#121-#130

 

#121

El muro de contención se abrió

Shin-yeon, que se había quedado mirando la puerta cerrada con desdén, gritó:

“¡De verdad, los adultos son demasiado! ¡Ah, sí lo haré! ¡Me casaré solo contigo para siempre!”

“Para siempre es diferente de por vida.”

Shin-yeon se sintió abrumado por la respuesta de Kyo-shin desde el interior del tráiler y gritó: ¡Yaak!

“¡Me casaré solo contigo por toda la eternidad! ¡Solo intenta huir cuando te aburras! ¡No te lo perdonaré!”

¡Clack!

Al mismo tiempo que el grito de Shin-yeon, la puerta del tráiler se abrió y Kyo-shin, que se estaba cambiando a su nuevo traje de gala, salió.

“Lo prometiste.”

Shin-yeon se dio cuenta de su error al ser atrapado por la mano de Kyo-shin, que sonreía satisfecho, y fue arrastrado al tráiler.

¡Fui… fui engañado!

“¡Seo Kyo-shin, eres muy malo! ¡Muy malo! ¡¿Pueden los adultos hacer eso?!”

“Los adultos también son personas, así que pueden hacer esto.”

Mientras Kyo-shin abrazaba a Shin-yeon, que estaba furioso por la injusticia, y entraba al tráiler, vio al personal de alrededor.

“Kheu-heup, heup!”

“Heup.”

Todos se tapaban la boca con las manos y se daban la vuelta, riéndose con los hombros temblorosos.

“Haa, voy a morir de la injusticia… ¡Solo intenta huir más tarde! ¡Solo intenta contradecirte! ¡Seo Kyo-shin, de verdad que no te lo perdonaré! ¡No te lo perdonaré!”

Kyo-shin, que había obtenido la respuesta que quería, abrazó a Shin-yeon y sonrió con gran satisfacción.

Al fin y al cabo, un gatito siempre tiene dificultades para vencer a su amo.

* * *

La sesión de la mañana, que se desarrolló bajo la luz dorada del sol como una escena de película, había terminado.

“Retomaremos la sesión al aire libre cuando el atardecer sea hermoso. Después del almuerzo, grabaremos en el estudio.”

“Fuuh… Gracias.”

Shin-yeon, agotado solo con la sesión de la mañana, le entregó el ramo a la asistente y se acercó a Kyo-shin, que se estaba quitando la chaqueta.

“¿Tienes mucho calor?”

“Un poco. ¿Tú no tienes calor, bebé?”

Kyo-shin se remangó y abrazó a Shin-yeon con un brazo, intentando besarle la frente.

Pero Shin-yeon echó la cabeza hacia atrás, besó primero los labios de Kyo-shin y le dijo:

“Por el maquillaje dejarás marca. Si vas a besarme, hazlo en los labios.”

Shin-yeon planeaba darse todos los besos y pucheros que se habían perdido hoy, usando el maquillaje de labios como excusa.

“Claro, de acuerdo.”

Kyo-shin, que decidió seguirle el juego a su bebé, que intentaba engañarlo de forma obvia, besó suavemente a Shin-yeon y se dirigió al tráiler.

Mientras caminaban, vieron un bufet dispuesto a un lado del camino.

Las mesas bajo el toldo, bellamente dispuestas como un jardín para fiestas, estaban decoradas con mini jarrones, y los carteles tenían mensajes de felicitación por la boda.

“¡Suegra!”

Shin-yeon vio a Ha Min-seon hablando con los chefs a un lado y corrió hacia ella.

“Oh, bebé. ¡Qué hermoso estás! ¿Estás cansado de la sesión?”

Ha Min-seon, que había visitado el set de la sesión de fotos de su segundo matrimonio, abrió los brazos para Shin-yeon, que corría hacia ella con una cara de bienvenida.

“¡Bienvenida! ¿Cuándo llegó?”

“No hace mucho. Kyo-shin, ¿la sesión va bien?”

“¿Ha llegado? La sesión va bien.”

Kyo-shin se sentó con su madre y Shin-yeon, y miró a su alrededor.

“Me aseguré de que no hubiera paparazzis ni personas extrañas mientras venía. Está limpio. Y Kyo-jeong y Yu-jin dijeron que lamentaban no poder venir.”

“Me dijeron que el cuñado mayor y el esposo del cuñado estaban muy ocupados.”

Shin-yeon había recibido un mensaje de Cheon Yu-jin disculpándose por no poder ayudar con la sesión de fotos de la boda.

El cuñado mayor y su esposo, que habían salido del país inmediatamente después de la reunión formal de las familias para resolver asuntos pendientes en Inglaterra, dijeron que tardarían en regresar a Corea.

“A mí me gusta más que haya venido mi suegra. ¡Ah! Voy a servirme algo de comida.”

Al ver a Shin-yeon levantarse y dirigirse al bufet elegantemente preparado, Ha Min-seon habló en voz baja:

“El problema de la escuela del bebé se ha resuelto limpiamente. Ahora ni tú ni el bebé tendrán que preocuparse.”

“Gracias.”

Madre e hijo sonrieron suavemente al ver a Shin-yeon, que estaba ocupado llenando tres platos de deliciosa comida con entusiasmo.

Kyo-shin había atrapado discretamente a los que difundieron los rumores de que Shin-yeon tenía un patrocinador en la escuela.

Al principio, quería manejarlo públicamente.

Pero si tales incidentes aparecían continuamente en la televisión o en las noticias, Shin-yeon también sería el centro de atención.

Temiendo que Shin-yeon, que ya debía haber sufrido por los rumores injustos, se sintiera más angustiado, decidió manejar el asunto en privado.

Ser el centro de atención de los medios y el público era mucho más agotador y estresante de lo que parecía.

Y para ello, Kyo-shin había obtenido la firma de Shin-yeon mientras estaba medio dormido, autorizándolo a gestionar los problemas legales como su esposo.

Por supuesto, sabía que no era el mejor método.

Pero Shin-yeon, que creció siendo víctima de gaslighting por parte de su familia desde joven, era insensible al daño que sufría.

Debido a su naturaleza bondadosa y suave, estaba satisfecho con que los rumores del patrocinador hubieran terminado y ni siquiera pensó en el castigo de los perpetradores.

¿Hay realmente necesidad de informarle a mi bebé de algo que lo angustiaría?

Solo tengo que deshacerme del problema.

Justo en ese momento, Kyo-shin recibió una llamada de su madre, quien quería encargarse del castigo de los perpetradores.

Así que él, junto con su madre, capturó al difusor original de los rumores, a los que los propagaron, e incluso a aquellos que simplemente se burlaban de Shin-yeon por diversión.

Aunque los demandaron por difamación, existía una alta probabilidad de que la sentencia o la multa fueran leves por ser infractores primerizos.

Así que Ha Min-seon ordenó una investigación exhaustiva para aumentar la severidad de su castigo.

La investigación reveló que algunos de los perpetradores poseían material de explotación sexual infantil ilegal.

Ella encontró evidencia de que habían compartido el material en sitios en línea, lo que aumentó sus sentencias y los llevó a la detención.

Los perpetradores en la universidad que no tenían otros problemas y los hackers que escribieron comentarios maliciosos amparados en el anonimato fueron procesados.

En el caso de los perpetradores que asistían a la misma universidad que Shin-yeon, se negoció con sus padres.

‘Espero que los perpetradores estén fuera del entorno de vida de nuestro bebé hasta que se gradúe de la universidad. Si vuelven a causar un incidente similar, no dudaremos en usar todos los medios posibles.’

Los perpetradores inmediatamente solicitaron una licencia temporal y se fueron de Seúl, y algunos incluso abandonaron la universidad para estudiar en el extranjero.

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Además, se tomaron medidas para evitar que fueran empleados por el Grupo Seolgang o cualquiera de sus filiales.

“Quizás, como todavía son jóvenes, tengan la oportunidad de reflexionar y convertirse en nuevas personas. Si no es así, perderán muchas oportunidades en vano.”

Sería un castigo quizás más severo que una represalia única.

“Nuestro bebé ya no será acosado por gente en la universidad.”

“Ni siquiera sabrá que existían tales tipos.”

Madre e hijo, que habían eliminado a los perpetradores de manera discreta y silenciosa, miraron con amor a Shin-yeon, que había cogido tres platos de comida.

“Madre, disfruto mucho criar a un hijo tardío gracias al bebé. Kyo-shin, trata bien al bebé. Es tan inocente y hermoso, y encima te ama, ¿verdad?”

“Por eso aceptó ser mi esposo por toda la eternidad.”

“Eres descarado, pero lo hiciste muy bien, hijo mío.”

Mientras los dos conversaban, Shin-yeon se acercó rápidamente a la mesa y colocó los platos.

“El bufet tiene mucha comida deliciosa. ¿Qué bebidas quieren mi suegra y mi cariño?”

Shin-yeon, que estaba emocionado porque tenía hambre, preguntó, y Kyo-shin se levantó y dijo:

“Yo iré por las bebidas, madre, empiecen a comer. ¿Qué les traigo?”

“Yo tomaré lo mismo que mi cariño.”

Kyo-shin, que asintió, besó la cabeza de Shin-yeon y se fue a buscar las bebidas.

“Suegra, ¿podría acercarse un momento?”

“¿Sí?”

Shin-yeon se sentó junto a Ha Min-seon, miró la espalda de Kyo-shin y le susurró al oído.

“Suegra, regañe un poco a mi cariño. Estaba enfadado y no me besó, y me levantó y me dejó fuera del tráiler. Ah, la razón por la que estaba enfadado es porque cuando me levanté esta madrugada…”

“¡…Jajaja!”

Ha Min-seon soltó una carcajada incontrolable ante la acusación de Shin-yeon a la madre más temida del mundo.

Kyo-shin, que estaba parado a cierta distancia, sonrió involuntariamente al ver a su madre riendo alegremente y a Shin-yeon contándole un chisme.

Era una escena verdaderamente adorable.

* * *

Después del almuerzo, grabaron fotos de boda para la prensa en el estudio.

Después de tomar fotos con trajes de novia, hanboks y trajes de negocios, ya era tarde.

“Pronto será la hora del atardecer, así que grabaremos al aire libre.”

El fotógrafo revisó el exterior y les dijo que se cambiaran rápidamente a un nuevo traje de gala.

“Ugh… Me duelen los músculos de la cara.”

Shin-yeon se tocó suavemente la cara, que se había puesto rígida por sonreír sin parar durante la sesión.

“Ven aquí.”

Kyo-shin se acercó a Shin-yeon, que estaba agotado, y lo cargó en sus brazos.

“Puedo caminar. Bájame, tú también debes estar cansado.”

“Un Alpha dominante extremo no se cansa con esto.”

Kyo-shin llevó a Shin-yeon en sus brazos al tráiler, se puso un traje de gala deslumbrante y salió.

La sesión comenzó en un campo donde la puesta de sol de tonos naranja y rosa se extendía lentamente sobre el cielo azul.

“Wow, el atardecer es genial.”

“Ustedes dos, pónganse en el centro. Tómense de la mano y dense un beso ligero.”

Shin-yeon tomó la mano de Kyo-shin, que estaba hermosamente teñido por el atardecer, y lo miró.

Kyo-shin, que sonrió ampliamente con el pelo ondeando al viento, inclinó la cabeza y juntó suavemente sus labios con los de Shin-yeon.

Shin-yeon cerró los ojos automáticamente ante el tacto y se acercó un poco más a Kyo-shin.

“¡Perfecto! ¡Abrácense y bésense un poco más profundo!”

Kyo-shin rodeó la cintura de Shin-yeon con un brazo, torció la cabeza y profundizó el beso.

“¡Mmm!”

Fue cuando Shin-yeon, con la cabeza inclinada hacia atrás, se aferró a la cintura de Kyo-shin.

“¡Esperen! ¡Traigan el velo rápido!”

El fotógrafo le gritó al asistente, al ver lo hermosos que se veían los dos, como una pintura, en medio del espectacular atardecer.

El asistente corrió con el velo de novia, lo colocó sobre la cabeza de Shin-yeon y se retiró.

¡Swoosh!

El velo semitransparente ondeó largamente detrás de Shin-yeon con el viento, a punto de salirse.

¡Tap!

Kyo-shin rodeó rápidamente la nuca de Shin-yeon, sujetando el velo, y le besó la frente.

“¡Qué maravilloso! Los dos, siéntense en el suelo y cúbranse con el velo.”

Después de tomar una foto de ellos mirándose y sonriendo bajo el velo, los dos se dirigieron de nuevo al tráiler.

Poco después, Shin-yeon, que salió vestido con hanbok, miró el cielo en el clímax del atardecer y le dijo a Kyo-shin, que salía detrás de él:

“¡Creo que deberíamos correr!”

“Corramos.”

Los dos se tomaron de la mano y corrieron para capturar el momento fugaz en que el cielo nocturno y el atardecer se mezclaban.

“Oh.”

El fotógrafo sonrió y levantó la cámara hacia Kyo-shin y Shin-yeon, que corrían juntos.

¡Clic!

La sesión de fotos de boda de Kyo-shin y Shin-yeon concluyó en el punto álgido del atardecer.

El principio del verano estaba a punto de llegar.

#122

Cuando la sesión de fotos de boda de Kyo-shin y Shin-yeon se hizo pública, se supo que se casarían en junio.

“¡Kim Shin-yeon, ¿por qué no me invitaste a la sesión de fotos?!”

Park Gyeong-ju, que había revisado las noticias después de terminar todas sus clases, agarró y sacudió a Shin-yeon.

“Ugh… El ambiente no era propicio para invitar amigos. Se ve hermoso, pero aquello era un cielo de insectos voladores.”

Shin-yeon, demacrado por la tarea y la preparación para los exámenes finales, respondió mientras era sacudido por Park Gyeong-ju.

“Acepto que no me llamaste. Aun así, me da un poco de pena. ¿Sigues preparando la boda?”

“Sí, haa…”

Park Gyeong-ju chasqueó la lengua ante el suspiro de Shin-yeon que parecía querer hundir la tierra y le dio un masaje en el hombro.

“Estás sufriendo mucho.”

Con los preparativos de la boda aún sin terminar y la decoración de la nueva casa, Shin-yeon sentía que iba a volverse loco.

“Ahora he decidido respetar a todas las personas casadas que han celebrado una boda.”

Aun así, su suegra lo estaba ayudando, lo que le dio tiempo para hacer sus tareas y estudiar para los exámenes.

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“Si estás tan cansado, ve al hospital y haz que te pongan vitaminas o suplementos. Tienes que controlar tu salud.”

Han Tae-young, que se acercó con Hwang Bo-yun, chasqueó la lengua y le dio un suplemento de ginseng rojo a Shin-yeon.

“Si estás tan cansado, ¿vamos a comer anguila?”

“Hoy tengo que ver a mis padres, así que creo que será difícil. Comamos anguila más tarde.”

Shin-yeon, que sonrió débilmente a Hwang Bo-yun, que estaba examinando su aspecto, dejó caer los hombros.

Después de escuchar la noticia del divorcio de su madre en la reunión de las familias, encontrarse con sus padres se había vuelto una carga.

Sinceramente, no quería ir a la casa de sus padres porque el resentimiento aún no se había resuelto por completo.

“¿Estás bien?”

“Sí, estoy bien.”

Shin-yeon sonrió y respondió alegremente a la pregunta de Park Gyeong-ju, que tenía una mirada de preocupación.

En realidad, reunirse con sus padres seguía siendo una carga, pero no tenía otra opción.

Ahora tengo que hablar sobre el ajuar y los regalos de boda.

Shin-yeon, que salió del edificio con sus amigos, se subió al coche que ya había llegado y estaba esperando.

“Chofer Jeong, por favor, vaya por este camino hoy.”

“Lo llevaré a la casa de sus padres.”

Cuando Shin-yeon se subió al coche y le mostró la dirección al conductor, este inmediatamente se dio cuenta de que era la casa de sus padres y se puso en marcha.

Shin-yeon, que miraba el paisaje por la ventanilla, ya que el principio del verano se acercaba, sacó su teléfono.

[Shin-yeon: Cariño, hoy voy a ver a mis padres después de la clase.]

¡Bzzz!

[Mi esposo♥: Iré a recogerte más tarde. Llámame de inmediato si hay algo difícil o molesto.]

Shin-yeon respondió que estaba bien al mensaje de Kyo-shin, que llegó de inmediato, y se tragó un suspiro sin darse cuenta.

Abrió su lista de contactos con una mirada sombría, miró los números de teléfono de sus padres y se mordió el labio.

No había contactado a sus padres por asuntos relacionados con la boda desde la reunión de las familias.

No esperaba nada de su padre, con quien no hablaba a menudo.

Pero ni siquiera su madre, que a veces le preguntaba por él, le había preguntado si los preparativos de la boda iban bien.

¿Estarán distraídos con los preparativos del divorcio?

Aun así… ¿no hay ni una llamada cuando su hijo está a punto de casarse?

“¿Será que es normal…?”

Pero Shin-yeon había visto a su madre hablando por teléfono varias veces con Kim Shin-hee cuando se casó.

¿Será que no les importa porque es mi boda?

“Ay, no puede ser.”

Deben estar cansados ​​y no tienen energía porque decidieron divorciarse y están preparándose.

Shin-yeon se esforzó por comprender a sus padres, que no se comunicaban con él.

Aunque eso no quitaba que le doliera el corazón.

Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, Shin-yeon llegó al complejo de apartamentos donde vivían sus padres y despidió el coche.

Hacía tiempo que no visitaba la casa de sus padres y pensó que la conversación podría ser larga.

“¡Kyahaha!”

“¡Waak! ¡Oye!”

Se escuchaban las risas de los niños jugando en el patio de recreo del apartamento.

“Hace tiempo que no escuchaba a los niños jugar.”

La atmósfera vibrante y llena de vida, que olía a gente viviendo, relajó la tensión de Shin-yeon.

“¿Shin-yeon?”

“Ah, mamá.”

Shin-yeon, que miraba distraídamente el patio de recreo, vio a su madre que parecía estar regresando del trabajo.

“Oh, ¿qué haces aquí? ¿Teníamos que vernos hoy?”

“Le dije que pasaría por casa pronto. Solo tuve tiempo hoy, así que vine justo después de la clase. Déjeme eso, yo lo llevo.”

Shin-yeon se acercó a su madre, que había ido de compras de camino a casa después del trabajo, y tomó la pesada bolsa de la compra.

“Es cierto, lo olvidé porque estoy muy distraída.”

Shin-yeon, cuyo corazón se ablandó ante el rostro cansado de su madre, se dirigió a casa con ella.

¡Cric, clac!

“¿La decoración interior ha cambiado un poco?”

Al llegar a casa, Shin-yeon miró a su alrededor y comentó que el interior se veía más sofisticado y alegre que antes.

“Organicé un poco la casa ya que todos se fueron y solo vivimos tu padre y yo. La decoré a mi gusto, ¿qué te parece?”

“Está mucho mejor que antes. ¿Papá no dijo nada?”

Shin-yeon le preguntó a su madre sutilmente sobre su padre, mientras ella miraba la casa con satisfacción.

Le preocupaba que su padre, que era una persona que se quejaba de todo lo que no quería hacer, le hubiera puesto las cosas difíciles a su madre.

Su madre se encogió de hombros y se dirigió a la cocina, respondiendo:

“¿Qué va a decir tu padre? No importa lo que diga. Le dije que si no le gustaba la casa, que se fuera.”

Shin-yeon dejó la bolsa de la compra en la mesa y asintió, ayudando a su madre a ordenar los ingredientes.

“¿Cómo van los preparativos del divorcio?”

Se detiene.

Shin-yeon esperó la respuesta, observando la reacción de su madre, cuyas manos se habían detenido ante su pregunta.

“Shin-yeon, siento haber mencionado el divorcio en la reunión de las familias. Al verte, quise decírtelo rápido y creo que cometí un error con el momento y el lugar.”

Shin-yeon se dio cuenta instintivamente al ver a su madre disculparse con vergüenza.

Ah, mi cariño le dijo algo a mi madre por separado.

Shin-yeon sintió una sutil pérdida de energía por la expresión y la mirada de su madre, que parecía estar midiendo su reacción, y simplemente asintió.

Será mejor que hablemos rápido de lo que tenemos que hablar y me vaya a casa.

“Ay… estoy cansada, vamos a sentarnos un poco.”

“Sí, vamos a la sala. Por cierto, me caso el próximo mes… ¿Qué tenemos que hacer con el ajuar y los regalos de boda?”

Shin-yeon, que salió de la cocina a la sala con su madre, que tenía el rostro cansado después de terminar de ordenar, fue directo al grano.

“Decidimos no hacer ajuar ni regalos de boda, ¿no te lo dije? Acordamos no dar ni recibir nada.”

“¿Decidieron no hacerlo? No me enteré.”

Shin-yeon se sorprendió por la respuesta de su madre y preguntó por qué habían decidido no hacer ajuar y regalos de boda.

¿Será porque hoy en día la gente reduce el formalismo en las bodas?

“La familia de tu suegra conoce bien la situación de nuestra familia, así que sugirieron omitir el ajuar y los regalos de boda. Ay, qué bien. El ajuar y los regalos de boda habrían sido una gran carga para la situación de nuestra familia.”

“Ah…”

Teniendo en cuenta la situación familiar, la elección de ambas familias era comprensible.

Para igualar el nivel del Grupo Seolgang, el ajuar y los regalos de boda habrían costado desde decenas de millones hasta cientos de millones de wones.

“Entonces, ¿mi hermano tampoco dio nada?”

“En ese momento, estábamos en una situación aún más difícil, así que por supuesto que no pudimos dar nada. A cambio de pagar la deuda de 300 millones de wones de Shin-hee, nosotros tampoco recibimos nada aparte.”

Según su madre, la familia de su cuñado tampoco quería recibir nada por separado, por lo que no hubo reparto de gastos.

“¿Y los costos de la boda?”

“Sí, tanto el yerno Ho como el yerno Seo dijeron que se encargarían de eso y que no nos preocupáramos. Sé que no es decente, pero… no me disgusta que la familia de tu suegra tenga en cuenta nuestra situación. Más bien, estoy agradecida.”

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A Shin-yeon le dolió el corazón al saber que Kyo-shin no recibiría ni un pequeño regalo de su familia política.

Pero solo podía resignarse, ya que la situación actual de su familia no permitía otra cosa.

“Nosotros tampoco queremos recibir nada especial… No te angusties demasiado. Ay, es mejor no dar ni recibir nada. Shin-yeon, siento no haber podido dedicar tiempo a tu boda. Pero ¿qué le vamos a hacer? Intenta comprenderlo.”

Shin-yeon vio el arrepentimiento en el rostro de su madre y sonrió incómodamente, asintiendo.

“Sí, lo entiendo. Mamá, me voy ahora. Tengo que estudiar para los exámenes finales.”

“Ya que viniste, ¿por qué no te quedas a cenar? ¿Te vas a ir así como así?”

“Todavía tengo muchas cosas que hacer.”

Shin-yeon terminó la conversación y salió de la casa, dejando atrás a su madre, que se sentía un poco decepcionada, y se dirigió al ascensor.

“Haa…”

Shin-yeon había recibido muchísimo de la familia de su esposo al mudarse oficialmente con Kyo-shin y registrar su matrimonio.

Por eso quería darles el ajuar y los regalos de boda, pero no esperaba que sucediera esto.

Yo soy el que ha recibido mucho, pero mis padres no han recibido nada.

Shin-yeon, que ocultó su amargura y bajó al primer piso, salió al estacionamiento y sacó su teléfono para contactar a Kyo-shin.

¡Vrooom!

Shin-yeon se detuvo al ver un sedán de lujo entrando en el estacionamiento, preguntándose si sería Kyo-shin.

Poco después, Kim Jin-san, su padre, salió del asiento del conductor del coche estacionado.

Su padre tarareaba y sacó un plumero del coche para limpiar el vehículo por todas partes.

“¿…Eh?”

Shin-yeon vio el coche nuevo que brillaba cegadoramente y pensó que tal vez su padre había conseguido un trabajo como chofer.

Pero conociendo el carácter de su padre, era poco probable que fuera chofer de otra persona.

¿Será…?

Shin-yeon se quedó brevemente desconcertado y, al ver a su padre caminar, se escondió en un rincón.

Shin-yeon vio a su padre entrar en el apartamento y, a punto de contactar a Kyo-shin, cambió de opinión y llamó a Shin-hee.

-¿Sí, por qué? ¿Van bien los preparativos de la boda?

“Sí, van bien. Hermano, quiero preguntarte algo. ¿Tú y tu esposo le compraron un coche nuevo a papá?”

-Espera un momento. Cariño, ¿le compraste un coche nuevo a papá?

Se escuchó una respuesta cerca de Kim Shin-hee, lo que indicaba que estaba con Ho Seok-hyeon.

-Hee, ponlo en manos libres. Cuñado, ¿qué tal?

“Cuñado, ¿cómo has estado? Me preguntaba si le habían comprado un coche nuevo a papá.”

-¿No? Solo le di una tarjeta a mi suegra, no le di nada a mi suegro. ¿No lo compraste tú, cuñado?

…¡Claro que no!

#123

Ho Seok-hyeon le respondió, y Shin-yeon se agarró la cabeza y gimió levemente.

Cuando su madre dijo que no habían recibido nada antes, Shin-yeon no dudó de ella.

Pero al descubrir la existencia del coche nuevo, pensó que lo que su madre había dicho podría no ser cierto.

“Cuñado, sé que es una descortesía preguntar esto, pero necesito confirmarlo. ¿Recibieron algún regalo o ajuar de boda de mis padres cuando se casaron?”

-Nosotros no dimos ni recibimos nada.

Ah, eso sí era cierto.

Shin-yeon estaba pensando si su padre lo había recibido a espaldas de su madre.

-Mi suegra quería dar un pequeño ajuar y regalos por ser el primer matrimonio, pero lo rechazamos. Sabiendo la situación de la familia política, era incómodo recibir algo.

“¿…Qué?”

La cabeza de Shin-yeon se quedó en blanco como si le hubieran dado un golpe en la nuca, y escuchó la risa ahogada de Ho Seok-hyeon.

-Ya que pareces no saber nada, cuñado, te lo diré francamente. Eres un hombre casado, deberías saber cómo está la situación familiar.

A través de Ho Seok-hyeon, Shin-yeon se enteró de hechos que realmente desconocía por completo.

-Yo le di una tarjeta a mi suegra y tu esposo le envía gastos de manutención todos los meses. Con lo que tu esposo envía, será suficiente para que los dos vivan bien.

“Un… un momento. ¿Mis padres reciben gastos de manutención? ¡Mi mamá está trabajando a tiempo parcial! No, ¿por qué no sabía esto?”

Shin-yeon se agarró la cabeza por algo completamente inesperado y se golpeó la cabeza contra la pared.

-¿Crees que Seo Kyo-shin te diría incluso esas cosas? Tu mamá y tu papá trabajan porque todavía son jóvenes. ¿Tu papá también necesita algo de dinero extra, no? Tu mamá trabaja para ahorrar dinero en lugar de quedarse en casa sin hacer nada.

En ese momento, Kim Shin-hee habló con un tono ligeramente irritable, como si estuviera quejándose.

Al escuchar a su hermano, que parecía saber mucho sobre la situación de sus padres, Shin-yeon sintió una extraña quemazón en su interior.

Sabía que su padre favorecía solo a Kim Shin-hee, por lo que se comunicaban a menudo.

Pero mi mamá también le cuenta esas cosas a mi hermano.

Solo me dicen las cosas incómodas y difíciles que crearían problemas si se las contara a mi hermano…

La cabeza y el pecho de Shin-yeon latían con un dolor sordo y ardiente.

-Simplemente acéptalo. Tus padres deben tener sus razones. Y si quieres dar el ajuar y los regalos de boda, pídeles que te ayuden a hacerlo. Como reciben gastos de manutención y están trabajando, su situación económica no debe ser mala.

Cuando Shin-yeon estaba a punto de reírse de sí mismo, Kim Shin-hee dijo con cierta molestia:

-Sé que no debería decirlo, pero francamente, ¿por qué te preocupas tanto por tus padres si no han hecho mucho por ti?

-Hee, no uses tu boca de esa manera otra vez. Cuñado, Hee lo dice porque se preocupa por ti.

Ho Seok-hyeon consoló a Shin-yeon, mientras advertía a Kim Shin-hee que no hablara imprudentemente.

-¡Él es frustrante! Si a mí me hubieran tratado así, habría cortado lazos con mi familia hace mucho tiempo, incluso si fueran familia.

-El cuñado no es como tú. A diferencia de ti, es sensato, por eso se preocupa por sus padres. Cuñado, tengo que colgar. Parece que estás afuera, vuelve a casa sano y salvo.

Junto a Kim Shin-hee, que estaba gritando, Ho Seok-hyeon se despidió y terminó la llamada a toda prisa.

Shin-yeon miró la pantalla del teléfono con la llamada terminada y se agarró la frente con una expresión de asombro.

“Hah! Haa, ahh… Si esto es verdad, son demasiado desvergonzados.”

Shin-yeon, que estaba parado sin expresión, se acurrucó en un rincón, sintiéndose sin fuerzas.

“¿De verdad soy un niño adoptado…? ¿Por qué son tan crueles solo conmigo? ¿Qué hice tan mal…? Si les molesto tanto, ¿por qué aceptan el dinero de mi esposo?”

¿Lo estarán recibiendo pensando que es dinero caído del cielo?

A Shin-yeon no le salían las lágrimas de lo absurdo que era y suspiró.

Estoy acostumbrado a que me traten así, y puedo vivir con eso…

“¿Por qué tienen que despreciar también a mi cariño…? Mi cariño les ayudó a mudarse a esta casa. Reciben gastos de manutención y también aceptan el dinero de bolsillo que intento ahorrar y darles sin decirme….”

Pero eso también es dinero de mi cariño.

“Haa… De verdad que soy un tonto. Como dijo mi hermano, después de que me trataran así, ¿por qué sigo esperando y confiando en ellos? Debería encargarme de mis asuntos yo solo.”

Shin-yeon murmuró, mirando al suelo con ojos melancólicos, y se cubrió los ojos con la mano.

Se sentía muy avergonzado ante Kyo-shin y sus suegros.

Qué vergüenza me da.

Se sentía tan culpable y desvergonzado por todo lo que había recibido hasta ahora que quería cancelar la boda.

‘Shin-yeon, las personas deben ser decentes. Sé bueno y tranquilo. Con Shin-hee siendo problemática es suficiente. No causes problemas y los traigas a casa.’

Shin-yeon había escuchado esas palabras de sus padres hasta el cansancio desde que era pequeño, por lo que esta situación desvergonzada lo estaba consumiendo.

“Puedo soportar que me traten mal, eso es lo que siempre ha sido. Pero no deberían hacerle eso a mi cariño. ¿Por qué lo tratan al mismo nivel que a mí?”

Pensó que se había reconciliado con su madre y había dejado atrás el resentimiento, pero parecía que no era así.

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Se había engañado a sí mismo pensando que se había reconciliado solo.

Shin-yeon, con la cabeza gacha por la angustia, ni siquiera notó que alguien se acercaba.

“Nadie merece ser tratado de esa manera.”

“¡…!”

Shin-yeon se frotó bruscamente los ojos y levantó la cabeza de golpe ante la voz que sonó justo delante de él.

Kyo-shin estaba parado frente a él, sin que él supiera cuándo había llegado.

Lentamente se agachó y acarició la mejilla de Shin-yeon con su gran mano.

“¿Por qué te escondes aquí, como si no fueras mi gatito? ¿Te escondiste porque estás molesto? Tu expresión lo dice todo.”

“...Me da vergüenza si alguien me ve.”

Shin-yeon frotó su rostro en la palma de Kyo-shin y luego abrió los brazos, acurrucándose en su pecho.

“Qué bien.”

Kyo-shin abrazó a Shin-yeon, que no lloraba a pesar de estar molesto y se escondía en su pecho.

Los gatos, cuando están asustados o nerviosos, suelen esconderse en rincones y se acercan sigilosamente cuando su dueño los busca.

Ahora era el momento de consolarlo, abrazarlo suavemente y decirle que había pasado por un momento difícil.

Shin-yeon preguntó con ojos de reproche al ver a Kyo-shin levantarse mientras lo mimaba.

“¿Por qué… por qué no me lo dijiste? ¿Por qué yo no sé nada?”

Vaya, mi bebé se ha enterado.

Kyo-shin entendió la pregunta de Shin-yeon de inmediato.

Originalmente, no tenía intención de decirle a Shin-yeon que le estaba dando gastos de manutención a su familia política.

“Sabes que cuando te casas, le das dinero de bolsillo a ambos padres, ¿verdad?”

“Sí…”

“Mis padres tienen demasiada riqueza para recibir dinero de bolsillo. Así que se lo doy a tu familia política a modo de compensación.”

Kyo-shin abrazó a Shin-yeon, que tenía una expresión de dolor, y lo consoló, explicando que los gastos de manutención se daban a un nivel que no fuera una carga.

“No te lo dije porque no era una cantidad lo suficientemente grande como para tener que discutirlo juntos. Pero es precisamente porque eres demasiado decente que me preocupaba que te angustiaras así.”

“Aun así, habría sido mejor que me lo hubieras dicho. Me sentí como si me estuvieran tratando de tonto y excluyendo. ¿Por qué tengo que ser el único que no sabe lo que todos los demás saben?”

Kyo-shin, al ver la expresión sombría de Shin-yeon, que parecía estar sufriendo mucho, le acarició los ojos.

“Si te sentiste así, lo siento. Esa no era mi intención.”

Tan pronto como Kyo-shin se enteró de que Shin-yeon iba a casa de sus padres, terminó su trabajo rápidamente y lo siguió.

Estaba seguro de que Shin-yeon se sentiría herido por sus padres y se angustiaría, y podría intentar esconderse en algún lugar.

Después de llegar cerca del apartamento, verificó la ubicación con el chip GPS implantado en Shin-yeon y lo encontró.

Al llegar, Kyo-shin se detuvo sin darse cuenta al ver a Shin-yeon.

Tal como lo había imaginado, Shin-yeon, acurrucado en un rincón y sufriendo solo, se parecía a un gatito que había perdido a su madre.

La primera vez que conoció a Shin-yeon, esta misma imagen le había llamado la atención.

Pero ahora, el hecho de que no llorara y se acurrucara en los brazos de su esposo para decirle que estaba sufriendo era bastante adorable y conmovedor.

Kyo-shin cubrió todo el rostro de Shin-yeon con besos.

“No es que mi cariño me haya hecho sentir como un tonto. Fueron mis propios familiares. Estoy muy avergonzado ante mi cariño, mis suegros y mis padres.”

A Shin-yeon le dolió mucho que lo hubieran engañado, sin decirle ni una palabra, mientras recibían continuamente gastos de manutención de su yerno.

Kyo-shin, que siempre lo cuidaba, probablemente no dijo nada para proteger su orgullo y aliviar su culpa.

Pero sus padres, que recibieron los gastos de manutención y el coche, deberían habérselo dicho.

Shin-yeon besó a Kyo-shin, que lo estaba besando con ternura, y hundió su rostro en su hombro.

Sintió que su corazón, que había estado tan angustiado, se calmaba un poco con la mano que le acariciaba lentamente la espalda.

“Solo tienes que dejarle a tu esposo las cosas que son difíciles de manejar y pensar solo en que los dos tendremos una buena vida. ¿De acuerdo?”

Asintiendo, asintiendo.

“Que tengamos una buena vida es lo más importante. Tus padres o hermanos no van a vivir tu vida por ti. Nuestra vida es nuestra.”

“Sí, es nuestra.”

Kyo-shin vio que la expresión de Shin-yeon, que había estado sufriendo solo, se suavizaba y tomó la bolsa de Shin-yeon, diciendo:

“Ahora vámonos a nuestra casa.”

Shin-yeon tomó la mano de Kyo-shin y se dirigió al estacionamiento, mirando hacia la casa de sus padres.

Ahora es el momento de independizarse por completo de mis padres.

Shin-yeon, que se dio la vuelta, agarró fuerte la mano de Kyo-shin, que solo lo miraba a él.

Ya no se sentía abrumado, ni le daban ganas de llorar, ni se sentía triste o asustado como antes.

Porque ahora sé con certeza que no estoy solo.

* * *

Tarde en la noche, Kyo-shin estaba trabajando en su estudio y observaba a Shin-yeon, que estaba estudiando para la tarea y los exámenes finales.

Originalmente, usaban sus propios estudios para concentrarse en el trabajo o las tareas.

Pero hoy, Shin-yeon no quería separarse, así que decidieron trabajar en el mismo espacio.

Shin-yeon, que estaba estudiando con auriculares puestos escuchando ASMR, balanceó sus pies y luego se acostó sobre el escritorio.

“Parece que tiene sueño.”

Kyo-shin se quitó los auriculares en silencio, se puso uno en la oreja y revisó el contenido intervenido del teléfono de Shin-yeon.

Kyo-shin, que había escuchado toda la conversación entre su suegra y Shin-yeon, se rió irónicamente.

“No recibieron nada…”

Kyo-shin le había regalado a su suegro un sedán de lujo, diciendo que necesitaría un buen coche para ir a la boda.

Además, les había comprado hanboks, trajes y accesorios para la boda.

A su suegra le había regalado un juego de perlas de la más alta calidad, un juego de diamantes y un bolso de marca.

Como en las bodas de familias chaebol se acostumbra a no aceptar sobres de felicitación, Kyo-shin también seguiría esa costumbre.

Por lo tanto, la expresión de Kyo-shin se enfrió ante el hecho de que había cuidado a sus suegros para que no se sintieran ofendidos.

En primer lugar, no tenía ninguna intención de recibir ajuar ni regalos de estas personas tan desagradables.

Incluso si dieran ajuar o regalos, el costo se les cobraría a él o a Ho Seok-hyeon de todos modos.

Por eso había decidido no aceptar nada en absoluto.

Sin embargo, para salvar la reputación de Shin-yeon, les había dado regalos a petición de sus suegros.

Para que Shin-yeon no se sintiera herido o molesto por la apariencia desaliñada de sus padres en la boda.

‘El segundo hijo, que fue criado sin esmero, resultó ser mucho más sustancioso que el primero, que fue criado con esfuerzo, ¡qué sustancioso!’

Kyo-shin recordó a sus suegros, que estaban encantados de recibir los regalos como si los hubieran estado esperando.

Y a pesar de haber recibido todo eso, mintieron diciendo que no habían recibido nada.

“Si es así, no tengo motivos para ser indulgente.”

#124

Las invitaciones de boda llegaron a casa.

Al sostener las invitaciones bellamente diseñadas, Shin-yeon sintió una vez más que la boda era inminente.

“La invitación es realmente hermosa.”

Shin-yeon, con el bolso lleno de invitaciones más bonitas de lo esperado, llegó a la escuela con una expresión alegre.

Primero, Shin-yeon visitó a los profesores para entregarles las invitaciones y luego se dirigió al aula.

“¡Shin-yeon!”

Shin-yeon sonrió alegremente al ver a Park Gyeong-ju, Hwang Bo-yun y Han Tae-young esperándolo frente a la máquina expendedora.

“Mira, es un perro feliz.”

“Parece un gato feliz.”

Hwang Bo-yun respondió al comentario de Han Tae-young al ver a Shin-yeon que irradiaba alegría por todo su cuerpo.

“¡Mis invitaciones ya salieron!”

“¡¿De verdad?! ¡Muéstrame rápido!”

Park Gyeong-ju se acercó a Shin-yeon. Rápidamente tomó la invitación que Shin-yeon sacó de su bolso y la abrió.

“Wow, la invitación es bonita.”

“¿Verdad? Está mucho más bonita de lo que esperaba.”

Shin-yeon, que sonreía con Park Gyeong-ju, que estaba feliz con la invitación, le entregó invitaciones también a Hwang Bo-yun y Han Tae-young.

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“Por fin salió la invitación.”

“Haa… Voy a despejar mi agenda para cantar la canción de felicitación.”

Ambos miraron con tristeza a Shin-yeon, que sonreía como una flor en plena floración, y luego pensaron en Kyo-shin, decidiendo ceder.

Para Shin-yeon y Park Gyeong-ju, que son Omegas, Kyo-shin les podría parecer amable y gentil.

Pero Han Tae-young y Hwang Bo-yun, que son Alphas, se sentían intimidados por el aura que emanaba Kyo-shin.

‘Kim Shin-yeon es mi Omega.’

La obsesión del Alpha dominante extremo por su compañero era naturalmente fuerte, pero era excesivamente sombría y punzante.

Era tan intensa que sentían que morirían si se equivocaban al tocarlo.

“Ah, tengo que reunirme con Lee-jun y Won-min para darles las invitaciones en el almuerzo. Comamos separados hoy.”

“De acuerdo.”

Shin-yeon fue al aula con sus amigos y también distribuyó invitaciones a sus compañeros de clase.

Durante el descanso, también entregó invitaciones a algunos de los senpai que lo habían ayudado desde que ingresó a la universidad.

Shin-yeon, que salió del aula antes que sus amigos después de que terminara la clase, le envió un mensaje a Seol Lee-jun y Ji Won-min.

[Shin-yeon: ¿Terminó tu clase?]

[Ji Won-min: Acaba de terminar, Lee-jun y yo iremos, espéranos en la entrada de la facultad de negocios.]

“Espero que no peleemos esta vez.”

Shin-yeon estaba preocupado, ya que había tenido conflictos con sus amigos por varios problemas desde la propuesta de matrimonio hasta la boda con Kyo-shin a principios de año, lo que había resultado en heridas mutuas.

Para Shin-yeon, Seol Lee-jun y Ji Won-min eran amigos queridos y cercanos. Por eso no quería seguir discutiendo y hiriéndose por el tema de su matrimonio con Kyo-shin.

“Seguro se enojan otra vez cuando reciban la invitación.”

Shin-yeon estaba sacando la invitación de su bolso y manipulándola cuando llegó el coche de Seol Lee-jun.

“¡Shin-yeon!”

Tan pronto como el coche se detuvo justo enfrente, Ji Won-min salió del asiento del copiloto como un rayo.

“Won-min, ¿cómo has estado?”

Ji Won-min, que se veía más delgado que antes, abrazó a Shin-yeon.

“Te extrañé.”

Shin-yeon acarició con ambas manos a Ji Won-min, que tenía el rostro hundido en su hombro, y miró a Seol Lee-jun, que salía del asiento del conductor.

Seol Lee-jun también se veía más delgado y afilado que antes.

Seol Lee-jun, que se veía mucho más feroz de lo normal, abrió la puerta trasera del coche y le hizo un gesto con la barbilla a Shin-yeon para que subiera.

“Ji Won-min, suéltalo. A menos que quieras que te vuelva a acosar con tonterías.”

Seol Lee-jun agarró la nuca de Ji Won-min, que todavía no quería separarse de Shin-yeon, y lo separó. Luego subió a Shin-yeon atrás y cerró la puerta del coche.

Seol Lee-jun se sentó delante con Ji Won-min y miró a Shin-yeon por el espejo retrovisor.

“¿Seo Kyo-shin te está tratando bien, por lo que parece?”

“Sí, me trata muy bien.”

Shin-yeon tenía un aire elegante que no se podía comparar con el de principios de año.

La información obtenida a través de la empresa también indicaba que el presidente del Grupo Seolgang y su esposa eran muy cariñosos con Shin-yeon.

Seo Kyo-jeong y Cheon Yu-jin también parecían tenerle mucho afecto a Shin-yeon, sin mostrar rivalidad ni hostilidad.

“¿Mejor que cuando vivías en casa?”

“¿Tienes que preguntar? Ya no espero nada de mis padres. Después de la boda, no los veré, excepto en días festivos o cumpleaños.”

Shin-yeon, que puso una expresión de fastidio tan pronto como salió el tema de su casa, les contó lo que había sucedido.

Seol Lee-jun chasqueó la lengua al escuchar que su madre le había mentido y había despreciado incluso a Kyo-shin.

“¿Están en guerra tus padres contigo? ¿Por qué se ensañan solo contigo?”

“Tus padres hacen eso porque saben que Yeon es bueno y dócil y no puede decir nada. Sería bueno que mantuvieras una gran distancia con ellos después de esto.”

Ji Won-min también habló con dureza y extendió la mano hacia el asiento trasero para tomar la mano de Shin-yeon.

“Definitivamente debimos habernos casado contigo cuando estábamos en la escuela secundaria.”

¡Bofetada!

“¡¿Quién te dijo que me casaría contigo?!”

Shin-yeon golpeó la palma de Ji Won-min y se sentó en la esquina del asiento trasero con una expresión de enojo.

Qué lindo es, se lo llevó Seo Kyo-shin.

A Seol Lee-jun y Ji Won-min les dolía el corazón de pena, envidia e injusticia.

Poco después, los tres llegaron a un restaurante de comida tradicional coreana y entraron en una sala privada tranquila.

“Aquí tienen, mis invitaciones ya salieron.”

Tan pronto como se sentó, Shin-yeon les entregó una invitación a cada uno.

Era una invitación elegante con sobres de un refrescante color azul cornflower decorados con cintas de un brillante color amarillo.

“Ah…”

Seol Lee-jun y Ji Won-min, que recibieron las invitaciones, se rieron ahogadamente mientras desataban las cintas.

“Jaja… De verdad que vas a tener una boda.”

“Es el 21 de junio. Tengo que ir de luna de miel e instalarme en nuestra nueva casa durante las vacaciones.”

Shin-yeon les habló con confianza a los dos, cuyas expresiones se volvían cada vez más sombrías.

Si de verdad me hubieran querido, deberían haberme confesado su amor en la escuela secundaria.

Actuar así ahora es realmente cobarde.

“Felicidades por la boda… Voy al baño un momento.”

Ji Won-min, con los ojos enrojecidos, habló con voz temblorosa, se levantó y salió de la sala.

“¿De verdad no te arrepentirás de casarte así? ¿De verdad lo amas?”

Shin-yeon respondió con calma a la pregunta de Seol Lee-jun, con una cara seria y sin rastro de burla.

“Ya registramos nuestro matrimonio y vivimos como una pareja legal, así que por supuesto que tenemos que casarnos. Ya se ha anunciado a través de los medios que somos una pareja, así que está bien. Y de verdad amo mucho a Seo Kyo-shin.”

“¿Cuánto tiempo llevan saliendo para que digas eso? Podrías estar confundiéndolo con amor solo porque te sientes bien ahora.”

Shin-yeon se tomó un momento para considerar si el constante rechazo de Seol Lee-jun a sus sentimientos podría ser cierto, y si realmente no era amor.

Pero cuanto más lo pensaba, más se fortalecía su convicción sobre Seo Kyo-shin.

“Mira, la persona que más he deseado y codiciado en mi vida es Seo Kyo-shin. Y la única persona de la que puedo decir con seguridad que es mía es Seo Kyo-shin.”

Estaría bien incluso si fuera una obsesión en lugar de amor.

Shin-yeon miró a Seol Lee-jun a los ojos y habló con claridad:

“Quiero que todo el mundo sepa que Seo Kyo-shin es mío, celebrando una boda formal.”

Mi compañero, mi Alpha, mi cariño.

“Así que no es una confusión.”

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Seol Lee-jun se quedó sin palabras ante la respuesta firme de Shin-yeon y luego se rió de forma vacía.

“Tal vez los que se están confundiendo son ustedes, no yo. La sensación es diferente cuando conoces a tu verdadero compañero. Ustedes también deberían buscar a esa persona.”

Ji Won-min, que había escuchado las palabras de Seol Lee-jun y Shin-yeon desde la puerta de la sala, bajó la cabeza.

De verdad… no podemos ser.

“Kim Tonto, solo eres tan elocuente en momentos como este. Normalmente eres tan ingenuo.”

“Admito que soy tonto. ¡Pero no puedo tolerar que me llames Kim Tonto!”

Ji Won-min entró en la sala y sonrió tristemente al ver a Seol Lee-jun y Shin-yeon discutiendo como de costumbre.

Los tres almorzaron juntos por primera vez en mucho tiempo y salieron de la sala.

“Yo pagaré.”

Seol Lee-jun murmuró en voz baja al ver a Shin-yeon dirigirse primero a la entrada con la cuenta.

“Nos rechazó de una forma muy categórica.”

“Fuimos demasiado lentos, pensando que era nuestro.”

Los jóvenes Alphas solo podían mirar la espalda de su amor no correspondido que se alejaba.

Shin-yeon, que regresó a la universidad después de almorzar con sus amigos, sacó su teléfono mientras se dirigía al aula.

[Shin-yeon: Cariño, ¿ya comiste? Hoy repartí todas las invitaciones a mis profesores y amigos.]

¡Bzzz!

[Mi esposo♥: Sí, comí. Yo también repartí las invitaciones hoy. Envié invitaciones a mi casa y a la de tus padres, así que no tienes que preocuparte por eso.]

[Mi esposo♥: ¿Tus amigos se enfadaron al recibir la invitación?]

Shin-yeon sonrió sin darse cuenta al ver el mensaje de Kyo-shin y escribió una respuesta.

[Shin-yeon: Hoy no se enfadaron. Ya no podrán hacerlo. ¡Les dejé claro que Seo Kyo-shin es mío! Si insultan a mi cariño ahora, me están insultando a mí. No se los perdonaré.]

Poco después de enviar la respuesta, Kyo-shin envió un mensaje lleno de risas.

[Mi esposo♥: Ya veo, insultarme a mí es insultarte a ti. Ah, ¿no es muy divertido?]

“No entiendo el sentido del humor de mi cariño.”

¿Será esta la diferencia generacional?

Shin-yeon se encogió de hombros y entró al aula.

* * *

El sol se estaba poniendo, tiñendo el cielo de rojo a través de la ventana de la oficina del Grupo Seolgang.

Kyo-shin, que terminó su trabajo más temprano de lo habitual, miró el mapa en el monitor secundario.

El GPS de Shin-yeon todavía estaba en el edificio de la facultad de negocios.

“¿Debería ir a recoger a mi bebé por primera vez en mucho tiempo?”

Si salía ahora, llegaría justo cuando terminara la clase de Shin-yeon.

Podrían tener una cita por la noche de camino a casa.

Kyo-shin estaba a punto de enviarle un mensaje a Shin-yeon diciendo que iría a recogerlo, pero se detuvo.

[Shin-yeon: Hoy no se enfadaron. Ya no podrán hacerlo. ¡Les dejé claro que Seo Kyo-shin es mío! Si insultan a mi cariño ahora, me están insultando a mí. No se los perdonaré.]

“Jaja, me muero de ternura.”

Aunque ya había leído el mensaje de Shin-yeon varias veces, cada vez que lo leía, sentía su corazón inflarse.

“Me pregunto de dónde sacó eso de ‘no se los perdonaré’.”

Kyo-shin, que se reía cada vez más al pensarlo, estaba a punto de enviarle un mensaje a Shin-yeon diciendo que lo recogería por la noche.

¡Bzzz! ¡Bzzzzz!

[Kim Jin-san]

Kyo-shin frunció el ceño al ver una llamada de Kim Jin-san, el padre de Shin-yeon, y contestó.

“¿Qué sucede?”

-Seo, soy yo. ¿Estás muy ocupado? Si tienes tiempo, trae a Shin-yeon a casa. Podemos cenar juntos y charlar un poco…

Kyo-shin notó de inmediato que Kim Jin-san quería algo por el tono hipócrita.

Si está pidiendo que traiga al bebé, debe ser un problema de dinero.

Planea aprovecharse del corazón joven de Shin-yeon, que, a pesar de todo lo que le han hecho sus padres, todavía siente afecto y no puede dejarlos.

Los labios de Kyo-shin se torcieron, su mirada se volvió glacial.

“Shin-yeon está muy ocupado con los trabajos pendientes y los exámenes finales por los preparativos de la boda. Será difícil que vayamos juntos, iré yo solo. Lo veré pronto.”

Kyo-shin terminó la llamada y miró la foto de Shin-yeon que tenía como fondo de pantalla.

Shin-yeon estaba sonriendo adorablemente, haciendo un corazón con sus mejillas durante la sesión de fotos de boda.

“Lo que el bebé no puede manejar, su esposo tiene que manejarlo, ¿no es así?”

Kyo-shin tocó la mejilla de Shin-yeon en la pantalla con la punta de su dedo y sonrió fríamente.

#125

Al caer la noche, Kim Jin-san caminaba inquieto por la casa.

“¡Siéntese de una vez, que me pone nerviosa! ¡Si llega, llegará a su hora!”

Yeon Jeong-hee, que preparaba la cena en la cocina, regañó a su marido y suspiró.

Seguramente volverá a hablar de Shin-yeon.

Yeon Jeong-hee, que le había revelado la noticia de su divorcio a Shin-yeon en la reunión de las familias, había recibido duras palabras de Kyo-shin.

‘¿Cómo se siente mi bebé al escuchar la noticia del divorcio de sus padres en una reunión que debería ser feliz? Aunque se haya casado pronto, solo tiene veinte años.’

‘¿Tenía que herir de esa manera a un niño que todavía quiere recibir el amor de sus padres y está ansioso por ello?’

Solo entonces, Yeon Jeong-hee admitió que había cometido un error.

“Ay, es un problema que me haya acostumbrado a no preocuparme por Shin-yeon. Y ¿acaso no me preocupé a propósito? Era muy difícil la vida, así que sucedió sin darme cuenta.”

Yeon Jeong-hee racionalizó su negligencia hacia Shin-yeon, murmurando sola, y pensó en él.

Shin-yeon, que había sido muy dócil y afectuoso desde pequeño, siempre merodeaba alrededor de su familia.

Pero en aquel entonces, a Yeon Jeong-hee le resultaba difícil lidiar con su marido caprichoso y de carácter explosivo y con su hijo mayor.

No tenía la energía para cuidar del joven Shin-yeon, y la mera presencia de alguien revoloteando cerca le resultaba molesta y frustrante.

El niño, que anhelaba el afecto de sus padres y merodeaba cerca de Yeon Jeong-hee, se convirtió en el blanco de su frustración.

Al ver el rostro de Shin-yeon, abatido y a punto de llorar, Yeon Jeong-hee se sentía culpable.

Pero el niño volvía rápidamente, se aferraba a ella y merodeaba a su lado.

Tal vez por eso se sintió más segura y lo trató con dureza. Con la certeza de que, no importaba cómo lo tratara, siempre estaría a su lado.

Shin-yeon, que se esforzaba por ser útil y ser reconocido por su familia, era a la vez un hijo querido y relegado.

‘Mamá…’

Aunque ahora que había crecido un poco, se atrevía a mostrar su resentimiento y a reclamar, después Shin-yeon siempre se disculpaba y le enviaba dinero.

‘Guárdelo a escondidas de papá y úselo cuando lo necesite, mamá.’

Yeon Jeong-hee pensaba que, en el fondo, Shin-yeon hacía todo lo que un hijo mayor debería hacer.

Shin-hee, el hijo mayor, solo la llamaba ocasionalmente y no era tan atento con sus padres como Shin-yeon.

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Yeon Jeong-hee se sentía incómoda por haberle mentido impulsivamente a Shin-yeon cuando preguntó por el ajuar y los regalos de boda.

Sin embargo, no se sentía capaz de dar un ajuar y regalos a la altura del Grupo Seolgang.

“¿Qué puedo hacer? No puedo romperme la espalda para comprar los regalos de esa familia. De todos modos, no les gustarán si no están a su nivel.”

Entonces, ¿no es necesario malgastar dinero inútilmente?

Yeon Jeong-hee quería disfrutar de la vida que había recuperado antes de lo esperado y recibir la recompensa por todo lo que había sufrido.

Y no quería perder lo que ya tenía en sus manos.

¡Ding-dong, ding-dong!

En ese momento, el timbre sonó. Yeon Jeong-hee se sobresaltó y se dirigió a la entrada con su marido.

“¡Bienvenido!”

Kim Jin-san abrió la puerta de par en par y salió corriendo descalzo para recibir a Kyo-shin, a quien había estado esperando con impaciencia.

“Sí.”

Kyo-shin entró en la casa sin saludar, con una expresión completamente inexpresiva, como una muñeca bien hecha.

El matrimonio sintió un escalofrío recorrer su columna vertebral al encontrarse con sus ojos negros azulados sin emoción.

Kyo-shin, con una frialdad propia de una noche de invierno, fue directamente al grano.

“No tengo tiempo, así que prefiero ir directamente a la conversación.”

“No, por favor, come la cena primero ahora que has venido…”

Yeon Jeong-hee habló con cautela, pero Kyo-shin ni siquiera miró la cocina.

“¿Para qué me han llamado?”

Ante la voz fría de Kyo-shin, la pareja, que lo observaba, finalmente se sentó en la sala y abordó el tema principal.

“En la invitación de boda dice que se rechazan las felicitaciones monetarias. ¿No podemos recibir ninguna contribución monetaria? Tenemos que recuperar lo que hemos dado.”

“Usted, quédese quieto. Me preguntaba si podríamos recibir transferencias personales si no podemos recibir felicitaciones monetarias en el lugar de la boda.”

Kyo-shin se rió por lo bajo ante las palabras de su suegro y su suegra, que mostraban una codicia descarada, pero decidió comprender que las costumbres de ambas familias eran diferentes.

Aunque la empresa de su suegro, Suhan, era una pequeña empresa, tenía contactos acumulados a lo largo de los años, por lo que era natural que deseara recuperar las felicitaciones.

Además, en Corea, recibir felicitaciones monetarias en las bodas es común.

Kyo-shin pensó por un momento y luego respondió a las dos personas que esperaban la respuesta con ansiedad.

“El Grupo Seolgang tiene como principio no aceptar contribuciones monetarias. Sin embargo, no podemos interferir en las transferencias personales.”

“¡Claro!”

Kim Jin-san, con la tez iluminada por la respuesta deseada, interrumpió y miró a Yeon Jeong-hee. Ella también estaba radiante de alegría.

Kyo-shin miró a sus suegros regocijándose con indiferencia, y pensó en Shin-yeon.

Mi bebé, acurrucado en un rincón del apartamento, sufriendo en silencio con una expresión que parecía que iba a morir.

Kyo-shin, con una vena marcada en la mandíbula, les notificó con voz fría:

“Sin embargo, el coche que le di a mi suegro y las joyas y el bolso que le di a mi suegra deben ser devueltos el día de la boda. Se los di bajo la condición de no recibir felicitaciones monetarias.”

“¿…Qué? No, espere un momento. ¡Pero ni siquiera vamos a recibirlas en el lugar de la boda!”

Kim Jin-san, sorprendido, protestó ante Kyo-shin, pero este hizo caso omiso.

“¿Recuerdan la condición que les presenté cuando acordé cuidar de ustedes dos por primera vez? Claramente establecí que les daría gastos de manutención mensuales a condición de que no hirieran ni descuidaran a mi bebé.”

Ante las frías palabras de Kyo-shin, Kim Jin-san y Yeon Jeong-hee recordaron inmediatamente sus malas acciones y se sintieron intimidados en su interior.

“Dado que la condición no se ha cumplido, reduciré a la mitad los gastos de manutención mensuales.”

“¡Un momento, yo no recibí la mitad de los gastos de manutención! ¡Esta persona se quedó con todo!”

Ante la revelación de Kim Jin-san, Yeon Jeong-hee lo fulminó con la mirada y le gritó que pensara en lo que había hecho él a lo largo de los años.

Kyo-shin, que no se preocupó por su pelea, comprobó la hora y dijo:

“Si es así, les daré solo el 25% de los gastos de manutención que se les proporcionaban.”

Kyo-shin habló con frialdad y se levantó, dejando a sus suegros congelados.

“Como Shin-yeon les da dinero de bolsillo por separado de forma regular y también están trabajando a tiempo parcial, no les faltará dinero para vivir.”

Kyo-shin pensó en Shin-yeon, que estaba ahorrando el dinero de bolsillo que recibía para darles a sus padres.

El bebé, que no tenía ni idea de que él vigilaba sus cuentas, administraba diligentemente ese dinero.

Kyo-shin murmuró en voz baja para que lo escucharan:

“Todavía es joven y le cuesta cortar los lazos afectivos. Sería tan simple si pudiera eliminar el problema.”

La tez de Yeon Jeong-hee se puso pálida ante las palabras sin emoción de Kyo-shin, y se mordió el labio.

No debí haberlo despedido así cuando Shin-yeon vino a preguntar por el ajuar y los regalos de boda.

Si hubieran aceptado hacer un ajuar o regalos, aunque fueran modestos, no habrían sufrido esta desventaja.

Yeon Jeong-hee intentó excusarse, observando la reacción de Kyo-shin.

“No sé lo que te dijo Shin-yeon, pero lo malinterpretaste, Seo.”

Kyo-shin se detuvo en su camino hacia la puerta y se giró para mirar a su suegra y su suegro.

“Escuché lo que dijeron, pero no lo escuché de Shin-yeon.”

“¡…!”

“Mi bebé es reservado y no me cuenta las cosas que le angustian. Así que, ¿qué puedo hacer? El esposo tiene que averiguarlo por sí mismo.”

Los rostros de las dos personas, que comprendieron de inmediato lo que eso significaba, se pusieron pálidos.

¡Nos ha estado vigilando todo este tiempo!

“Me voy ahora.”

Kyo-shin salió de la casa de sus suegros y se dirigió al ascensor con los labios curvados en una sonrisa cruel.

¿Por qué tenían que meterse con un niño tan bueno?

“¡Seo! Ay, ¿cómo puede irse así? ¿Qué podemos hacer?”

Kim Jin-san abrió la puerta de golpe y salió corriendo, agarrando a Kyo-shin apresuradamente.

“También nos resultó difícil cuando nos arruinamos de repente. Por favor, comprenda…”

En el campo de visión de Kyo-shin, detrás de su suegro, vio la mirada ansiosa de su suegra, que se aferraba a la puerta principal, sin saber qué hacer.

Visto así, se parece a los ojos de la madre de Shin-yeon.

“Si esperan comprensión, la acción es más importante que las palabras.”

Kyo-shin habló con frialdad, ignoró a la pareja y subió al ascensor que acababa de llegar.

El rostro crispado de su suegro, que parecía haber comprendido el significado de sus palabras, desapareció entre las puertas del ascensor.

“¿Por qué las personas que esperan comprensión no comprendieron primero a mi bebé?”

Kyo-shin bajó al primer piso y revisó la ubicación de Shin-yeon en su teléfono.

El GPS de Shin-yeon se ubicó en el baño, lo que indicaba que acababa de llegar a casa.

“Tengo que irme rápido antes de que mi bebé empiece a jugar solo otra vez.”

Kyo-shin, de buen humor, subió al coche y llamó a Shin-yeon.

Cuando lo llamaba mientras estaba solo en el baño, la reacción confusa de Shin-yeon era muy linda.

Después de un largo tono de llamada, se escuchó la voz de Shin-yeon.

-¡Ay, aoh! ¡La ducha! ¿Hola? Me estoy duchando ahora.

“Jaja, ¿por qué la ducha?”

-Se me cayó la regadera mientras intentaba contestar.

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Kyo-shin sonrió sin querer, imaginando a Shin-yeon, ocupado tratando de sostener la regadera y contestar el teléfono.

-Eugh, ¡está fría! Aoh, tengo que apagar el agua, no abrir el agua fría. Sí, un momento… Listo. Cariño, ¿ya viene?

La voz de Shin-yeon se sintió distante, como si hubiera puesto el teléfono donde no le cayera agua.

“Sí, voy de camino a casa, te regañaré si te pones a jugar solo.”

-¡No tengo energía para eso! El profesor me dio otra tarea, tengo que hacerla. Ay, no sé por qué siguen dándonos tareas cuando se acercan los exámenes.

“Es cierto, el profesor fue malo. De acuerdo, dúchate y haz la tarea. Llegaré pronto.”

-¡Sí, te amo, cariño! ¡Ven rápido! ¡Pero no queremos multas por exceso de velocidad! ¡Conduce despacio y con seguridad!

Kyo-shin sonrió ante la confesión y la advertencia de Shin-yeon, que gritaba a lo lejos, y terminó la llamada.

“De verdad que es adorable.”

Kyo-shin, cuya molestia por la casa de sus suegros había desaparecido, regresó a casa con su rostro amable de siempre.

Cuando abrió la puerta principal, Shin-yeon, vestido con un pijama azul claro, se acercó rápidamente.

“Bienvenido a casa. Tuviste un día difícil hoy también.”

“Sí, tú también trabajaste duro hoy, mi bebé.”

Kyo-shin abrazó a Shin-yeon, que se lanzó a sus brazos, y juntó sus labios.

“Hoy te extrañé muchísimo, cariño.”

“¿Solo hoy?”

Kyo-shin besó tiernamente a Shin-yeon, se separó y sonrió mientras le besaba la cabeza ante las palabras de Shin-yeon, que le quitaba la chaqueta.

Oliendo el dulce aroma a champú, Kyo-shin inclinó la cabeza, y Shin-yeon le besó la mejilla varias veces.

“Siempre te extraño mucho, pero hoy te extrañé más de lo normal.”

“Es telepatía. Yo también quería verte hoy de forma especial.”

Kyo-shin tomó las manos de Shin-yeon, que le estaba quitando la corbata, y volvió a besarlo, sonriendo.

Era una noche de paz solo para ellos dos.

#126

Shin-yeon, cuya clase había terminado antes de lo habitual, se dirigió a casa de sus padres después de recibir una llamada de su madre.

Como de costumbre, Shin-yeon despidió al conductor y merodeó frente al edificio de apartamentos.

Tenía que entrar, pero por alguna extraña razón, le costaba dar el paso.

Parecía que sus sentimientos se habían dañado gravemente desde que supo que su familia lo estaba discriminando y despreciando, incluso a Kyo-shin.

“Trato de entenderlos, pero me duele demasiado el corazón… Maldición.”

Shin-yeon, que se aferraba a su cabello y gemía solo, de repente sintió ganas de llorar y entró al apartamento para tomar el ascensor.

“Bien, la situación ya es pésima, ¿cuánto peor puede ser? Si vuelven a decir tonterías y a discriminarme, esta vez sí que me voy a enfadar.”

Shin-yeon se armó de valor, llegó valientemente a la puerta de sus padres y tocó el timbre.

“Ah, un momento.”

Shin-yeon murmuró solo y se arrepintió, agarrándose el pecho que no se calmaba.

Debí haber esperado un poco, tranquilizarme primero y luego tocar.

Pero se convirtió en un cobarde al escuchar el fuerte timbre resonando en el interior y se hizo a un lado de la puerta. Sin embargo, ya era demasiado tarde.

¡Clic!

“Shin-yeon, ¿viniste? Adelante. Gracias por venir. ¿Ya comiste? ¿Te sirvo agua? ¿O un refresco?”

Shin-yeon puso una expresión confusa ante la repentina y efusiva bienvenida de su madre al abrir la puerta.

“No, mamá, estoy bien.”

Shin-yeon siguió a su madre, que actuaba como si estuviera tratando a Kim Shin-hee, pero se detuvo.

¿Qué es esto? ¿Por qué papá también está aquí a esta hora?

“Ya llegué.”

“Sí, siéntate.”

Shin-yeon entró en la sala, saludó a su padre, que parecía nervioso, y se sentó en el suelo.

¿Será que van a anunciar que se divorcian antes de la boda?

De repente, la cabeza de Shin-yeon se llenó de pensamientos y observó a los dos con un corazón ansioso.

“Es que… te llamamos porque tenemos algo que hablar.”

Su madre, que dudaba en hablar, golpeó a su padre, dándole una señal para que hablara.

“Shin-yeon, ejem. Papá, no, yo, tu padre, recibí un coche de Seo. Pensé que necesitaría un coche decente para la gente, ya que somos familia política de un chaebol.”

Ah, ¿ahora lo confiesan honestamente?

Shin-yeon se sintió un poco aliviado de que no se tratara del divorcio y escuchó atentamente a sus padres.

“Desde que nuestra empresa quebró y te casaste legalmente con Seo, hemos estado recibiendo gastos de manutención de él. Y…”

Shin-yeon abrió la boca al escuchar la confesión de sus padres.

Lo que había escuchado de su cuñado, Ho Seok-hyeon, era solo la punta del iceberg.

La lista continuaba interminablemente: hanboks y trajes para la boda, además de juegos de joyas y bolsos.

“La familia de tu esposo también nos dio una membresía de estética para que me cuide antes de la boda. Además, dinero para un viaje y tarjetas de regalo para que la familia política pudiera viajar antes de la boda…”

Aparte de eso, su padre también había recibido muchas otras cosas pequeñas del suegro y de Kyo-shin.

“Dijeron que no recibieron nada de la familia de mi esposo. ¡¿Recibieron todo esto que es evidentemente un ajuar y dijeron que no lo habían recibido?! ¿Y por eso no van a dar el ajuar y los regalos de boda?”

Shin-yeon, que escuchaba la historia, se frotó la cara con ambas manos y habló en voz baja.

“No, no podemos darles un ajuar o regalos de boda que estén a la altura de esa familia.”

Shin-yeon se rió incrédulamente ante las palabras de su padre.

No sentía rabia, sino que el sentimiento de injusticia y angustia era demasiado fuerte. Shin-yeon se sintió inconsolablemente triste.

“¿Dijeron que sí le darían a mi hermano?”

Su madre se apresuró a explicar ante la pregunta de Shin-yeon, cuya voz temblaba por la tristeza.

“Shin-hee era el hijo mayor y su matrimonio no era tan bueno, ¿verdad? Y el yerno Ho parecía tener un carácter muy fuerte, así que nos preocupaba que pudiera ponerle una mano encima a Shin-hee.”

“Exacto, Seo es un hombre de negocios, ¡pero Ho es un gánster!”

Mamá, papá, ¿solo les preocupa mi hermano y yo sigo sin preocuparles?

“¿Y yo? ¿Mi matrimonio es bueno? ¡Aunque recibo mucho amor de la familia de mi esposo y del Director Seo, mi matrimonio no fue en buenas condiciones!”

Shin-yeon originalmente era el reemplazo de Kim Shin-hee, quien había huido con el hijo de otro Alpha a pesar de estar comprometida.

Había accedido a casarse con Kyo-shin porque no quería que su familia perdiera su casa después de que la empresa quebrara.

Con la tristeza invadiéndolo, Shin-yeon se limpió las lágrimas de los ojos.

No debo llorar ahora.

“¿Por qué me mintieron, a pesar de haber recibido tanto del Director Seo y de su familia? ¡¿Por qué me discriminan y me desprecian?!”

“Tsk, ¡¿quién te dio permiso para levantar la voz frente a tus padres?!”

Kim Jin-san se puso de pie abruptamente, gritándole a Shin-yeon, que le reclamaba impulsivamente.

“¡¿Cree que no debería levantar la voz ahora?! ¡Si solo me hubieran despreciado y discriminado a mí, no haría esto! ¡¿Por qué desprecian también a mi esposo?! ¡Y eso que reciben todo de él!”

Kim Jin-san también gritó, subiéndole la presión, ante Shin-yeon, que nunca les había contestado de esa manera.

“¡Este chico ingrato! ¡Si vas a actuar así, cancela la boda! ¡No te cases! ¡Llama a Seo y cancela la boda y divórciate!”

“¡Cariño, basta ya!”

“¡Ay, ¿solo recibimos esas pocas cosas?! ¡Cuando yo estaba en la cima, lo que nos dieron los suegros y Seo no era nada! ¡Yo vivía de forma más lujosa que eso!”

Shin-yeon sintió una punzada de dolor y tiró de su madre para evitar que se interpusiera entre ellos y se lastimara.

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“¡Si no era nada, ¿por qué no me lo dio a mí y solo a mi hermano?! ¡¿Y quién le da permiso para cancelar mi boda?! ¡No quiero!”

¡Es mi boda, es nuestra boda!

“¡Entonces cásate sin esperar nada! ¡Hablas tanto de tu esposo que pareces estar presumiendo de él! ¡Uf, me da asco, no lo voy a usar!”

Kim Jin-san, que le gritaba a Shin-yeon, sacó la llave del coche y la arrojó al suelo.

¡Tak!

Shin-yeon, con la cara roja de rabia y tristeza, se apresuró a recoger la llave que cayó a sus pies.

“¡Sí, me casaré sin esperar nada! ¡Ya que le da asco usarlo, me lo llevo yo! ¡No me pida que se lo devuelva después!”

Shin-yeon miró a su alrededor, agarró incluso la llave de repuesto que estaba colgada en un rincón y salió furioso de la casa.

“¡Shin-yeon, espera!”

Shin-yeon le gritó a su madre, que lo seguía apresuradamente.

“¡Yo tampoco voy a pedir nada, así que ustedes dos tampoco me pidan nada!”

Shin-yeon cerró la puerta de golpe y corrió hacia el ascensor.

Al subir al ascensor que acababa de llegar, escuchó el grito de su padre:

“¡¿Quién en su sano juicio se lleva las llaves de un coche así?!”

Shin-yeon murmuró con una expresión picada mientras presionaba el botón de cerrar la puerta repetidamente:

“Maldición… Aquí está, aquí está.”

Él dijo que no lo iba a usar, ¿por qué ahora se queja de que me llevo las llaves?

“De verdad que me da vergüenza con mi cariño… Y lo siento por mi suegra y mi suegro.”

Shin-yeon salió y miró el coche de su padre con una expresión de dolor de cabeza.

“Ya veremos si te lo devuelvo. Tampoco voy a darles más dinero de bolsillo de mis ahorros. Que se lo pidan a Kim Shin-hee, a quien tanto aman y quieren.”

Shin-yeon, enojado, salió corriendo del complejo de apartamentos.

“No llores. Llorar es perder. ¿Ajuar y regalos de boda? Lo haré yo mismo. Hay muchos ‘profesores de Internet’ que enseñan bien.”

Shin-yeon, que caminaba rápidamente con la cabeza gacha, sintió que su visión se nublaba.

Solo después de alejarse de la casa, sintió que todo su cuerpo, de pies a cabeza, estaba lleno de lágrimas.

“Ah… está bien. Ya hice todo solo antes. Está bien, de verdad está bien. Wow, de verdad me he vuelto débil. Antes de conocer a mi cariño, esto no era nada.”

Shin-yeon, que caminaba solo por la calle, suspiró mirando al cielo.

“No es solo de palabra que estoy bien, de verdad lo estoy. Después de todo, tengo a Seo Kyo-shin, que siempre me cuida y me ama, y tengo a mi suegra y mi suegro, que son amables y cariñosos.”

Solo que esta situación me da vergüenza y me hace sentir culpable.

A Shin-yeon le gustaría ir con Kyo-shin, su suegra o su suegro para que lo consuelen y contarles todo lo que lo angustiaba.

“Kim Shin-yeon, si haces eso ahora, no tendrás derecho a quejarte de que te llamen tonto. Primero concéntrate en lo que tienes que hacer.”

Shin-yeon se secó las lágrimas con la mano, sacó su teléfono y buscó ayuda de los ‘profesores de Internet’.

[Búsqueda: ¿Qué debo hacer para el ajuar y los regalos de boda?]

└ El ajuar es un regalo que se le hace a la familia del esposo en señal de respeto, y los regalos de boda son regalos que se intercambian los novios. Somos una empresa especializada en ajuar…

└ El ajuar suele ser un juego de ropa de cama, un juego de vajilla, cubiertos de plata + dinero del ajuar, pero es bueno hacerlo de acuerdo a las posibilidades.

└ Hoy en día, ¿no es común que las parejas persuadan a ambas familias para que no haya ajuar ni regalos de boda, o solo un pequeño regalo de ‘corazón’?

└└ Sí, el ajuar y los regalos de boda no son obligatorios.

└ También existe el ‘ajuar de afecto’. Es un espejo de mano, un limpiador de oídos, arroz y frijoles rojos.

Shin-yeon, que leía atentamente las enseñanzas de los ‘profesores’, inclinó la cabeza.

“¿Juego de ropa de cama, vajilla, cubiertos de plata, dinero del ajuar? ¿Y qué es el ajuar de afecto? ¿Espejo de mano, limpiador de oídos, arroz y frijoles rojos? ¿Es un regalo de artículos esenciales de uso diario?”

Shin-yeon buscó nuevamente el ajuar de afecto y puso una expresión de comprensión al leer la explicación.

└ El espejo de mano significa ‘Por favor, vea solo mi lado bueno’, el limpiador de oídos significa ‘Por favor, escuche solo cosas buenas’, y el arroz y los frijoles rojos significan que ‘La pareja vivirá bien, no solo los padres’ ^^

También había una explicación de que el ajuar de afecto se prefería en una hermosa caja, como una caja de laca incrustada de nácar.

“¿Podré comprar una caja de laca incrustada de nácar en una tienda por departamentos? ¿Supongo que sí…?”

Shin-yeon miró la pantalla con seriedad, guardó su teléfono en el bolsillo y se dio una arenga interna.

“Bien, primero vamos al banco.”

Shin-yeon decidió usar todos los ahorros de sus seis años de dinero de bolsillo hoy.

#127

Desde que regresó de Jeong-eup, Shin-yeon había recibido mucho de su familia política.

Su suegra lo mimaba de pies a cabeza, su suegro le ingresaba dinero de bolsillo ocasionalmente, sus cuñados lo adoraban como a un hermano menor, y su amable esposo, Seo Kyo-shin, compartía y adaptaba todo por él.

Y eso no era todo.

También le enviaban a menudo un equipo de gestión del hogar a Shin-yeon, que todavía tenía mucho que aprender.

Shin-yeon, que estaba experimentando ese amor y consideración por primera vez en casa de su esposo, quería fervientemente darles un ajuar y regalos de boda a sus suegros.

“Tengo que pagar esto con el dinero que ahorré antes de casarme.”

El presupuesto era el dinero de bolsillo que había ahorrado durante seis años y el dinero que le había dado su madre al irse de casa.

Por supuesto, había recibido una cantidad considerable de dinero de bolsillo de Kyo-shin y de sus suegros, pero no quería usarlo.

No quería comprar el ajuar y los regalos de boda con dinero de la familia de su esposo, incluso si fuera dinero de bolsillo.

Shin-yeon transfirió el presupuesto a la cuenta bancaria que usaba antes.

Quería mantenerlo en secreto, ya que le daría mucha vergüenza si sus suegros o Kyo-shin se enteraban.

“Qué alivio que tenía dinero ahorrado. Puede que no tenga suerte con mis padres o mi hermano, pero parece que sí tengo suerte con mis amigos. Ahorré este dinero gracias a Lee-jun y Won-min.”

Tengo que darles las gracias más tarde.

Shin-yeon llegó a la tienda por departamentos y se dirigió a la tienda especializada en laca incrustada de nácar con una expresión nerviosa.

“Wow…”

Al llegar a la tienda, Shin-yeon admiró lentamente las hermosas y elegantes lacas de nácar.

La expresión de Shin-yeon se iluminó ante el esplendor de las lacas de nácar coreanas.

Los productos, que eran lujosos pero no comunes, le gustaron mucho.

“El juego de cubiertos de plata es hermoso.”

Los cubiertos eran muy elegantes, con incrustaciones de esmalte cloisonné o decoraciones doradas.

También había hermosas cajas y espejos de mano de nácar en la tienda.

“¿Qué artículo le gustaría ver?”

Cuando Shin-yeon miró a su alrededor, una empleada que estaba esperando cerca se acercó.

“Ah, me gustaría comprar un juego de cubiertos de plata, una caja de nácar y un espejo de mano como ajuar.”

“Sí, por aquí, por favor.”

La empleada sonrió brillantemente y le mostró los productos que Shin-yeon necesitaba.

“Se le da un toque extra de clase si se añade un reposacubiertos al juego de cubiertos de plata, por lo que mucha gente los regala así hoy en día.”

“Añada un par de reposacubiertos también.”

Shin-yeon respondió como hipnotizado, mirando el juego de cubiertos colocado en el refinado reposacubiertos con peonías talladas.

Luego eligió un espejo de mano para el ajuar de afecto y un juego de bolígrafos de nácar para su suegro.

Shin-yeon eligió también una caja de nácar para guardar todos los artículos, y sus ojos se posaron en unos platos muy adornados.

Shin-yeon recordó que los platos que usaban en casa de su esposo eran de un diseño simple y se puso a pensar.

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Los platos de esta tienda eran demasiado llamativos y no creía que a su suegra le fueran a gustar mucho.

En ese momento, vio un juego de tazas de té exhibido a un lado.

Eran apropiadamente elegantes y sobrios, y pensó que le irían bien a su suegra.

“¿Cuánto sería el total si añado dos juegos de tazas de té?”

Cuando Shin-yeon preguntó, mirando las elegantes tazas de té de esmalte cloisonné, la empleada sonrió aún más.

“Con los dos juegos de tazas de té, el total es de 15.6 millones de wones.”

“…¿Cuánto?”

Shin-yeon pensó que había oído mal la cantidad total que dijo la empleada y preguntó de nuevo. Un solo juego de tazas de té costaba un tercio del total.

Shin-yeon se quedó bloqueado por un instante y recordó que aún le quedaban muchas cosas por comprar.

“Excluya el juego de tazas de té y cobre solo el resto.”

Shin-yeon, que pagó cerca de 6 millones de wones sin el juego de tazas de té, salió de la tienda con una cara de aturdimiento.

“Wow… ¿Usé más de una cuarta parte de mi presupuesto aquí?”

Shin-yeon, para quien era la primera vez que gastaba una suma tan grande de dinero, sintió que sus manos temblaban.

“¿Cómo es que mis suegros gastan sumas de dinero tan grandes con tanta naturalidad?”

¡El mundo de los adultos chaebol es realmente difícil!

A continuación, Shin-yeon recorrió la tienda por departamentos a toda prisa para comprar un juego de vajilla.

Y, sin querer, se enteró del precio de los platos que se usaban en casa de su esposo.

Los productos del gusto de su suegra eran vajillas raras importadas que superaban con creces el presupuesto de Shin-yeon.

“El juego de vajilla… es imposible.”

“¿Qué le parece un juego de tazas de té? Sería más significativo si toda la familia lo usara cuando se reúnan. Son clásicos y elegantes, a los adultos les gustan.”

La empleada le ofreció discretamente otro producto a Shin-yeon, que tenía una cara de angustia al ver los platos tan caros.

“Sí… Deme el juego de tazas de té.”

“Hay muchas personas con gustos definidos en cuanto a vajilla, por lo que a veces un juego de tazas de té es mejor recibido.”

Pensó que sería mejor un juego de tazas de té que comprar un juego de vajilla de otra marca que quizás no le gustara y terminara en el trastero.

Y poco después, Shin-yeon aprendió que un juego de tazas de té podía ser más caro que un juego de vajilla.

Shin-yeon terminó de pagar y salió con el recibo en la mano, murmurando con una cara pálida:

“Con el dinero que me queda, podré comprar un juego de sábanas, regalos para mis cuñados y un regalo para mi cariño, ¿verdad…?”

* * *

La reunión de ejecutivos pospuesta se llevó a cabo con la llegada de Seo Kyo-jeong y Cheon Yu-jin de Inglaterra.

Kyo-shin regresó a su oficina después de una larga reunión y contempló el paisaje urbano con el cielo teñido de rojo por el atardecer.

Después de admirar la vista por un momento, Kyo-shin revisó su mensajería.

“¿Hmm?”

No había ningún mensaje de Shin-yeon.

Kyo-shin frunció el ceño, ya que a esta hora normalmente habría recibido varios mensajes de Shin-yeon.

Kyo-shin llamó inmediatamente a Shin-yeon y encendió su monitor secundario.

Kyo-shin miró el teléfono que solo emitía el tono de llamada con una mirada fría.

¿Por qué mi bebé no contesta?

Kyo-shin entrecerró los ojos al ver la ubicación del chip GPS en el mapa de la pantalla.

“¿Una tienda por departamentos?”

¿Por qué está en una tienda por departamentos a esta hora?

Shin-yeon, cuya rutina era regular, siempre le avisaba si tenía algún cambio de planes.

Le informaba del propósito y la ubicación de su horario y a menudo le enviaba mensajes o lo llamaba para informarle de la situación.

Que Shin-yeon cortara la comunicación con Kyo-shin no era una buena señal.

“¿Por qué mi bebé estaría actuando impulsivamente sin decir nada?”

Kyo-shin revisó cuidadosamente la ubicación y el recorrido de Shin-yeon por hora.

Por lo que sabía, la última clase de hoy se había cancelado, por lo que Shin-yeon había salido antes de lo habitual de la universidad.

Y el lugar al que se dirigió Shin-yeon fue la casa de sus padres.

El tiempo que pasó en casa de sus padres no fue tan largo, e incluso pasó más tiempo deambulando por las afueras del apartamento.

Después de eso, se dirigió directamente a la tienda por departamentos.

Kyo-shin observó el recorrido de Shin-yeon en la pantalla, y su expresión se volvió fría.

Shin-yeon deambulaba como un niño perdido cada vez que se sentía herido o angustiado.

Si se dirigía a la tienda por departamentos después de eso, la razón era obvia.

Kyo-shin abrió la cuenta bancaria de Shin-yeon que estaba monitoreando y verificó si había usado efectivo.

Si usaba la tarjeta que le habían dado sus suegros o la que le había dado Kyo-shin, el historial le llegaría de inmediato.

Pero no había ninguna alerta de uso de tarjeta.

“Mi bebé rompió su alcancía.”

Había un rastro de que Shin-yeon había transferido el dinero de bolsillo que había ahorrado durante seis años y el dinero que había recibido de su madre a la cuenta que usaba antes de casarse.

Kyo-shin confirmó sus sospechas al ver el historial de pagos recientes de Shin-yeon.

Fue a comprar el ajuar y los regalos de boda.

“¿Parece que mi bebé todavía no sabe que él es el ajuar y los regalos de boda?”

Si Shin-yeon se pusiera un bonito pañuelo de seda en la cabeza y gritara que había llegado el ajuar, su madre y su padre se derretirían.

Por supuesto, Kyo-shin preferiría que Shin-yeon se pusiera un lazo y dijera que él era el regalo de boda.

Así podría ‘devorarlo’ por completo bajo el pretexto de ser un regalo.

A Kyo-shin a veces le daba ternura su joven compañero, que se esforzaba tanto solo.

¿Por qué se esfuerza tanto en hacer las cosas, siendo tan pequeño?

Kyo-shin se relajó y revisó el informe enviado por el equipo de vigilancia que seguía a Shin-yeon.

Kyo-shin examinó de cerca las fotos de Shin-yeon saliendo de casa de sus padres enojado.

Shin-yeon pasó de estar enojado a angustiado, a punto de llorar y, finalmente, valiente.

“Jaja, como si no fuera mi gatito.”

Al final, se dirigió a la tienda por departamentos en un taxi con una expresión feroz, como si estuviera a punto de erizar su pelaje y lanzar un puñetazo.

“Vamos a ver qué está comprando mi gatito.”

Kyo-shin ordenó sus cosas, avisó a la secretaría que se iba y salió de la oficina de inmediato.

Lo más probable era que Shin-yeon estuviera cargando las cosas que había comprado y luchando por caminar.

Quería ir a ver lo que había comprado su bebé y, de paso, ayudarlo cargando las bolsas.

Afortunadamente, la tienda por departamentos no estaba lejos de la empresa y llegó rápidamente en coche.

Kyo-shin entró en la tienda por departamentos en silencio y recibió la ubicación de Shin-yeon del equipo de vigilancia.

-La ubicación actual es la sección de artículos de lujo.

Según el equipo de vigilancia, Shin-yeon había estado deambulando por la sección de artículos de lujo durante mucho tiempo.

Kyo-shin se dirigió rápidamente a la sección de artículos de lujo y luego a la tienda donde estaba Shin-yeon.

Shin-yeon estaba hablando con un empleado en una tienda de trajes famosa y luego se dirigió a la sección de corbatas.

“Quiero dárselos como regalos a una pareja de recién casados. Ambos tienen altos cargos en la empresa, así que no quiero que parezcan demasiado informales.”

“¿Qué tal si elige el mismo diseño en diferentes colores? Si los combina así, tendrán un toque de pareja sin ser demasiado abrumadores.”

El empleado sacó corbatas elegantes que se ajustaban a la descripción de Shin-yeon.

“Recomiéndeme cinturones que combinen con las corbatas.”

Kyo-shin se escondió a un lado y observó a Shin-yeon salir de la tienda con una bolsa de compras.

“Lo siento por mis cuñados, pero no puedo darles más. ¿Qué debería comprar como regalo de bodas para mi cariño? ¿Un reloj? Tenemos muchos relojes en casa.”

Shin-yeon cargaba bolsas grandes en ambas manos, murmurando en voz baja mientras caminaba deprisa.

“El regalo de boda está tratando de comprar regalos de boda.”

Kyo-shin siguió a Shin-yeon en silencio, observándolo.

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Shin-yeon miró los productos en la sección de artículos de lujo, y su expresión se oscureció al ver los precios.

“Maldición, calculé mal el presupuesto. Qué suerte que no vine con mi cariño, hubiera sido muy vergonzoso. Haa…”

Poco después, Shin-yeon salió de la tienda de relojes con una expresión abatida.

“¿Por qué un reloj cuesta lo mismo que un coche o una casa?”

Vaya.

Kyo-shin sonrió mientras observaba a Shin-yeon deambular por la tienda de relojes.

“Si supiera el precio del reloj que le regalé, me regañaría mucho.”

¿Debería esperar un poco más para ver qué compra?

#128

Shin-yeon, que salía de cada tienda con una expresión de desánimo, seguía deambulando por la sección de artículos de lujo.

“Ya vi demasiadas cosas, no sé qué comprar.”

Realmente quería hacer un buen regalo, pero simplemente no se ajustaba a su presupuesto.

Tampoco estaba seguro de poder comprar algo mejor que lo que ya tenían en casa.

“Tienen casi de todo, eso lo hace más difícil.”

Shin-yeon deambuló por un rato y se puso pálido al ver el reloj de pared.

“No, ¿por qué el tiempo pasa tan rápido? Tengo que irme ya.”

Al final, Shin-yeon no pudo elegir el regalo de bodas para Kyo-shin y salió corriendo de la tienda por departamentos.

Estaba apurado y no tuvo tiempo de mirar a su alrededor, ni siquiera pensó en ver si había alguien cerca.

Quería entregar el ajuar a sus suegros y a sus cuñados antes de que se hiciera más tarde.

Inmediatamente tomó un taxi frente a la tienda por departamentos y se dirigió a casa de su esposo.

“Uf.”

Shin-yeon, que abrazaba las bolsas, miró por la ventana con un rostro agotado.

Al menos es un alivio no haber venido con mi cariño.

Si hubiera ido de compras con Kyo-shin, habría sido mucho más fácil, pero él habría pagado por todo.

“Yo también tengo que poder hacer las cosas por mí mismo.”

Mi cariño me trata demasiado como un bebé.

¿Habría sido menos difícil si mis padres hubieran estado conmigo?

“No, habría sido más difícil.”

Shin-yeon, que se había esforzado por prepararse solo, a pesar de lo torpe que pudiera haber sido, decidió no pensar en lo difícil o triste que había sido.

Shin-yeon llegó a casa de sus suegros al anochecer, cuando el sol se había ocultado por completo, y le pidió al taxista que lo esperara.

“Tengo que dejar estas cosas aquí e ir a otro lugar.”

“Sí, tómese su tiempo.”

Shin-yeon bajó del taxi con una gran cantidad de bolsas, saludó al guardia de seguridad de la mansión y se dirigió a la entrada.

¡Clic!

“¡Oh, mi niño! ¡Ay, qué peso!”

Ha Min-seon se sorprendió al salir, alertada por el guardia de seguridad de que Shin-yeon había llegado en un taxi.

Las manos de Shin-yeon, que se acercaba con un aspecto exhausto y desaliñado, estaban llenas de bolsas de compras.

“¡Cariño! ¡Ven rápido!”

Ha Min-seon se apresuró a acercarse a Shin-yeon, le quitó las bolsas de las manos y gritó.

“Dijiste que nuestro niño había llegado. Ay, mi niño, ¿qué es todo esto?”

Seo Woo-joon, que corrió al oír el llamado de Ha Min-seon, le quitó las bolsas a su esposa.

“Mi niño, ¿pasó algo? ¿Por qué estás tan desaliñado? Ay, mi bebé.”

Ha Min-seon abrazó a Shin-yeon, que parecía un gatito que había pasado por muchas dificultades, y lo consoló.

Shin-yeon sintió un nudo en la garganta por un momento, pero sonrió con más intensidad y dijo:

“No pasó nada. Es el ajuar que preparé para ustedes, mamá y papá… Lamento que sea tan modesto. El juego de sábanas será entregado mañana.”

“Espera, ¿ajuar? Acordamos que no haríamos ajuar ni regalos de boda. Mi niño, entremos primero.”

Ha Min-seon y Seo Woo-joon se tomaron del brazo de Shin-yeon con expresiones de preocupación y confusión.

“Tengo que ir a casa de mis cuñados  y luego irme a casa. Mi cariño se va a preocupar mucho porque salí sin avisar. ¡Adiós, mamá y papá, entren!”

Shin-yeon se soltó de sus manos, hizo una reverencia rápida y corrió hacia el taxi.

“¡Mi niño! ¡Shin-yeon!”

Shin-yeon se subió rápidamente al taxi y saludó a sus suegros con una gran sonrisa.

“¡Vendré con mi cariño pronto! ¡Que tengan una buena noche!”

Shin-yeon sonrió alegremente hasta que el taxi se alejó de la mansión, y su expresión volvió a ser seria al salir a la carretera.

¿Cómo es que mi suegra y mi suegro se dan cuenta de que estoy cansado solo con verme la cara?

Shin-yeon pensó en sus padres, a quienes no les importaba y no se daban cuenta de su dolor.

“Ay…”

Ya no importa, ahora recibo mucho amor de mi familia política.

Aunque solo tenía veinte años, Shin-yeon sabía lo agradecido y feliz que era ser amado sin tener que esforzarse mucho.

Por eso, gracias al amor que estaba recibiendo ahora, no se sentía triste ni agotado.

“Llegamos. ¿Le espero esta vez también?”

“No, por favor, cobre. Gracias.”

Quería caminar un poco después de terminar de entregar los regalos para calmarse y relajarse.

Si se iba a casa así, era obvio que preocuparía a su cariño.

Shin-yeon, inmerso en sus pensamientos, llegó a la casa de sus cuñados y pagó la tarifa del taxi.

“Cuñado.”

Shin-yeon, que salía del taxi con las bolsas, vio a Seo Kyo-jeong y Cheon Yu-jin saliendo por la entrada.

Ambos, que acababan de salir del trabajo, aún vestían sus trajes y se acercaron a Shin-yeon.

“Mi cuñadito bebé, ¿arrastraste el taxi hasta aquí? Estás sucio y desaliñado, y eres tan pequeño. Alguien te va a raptar.”

“¡No estoy sucio! ¡Me lavo bien todos los días!”

Seo Kyo-jeong se burló de Shin-yeon, lo miró de arriba abajo y le arrebató las bolsas de las manos.

“Deja de burlarte de nuestro cuñado. Cuñado, recibí un mensaje de mamá.”

Cheon Yu-jin intervino para detener a Seo Kyo-jeong, que le subía la temperatura a Shin-yeon apenas lo veía.

“Jaja… Me da vergüenza llamarlo ajuar, pero es un regalo de mi corazón. ¡Ah! El juego de sábanas también llegará mañana.”

Seo Kyo-jeong y Cheon Yu-jin miraron las bolsas y luego se miraron.

Sus expresiones se volvieron serias ante un regalo que no esperaban en absoluto.

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“Qué considerado eres, siendo tan pequeño. Cuñadito, dime qué quieres. ¿Un coche deportivo, siendo un bebé? ¿Una computadora gamer?”

“¿Qué tal acciones u oro en lugar de eso?”

“No tengo licencia de conducir y no juego mucho. No sé cómo invertir en acciones y oro… ¿Por qué?”

El matrimonio se tocó la frente cuando Shin-yeon, que no entendía por qué le hacían esas preguntas serias, respondió confundido.

“Simplemente, ¿por qué no te adoptamos y te criamos? Cuñadito bebé, ¿quieres que te adoptemos? Te cuidaremos.”

¡Golpe!

Cheon Yu-jin, que golpeó el costado de Seo Kyo-jeong con el codo, acarició la cabeza de Shin-yeon y dijo:

“Aceptamos con gratitud tu regalo de corazón. Pronto haremos un regalo de reciprocidad de corazón, así que acéptalo sin dudar. Debes estar cansado, ¿quieres que te llevemos a casa?”

“Estoy bien. Puedo tomar un taxi desde aquí, así que, por favor, entren. ¡Que tengan una buena noche!”

Shin-yeon se despidió rápidamente de ellos, se alejó a toda prisa y saludó con la mano.

“Haa, ¿no podemos simplemente adoptar a esa cosa adorable y criarla? Podríamos manejar a Kyo-shin.”

“No quiero ver a dos hermanos apuñalarse o dispararse. Aunque sea adorable, mírelo solo con los ojos y déle dinero de bolsillo y regalos tanto como quiera criarlo.”

Seo Kyo-jeong y Cheon Yu-jin miraron la espalda de Shin-yeon mientras se alejaba y luego notaron un coche familiar siguiéndolo.

“Lo sabía. Kyo-shin está ocupado criando a su bebé.”

Al ver el coche de Kyo-shin, se rieron y entraron a su casa, apoyados el uno en el otro afectuosamente.

Mientras tanto, Shin-yeon, agotado por el alivio de haber terminado todo, caminó con dificultad hacia la calle principal.

“¿Ves? Aunque fui torpe, lo logré solo. Bien hecho, Kim Shin-yeon.”

Shin-yeon se acarició la cabeza, se dio palmaditas en el pecho y sacó su teléfono del bolsillo.

“Ah…”

[Mi esposo♥ Llamadas perdidas: 3]

Shin-yeon se sorprendió al ver tardíamente las llamadas perdidas de Kyo-shin.

Estaba ocupado peleando en casa de sus padres y yendo de compras para el ajuar, y se olvidó de contactarlo.

Shin-yeon llamó apresuradamente, mordiéndose las uñas mientras escuchaba el tono de llamada con ansiedad.

-Sí, mi bebé.

“Estaba ocupado y vi sus llamadas perdidas tarde. Lo siento. ¿Se preocupó mucho?”

Shin-yeon, cuyo cuerpo se relajó involuntariamente ante la voz suave de Kyo-shin, pateó ligeramente el suelo con la punta del pie.

-Por supuesto que me preocupé, no contestabas. Su voz suena muy cansada. ¿Tuviste un día difícil hoy?

“Solo un poco… Pero me siento realizado porque hice lo que había pospuesto. Aunque me preocupa haber sido torpe.”

Shin-yeon le abrió su corazón y miró el suelo, pero levantó la cabeza sin querer.

“¡¿Oh?!”

-¿Por eso estás parado allí con esa cara de desánimo?

Los ojos de Shin-yeon se abrieron de par en par al ver a Kyo-shin de pie a poca distancia.

“¡Cariño!”

Shin-yeon corrió apresuradamente hacia Kyo-shin con los brazos abiertos.

“¿Sabes cuánto se preocuparon todos en la familia porque mi bebé estaba desaliñado?”

Kyo-shin terminó la llamada y abrazó fuertemente a Shin-yeon, que corría hacia él.

Shin-yeon se hundió en su abrazo, escondiendo la cara en su pecho, y gimió suavemente.

“Te extrañé.”

Kyo-shin consoló a Shin-yeon con ternura y torció sus labios ante su voz, que transmitía tanto anhelo como alivio.

¿Dice que me extrañó, pero en la tienda por departamentos dijo que era un alivio no haber venido conmigo?

“Yo también extrañé mucho a mi bebé desaparecido.”

La naturaleza original de Kyo-shin salió a flote en su expresión y ojos, rodeada de una frialdad maliciosa.

“Hoy no pude evitarlo. Fui a comprar el ajuar y los regalos de boda. Usted no me permite usar el dinero que ahorré.”

Shin-yeon se frotó la cara y el cuerpo contra Kyo-shin, que lo abrazaba, y se quejó suavemente a modo de explicación.

“Quería comprar el ajuar y los regalos de boda con el dinero que ahorré. Así tiene más significado.”

Ante las consideradas palabras de Shin-yeon, la naturaleza original de Kyo-shin se retrajo automáticamente. Kyo-shin habló con ternura.

“Ahora lo mío es tuyo, ¿qué importa si usas mi dinero?”

“¡Entonces sería un regalo de bodas que se hace usted mismo! ¡Eso no lo puedo permitir!”

Kyo-shin se rio a pesar de sí mismo ante las palabras de Shin-yeon, que había vaciado su alcancía por eso.

“¿Así que le diste ajuar a tus padres y regalos a tus cuñados? ¿Y mi regalo de bodas?”

Kyo-shin, que sabía por haberlo seguido que no había podido comprar su regalo, preguntó fingiendo ignorancia.

“Sí… Pero tengo dos problemas.”

Shin-yeon levantó la cabeza y murmuró, observándolo con una expresión de vergüenza e incomodidad.

“El primer problema es que calculé mal el presupuesto… Y el segundo problema es que no sé qué necesita mi cariño. Por mucho que miré, no lo sé.”

Kyo-shin se rió, hundiendo la cara en la coronilla de Shin-yeon, que se estaba comportando adorablemente como un gatito que lo observaba cautelosamente.

“En esos casos, tienes que preguntarle a tu esposo. ¿No sabías que hoy en día, las parejas hablan entre sí para comprar lo que necesitan como regalos de boda?”

“Oh, ¿en serio? ¿Qué? ¿Hice un esfuerzo en vano?”

“...¡Jajaja!”

Kyo-shin se echó a reír a carcajadas ante las palabras de Shin-yeon, que abrió los ojos como platos, y se inclinó para besarlo.

“Elegiremos el regalo de bodas de tu esposo mañana juntos, y hoy vayamos a casa.”

Shin-yeon, con el rostro sonrojado por la vergüenza, besó continuamente los labios de Kyo-shin y dijo:

“Siento haberle preocupado. Pero hoy tenía muchas ganas de hacerlo solo.”

¿Qué puede hacer? Su bebé quería hacerlo solo.

“Ya que es el primero y el último ajuar y regalo de bodas, por favor, compréndame, cariño.”

“Está bien. Pero dame tu mejilla.”

Kyo-shin decidió pasar por alto lo sucedido hoy mordiéndole la mejilla a Shin-yeon, que hablaba con amor.

“Vayamos a cenar ahora. Tengo mucha hambre.”

“Ya que trabajaste duro hoy, vayamos a comer hanwoo (carne de res coreana).”

#129

Un suave susurro resonaba en el dormitorio oscuro, iluminado por una tenue luz ambiental.

“Eugg, uhhh…”

Kyo-shin, que había estado durmiendo ligeramente, abrió los ojos ante el gemido de Shin-yeon y se levantó.

Shin-yeon, que dormía acurrucado en sus brazos, agitó una mano hacia su pantorrilla mientras dormía.

“¿Te duele la pierna?”

Kyo-shin estiró la mano, le masajeó la pantorrilla y le preguntó en voz baja.

“Uum, a-ay…”

Al ver que fruncía el ceño por el dolor, Kyo-shin se levantó de la cama y se dirigió directamente al baño.

Poco después, Kyo-shin regresó a la cama con una toalla de vapor caliente.

“Bebé, voy a masajearte, así que no te asustes y sigue durmiendo.”

Kyo-shin acostó a Shin-yeon, que estaba profundamente dormido, levantó su pijama y tocó su pálida pantorrilla.

Los músculos de su pantorrilla estaban tensos por cargar objetos pesados y moverse mucho hoy.

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Kyo-shin envolvió la pantorrilla con la toalla de vapor y masajeó suavemente para relajar los músculos sin causarle dolor.

“Pensé que mi bebé solo conocía la vergüenza y el pudor, pero también sabe lo que es tener orgullo herido.”

Kyo-shin recordó haber seguido a Shin-yeon en la tienda por departamentos.

Originalmente, planeaba acercarse por detrás, sorprenderlo y ayudarlo con sus compras.

Tenía la secreta esperanza de ver a su bebé sorprendido, emocionado y feliz de verlo.

Pero se vio obligado a detenerse cuando escuchó los murmullos de Shin-yeon al acercarse.

‘Qué alivio que no vine con mi cariño. Hubiera sido muy vergonzoso.’

‘No quiero que mi cariño me vea luchando solo. Sentiría demasiado dolor si él lo supiera.’

Incluso en ese momento, Kyo-shin pensó en adelantarse, sintiendo lástima por Shin-yeon, que estaba sufriendo solo.

Pero.

‘Me siento tan mal con mi cariño que quiero morir… Maldición, ¿por qué soy tan inútil? Ahora hasta mi orgullo está herido por mi familia.’

Esa fue la primera vez que Kyo-shin escuchó esas palabras, incluso con el micrófono de escucha activado, desde que estaba con Shin-yeon.

Esa frase sobre su orgullo herido lo detuvo.

‘Si actúo a mi antojo aquí, los sentimientos de Shin-yeon podrían cambiar.’

Fue una intuición instintiva.

¿Qué pasaría si su joven compañero, abrumado por sus propias emociones, huyera de nuevo?

Si eso sucedía, el sentimiento de culpa de Shin-yeon podría transformarse en resentimiento, lo que lo llevaría a distanciarse.

No, no había duda de que lo haría.

‘¿Debería esperar y ver si esto le permite mantener su orgullo?’

Por eso, Kyo-shin observó en secreto todo, hasta que Shin-yeon compró el ajuar y se lo entregó a la casa principal y a sus cuñados.

“Mi bebé no lloró, se encargó bien del ajuar, y lo entregó bien. Aunque parece que no puede hacer nada, tiene un lado astuto.”

Kyo-shin, que masajeaba la pantorrilla y el pie de Shin-yeon, inclinó la cabeza y besó la punta de su pie.

“¿Sabes lo que pensé al verte correr hacia mí, feliz de verme, después de pasar por tantas dificultades?”

Los ojos de Kyo-shin, que susurraba suavemente, brillaban con una fría obsesión dirigida a Shin-yeon, que estaba dormido.

¿Debería encerrar a mi hermosa y adorable Omega en casa para que nadie lo vea?

¿O debería hacer que sus suegros desaparezcan del mundo, simulando un accidente?

Si solo existiera Seo Kyo-shin en el mundo de Kim Shin-yeon, él nunca se sentiría herido o con el orgullo dañado.

“¿Te romperías si hiciera eso? A mí no me importaría cómo terminaras, siempre y cuando estuvieras en mis brazos.”

Incluso un Shin-yeon con el espíritu destrozado por el shock y que no pudiera hacer nada sería muy hermoso y adorable.

Pero entonces, Seo Kyo-shin no sería la única persona en sus ojos.

Y eso no le gustaba.

“Estoy muy satisfecho con nuestra relación actual.”

Kyo-shin calmó su fría locura, tomó la toalla fría y se levantó de nuevo.

Regresó con más toallas de vapor calientes, le quitó el pijama a Shin-yeon y comenzó a masajearlo a fondo.

“¿Ya no te duele?”

“Uum…”

Kyo-shin confirmó que el rostro de Shin-yeon se había relajado y le besó la mejilla.

“Ahora, duerme profundamente. Si te duele de nuevo mientras duermes, te volveré a masajear.”

Kyo-shin se quedó junto a Shin-yeon por un largo rato, luego ordenó las cosas y se acostó en la cama.

“Uh…”

Entonces, Shin-yeon levantó la cabeza mientras dormía, se acercó a su pecho y lo abrazó fuertemente.

“Jaja.”

Kyo-shin abrazó fuertemente a Shin-yeon y le susurró al oído.

“Te amo.”

“Uum, yo también…”

Kyo-shin se rio entre dientes al ver a Shin-yeon responder a su confesión mientras dormía.

* * *

Shin-yeon, que se había movido mucho entre la pelea con sus padres y la compra del ajuar, terminó con fiebre.

“Ugh… Por la mañana, cuando me levanté, estaba bien.”

Sintió que había perdido el apetito de manera extraña, y después de que Kyo-shin se fue al trabajo, finalmente se desplomó.

“Tengo que mejorar pronto, pronto.”

Shin-yeon tomó los medicamentos de emergencia y regresó al dormitorio, se acostó rápidamente y se cubrió con la manta.

Quería mejorar rápido porque planeaba ir al centro comercial con Kyo-shin después de que él saliera del trabajo para comprar su regalo de bodas.

¡Ziiiiing-!

Shin-yeon, que temblaba bajo la manta por el escalofrío, revisó rápidamente su teléfono al sentir la vibración.

[Mamá]

“...No voy a contestar.”

Shin-yeon miró la pantalla de su teléfono donde su madre estaba llamando, rechazó la llamada y enterró la cara en la almohada.

“No voy a contestar las llamadas de mis padres.”

Shin-yeon se giró con un suspiro, sintiendo un dolor punzante en el pecho.

Sabía desde que era niño que mis padres no eran buenas personas.

Es mi culpa por no perder la esperanza, sabiendo cómo eran.

“Aun así, no esperaba decepcionarme tanto.”

Más que enojo u odio hacia sus padres biológicos, la decepción y la culpa hacia Kyo-shin lo oprimían.

Pensó que sería mejor distanciarse de su familia ya que las cosas habían llegado a este punto.

“Ahora que estoy casado, tengo que ser fiel a mi propia familia.”

Y, ¿cuándo he sido amado en casa de mis padres?

Que Kim Shin-hee, que creció recibiendo mucho amor, se encargue de los asuntos familiares.

Mientras Shin-yeon estaba enojado y triste bajo la manta, su teléfono volvió a vibrar.

“Maldición…”

Miró el teléfono con irritación, y esta vez, era una llamada de Kim Shin-hee.

Shin-yeon dudó un momento y contestó la llamada.

“¿Hola?”

-Oye, Kim Shin-yeon, ¿por qué no contestas al teléfono y haces tonterías…?

“Tengo fiebre.”

Shin-yeon interrumpió el chillido agudo de Kim Shin-hee que salía del teléfono.

-Haa… ¿Tomaste la medicina? No, el ajuar… No, olvídalo. ¿Quieres que lo haga yo? ¿Hago yo el ajuar?

Shin-yeon bajó la manta y miró la dirección donde estaba el sol por la ventana.

“¿Por casualidad, el sol salió por el oeste hoy? ¿O estás enfermo tú también?”

-¡Oye, maldición! ¡Te lo digo porque estoy preocupado! ¡Quiero actuar como tu hermano!

¿Me dio otitis media también?

¿Quizás tengo hinchazón e inflamación dentro del oído y estoy escuchando tonterías?

“No, mi oído está bien.”

Shin-yeon se tocó la oreja, dudando de su propia audición, y luego gritó con una expresión de asombro.

“¡¿Qué clase de hermano eres?! ¡Será de mi cuñado! ¡¿Qué dinero tienes tú?!”

-¡Oye, maldición! ¡Ahora el dinero de Ho Seok-hyeon es mi dinero! ¡Oye! ¡Kim Shin-yeon, estás respondiendo mucho desde que te casaste! ¡Esto es lo que obtengo por preocuparme y contactarte!

Shin-yeon sintió una punzada de ira por un momento y estaba a punto de discutir con Kim Shin-hee, pero suspiró.

“Haa… Ya compré el ajuar y lo entregué.”

-¡¿Con qué dinero?!

Ante el grito de Kim Shin-hee, Shin-yeon respondió con una expresión de agotamiento que lo hizo con el dinero de bolsillo que había ahorrado durante seis años.

-¿Cuánto puede ser un poco de dinero ahorrado durante seis años? Sé que casi no recibiste dinero de bolsillo. Si no hubiera protestado… Hup.

Kim Shin-hee, que hablaba sin filtros en la cabeza o en la boca, se detuvo apresuradamente.

-…

Se hizo un silencio porque él mismo sabía que se había equivocado.

Shin-yeon miró el teléfono con una mirada de molestia, luego suspiró y respondió.

“Sé que te molestaba verme y no dejabas que mamá me diera dinero de bolsillo. Pero mamá me dio dinero para el autobús y útiles escolares.”

Shin-yeon, que nunca había vivido una vida realmente rica a pesar de ser el hijo de un dueño de una pequeña empresa, bajó la mirada.

“Ahorré la mayor cantidad de dinero de bolsillo que pude porque quería irme de casa cuando fuera adulto. Usé ese dinero para el ajuar. Así que no tienes que preocuparte.”

Shin-yeon esperó la respuesta de Kim Shin-hee, que estaba en silencio sin saber qué decir, y luego simplemente colgó la llamada.

Kim Shin-hee se lo dijo por preocupación a su manera, pero honestamente, no lo hizo sentir bien.

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“Me molesta que un gato se preocupe por un ratón. Bloquear, bloquear.”

Shin-yeon, que bloqueó impulsivamente los números de su familia, abrazó la almohada de Kyo-shin y se durmió.

Dormir es lo mejor cuando uno está estresado y cansado.

¿Cuánto tiempo durmió?

¡Swoosh!

Shin-yeon abrió los ojos ligeramente ante la sensación de que la manta se retiraba y una mano fresca tocaba su frente.

“¿Te despertaste?”

La mano, que le acariciaba suavemente la frente, la mejilla y la oreja, se sentía refrescante, y Shin-yeon instintivamente frotó su cara contra ella.

“Tienes bastante fiebre, ¿no lo notaste?”

Shin-yeon abrió bien los ojos ante la pregunta afectuosa de Kyo-shin y se encontró con su mirada de ojos ligeramente sonrientes.

“Cariño, ¿cuándo llegaste?”

Shin-yeon abrió los brazos, abrazó a Kyo-shin, se aferró a él y se hundió en su pecho.

“Acabo de llegar. Mi bebé estaba enfermo solo, ¿por qué no me dijiste nada? Hmm?”

Kyo-shin levantó a Shin-yeon y se sentó en la cama con él en brazos.

Wow… Seo Kyo-shin se ve increíble hoy.

Shin-yeon miró hipnotizado a Kyo-shin, que vestía un traje que se ajustaba perfectamente a sus anchos hombros y gran complexión.

“¿Incluso estando tan enfermo, te parezco tan apetitoso? Aun así, no podemos. Mi bebé está enfermo y no puede tener aperitivos.”

“Ya no me duele.”

Shin-yeon acarició la corbata de Kyo-shin con la mano, lo miró a los ojos y le dio un beso rápido en los labios.

Kyo-shin hundió la cara en el cuello de Shin-yeon y olió su feromona.

El aroma a fresia era muy débil, pero no se sentía el indicio de un celo.

“No es el celo.”

Kyo-shin le bajó los pantalones y la ropa interior a Shin-yeon al mismo tiempo, tomó sus nalgas blancas con la mano y las separó.

“Uum…”

Un débil gemido resonó en su oído, y Shin-yeon acercó su cuerpo aún más.

“Shhh, solo estoy comprobando si es el celo.”

Kyo-shin tocó el agujero arrugado con la punta de su dedo y lo separó.

Entonces, un poco de líquido pegajoso comenzó a asomar.

“Ah… Cariño.”

Los ojos de Kyo-shin cambiaron al escuchar el llamado de Shin-yeon que le hacía cosquillas en el oído, y tocó el agujero abierto con el dedo.

Le encantaría hundir su miembro hasta la raíz.

Kyo-shin imaginó a Shin-yeon temblando por el esfuerzo de tragar su miembro con ese agujero estrecho y su vientre.

Al mismo tiempo, la parte inferior del cuerpo de Kyo-shin se endureció rápidamente y pinchó la parte interior del muslo de Shin-yeon.

Shin-yeon bajó la mirada, dudó por un momento y abrió la boca.

“Cariño, de repente tengo ganas de hacer algo.”

#130

“¿Qué quieres hacer?”

Kyo-shin le preguntó a Shin-yeon, quien se movía adorablemente en sus brazos y le besaba la barbilla.

Shin-yeon, con el rostro enrojecido, rodó los ojos y le susurró al oído:

“Accidentalmente entré en un sitio web de artículos para adultos, ¿sabe? Y allí…”

¿Tendría que haber verificado la edad para entrar en un sitio web de artículos para adultos?

Qué monada.

La expresión de Kyo-shin, que escuchaba el susurro de Shin-yeon con una sonrisa seductora, comenzó a desmoronarse.

“Bebé, espera un momento. ¿De verdad quieres hacer eso?”

Kyo-shin se puso serio, sujetó la barbilla de Shin-yeon, lo giró hacia él y le preguntó de nuevo.

“¿De verdad quieres hacer eso?”

Shin-yeon, con la cara tan roja que parecía que iba a explotar, asintió suavemente.

“¿Tu curiosidad es incontrolable por ser joven?”

Kyo-shin, que hacía tiempo que no se quedaba sin palabras, le preguntó a Shin-yeon, que se revolvía, avergonzado y con todo el cuerpo enrojecido.

Shin-yeon, encogido por la vergüenza, abrazó el cuello de Kyo-shin y respondió en voz baja.

“Tengo mucha curiosidad.”

“¿Sabes que la curiosidad mató al gato?”

Ante la pregunta incrédula de Kyo-shin, Shin-yeon agarró la corbata de Kyo-shin y respondió:

“Por eso se dice que los gatos tienen nueve vidas.”

Dicen que la curiosidad de un gato no tiene límites.

Kyo-shin sintió un dolor de cabeza al mirar a Shin-yeon, que estaba siendo adorable para que él satisficiera su curiosidad.

* * *

Al día siguiente, Shin-yeon, que se había recuperado de la fiebre, visitó la sección de artículos de lujo con Kyo-shin.

“Vaya, había un lugar así en la sección de artículos de lujo.”

Shin-yeon pensó que había recorrido bastante la sección para comprar el ajuar, pero había muchos caminos que no había tomado y muchas marcas que veía por primera vez.

Shin-yeon, que caminaba de la mano de Kyo-shin, mirando todo con asombro, entró en una tienda que nunca antes había visto.

El interior, lujosamente decorado, estaba lleno de bolsos y artículos de cuero.

“Esta es una marca que solo trabaja con piel de cocodrilo.”

“¿Cocodrilo?”

Kyo-shin sonrió y respondió ante la reacción de Shin-yeon, cuyos ojos se abrieron como platos.

“La piel de cocodrilo es duradera y se puede usar durante mucho tiempo. Aunque el cuidado de la billetera es un poco complicado, es un regalo de bodas impecable.”

“¿De verdad le parece bien una billetera?”

Kyo-shin sonrió afectuosamente ante la pregunta de Shin-yeon, que no sabía el precio de una billetera de piel de cocodrilo.

“Es suficiente, porque el cocodrilo que me regaló mi bebé como regalo de bodas protegerá mi fortuna.”

¡Oh, ese es el significado!

Poco después, Shin-yeon pagó felizmente la billetera larga negra que Kyo-shin había elegido y revisó el recibo.

¡Hic! ¿Una billetera es tan cara?

Shin-yeon, que por supuesto sabía que sería costosa por ser un artículo de lujo, nunca pensó que sería tan cara.

“Aun así, ¿cómo es que el precio encaja tan perfectamente?”

El presupuesto que había reservado para el regalo de bodas y el precio de la billetera eran exactos.

Shin-yeon, que no tenía idea de que Kyo-shin, que estaba monitoreando su cuenta bancaria, había elegido un regalo que se ajustaba perfectamente a su presupuesto restante, se sintió inmensamente aliviado.

Estaba preocupado de no poder comprar el regalo de bodas de mi cariño porque calculé mal el presupuesto.

“Compré todo el ajuar y los regalos de boda dentro del presupuesto.”

Kyo-shin, que recibió la bolsa de compras con la billetera envuelta de manos del empleado, se acercó por detrás de Shin-yeon y lo abrazó.

“Gracias por el regalo de bodas. Lo usaré bien.”

“Lamento no haberle comprado algo mejor. Si hubiera sabido que me casaría con usted, habría trabajado a tiempo parcial durante las vacaciones para ahorrar más dinero.”

Kyo-shin sonrió y besó ligeramente a Shin-yeon, que levantó la cabeza y le sonrió dulcemente.

“No pienses eso. Para mí, todo lo que me das es lo mejor. No podría ser mejor.”

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Kyo-shin abrazó a Shin-yeon, que había gastado sin reservas todos sus ahorros de antes de casarse en él y su familia.

“Ahora, el dueño de todo lo que tengo eres tú.”

Por eso, Kyo-shin decidió entregarle todo lo que tenía a su amado y joven compañero.

 

Después de un feliz fin de semana con Kyo-shin, Shin-yeon se agarró la cabeza por los exámenes finales que se acercaban.

Shin-yeon regresó a casa inmediatamente después de que su clase terminara temprano y fue al estudio.

“Logré hacer la tarea, pero… Haa.”

Había descuidado sus estudios debido a los diversos problemas que surgieron durante la preparación de la boda.

“Maldición… Mi boleta de calificaciones.”

A Shin-yeon le daban ganas de llorar al pensar que Kyo-shin revisaría la boleta de calificaciones si suspendía los exámenes.

“Me dijo la última vez que si lo hacía bien en la cita, lo dejaría pasar… pero no ha dicho nada más desde entonces.”

Shin-yeon se dejó caer en la silla y estaba a punto de abrir el libro con una expresión melancólica.

¡Ziiiiing-!

[Mi esposo♥: Hotel C, Habitación 1809, 7 PM]

Shin-yeon se tapó la boca con la mano, se levantó de un salto y corrió al baño al ver el mensaje.

“¡No es momento de estudiar para los exámenes!”

¡Dicen que la mejor manera de estudiar para los exámenes es a última hora!

Shin-yeon se duchó a fondo y con esmero, salió con una bata de baño grande.

Luego fue al vestidor, abrió el cajón de la ropa interior y metió la mano hasta el fondo.

Shin-yeon sacó una prenda de ropa interior aún sin abrir y su cara se puso roja.

“¿No me regañará mi cariño si le muestro esto?”

Shin-yeon rodó los ojos y recordó el día que fue a la tienda por departamentos a comprar el ajuar.

Mientras deambulaba por la sección de artículos de lujo, preocupado por el regalo de bodas, se detuvo frente a un escaparate de una marca de lencería.

Al ver el artículo expuesto en el escaparate, Shin-yeon sintió un rayo en su mente.

‘¡Esto es…!’

Shin-yeon, que recordó un evento de lencería que había aprendido de los maestros del flirteo en Internet, entró directamente a la tienda.

Shin-yeon estaba secretamente orgulloso de haberse ocupado de lo esencial a pesar de estar angustiado.

“Usaré uno hoy y el otro en la luna de miel.”

Shin-yeon, que abrió el sello de la ropa interior que había escondido de Kyo-shin, se la puso rápidamente y sacó un traje de verano.

“Quiero verme un poco más maduro.”

Al ponerse el traje de tonos azules brillantes, se sintió más adulto de lo habitual.

“Oh, me gusta.”

Shin-yeon se puso la corbata de Kyo-shin y se peinó frente al espejo.

“Si me pongo un perfume adulto encima…”

Shin-yeon estaba a punto de buscar en el tocador para probarse un perfume por última vez.

¡Ziiiiing-!

[Mi esposo♥: Por favor, no uses perfume ni mezcles ningún otro aroma, para que pueda sentir tus feromonas.]

“Ah…”

Shin-yeon, con el rostro enrojecido, agarró su teléfono y salió del dormitorio de inmediato.

“Estudiaré para el examen mañana. Dicen que el estudio para los exámenes se hace a partir de mañana.”

Shin-yeon, con el corazón latiendo a mil, se puso zapatos de vestir en lugar de zapatillas y salió de la casa.

[Shin-yeon: Ya salgo.]

[Mi esposo♥: Dile al empleado que vas a la Habitación 1809 y te guiarán.]

Shin-yeon le envió un mensaje a Kyo-shin, no llamó a su coche y tomó un taxi hacia el hotel.

“Vaya al Hotel C, por favor.”

“Sí.”

El Hotel W, donde llegó mientras admiraba el paisaje del atardecer, estaba sereno.

El paisajismo del hotel estaba diseñado para conectarse con la montaña, dando la sensación de estar en las afueras en lugar de en Seúl.

Shin-yeon entró en el hotel, mirando a su alrededor con una expresión nerviosa.

“Solo he estado en un hotel una vez antes con mi cariño.”

Shin-yeon estaba a punto de buscar a un empleado cuando vio la panadería en el vestíbulo.

“Tal vez mi cariño tenga hambre, ¿debería comprar algunos aperitivos?”

Shin-yeon compró aperitivos con una cara emocionada y también compró un ramo de flores en la floristería cercana.

Luego fue al mostrador del hotel y dijo el número de habitación que Kyo-shin había mencionado.

“Voy a la Habitación 1809. La reserva debe estar a nombre de Seo Kyo-shin.”

“Aquí tiene la tarjeta de la Habitación 1809. Le guiaré por aquí.”

El empleado, que verificó el sistema y le dio la tarjeta, guió amablemente a Shin-yeon hasta el ascensor.

“Baje en el piso 18 y encontrará la habitación a la derecha. Le deseo un agradable descanso.”

“Gracias.”

Shin-yeon comenzó a ponerse nervioso de nuevo al subir al ascensor y abrazó el ramo de flores.

¡Dirling-!

Shin-yeon llegó al piso 18, salió del ascensor y se dirigió al pasillo de la derecha, como le indicó el empleado.

“Aquí está.”

Shin-yeon llegó a la puerta de la Habitación 1809 y estaba a punto de tocar el timbre, pero miró la tarjeta de la habitación.

¿Habrá una razón por la que mi cariño me dio la tarjeta de la habitación, cuando podría simplemente abrir la puerta?

Shin-yeon dudó un momento y deslizó la tarjeta en la puerta.

Tragó saliva al escuchar el sonido de la cerradura al abrirse y abrió la puerta ligeramente.

Shin-yeon miró a su alrededor el paisaje elegante y lujoso de la habitación y cerró la puerta.

¡Clic!

“Ven al dormitorio.”

La voz de Kyo-shin se escuchó desde el interior de la habitación. Shin-yeon se puso las pantuflas y se dirigió al dormitorio.

Shin-yeon llegó a la entrada del dormitorio, sintiéndose extremadamente nervioso, y se detuvo.

En el amplio dormitorio con vistas a la ciudad y la montaña, había cajas negras apiladas.

La mirada de Shin-yeon se detuvo por un momento en un estuche rígido negro colocado sobre la cama blanca, y luego giró la cabeza.

Kyo-shin, vestido con un traje negro, estaba sentado en una silla reclinable junto a la ventana donde se ponía el sol.

Sentado en el sofá, llevaba una camisa de vestir y una corbata a juego, todo en negro.

“…”

La mirada de Shin-yeon, que contuvo la respiración, se detuvo en el collar de perro que sostenía Kyo-shin con sus manos enguantadas de negro.

A diferencia de lo habitual, Kyo-shin no tenía expresión en su rostro, y una sensación fría como la noche de invierno lo rodeaba.

Kyo-shin, que miraba a Shin-yeon con ojos helados, dejó caer el collar de perro tipo cinturón que tenía en la mano.

¡Tuk!, ¡Chagruk!

El collar de perro cayó al suelo y la cadena de metal unida se extendió, emitiendo un brillo sutil.

Kyo-shin, que sostenía el mango en la mano, le dijo a Shin-yeon, que estaba de pie con el ramo de flores.

“Durante el play, seré diferente a lo habitual. No tendré piedad, y no te consolaré incluso si lloras. Las designaciones también cambiarán en el momento en que comience el play.”

“…”

Kyo-shin miró a Shin-yeon, que tenía los ojos muy abiertos y abría la boca, y le preguntó fríamente.

“Última verificación. Shin-yeon, ¿esto es realmente lo que quieres?”

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