinos no tienen un deseo notable de chupar sangre, no significaba que quisiera chupar sangre. Parecía más cercano al significado de querer dejar una marca de mordida más clara. Y para dejar una marca de mordida más clara que la actual, necesitaría dientes de animal.

“No hay otra manera.”

“Aheu, heu, Do, Do-kwon... Ugh!”

El hombre lamió la piel que había mordido suavemente con la lengua, y luego levantó su torso. Y sin darle a Seo-on la oportunidad de decir una palabra de consentimiento, Cha Do-kwon agarró su pelvis delgada y empujó su cadera sin piedad.

“¡Aheu! ¡Ah! ¡Aah!”

¡Pock! ¡Pook! Los gemidos se interrumpían cada vez que su trasero golpeaba la ingle del hombre. El sonido del impacto, que no era el de carne contra carne, sino el de piel suave siendo frotada unilateralmente contra algo duro, se mezclaba con los gemidos sensuales.

La carne interior, incapaz de aguantar el ritmo rápido, se aflojaba suavemente cada vez que la cabeza del glande grande magullaba la pared interior, pero luego se adhería pegajosamente al tronco del pene repetidamente.

“ugh, heu, aah...”

Seo-on jadeó. No tenía cabeza para pensar en nada más que en la excitación que nublaba su mente. Lo único que podía percibir claramente en ese momento eran los ojos del hombre que lo miraban con obsesión.

Ah. Fue un instante en el que una luz dorada brilló tenuemente sobre su iris oscuro.

“Hooh, joder...”

“ugh...”

Algo caliente se derramó en su vientre. Cha Do-kwon había eyaculado.

“Haah...”

El hombre no apartó los ojos de Seo-on ni siquiera en ese momento. Una satisfacción indescriptible golpeó a Seo-on por el deseo sexual descarado en el iris de color misterioso. Gracias a eso, su pene, que estaba erecto y temblaba en el aire, derramó semen sin estimulación directa. No sabía si era por la influencia del hombre penetrando su interior, por el rostro excesivamente sensual de Cha Do-kwon, o por el deseo sexual que se acumulaba en sus ojos.

“¿Te corriste de nuevo?”

“Aheu, heeut...”

El hombre se rió suavemente, acarició las lágrimas que se habían acumulado en el rabillo del ojo de Seo-on con el dedo y luego retiró su cadera lentamente. Seo-on jadeó con un gemido ante la sensación del bulto de carne que llenaba su interior rascando su pared interior hinchada al salir. Su respiración áspera se aceleró y su pecho plano subió y bajó rápidamente.

“Ugh...”

Cuando Cha Do-kwon retiró su pene, sintió un fluido espeso escurriéndose entre sus nalgas. Era obvio que era el semen que el hombre había eyaculado. Instintivamente, intentó llevar la mano allí, pero Cha Do-kwon bajó la cabeza y le mordió el cuello de nuevo.

“ugh, hyung Do-kwon, me haces cosquillas... Ugh.”

Seo-on encogió ligeramente los hombros, pero abrazó el cuello de Cha Do-kwon con una risa disimulada. Aunque sus brazos seguían deslizándose hacia abajo porque el hombre seguía mordisqueándole varias partes del cuerpo.

“¿Por qué, hut, me muerdes tanto?”

“Quién sabe.”

El hombre levantó su cadera y esta vez mordió la rodilla de Seo-on. Era, como era de esperar, la rodilla derecha lesionada.

“¿Porque mi cachorro no me deja dejar marcas?”

“Ah.”

Seo-on se dio cuenta tardíamente de por qué el hombre seguía mordisqueándole todo el cuerpo.

“Hyung, pero no puede dejar marcas de mordidas por un tiempo.”

¿Qué expresión puso Cha Do-kwon cuando dijo eso por primera vez?

“Yo, desde mañana, heeuh, tengo práctica de fútbol. Jugaré con camiseta de manga corta y shorts, ah, no puede dejar marcas.”

“Haah, de acuerdo.”

Aceptó de inmediato y luego unió sus labios, y después de eso, se movió con tanta frenesí que no tuvo tiempo de pensar profundamente. Pero al recordar ahora, parecía haber puesto una expresión ligeramente molesta.

“Entonces, lo de anteayer también...”

“Te dije. Sentí que no me iba a controlar.”

Era muy ambiguo si el control del hombre se refería a controlar el sexo o a controlar la acción de morder. Aunque, en realidad, serían ambas.

“Pero...”

Seo-on miró el rostro arrugado de Cha Do-kwon y movió sus labios.

“A partir de hoy, Ugh, no tiene que controlarse.”

Ante la frase algo audaz, Cha Do-kwon entrecerró los ojos.

“Así que puede morder tanto como quiera, hyung. Aunque ya me ha mordido mucho...”

Ante las palabras lentas, el hombre curvó sus labios. Seo-on todavía no se dio cuenta del significado de los labios torcidos.

“¿Y la lengua?”

Un sonido de risa se deslizó por sus labios ligeramente entreabiertos. Seo-on asintió, pensando que se refería a los besos.

“Me gusta todo lo que hago contigo, hyung...”

Ahora que lo pensaba, aparte del beso de hace un momento, hacía bastante tiempo que no se besaban. Cha Do-kwon se había abstenido porque sentía que sería difícil controlarse, pero él ni siquiera había pensado en ese tipo de contacto físico.

'¿Será que estaba exhausto después de la práctica de fútbol? Me duchaba, hablaba un poco con hyung y me dormía enseguida...'.

De repente, se dio cuenta de que había descuidado a su pareja.

Definitivamente, la disculpa era de él, Yoon Seo-on, no de Cha Do-kwon. Su amante ya había sido paciente más de lo necesario.

“¿Puedo hacerlo yo?”

Seo-on preguntó con un corazón arrepentido. En realidad, quería besar a Cha Do-kwon.

“¿En esta postura?”

“Si inclina la cabeza... Ugh.”

En ese momento, Cha Do-kwon pasó un brazo por debajo de su cintura y lo levantó ligeramente. Luego, sentó a Seo-on sobre su muslo. Fue un movimiento tan ligero como levantar a un cachorro.

“Si inclino la cabeza, lo haré yo, no mi cachorro.”

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¿Acaso el beso no lo da la persona que introduce la lengua? Seo-on pensó confundido, pero besó los labios de Cha Do-kwon. Aun así, la postura de estar en los brazos del hombre era mucho mejor que la de estar acostado. Además, esta postura era más cómoda para besar.

Estaba sentado oblicuamente sobre el muslo de Cha Do-kwon, no completamente de frente. Su trasero estaba sobre el muslo firme y sus pies tocaban la cama. Seo-on le rodeó la mejilla a Cha Do-kwon, que había girado la cabeza hacia él, y mordió suavemente sus labios. Fue una mordida del tipo que un cachorro juguetón le daría a la mano de una persona.

Cha Do-kwon se rió con un sonido en la garganta, como si le divirtiera que le mordiera los labios a pesar de que le había dicho que podía morder, y abrió la boca. Seo-on deslizó su lengua a través de la abertura.

“ugh...”

En ese instante, la mano de Cha Do-kwon, que no estaba abrazando su cintura, le tocó el pecho. El placer que había disminuido resurgió lentamente ante el toque descarado que tocaba sus pezones. Pero Seo-on cerró los ojos y se concentró solo en entrelazar su lengua con la de Cha Do-kwon.

Le gustaba la sensación de la lengua gruesa del hombre llenando su boca, pero también le gustaba explorar varias partes de la boca del hombre con su lengua, como ahora. También le gustaba cuando Cha Do-kwon atrapaba su lengua y la succionaba con fuerza, sin importar si la lamía suavemente o si exploraba el interior sin miedo.

“Heeu...”

Sin embargo, Cha Do-kwon no cooperó para que Seo-on pudiera entrelazar su lengua libremente. No evitó la pequeña porción de carne que intentaba frotar su lengua, ni giró la cabeza. Simplemente jugueteó con sus pezones, que se habían endurecido incluso antes de que él los tocara.

La mano firme agarraba su pecho plano a la fuerza, o presionaba o giraba suavemente el pezón que sobresalía con la punta de los dedos. Cada vez que lo hacía, su cintura temblaba, y Seo-on no podía mover correctamente la lengua que había deslizado en la boca de Cha Do-kwon. Solo mantener sus labios unidos ya era un esfuerzo para respirar.

“Oop...”

Seo-on no pudo aguantar mucho tiempo. Cha Do-kwon finalmente pellizcó y tiró de su pezón. El calor se acumuló en su abdomen inferior en un instante y su respiración se aceleró. Justo cuando decidió que respirar adecuadamente era lo primero y estaba a punto de separar sus labios, la mano que había subido agarró su mejilla.

Cha Do-kwon puso fuerza en la mano que sostenía su mejilla, como si estuviera persiguiendo la lengua que intentaba escapar, e introdujo su lengua entre los labios de Seo-on, como si nunca hubiera estado jugando con su pecho.

“ugh...”

La carne húmeda llenó su boca y jugó con su lengua. Sintió que se iba a desmayar, pero Seo-on se aferró a la muñeca del hombre que le sostenía la mejilla, como si no existiera la opción de apartar a Cha Do-kwon. Cuanto más su lengua era magullada por la lengua del hombre, y cuanto más sus labios se enredaban en saliva, más lubricante fluía por su abertura. Incluso si Cha Do-kwon llevaba pantalones, al estar sentado en su muslo, el hombre se habría dado cuenta.

“Haaue, heu, Ugh...”

Cha Do-kwon solo separó sus labios después de que Seo-on pusiera fuerza en la mano que sostenía su muñeca, indicando que no podía aguantar más. A diferencia de Seo-on, que inhalaba aire con urgencia, el hombre, con su rostro habitual y limpio, miró a Seo-on, que jadeaba con los ojos medio vidriosos, y le limpió la saliva que tenía en los labios.

“Heeuh...”

Luego, preguntó con voz cariñosa.

“¿Paramos?”

Y Seo-on sabía que el hombre solo estaba fingiendo ser cariñoso. Sabía que él estaba actuando así a propósito, sabiendo que él estaría desesperado. Y la causa de eso también era clara.

'Pero yo fui quien se equivocó...'.

Justo después de reflexionar sobre el pasado, en el que había descuidado a su pareja con el pretexto de prepararse para los juegos deportivos, le resultó difícil replicar: "¿Por qué pregunta si quiere seguir, hyung?".

Al final, Seo-on negó con la cabeza y gimió.

“Quiero seguir, Ugh...”

“Quiero morder a Yoon Seo-on.”

“Ugh.”

El hombre inclinó su cuerpo y susurró, mordiendo suavemente su mejilla.

“Es difícil morder si lo hacemos como antes.”

“En-entonces...”

Seo-on movió lentamente sus piernas, forzando a su mente a trabajar.

“Hagámoslo así.”

Agarrándose del hombro de Cha Do-kwon, se movió, y finalmente se sentó de cara al hombre. Era una postura de rodillas, con las piernas abiertas, atrapando los muslos de Cha Do-kwon.

“Rodilla.”

En ese momento, Cha Do-kwon deslizó su mano debajo de la rodilla derecha de Seo-on. Aunque no pudo rodearla por completo porque la rodilla tocaba la cama, pudo entender claramente lo que quería decir. Quería que su rodilla no tocara la cama.

“Oh...”

Seo-on se confundió por un momento. Luego, rodeó el cuello de Cha Do-kwon con los brazos y cambió su postura a una en cuclillas. Para no caerse, inclinó su torso hacia Cha Do-kwon, por lo que su pene erecto se frotó contra el abdomen del hombre.

“Creo que no podré aguantar mucho en esta postura.”

“¡Ah!”

Dudó sin saber qué hacer a continuación. Pero justo en ese instante, sintió una textura resbaladiza entre sus nalgas que estaban juntas, siguiendo sus muslos separados. Cha Do-kwon estaba frotando la cabeza de su pene, empapada en semen y pre-eyaculación, sobre su abertura.

El orificio ya húmedo, junto con el semen que el hombre había eyaculado, estaba mojado. Gracias a eso, la abertura, que fue abierta sin piedad, aceptó la cabeza del glande gruesa sin problemas.

“Aheuu...”

Tal vez era porque la penetración se hacía de abajo hacia arriba.

“Hee...”

Seo-on gimió suavemente. Aunque estaba flotando en el aire, solo había una pequeña distancia entre sus nalgas y la cama, con el muslo de Cha Do-kwon de por medio. Era imposible que hubiera espacio libre que excediera la longitud del pene del hombre. Eso significaba que Cha Do-kwon estaba insertando su pene en diagonal. Naturalmente, los tejidos internos que no habían sido estimulados por la penetración anterior fueron presionados, provocando gemidos.

“Haah.”

Seo-on tembló, pero aguantó, escuchando los gemidos de Cha Do-kwon, que resonaban directamente en su oído. Como lo estaba abrazando fuerte, sentía tanto los gemidos del hombre como los latidos de su corazón.

Ah, ¿acaso me salieron orejas de perro?

Una idea vaga cruzó por su mente. Si le hubieran salido orejas de perro, no sería difícil escuchar los latidos del corazón de Cha Do-kwon.

“Ugh!”

Ya fueran orejas humanas o de perro, era fácil saber si se había convertido en un híbrido con solo prestar un poco de atención a las partes de su cuerpo. Pero no tenía la energía para prestar esa poca atención, e instintivamente intentó tocar su cabeza para comprobar si le habían salido orejas. En ese momento, la cabeza del glande dura magulló el interior.

¡Pook! El sonido de la carne suave y húmeda penetrando el interior igualmente húmedo resonó en sus oídos. Al mismo tiempo, la mano que intentaba tocar su cabeza perdió el rumbo y aterrizó en el hombro de Cha Do-kwon.

“Aheuuu...”

Cha Do-kwon había sido sensible a su herida, por lo que estaba en cuclillas sin arrodillarse. El estímulo violento hizo que fuera difícil sostenerse con sus piernas.

“Hyung Do-kwon, Ugh...”

“¿Ya estás cansado?”

Seo-on jadeó y bajó la cabeza. Su abdomen inferior estaba ligeramente abultado.

Todavía no ha entrado del todo. Era natural, ya que no había sentido que su trasero se frotara contra el muslo de Cha Do-kwon.

“N-no es eso, hut...”

Sin embargo, no había llamado a Cha Do-kwon por estar cansado, por lo que Seo-on respondió tartamudeando. En ese momento, estaba cansado por otra razón.

“La postura, ugh, es incómoda... ¿Puedo, heeuh, arrodillarme?”

“¿Por qué? ¿Sientes que te vas a caer?”

“Sí...”

Cha Do-kwon deslizó su mano, que sostenía su pene, hacia arriba y presionó su vientre ligeramente abultado. Seo-on asintió, emitiendo un sonido que no se sabía si era una respuesta o un gemido.

“Haah, puedes sentarte cómodamente.”

“¡Ah, si me siento ahora... Aheut!”

Antes de que pudiera terminar de decir que no podía sentarse, Cha Do-kwon lo agarró de la cintura con ambas manos y lo acercó. Su trasero se hundió ¡pock! y se frotó contra el vello púbico del hombre, por lo que el tronco del pene que no había entrado completamente abrió la abertura y penetró la carne interior. La pared interior, que ya había sido penetrada varias veces y estaba extremadamente sensible, se contrajo con cada movimiento y succionó el tronco del pene con fuerza.

“Aheuh, heu, Ugh...”

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Seo-on no se dio cuenta de que había puesto fuerza en la mano que sostenía el hombro de Cha Do-kwon, y solo jadeaba. Aunque ya no necesitaba poner fuerza en sus pantorrillas, ya que se había derrumbado completamente sobre el muslo del hombre, su cuerpo temblaba por la penetración inesperadamente profunda.

“Haah, Seo-on. Relájate un poco.”

“Ugh!”

Sin embargo, antes de que pudiera recuperarse de la resaca de la eyaculación, otro tipo de placer golpeó su cabeza directamente.

“¡Ah, un mo! Ugh!”

“¿Qué?”

Seo-on encogió los hombros. Su cuerpo se inclinó instintivamente hacia atrás para escapar, por lo que el brazo del hombre que sostenía su espalda se sintió aún más claro.

“Dijiste que podía morder tanto como quisiera.”

El hombre, que se había inclinado e introducido el pezón de Seo-on en su boca, entrecerró los ojos y sonrió.

Mientras Seo-on estaba hipnotizado por la sonrisa, Cha Do-kwon abrió la boca y comenzó a morder su pecho. No solo la piel que podía llamarse pecho. Sus dientes afilados mordisquearon tanto la piel lisa como el pezón rosado y erecto.

“Aheuh, heuu...”

El placer escalofriante no le disgustaba. Pero estaba a punto de adaptarse al pene que penetraba sus entrañas. El calor ya se estaba acumulando en su abdomen inferior y su visión se estaba volviendo borrosa, y la estimulación de su pecho hizo que sintiera que su mente iba a volar.

Sus piernas, que estaban separadas por el juego de Cha Do-kwon, ni siquiera sentían incomodidad. La excitación que le recorría todo el cuerpo era demasiado vívida para sentir incomodidad por sus muslos separados.

“Yoon Seo-on.”

“Ugh!”

Mientras luchaba por aguantar, el hombre, que había mordido suavemente su pezón, levantó la cabeza.

“Viniste hasta aquí...”

“Aheuu...”

“Haah, ¿solo te vas a quedar sentado?”

“A-no...”

Seo-on recuperó un poco la conciencia tardíamente. Parpadeó para secarse las lágrimas y examinó a Cha Do-kwon. Pero el hombre no parecía tener intención de moverse. Su expresión decía que no haría nada hasta que él, Yoon Seo-on, se moviera primero.

“Ugh...”

Habiendo entendido instantáneamente la intención de Cha Do-kwon, Seo-on comenzó a mover su propia cintura. Como Cha Do-kwon sostenía su espalda con el brazo, no tenía que preocuparse por caerse, y podía girar ligeramente su cintura incluso con los pies tocando la cama.

“Ah...”

Cada vez que lo hacía, sus nalgas se tensaban y la pared interior contraída se adhería pegajosamente al tronco del pene. Cha Do-kwon mordisqueaba varias partes del cuerpo de Seo-on mientras masticaba un gemido parecido a un suspiro. Tal vez porque se había adaptado a las mordidas o al pene que había penetrado completamente su abdomen, los movimientos de la cintura de Seo-on comenzaron a acelerarse gradualmente. Su trasero redondo se agitaba levemente.

“Aah, aheu, heeut...”

Pero no importa cuánto golpeara Seo-on sus nalgas, estaba sentado sobre Cha Do-kwon. No podía mover sus muslos fácilmente como cuando estaba arrodillado, ni subir y bajar su trasero mucho como cuando estaba en cuclillas, por lo que el movimiento de su cintura era solo un leve golpeteo.

Sería mejor si me pusiera en cuclillas como antes... En el momento en que puso fuerza en los dedos de sus pies para cambiar de postura, sintiéndose molesto.

“Ugh!”

Cha Do-kwon pareció bajar el brazo que sostenía su espalda, y luego lo deslizó rápidamente por debajo de su corvejón.

“¡Ah, Do, Do-kwon... Aah!”

“Hooh, mierda.”

Y luego, empujó su cadera hacia arriba con fuerza. Seo-on se apresuró a rodear el cuello de Cha Do-kwon con sus brazos. El hombre tensó todos sus músculos mientras besaba varias partes de su mejilla y cuello.

“Ugh!”

No sabía si su trasero había sido levantado por esa fuerza o si su cuerpo se movía con cada embestida de cadera de Cha Do-kwon. La única sensación que Seo-on podía percibir era el placer que derretía su cerebro y el calor que se pegaba a sus labios.

“¡Aheu! ¡Ah! ¡Aah!”

Cada vez que sus pies colgaban y se balanceaban en el aire, y cada vez que el pene rojo oscuro desaparecía y reaparecía entre sus nalgas empapadas en fluidos blanquecinos, un sonido de carne blanda siendo aplastada ¡pook! ¡pook! ¡pook! se mezclaba con gemidos indistintos.

“Aheuut!”

Poco después, su pene, que estaba presionado contra el abdomen de Cha Do-kwon y el suyo, derramó semen. Al mismo tiempo, su cabeza se echó hacia atrás, y las lágrimas se acumularon bajo sus ojos muy abiertos.

“Hooh...”

“Aheuu! ¡Ah! ¡Aah! ¡Ah!”

Pero el tiempo que su cuerpo estuvo completamente rígido fue extremadamente corto. Esto se debió a que Cha Do-kwon, que había maldecido, acostó el cuerpo que estaba aferrado a él en la cama y comenzó a embestir su cadera, aplastando a Seo-on.

“ugh!”

Seo-on ni siquiera se dio cuenta de que su cuerpo se había doblado por la mitad. El peso de Cha Do-kwon que lo aplastaba y la sensación del pene que lo penetraba de forma sucia en su abdomen inferior eran demasiado intensos para ser consciente de su postura.

“Haah, Seo-on.”

“ugh, Ugh, hut!”

Incluso mientras su razón se derretía, Seo-on captó lo que el hombre quería por la voz que pronunciaba su nombre.

Jadeando por los gemidos que salían sin poder contenerse, Seo-on abrió la boca. Cha Do-kwon besó sus labios con avidez. Sintió que iba a perder la conciencia por el pene que había entrado hasta el límite y la lengua que le cortaba la respiración, pero Seo-on no apartó al hombre.

“Ugh...”

Por el contrario, puso fuerza en sus brazos y abrazó a Cha Do-kwon.

Aunque había cerrado los ojos, el iris dorado que había visto hacía unos segundos seguía flotando ante ellos.

Seo-on frotó su lengua contra la del hombre que llenaba su boca y rodeó la cintura de Cha Do-kwon con sus piernas.

Por alguna razón, sintió que eso era suficiente.

* * *

El cuerpo de Seo-on se sentía flácido por el agotamiento. Vagamente despertó y sonrió ante el débil sonido de pasos. Se dio cuenta de que sus orejas de cachorro, que habían aparecido de repente, estaban echadas hacia atrás. Sus orejas, con forma de sujebi (pasta de sopa), detectaron fácilmente el movimiento de su cola que rozaba las sábanas de la cama.

¿Cuándo salieron?

El día anterior, no tuvo tiempo de discernir si le habían salido orejas de cachorro o si solo los latidos del corazón de Cha Do-kwon se habían escuchado con fuerza (parecía que sus orejas y cola no habían salido hasta entonces, ya que no sintió nada cosquilloso en su espalda cuando el hombre se acostó de nuevo), pero ahora sus sentidos agudizados eran claros. Por eso podía escuchar los pasos de Cha Do-kwon.

“¿Te despertaste?”

Seo-on levantó los párpados solo después de escuchar la voz de Cha Do-kwon. A diferencia de Seo-on, que se había despertado hace unos segundos y estaba despeinado, Cha Do-kwon tenía un aspecto limpio y pulcro.

“Estaba con los ojos cerrados, ¿cómo supiste que me desperté?”

“Estás moviendo la cola.”

“Jeje.”

Seo-on sonrió radiante mientras miraba al hombre, que no tenía ni un solo pelo fuera de lugar. La situación de ser el único en estado híbrido era tan familiar que ya no se sentía incómodo.

“¿Mi cola también estaba fuera cuando hyung se levantó?”

Seo-on se estiró en la cama, se levantó y preguntó. El hombre, que lo observaba en silencio, puso una rodilla en la cama y respondió.

“Sí.”

“¿Cuándo salieron?”

Luego, levantó a Seo-on de repente cuando este se apoyó en la rodilla para levantarse de la cama. Seo-on abrazó el cuello del hombre sin dudarlo, acostumbrado a ser abrazado así por Cha Do-kwon incluso en su forma humana.

“Tan pronto como te dormiste.”

“¿Fue tan pronto como me acosté? ¿Será porque estaba cansado?”

Aun así, su condición le permitía ocultar sus orejas y cola si se lo proponía, ya que su control había vuelto mientras dormía. Pero Seo-on no se molestó en ocultar las partes de su cuerpo. Si tuviera que salir, por supuesto que las ocultaría, pero como no tenía planes de salir hoy, estaba bien estar cómodo.

“Te dije que solo durmieras.”

Cha Do-kwon frunció el ceño mientras caminaba. Seo-on le respondió juguetonamente, mirando su rostro.

“Usted también quería hacerlo, hyung.”

“Traté de contenerme.”

“Yo quería. En realidad, también quería en ese momento.”

El hombre dejó escapar un soplo de aire por los labios, reconociendo que el 'ese momento' al que se refería Seo-on era el día en que se había corrido con su propia mano.

“Después de descuidarme así.”

“Uhm...”

Su boca, que había estado parloteando, se cerró de golpe ante la palabra descuidar.

“No volveré a hacerlo.”

De repente, se le ocurrió que la causa de los celos de Cha Do-kwon podría no ser solo su gusto por las actividades en grupo, sino también el hecho de que lo había descuidado por ello. Si su vida diaria con el hombre no hubiera cambiado, incluso si se iba a jugar al fútbol, él no habría expresado sus celos.

Darse cuenta de que había descuidado a su pareja solo después de darse cuenta de que había pasado mucho tiempo desde la última vez que se besaron, era algo por lo que realmente debía reflexionar.

'Pero así es como aprendo.'

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Seo-on prometió no volver a cometer el mismo error. Se alegró de poder corregirlo ahora.

Sin embargo, la punta de su cola se balanceaba suavemente, tal vez por la culpa hacia el hombre. Sus orejas, parecidas a sujebi (pasta de sopa), también se movían hacia atrás constantemente.

“Tendré que recordar esa promesa.”

Cha Do-kwon sonrió lentamente y lo bajó después de que Seo-on le diera un beso rápido en los labios, como un cachorro que hace aegyo para compensar un error. Parecía algo satisfecho, como si quisiera volver a confirmar la promesa de que no volvería a hacerlo.

Seo-on bajó la mirada solo después de sentarse en la silla. El desayuno estaba preparado en la mesa, como siempre.

“Come primero. Te moviste mucho ayer, así que tienes que comer bien.”

No estaba claro si la expresión te moviste mucho se refería al fútbol o al sexo.

“Gracias por la comida.”

Seo-on, sintiendo que se refería a ambas cosas, bebió el agua que Cha Do-kwon le había traído. Luego, tomó su cuchara, siguiendo al hombre.

Mientras comía lentamente, vio las marcas familiares de mordidas debajo de su manga corta que llegaba hasta el codo. Eran las marcas que Cha Do-kwon había dejado mordiéndole toda la noche.

Ahora que lo pienso, me mordió mucho ayer.

Como lo habían levantado y trasladado tan pronto como se despertó, no había tenido tiempo de levantar su camiseta, pero su pecho también parecía hinchado. Al menos era un alivio que su pijama fuera de Cha Do-kwon y le quedara holgado.

Seo-on masticó lentamente su comida y examinó su brazo. Estaba lleno de marcas de mordidas y marcas de labios, al igual que el lado que sostenía la cuchara. Incluso había una marca de mordida clara en el pliegue de su codo. A este punto, era seguro que también había rastros de mordidas en su codo.

'Menos mal que es otoño.'

Era obvio que su cuello estaría rojo e hinchado sin verlo. Parecía que tendría que usar cuello de tortuga en lugar de solo ropa de manga larga, pero al menos era un alivio que fuera la temporada en que todos usaban ropa de manga larga. Si hubiera sido verano, Cha Do-kwon se habría controlado, probablemente.

“Ah.”

Tal vez por reflexionar sobre los celos del hombre, una buena idea se le ocurrió de repente. Seo-on levantó la cabeza para mirar a Cha Do-kwon. Sus ojos se encontraron de inmediato, ya que el hombre lo había estado observando desde el momento en que hizo un sonido en su garganta.

“Hyung.”

“Sí.”

“Mi familia va a un balneario de aguas termales en invierno.”

Había una montaña con un balneario de aguas termales propiedad del Grupo Yoon-oh.

“Creo que también iremos este invierno...”

Hasta donde sabía Seo-on, la montaña había sido propiedad de su familia desde hacía mucho tiempo. Por supuesto, no la habían comprado para disfrutar de las aguas termales. Los lobos no odiaban el agua, pero tampoco les gustaba particularmente.

Así que, estrictamente hablando, era más bien que las aguas termales venían con la montaña que compraron para disfrutar de un retiro transformándose en su forma verdadera.

“¿Le gustaría venir conmigo?”

Y los padres de Seo-on comenzaron la construcción de las aguas termales tan pronto como se dieron cuenta de que Seo-on había nacido como un cachorro, no como un lobo. Esto se debió a la creencia de que si un ser superior nacido como un niño amaba el agua, también le gustarían las aguas termales.

Gracias a eso, el gran edificio de la montaña tenía un baño al aire libre (rotenburo). También escuchó que habían instalado varias instalaciones en el interior para disfrutar de las aguas termales cómodamente.

“Ah, para ser exactos, no vamos a las aguas termales, vamos a la montaña. Para correr en nuestra forma verdadera.”

En pleno invierno, después de correr en su forma verdadera por la montaña cubierta de nieve, su cuerpo se sentía relajado al entrar en las aguas termales. Sus familiares, que eran lobos, disfrutaban de ese tipo de día, por lo que pensó que Cha Do-kwon, que era un jaguar, también lo disfrutaría.

“Pasamos el día en la montaña y por la noche nos relajamos en el balneario de aguas termales. Ah, ¿o tal vez no le gustan las aguas termales? Lo pregunto porque dicen que a los jaguares no les gusta el agua.”

“Más que no gustarme...”

Cha Do-kwon frunció el ceño.

“No recuerdo haber ido a buscar uno especialmente.”

“¿Nunca ha ido?”

“No es eso.”

“¡Entonces venga conmigo!”

Considerando que Cha Do-kwon era un jaguar, probablemente había estado en un balneario privado, aunque no hubiera ido a un baño al aire libre. También había hoteles con agua termal en los baños.

“No estoy diciendo que vayamos al baño al aire libre, también hay una bañera separada dentro de la cabaña.”

Aunque Seo-on siempre iba con su familia y disfrutaba del baño al aire libre, Cha Do-kwon podría sentirse incómodo.

“Podemos divertirnos los dos allí.”

La razón por la que le había hecho esta propuesta a Cha Do-kwon era que no había mejor manera de mostrarle cómo vivían las especies que vivían en grupo.

No era una propuesta para exigirle que lo entendiera de forma unilateral, sino para ayudarlo a entender.

'De todos modos, es mi familia, así que no se pondrá celoso.'

Si entendía las características de una especie que vivía en grupo, la mente del hombre también se sentiría más cómoda.

“¿No dijiste que iríamos con la familia?”

“Podemos pasar tiempo con mi familia durante el día y divertirnos los dos por la noche. Mientras tomamos un baño termal.”

Solo entonces le preocupó que pudiera ser una propuesta incómoda para Cha Do-kwon. Si hubiera sido de la misma especie canina, habría aceptado de inmediato, pero siendo un felino, existía una alta probabilidad de que se sintiera incómodo.

¿Me adelanté demasiado? Debería haberlo pensado más antes de preguntar.

“No le estoy obligando...”

Fue un momento en el que se apresuró a añadir una explicación.

“De acuerdo.”

Contrariamente a sus expectativas, Cha Do-kwon respondió que sí sin dudarlo.

“¿Disculpe?”

Seo-on preguntó inconscientemente, sorprendido.

“Dije que de acuerdo. Dijiste que fuera contigo y tu familia en invierno.”

“Uh... Me alegra que haya aceptado, pero puede rechazarlo si quiere. Estaba pensando que fui demasiado impulsivo y no lo consideré...”

Cha Do-kwon se rió, como si hubiera notado por qué había sacado a colación la palabra considerar.

“Mi cachorro quiere ir, tengo que hacerlo.”

Luego, sus ojos oscuros se dirigieron hacia abajo. Siguiendo ese movimiento de cabeza, su visión se llenó de la piel con marcas de mordidas. Parecía que así como él había dicho que podía morder a su antojo, él también quería conceder lo que su pareja deseaba.

“Entonces le diré a mi familia que sean discretos.”

Seo-on movió su cola vigorosamente, emocionado.

“¿Discretos en qué?”

“Podrían ser demasiado amigables, lo que podría incomodarlo.”

“No lo creo.”

Seo-on pensó en su familia. Habían tenido mucha experiencia social, así que tal vez mantendrían la línea. Después de todo, sabrían la diferencia entre la especie canina y la felina.

'Ahora que lo pienso, también fue así cuando le dije que salíamos y vino a saludarme a casa.'

El recuerdo de ese momento lo tranquilizó un poco.

Aunque su familia no se sentiría muy incómoda si Cha Do-kwon se unía, debido a la naturaleza de su grupo con varios miembros, había pensado que Cha Do-kwon, que era una persona sola, podría sentirse incómodo.

“Jeje. Ojalá llegue pronto el invierno.”

“¿Tan emocionado estás?”

“Claro que sí.”

Seo-on movió su cola suavemente y continuó.

“Es el primer invierno que pasamos juntos desde que salimos, y vamos a ir a un lugar donde pasé tiempo desde que era un niño.”

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Aunque se conocieron y se casaron en invierno, habían comenzado a salir en primavera, por lo que era el primer invierno después de comenzar su relación.

Por eso esperaba aún más esa estación.