#1-#10

 

El hermano de Kim Shin-yeon, Kim Shin-hee, tres años mayor que él, era un Omega dominante, tan hermoso que todos lo deseaban.

Su cabello castaño claro y sus brillantes ojos negros de expresión suave lo hacían parecer un conejo adorable.

Gracias a su belleza, cuando el negocio de su padre estaba a punto de colapsar, se consiguió una gran inversión a cambio de un compromiso.

El prometido de su hermano era un Alfa dominante, siete años mayor que él y el segundo hijo del Grupo Sulgang, una de las corporaciones líderes del país.

Tan pronto como cumplió los veinte, Shin-hee fue vendido a la fuerza a ese Alfa dominante, a quien nunca había visto. En la ceremonia de compromiso, lloró inconsolablemente.

Llegó a revolcarse en el suelo y a gritar a todo pulmón, avergonzando a la familia. Su prometido, revisando la hora en su reloj, se dirigió a él.

“Si quiere romper el compromiso, hágalo. No voy a perder mi tiempo con un mocoso inmaduro en una ceremonia como esta. Por supuesto, el dinero invertido en Suhan será retirado de inmediato.”

Ante las frías y crueles palabras del hombre, el padre se desmayó en el acto y la madre, apretando los puños, fulminó con la mirada a su hijo.

Shin-hee, que se había estado revolcando en el suelo, se levantó en silencio, cerró la boca y terminó el compromiso.

Al menos, el prometido le dio una libertad temporal al decirle que no tendría tiempo de casarse en los siguientes tres años.

Era una "libertad" superficial, pues en realidad lo ignoraba porque estaba muy ocupado, pero a Shin-hee no le importaba.

Mientras disfrutaba de su libertad en la universidad, su hermano de repente comenzó a decir tonterías sobre haber conocido a su alma gemela.

"Shin-yeon, mira la foto. Es guapísimo, ¿verdad? Es completamente increíble."

"Hermano, ya tienes un prometido… Y me falta poco para el examen de admisión. Sal de aquí y no me molestes."

"¡Ay, solo mírame! Puede que sea tu futuro cuñado…"

Shin-yeon, que se encontraba a 100 días del examen de admisión, vio a su hermano Kim Shin-hee pegado a su lado con un teléfono en la mano, y gritó con todas sus fuerzas.

"¡Mamá! ¡Mi hermano me está molestando mientras estudio!"

Antes de que terminara, su madre corrió y golpeó a su hermano en la espalda con un matamoscas, regañándolo.

"¡Mocoso! ¿Cómo te atreves a molestar a tu hermano cuando le queda tan poco para el examen? Y tú, Shin-yeon, el examen no es mañana, ¿por qué gritas solo porque tu hermano te habló? ¡En fin...! ¡Shin-hee, sal de aquí ahora mismo!"

"¡Me duele! ¡Mamá!"

A Shin-yeon no le importaban las aventuras románticas de su hermano; el examen de admisión, que estaba a la vuelta de la esquina, era un problema mucho mayor. Se concentró en estudiar.

Ignoró a su hermano, que tenía la cabeza llena de fantasías, y rindió el examen 100 días después.

Por supuesto, fue un examen infernal, pero aun así, obtuvo una puntuación más alta de lo esperado y quedó satisfecho.

Cuando se preparaba tranquilamente para las admisiones a la universidad, notó que su hermano no regresaba a casa con frecuencia.

"Parece que Kim Shin-hee anda de nuevo borracho y arrastrándose por el suelo."

"Uf, la madre tiene miedo de que a su hermano se le ocurra tener un bebé de repente."

"Eh... ¿Crees que mi hermano haría algo así? A pesar de todo, Kim Shin-hee sabe lo que hace."

Pero el hermano mayor, Kim Shin-hee, no sabía lo que hacía, y la familia no tenía ni idea de lo que estaba sucediendo.

Diciembre, el decimonoveno cumpleaños de Shin-yeon, el último mes de su adolescencia.

Sus padres habían ido a una fiesta de fin de año y él estaba solo en casa, viendo la televisión y comiendo pollo frito.

¡Ding dong!

El sonido del timbre lo hizo dejar el pollo frito. Presionó el intercomunicador para ver quién era.

— Soy Seo Kyo-shin.

"¿Eh...? ¿El prometido de mi hermano…?"

La voz grave que venía del intercomunicador y la figura tan alta que no se veía su cara en la pantalla le hicieron darse cuenta de que era el prometido de su hermano. Corrió a la puerta y la abrió.

El abrigo negro del hombre, que caminaba hacia la puerta, ondeaba con la fría brisa invernal, dándole una atmósfera peligrosa.

"Hola."

"Ha pasado mucho tiempo. Has crecido mucho desde el compromiso."

"Aún estoy por debajo del promedio. Mido 173 cm."

"Es un promedio para un Omega. En ese momento, eras tan pequeño como un recién nacido." La voz baja y tranquila tenía una cualidad extrañamente relajante, a pesar de la atmósfera intimidante.

"Hace frío. Por favor, pase. Mis padres están en una fiesta de fin de año y mi hermano... debe estar con sus amigos. No estoy seguro."

"No he podido contactar a Kim Shin-hee últimamente. Creo que me ha bloqueado."

…¿Este bastardo de Kim Shin-hee causó algún problema importante?

De repente, Shin-yeon se sintió escalofriado. Rodó los ojos incómodamente y levantó ambas manos para hacer un gesto de invitación a la casa, pero el hombre no se movió.

Con una estatura casi igual a la de la puerta principal, Seo Kyo-shin escudriñó el interior de la casa con una mirada fría antes de fijar sus ojos en Shin-yeon.

"Hoy no es el día, tengo que irme. Sería una descortesía entrar en la casa de un chico que está solo".

Seo Kyo-shin sacó un elegante sobre de su bolsillo y se lo entregó a Shin-yeon mientras hablaba.

"Felicidades por tu admisión a la Universidad de Corea. Compra lo que necesites o lo que siempre has querido. Pasa un buen fin de año y feliz año nuevo".

"Ah... muchas gracias. Feliz año nuevo también para el futuro cuñado. Ha trabajado duro este año".

Para que su mano no se sintiera avergonzada, Shin-yeon rápidamente tomó el sobre y lo saludó por el año nuevo. Seo Kyo-shin exhaló brevemente y dijo.

"¿Futuro cuñado?... Las cosas pueden cambiar, así que no te acostumbres demasiado a ese título".

"¿Perdón?"

"Te he retenido mucho tiempo en el frío. Entra. Y disfruta tu pollo frito".

Seo Kyo-shin extendió su mano grande, le limpió la comisura de la boca y le mostró a Shin-yeon la salsa de pollo frito que se había manchado en su mano.

"¡Ugh...! Gracias por limpiármelo. Por favor, ve con cuidado. Nos vemos la próxima vez".

"Claro".

Seo Kyo-shin se dio la vuelta y, al igual que había llegado, caminó hasta la puerta principal en un instante. Luego, se lamió el pulgar manchado de salsa de pollo, miró una vez más a Shin-yeon y luego desapareció.

"No, ¿por qué haría eso?... ¿Lo habré visto mal?"

Shin-yeon, sintiendo una extraña sensación por Seo Kyo-shin, sostuvo el sobre y entró en la casa para terminar de comer su pollo frito sin pensar mucho en ello. Justo en ese momento, el programa de variedades de fin de año era tan divertido que se olvidó por completo de Kim Shin-hee, de quien no había sabido nada.

El fin de año pasó y un nuevo año comenzó. Kim Shin-hee, que había estado fuera, regresó a casa por el año nuevo, reuniendo a toda la familia después de un largo tiempo. El primer día que Shin-yeon cumplió veinte años, mientras comían sopa de arroz, Kim Shin-hee hizo una declaración explosiva.

"Estoy embarazado".

"¿Qué tonterías dices al comienzo del año?"

Con la sopa de arroz frente a él, Kim Shin-hee, con los ojos llorosos, se abrazó el vientre con ambas manos y dijo.

"Es el hijo del sumbae con el que estoy saliendo. Es un alfa dominante y su familia es normal. Solo ten eso en cuenta".

"¡...Este loco! ¡Atrapen a ese tipo ahora mismo!"

Mientras su padre, que había estado comiendo la sopa de arroz, se desmayaba, agarrándose la nuca, Kim Shin-hee aprovechó la oportunidad para sacar una maleta que ya había preparado en su habitación. En ese momento, Shin-yeon estaba ayudando a su padre, que estaba desmayado, junto con su madre. Dirigiéndose a la puerta principal a toda prisa, Kim Shin-hee, fingiendo llorar desconsoladamente, agitó el sobre con dinero que Seo Kyo-shin le había regalado a su hermano el año pasado y dijo.

"¡Snif! Shin-yeon, esto lo usaré para el bebé. De todos modos, si Seo Kyo-shin te lo dio, es casi como si fuera mío, ¡así que me lo llevo por mi cuenta!"

"¡¡¡Oye, idiota!!! ¡¡¡Por qué te lo llevas!!!"

"Seo Kyo-shin, ese loco, ¿cinco millones de wones para un chico que acaba de cumplir veinte años? Pero gracias a ti, lo usaré bien".

"¡¡¡Oye!!!"

Así, Kim Shin-hee se fugó la mañana de año nuevo con el sunbae que era el padre del bebé. Resultó que la razón por la que había regresado a casa después de tanto tiempo era para robar todo el dinero de emergencia y las joyas que su madre tenía escondidos en la casa, así como el dinero en efectivo, el reloj y los anillos de oro de la billetera de su padre.

Cuando sus padres se dieron cuenta de que Kim Shin-hee había saqueado su habitación principal, ambos se desmayaron agarrándose la nuca, pero no había nada que pudieran hacer. Kim Shin-hee había cancelado su teléfono móvil y había desaparecido por completo, y la familia restante solo podía quedarse en blanco con expresiones de frustración.

"Papá, ¿no tenemos que devolver el dinero de la inversión al Grupo Seolgang?"

"...Si devolvemos todo eso, nuestra empresa quebrará".

"Ya es difícil mantenerse a flote con la economía..."

Shin-yeon se sentó en la sala con sus padres, que lloraban desconsoladamente por haber criado mal a su hijo, y lloró a cántaros durante todo el día.

"No iré a la universidad y conseguiré un trabajo para ganar dinero de inmediato... ¿No podríamos encontrar una solución nosotros, como familia?"

"No es algo que podamos solucionar de esa manera".

Suhan, una empresa mediana un poco grande, no tenía el capital para devolver la cantidad de inversión del Grupo Seolgang de una sola vez. La inversión era de casi 10 mil millones de wones, por lo que si el Grupo Seolgang la recuperaba, se quedarían en la calle.

Poco después, Seo Kyo-shin les notificó el inicio de la cuenta regresiva para quedarse sin hogar.

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-He reservado el salón de bodas para principios de marzo. Por favor, infórmele a Kim Shin-hee.

Ante la notificación de Seo Kyo-shin, el padre de Shin-yeon se desmayó de nuevo agarrándose la nuca, y su madre corrió en todas direcciones buscando a Kim Shin-hee. Pero, ¿cómo encontrar a alguien que se ha propuesto desaparecer?

La única opción que le quedaba era proponerle a Seo Kyo-shin que se casaría con él en lugar de Kim Shin-hee.

Un Omega recesivo, por supuesto, no sería digno de un Alfa dominante, pero tenía que intentarlo.

No se le ocurría otra manera de salvar a sus padres, que se consumían de preocupación y estaban a punto de colapsar, y a la empresa, que estaba al borde de la quiebra.

A mediados de enero, Shin-yeon miró a escondidas el número de Seo Kyo-shin en el teléfono de su padre.

“Uf... me estoy volviendo loco.”

Después de deambular por la calle bajo el frío viento invernal, finalmente marcó el número de Seo Kyo-shin.

Trrr...

—Soy Seo Kyo-shin.

“Ah, hola. Soy Kim Shin-yeon…”

—Shin-yeon, tu voz aún suena como la de un bebé por teléfono.

Al escuchar la voz grave de Seo Kyo-shin, Shin-yeon golpeó el suelo con la punta de sus pies antes de hablar.

“S-si tiene tiempo…”

—Sí.

Por favor, reúnase conmigo.

“Por favor, cásese conmigo… ¡Ah, no! ¡No! ¡Qué error! ¡No es eso! Solo, ¡reúnase conmigo!”

Con la mente en blanco por su error, se quedó temblando con el teléfono en la mano en medio del silencio.

—...¡Jajajajaja! Ah, que si tengo tiempo, ¿si me caso contigo?

“No, no es eso…”

Mientras mordía sus uñas, sin saber qué hacer por la vergüenza, Seo Kyo-shin se rio por un buen rato y luego suspiró.

—Qué le vamos a hacer. No tengo tiempo. Bebé, lo siento.

Y Seo Kyo-shin rechazó su petición sin dudarlo.

Dos meses antes de que se quedaran en la calle.

En esos dos meses, tenía que encontrar a Kim Shin-hee o casarse con Seo Kyo-shin.

A partir de ahora, la única forma de sobrevivir era proponer matrimonio.

¡Tatatata!

En la oscuridad de la noche, Shin-yeon tecleaba rápidamente en el teclado con la mirada fija en el monitor.

[Búsqueda: Cómo seducir a un Alfa 10 años mayor]

└ ¿Qué le faltaría a un Alfa 10 años mayor para que se fijara en un mocoso tan joven?

└ Podrían salir por diversión, pero sería difícil que fuera algo serio... Sal con gente de tu edad.

└ Un Alfa de esa edad debería salir conmigo. ¿Hay algún Alfa decente por ahí?

[Búsqueda: Cómo coquetear con un Alfa mayor]

└ Hoy aprenderemos a coquetear con un Alfa. Libera tus feromonas de forma discreta, pasa la mano por tu cabello y guiña un ojo.

└ ¿El comentario de arriba es de los 80? Ni siquiera en la Dinastía Joseon coqueteaban así.

└ Si los Omegas liberan feromonas por error y se avergüenzan, a la mayoría de los Alfas les parece tierno.

└ ¿Qué tal si envías mensajes a horas fijas? Si mandas mensajes lindos todos los días y de repente dejas de hacerlo, creo que eso lo incomodará.

[Búsqueda: Cómo encontrar a un Omega que huyó]

└ Atrapamos Omegas que se han escapado. Para consultas, contacte al centro de servicios Ilgwang.

└ Si huyó, debe haber sido porque odiaba algo. ¿Es realmente necesario atraparlo?

└ Pobre Omega que se escapó...

Shin-yeon, mirando la pantalla, suspiró y miró su teléfono.

“Uf…”

El tiempo seguía pasando, y el momento en que su familia se quedaría en la calle se acercaba cada vez más.

“La hora en la que la gente es más emotiva, las 2 de la mañana...”

Con el teléfono en la mano, Shin-yeon pensó en enviar un mensaje patético, como si fuera un exnovio que nunca tuvo.

[Kim Shin-yeon: ...¿Está durmiendo? Dicen que a esta hora la gente se vuelve más emotiva. Por eso... ¿podría casarse conmigo...?]

“No, no. Esto es demasiado obvio. Parece que estoy dando a entender que mi hermano se escapó. Naturalmente... Lo más naturalmente posible...”

Shin-yeon agitó la cabeza, borró el mensaje anterior y escribió uno nuevo con una cara de tristeza.

[Kim Shin-yeon: Es extraño decir esto en la madrugada, pero... el traje le queda muy bien. Y, por cierto, tiene algo en la cara.]

“El coqueteo clásico es el mejor.”

Shin-yeon envió el mensaje, miró la pantalla hasta que Seo Kyo-shin lo leyó, y tan pronto como apareció el estado "leído", envió rápidamente otro mensaje.

[Kim Shin-yeon: Guapura.]

Tan pronto como el estado "leído" apareció en la pantalla, Shin-yeon se sintió avergonzado, volteó rápidamente el teléfono y se levantó de un salto.

Después, deambuló por la habitación, frenético, intentando calmar su corazón que latía con fuerza y recuperar el aliento.

Bzzzt.

“...¿Qué? ¿Una respuesta? ¿O spam?”

Deseaba que fuera una respuesta, pero emocionalmente, el spam le resultaba más reconfortante.

Shin-yeon, con las manos temblorosas, volteó un poco el teléfono y vio que había un mensaje de Seo Kyo-shin.

Tum-tum.

“¿Qué clase de locura estoy haciendo por culpa de Kim Shin-hee? Wow, me estoy volviendo loco. Uf.”

Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho.

Mientras dudaba entre revisar o no la respuesta, llegó otro mensaje.

“Uf, de verdad me estoy volviendo loco. Nunca he tenido pareja y ahora estoy coqueteando con un adulto diez años mayor... ¡Ah, Kim Shin-hee, idiota!”

Shin-yeon se jaló el cabello, pero el miedo a ser un sintecho en dos meses lo hizo presionar el mensaje.

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[Seo Kyo-shin: Parece que estás aburrido en la madrugada. ¿No es una falta de respeto enviar un mensaje a un profesional a esta hora? ¿O todavía no lo sabes porque eres un bebé ^^?]

[Seo Kyo-shin: No pasa nada, soy guapo desde hace mucho tiempo. Cuando no puedes dormir, estudiar para un examen de inglés es una buena idea. Si puedes, simplemente duérmete.]

“...Está enojado, ¿verdad?”

Shin-yeon se mordió las uñas y miró los mensajes con una cara triste, luego revisó la hora y envió un mensaje de disculpa por la hora.

“Claro, enviar un mensaje en la madrugada es cruzar la línea.”

Mientras se arrastraba a la cama y se desplomaba, dejando escapar una pequeña lágrima por su propia estupidez, su teléfono vibró de nuevo.

“...?”

[Seo Kyo-shin: Entonces, ¿qué vas a hacer si te doy tiempo?]

[Kim Shin-yeon: Es un secreto, ¿sabes? Buenas noches.]

Shin-yeon rápidamente envió la respuesta, apagó la luz, se acostó en la cama y se cubrió la cabeza con las sábanas.

“Kim Shin-hee, maldito bastardo... ¡Si ibas a escapar porque estabas embarazado, al menos rompe el compromiso! ¡O pide que se aguanten con lo del dinero!”

Shin-yeon, que había llorado toda la madrugada, por fin se quedó dormido y se despertó por la mañana con el cabello revuelto.

Debido al estrés, no podía dormir tan profundamente como antes. Salió del dormitorio con una cara demacrada y se dirigió a la cocina.

“Mamá.”

“¿Te levantaste?”

Shin-yeon se acercó a su madre, que preparaba el desayuno en la cocina.

“Si me caso con Seo Kyo-shin… ¿podríamos detener la retirada de la inversión? Por favor, dile que se case conmigo en lugar de con mi hermano.”

“Tu padre le preguntó discretamente a algunas personas y le dijeron que eres demasiado joven y que sería una carga.”

Según su madre, la presión de una diferencia de edad de un solo dígito era diferente a la de una de dos.

“¿Y si le digo que me enamoré de él a primera vista y tengo mal de amores?”

“Ay, no digas eso. No es un hombre que caiga en esas cosas.”

“Aun así, tengo que hacer algo. No podemos terminar en la calle en dos meses…”

Al ver el rostro de su madre, que preparaba el desayuno con una expresión de dolor, Shin-yeon de repente se puso a llorar, la abrazó y sollozó ruidosamente.

“Mamá… Yo, hip, lo voy a seducir… ¡Buuuaaa!”

La madre de Shin-yeon suspiró, le dio palmaditas en la espalda y habló con una expresión amarga.

“Ay, por culpa del mayor, que es un inmaduro, tienes que pasar por todo esto. No importa lo mucho que mimemos al mayor, solo causa problemas, mientras que el segundo, que es tan bueno y obediente, ni siquiera pudo divertirse después de su examen de admisión, ¿eh?”

“¡Divertirse no es el problema! Si nuestra familia se va a la quiebra, ni siquiera podremos divertirnos… ¡Buuuaaa!”

La madre de Shin-yeon lamentaba haber criado a Kim Shin-hee con tanto cuidado, pero ya era un caso perdido.

“En estos casos, tienes que ser más maduro. Deja de llorar y vamos a desayunar.”

Shin-yeon, que seguía sollozando, desayunó con su madre y regresó al dormitorio. Se sentó en la cama y tomó su teléfono.

"No estoy en posición de ser quisquilloso. Tengo que seducirlo y conseguir que se case conmigo, cueste lo que cueste."

[Kim Shin-yeon: El clima está tan lindo hoy. Me recuerda a usted, director Seo.]

Después de enviar el mensaje, se acercó a la ventana y corrió la persiana, solo para ver un cielo gris y sombrío con una fuerte nevada.

¡Hwoosh!

“…Wow, estoy acabado.”

[Seo Kyo-shin: (Foto del gran ventanal de la empresa con nieve cayendo) ¿Este clima te recuerda a mí?]

¿Será sudor o lágrimas lo que me corre por la cara ahora mismo?

“Debí haber revisado el clima antes de enviarlo…”

Shin-yeon pensó que el simple hecho de que Seo Kyo-shin hubiera respondido era una buena señal, así que decidió intentarlo de nuevo.

[Kim Shin-yeon: Está lleno de ambiente. ¡Me encantan los días nevados como este!]

"Tengo que mostrar que me esfuerzo."

Rápidamente, sacó un abrigo acolchado de su armario, se puso un gorro de lana y una bufanda, y se apresuró a salir por la puerta principal, diciéndole a su madre:

“¡Mamá! ¡Tómame una foto!”

“¿Para qué quieres una foto si hay una tormenta de nieve?”

Abrió la puerta principal y salió corriendo. Una ventisca le golpeó la cara, pero… ¡no podía perder!

“¡Vamos, mamá! ¡Toma la foto rápido!”

Shin-yeon posó con entusiasmo bajo la ventisca y luego corrió de regreso a la puerta.

“Ugh, qué frío.”

“Y eso que no te gusta mucho la nieve.”

“A partir de hoy, tiene que gustarme.”

Shin-yeon abrió el teléfono que su madre le entregó para revisar las fotos.

“…Wow, ¿por qué salí tan feo?”

La mayoría de las fotos lo hacían parecer un enano y su cara estaba tan distorsionada por la ventisca que parecía haber reunido toda la fealdad del mundo.

“¿Qué importa si sales feo? Eres un hijo bueno y obediente, eso es suficiente.”

“Esto no va a funcionar.”

Shin-yeon corrió de nuevo al patio bajo la tormenta de nieve, se paró bajo un árbol cubierto de nieve, hizo el signo de la victoria y se tomó otra foto.

¡Clic!

¡Hwoosh!

“¡Uf!”

Mientras revisaba la selfie que se había tomado en la ventisca, sus manos estaban tan congeladas que no podía presionar la pantalla correctamente.

“Uf… de verdad odio el frío.”

Se encogió, corrió a la casa y le envió un mensaje a Seo Kyo-shin.

[Kim Shin-yeon: (Foto), (Foto) Me encanta este clima.]

Después de enviar el mensaje, entró en su dormitorio, se quitó el abrigo y se metió rápidamente en su cama caliente, cubriéndose con las sábanas.

Era sensible al frío, así que sus manos estaban ya entumecidas.

Puso las manos debajo de las sábanas y miró al techo.

“Maldición… ¿Cómo se supone que lo voy a seducir?”

* * *

En una oficina de gran altura con vistas a la ciudad azotada por la tormenta de nieve, Seo Kyo-shin, mientras trabajaba, revisó un mensaje que había llegado a su mensajero personal en un monitor secundario.

[Kim Shin-yeon: (Foto), (Foto) Me encanta este clima.]

Al ampliar la foto, un hermoso rostro que llevaba un gorro de lana azul claro, haciendo el signo de la victoria y guiñando un ojo, llenó la pantalla.

Gracias a que había pasado tiempo estudiando en interiores, su cara, pálida como la leche, se había enrojecido por el frío viento.

Su nariz y mejillas enrojecidas por el frío y sus ojos, que delataban que había llorado, llamaron especialmente su atención.

Mirando los gentiles ojos marrones enmarcados por largas pestañas y sus labios ligeramente entreabiertos, Seo Kyo-shin se frotó la boca con la mano y murmuró.

“Parece una camelia bebé.”

Él había visto por primera vez a Kim Shin-yeon, el hermano tres años menor de Kim Shin-hee, en la reunión para el compromiso de negocios.

Kim Shin-yeon, que tenía diecisiete años y había acompañado a sus padres y a su hermano, parecía más joven y pequeño para su edad, como un bebé de verdad.

Era hermoso de una manera completamente diferente a su hermano, Kim Shin-hee, lo que lo hacía destacar aún más.

Si Kim Shin-hee era un conejo distante, Kim Shin-yeon, con sus ojos inocentes y de niño, era como un gatito hambriento.

Sin embargo, no importaba lo mucho que le hubiera llamado la atención o lo mucho que le hubiera gustado, Kim Shin-yeon era un niño de verdad en ese momento.

¿Qué podría hacer con un menor diez años más joven?

Recordando el pasado y admirando el rostro de Shin-yeon, Seo Kyo-shin pasó a la siguiente foto y soltó una risa burlona.

La cara distorsionada de Shin-yeon, que había sido golpeada de lleno por la ventisca mientras posaba en el patio, le resultó bastante graciosa.

"Parece que ni siquiera pensó que yo haría un zoom en la foto, ¿verdad?"

La expresión de Shin-yeon, que claramente detestaba la ventisca, le pareció aún más divertida. Seo Kyo-shin se tocó los labios, que se habían curvado en una sonrisa.

“Mmm…”

Toc-toc.

En ese momento, se escuchó un golpe en la puerta.

“Adelante.”

El asistente abrió la puerta de la oficina, saludó en silencio, se acercó y presentó unos documentos.

“Hemos localizado al prometido, el Sr. Kim Shin-hee. Se informa que está cohabitando con un Alfa dominante llamado Sung Hyo-shin en Hallim-eup, Isla de Jeju.”

Seo Kyo-shin verificó la dirección actual de Kim Shin-hee junto con los registros de su examen de obstetricia para Omegas.

“Cinco semanas de embarazo, eh… El padre del bebé no es Sung Hyo-shin.”

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Sung Hyo-shin era un Alfa dominante que él mismo había puesto con Kim Shin-hee, un hombre contratado para ayudar a concertar el compromiso.

Además, Sung Hyo-shin llevaba una cápsula anticonceptiva para Alfas insertada en su cuerpo, por lo que el nudo no podía provocar un embarazo.

Cuando la mirada de Seo Kyo-shin se volvió helada al confirmar el informe médico, el asistente habló con cautela.

“He adjuntado las fotos y los documentos y se los he enviado a su correo, director. ¿Deberíamos retirar la inversión de Suhan? ¿O deberíamos traer de vuelta al Sr. Kim Shin-hee a Seúl?”

Seo Kyo-shin desvió la mirada hacia la foto de Shin-yeon, que se debatía bajo la ventisca, y respondió.

“Esperemos un poco más. Si Kim Shin-hee se pone en contacto conmigo diciendo que regresará por su cuenta, pondré la interrupción del embarazo como condición. Por ahora, averigua dónde estuvo de fiesta Kim Shin-hee hace cinco semanas.”

“El Sr. Kim Shin-hee ha visitado con más frecuencia el recién inaugurado Club Daphne en Cheongdam y el Club Tail en Gangnam en los últimos tres meses.”

Ambos clubes eran administrados por el sucesor de la facción Gamwon, Ho Seok-hyun, lugares donde las personas con diferentes tipos de géneros secundarios podían divertirse sin ninguna consecuencia.

“¿No se suponía que Ho Seok-hyun había investigado a Kim Shin-hee hace un mes? ¿No se supone que Kim Shin-hee tomó un préstamo de Minyang Cash justo antes de huir?”

“Sí, es correcto. ¿Quiere que investigue el motivo de esa investigación?”

No se sabía si Sung Hyo-shin había seducido tan bien a Kim Shin-hee, pero este había tomado un gran préstamo de Minyang Cash, una compañía de préstamos administrada por Ho Seok-hyun, y había huido.

Pero, ¿por qué habría investigado a Kim Shin-hee hace un mes y no más recientemente?

¿Acaso Ho Seok-hyun tuvo una aventura de una noche con Kim Shin-hee?

¿O fue un error causado por quedar atrapado en su ciclo?

El instinto sensible de un Alfa dominante le dio la sensación de que Ho Seok-hyun estaba profundamente involucrado con Kim Shin-hee.

“Investígalo. Y averigua sobre el último periodo de celo de Ho Seok-hyun.”

Después de dar las instrucciones, Seo Kyo-shin abrió su correo electrónico y revisó las fotos tomadas en la Isla de Jeju.

Recostado en su silla, miró a Kim Shin-hee besando a Sung Hyo-shin con una mirada fría, luego desvió su atención al monitor secundario.

Ding.

[Kim Shin-yeon: Director Seo, ¿sabe hacer RCP?]

“Hmm… ¿Qué será ahora?”

Justo cuando Seo Kyo-shin estaba a punto de buscar y enviar un enlace a una guía de RCP para principiantes, llegó otra notificación de mensaje.

[Kim Shin-yeon: Creo que me está dando un ataque al corazón por usted, director Seo…]

“…”

Seo Kyo-shin se quedó inmóvil por un largo tiempo, mirando la pantalla, antes de soltar de repente una risa vacía.

Seo Kyo-shin, que estalló en risas por lo absurdo de la situación, se tocó los labios, que se habían relajado en una sonrisa, y envió una respuesta.

[Seo Kyo-shin: ¿Cómo puede una persona que tiene un ataque al corazón enviar un mensaje ^^? ¿Tiene nueve corazones? (Enlace: Guía de RCP que incluso los principiantes pueden seguir fácilmente)]

[Kim Shin-yeon: Director Seo, ¿es usted un T?]

Con solo leer el mensaje, se podía sentir que Shin-yeon estaba temblando.

El torpe coqueteo que había comenzado el día anterior estaba resultando bastante entretenido.

"Qué cosas tan lindas hace."

Seo Kyo-shin no respondió al mensaje de Shin-yeon y volvió a concentrarse en su trabajo.

* * *

“Wow, ¿cómo puede una persona ser así? ¿De verdad es un T? ¿Es inmaduro por ser un T?”

Shin-yeon, que se había quedado despierto toda la noche con el teléfono en la mano, se acostó en la cama y apretó los labios.

Había pensado en enviar un mensaje en la madrugada, pero sintió que cruzaría la línea, así que se contuvo hasta la mañana.

Tan pronto como fueron las 8 de la mañana, Shin-yeon tomó su teléfono y le envió un mensaje a Seo Kyo-shin.

[Kim Shin-yeon: Buenos días, director Seo. Por mi parte, no pude dormir nada porque estuve haciendo mi propia RCP. Pero gracias a usted, aprendí a hacer RCP muy bien.]

Sabía que era insolente enviarle un mensaje así a un adulto, pero simplemente no podía dejarlo pasar.

"No importa que sea yo quien tenga que seducirlo... Ah. No me digas que no entendió mi coqueteo porque es un adulto?"

Después de enviar el mensaje, Shin-yeon tiró el teléfono y hundió su rostro en la almohada.

“Maldición…”

Originalmente, después de ser aceptado en la universidad y pagar la matrícula, planeaba hacer un viaje con sus amigos.

Pero estaba tan preocupado que ignoraba incluso los mensajes de sus amigos.

Shin-yeon golpeó la almohada con el puño.

"Es que... ¿cómo voy a liberar feromonas o seducirlo si ni siquiera quiere verme? ¡No quiere reunirse conmigo!"

Sabía que no era tan bueno como su hermano, por lo que, obviamente, no era digno de Seo Kyo-shin.

"Incluso si logramos casarnos, me divorciaré pronto. Pero aun así, será mejor que no hacer nada..."

Se dijo que no debía tener expectativas y simplemente intentar evitar la retirada de la inversión.

Shin-yeon recordó una vez que su padre y Kim Shin-hee discutieron.

“Un matrimonio de negocios es solo eso, un negocio. No esperes amor; solo tienes que lograr tu objetivo.”

“¡No quiero a Seo Kyo-shin y no quiero un matrimonio de negocios! ¡Quiero enamorarme de un Alfa genial y luego casarme!”

¿El amor era tan importante como para abandonar a tu familia y la empresa?

Para Shin-yeon, el concepto de amor seguía siendo algo inalcanzable.

Aun cuando veía a Seo Kyo-shin u otros Alfas, no sentía ninguna atracción.

Por eso, el matrimonio se sentía simplemente como una tarea que tenía que completar lo más rápido posible.

Bzzzt-!

[Seo Kyo-shin: Si me da un ataque al corazón, el bebé puede venir a hacerme RCP. Para ver qué tan bueno eres ^^]

"Me está tomando el pelo, ¿verdad? Es sarcasmo, ¿verdad?"

Shin-yeon, con su teléfono en la mano, no respondió, se cubrió con las sábanas y cerró los ojos.

No le iba a responder para que se sintiera un poco ansioso mirando la ventana del chat.

Justo cuando tomó la firme decisión de intentar dormir, el teléfono volvió a vibrar.

“No debo ceder. No te dejes llevar por la vibración. Kim Shin-yeon, no eres la clase de persona que se emociona con la vibración de un teléfono.”

Tenía que proteger su orgullo a toda costa.

Bzzzt- Bzzzt-.

“…Pero si me quedo en la calle, no tendré orgullo que proteger, así que no puedo.”

Al final, Shin-yeon cedió a la vibración del teléfono y rápidamente revisó los mensajes.

[Seo Kyo-shin: Creo que puedo hacer un espacio mañana. ¿Nos vemos?]

[Seo Kyo-shin: No estás revisando los mensajes. ¿Estás de mal humor ^^?]

[Seo Kyo-shin: ¿Eres un F, bebé?]

Shin-yeon revisó los mensajes, miró la pantalla con una expresión temblorosa, tiró el teléfono sobre la cama y gritó.

“¡Aaaah!”

Shin-yeon, que se sintió provocado por los sutiles mensajes, se retorció en la cama y miró fijamente el techo.

“El matrimonio es el matrimonio, pero no puedo perder de esta manera.”

Tomó el teléfono, que estaba sobre la sábana, y con las manos temblorosas escribió una respuesta.

[Kim Shin-yeon: ¿Dónde nos vemos mañana?]

[Seo Kyo-shin: Te iré a buscar.]

Shin-yeon vio el mensaje y escribió un mensaje coqueto, una de las "técnicas secretas" que había aprendido en internet.

[Kim Shin-yeon: Me voy a emocionar desde hoy con solo pensar en verle, director, así que me gustaría verle en el lugar acordado mañana.]

“A ver si con esto no cae.”

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Shin-yeon, que había guardado los comentarios de los expertos en coqueteo de la comunidad, miró la pantalla por un largo rato sin recibir respuesta.

Había visto que el mensaje había sido leído, pero no había una respuesta.

“¿Por fin se emocionó? ¿Le di en el punto débil?”

Shin-yeon miró al techo con una sensación de frescura y orgullo, pero poco a poco el sueño lo venció y se quedó dormido.

Bzzzt-.

[Seo Kyo-shin: Lamento la tardanza en responder, estaba ocupado con el trabajo. Si te emocionas desde hoy, mañana estarás cansado, así que aguanta. Ven aquí mañana a las 12. La dirección es…]

La defensa de Seo Kyo-shin era muy alta y fuerte, pero el gatito bebé en el país de los sueños no lo sabía.

* * *

Para poder hacerle un espacio a Shin-yeon, Seo Kyo-shin tuvo que reorganizar su agenda de los días siguientes.

Trabajó en la oficina por la mañana y salió justo a tiempo para su cita. Él mismo condujo hasta el restaurante que había reservado de antemano.

Había elegido un lugar con un ambiente ligero y luminoso, pensando en la edad de Shin-yeon. Era bastante popular.

Después de dejar su auto con el servicio de valet en la entrada, Seo Kyo-shin entró en el restaurante y se dirigió a la sala privada que había reservado.

“¿Hmm?”

Aunque había reservado una sala privada, el concepto del restaurante hacía que parte de la habitación fuera de cristal, lo que permitía ver el interior desde fuera.

Normalmente, no comería en un lugar tan expuesto, pero como ya era casi la hora de la cita, Seo Kyo-shin se quitó el abrigo, se lo entregó a un empleado y se sentó.

Como venía directamente de la oficina, llevaba un traje sin quererlo, y le picaba la curiosidad por la reacción de Shin-yeon.

¿Le gustaría? ¿O se mostraría indiferente?

Cualquier reacción sería interesante, pero lo más intrigante era otra cosa.

Kim Shin-yeon quería solucionar el problema de su hermano fugitivo, Kim Shin-hee.

Pero, ¿de qué manera?

Seo Kyo-shin entrecerró los ojos y miró por la ventana la nieve que caía.

Afuera, un pequeño hombre con un abrigo blanco corría con un ramo de fresias amarillas en sus brazos.

“Hmm…”

Seo Kyo-shin, que estaba con los brazos cruzados y se golpeaba el brazo con los dedos, se preguntó si él también debería haber preparado algo.

¡Toc-toc! ¡Screeeech!

Justo cuando giró la cabeza al escuchar los golpes en la puerta, esta se abrió de golpe y una figura pequeña y pálida entró a toda prisa.

“¡Uf! ¡Uf! ¡Lamento la tardanza!”

Había corrido tanto que su cabello peinado estaba desordenado y su rostro pálido estaba enrojecido.

La primera vez que lo vio, se preguntó por qué era tan hermoso, y ahora el "bebé", que seguía siendo igual de hermoso, jadeaba. Se dirigió directamente a Seo Kyo-shin y de repente se desplomó en el suelo.

“…?”

Seo Kyo-shin, que pensó que las piernas del "bebé" le habían fallado por correr tan fuerte, se disponía a levantarlo.

Shin-yeon, después de recuperar el aliento, le extendió el gran ramo de fresias con una expresión resuelta y exclamó:

“¡Señor Seo Kyo-shin, por favor, cásese conmigo!”

Seo Kyo-shin miró el ramo de fresias que tenía delante y se cubrió la cara con la mano.

“Aunque todavía no tengo muchas capacidades… ¡Trabajaré duro para hacerlo feliz!”

Shin-yeon se esforzó por parecer lo más resuelto y confiable posible, empujando el ramo aún más cerca.

El dulce aroma de las fresias le cosquilleaba la nariz, y la situación era tan absurda que Seo Kyo-shin estuvo a punto de soltar una carcajada.

Además, a través del cristal, todas las personas del restaurante los miraban.

Afuera de la sala, el mesero encargado también miraba fijamente a la pareja con una expresión de asombro.

“Hmm… Gracias por el ramo. ¿Por qué no te levantas primero?”

Seo Kyo-shin tomó el ramo, lo puso sobre la mesa y trató de ayudar a Shin-yeon a levantarse.

Shin-yeon, avergonzado, abrió la boca con los ojos llenos de lágrimas.

“…Se me acalambró la pierna.”

“Pfft… ¿Oh, se te acalambró la pierna?”

Con razón había cambiado sutilmente de rodilla durante la propuesta.

A Seo Kyo-shin, la situación le pareció tan ridícula que levantó a Shin-yeon con ambas manos.

“¡Oh!”

Se escuchó una exclamación desde fuera.

Sin importarle, Seo Kyo-shin sentó a Shin-yeon en la silla y le sostuvo la pierna que aún temblaba.

Mientras él le masajeaba la delgada pantorrilla con su mano grande, Shin-yeon contuvo las lágrimas, apretando la boca con una expresión que parecía a punto de gritar.

“Parece que el músculo ya se ha relajado.”

Con su pierna sostenida por la gran mano de Seo Kyo-shin, Shin-yeon la sintió tan delgada y débil que se sintió extrañamente profano.

Cuando bajó su rostro sonrojado y se frotó los ojos con la mano, una mano cálida le tocó la mejilla.

La mano, tan grande que parecía que le cubría toda la cara, acarició los ojos de Shin-yeon, limpiándole las lágrimas y cubriéndole la mejilla fría.

“Entonces, ¿por qué corriste? ¿Te gusta correr porque eres un bebé?”

“Pensé que iba a llegar tarde. Corrí para llegar rápido y que las flores no se marchitaran con el frío.”

“La próxima vez que pienses que vas a llegar tarde, solo envía un mensaje y ven despacio.”

Seo Kyo-shin acarició la pálida mejilla de Shin-yeon y luego le tiró de la comisura de sus labios, rojos como una camelia, con el pulgar.

“¿Eh?”

“Tu boca es pequeña.”

“No es pequeña. Puedo comer la mitad de una hamburguesa de un solo bocado.”

Seo Kyo-shin se rió entre dientes ante la tierna alarde del “bebé”, que con sus ojos inocentes hizo una pequeña forma de hamburguesa con sus manos.

“Eso es impresionante.”

Seo Kyo-shin volvió a sentarse y observó a Shin-yeon, quien tardíamente entregaba su abrigo y bufanda a un empleado.

Desde su cuello largo, sus hombros rectos se revelaban, seguidos por su esbelta espalda. Tenía las curvas únicas de un Omega, haciendo que su cuerpo fuera bastante hermoso.

Shin-yeon, que se veía aún más pálido en su suéter color marfil, estaba arreglando su cabello desordenado cuando se encontró con la mirada de Seo Kyo-shin.

De repente, sus mejillas se sonrojaron y desvió la mirada. Shin-yeon dudó un momento y luego dijo torpemente, mirando al techo:

“¿Qué, qué clase de restaurante es este?”

“Un restaurante italiano. Dicen que es un lugar que les gusta a los niños. ¿Hay algo que no comas?”

Shin-yeon sacudió la cabeza en respuesta a la pregunta de Seo Kyo-shin, diciendo que no tenía aversión a la comida ni alergias.

“Debes haberte esforzado mucho preparándote para el examen de ingreso, así que come mucho. Por cierto, ¿compraste muchas cosas que te gustaran con tu mesada, bebé?”

“Ah… eso… mi hermano… gulp. Él, él me dijo que la ahorrara, así que lo ahorré.”

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Así que Kim Shin-hee huyó y ¿se robó incluso la mesada de su hermano?

Seo Kyo-shin sonrió y le habló a Shin-yeon, quien sudaba profusamente.

“Y bien, ¿por qué el bebé me propuso matrimonio a mí, su futuro cuñado?”

“…”

“Y en un lugar público.”

Shin-yeon, que se encontró con los ojos oscuros y fríos de Seo Kyo-shin a pesar de su sonrisa, tragó saliva y apretó los puños.

Incluso si te atrapa un tigre, si te mantienes alerta… ¿sobrevivirás, verdad?

El repentino y directo cuestionamiento hizo que su cabeza diera vueltas, y Shin-yeon respondió sin pensar.

“¡Porque usted es mi tipo! No podía dejar que mi hermano lo tuviera. En este mundo, solo hay una persona llamada Seo Kyo-shin, y ese es usted, director.”

“Mmm… Solo uno, dices.”

“O-obviamente, sin contar a las personas que tienen el mismo nombre.”

Shin-yeon, que estaba usando en exceso las frases que había aprendido de internet, sintió una sensación de crisis al ver lo tranquilo que estaba Seo Kyo-shin.

Podría ser rechazado… No quiero quedarme sin hogar… No quiero fracasar.

“Director Seo, ¿no cree que está muy deslumbrante hoy?”

Ante la repentina pregunta de Shin-yeon, Seo Kyo-shin miró al cielo nublado con nieve que caía y le preguntó de vuelta.

“…¿Con este clima?”

“Usted está tan deslumbrante hoy, director, que pensé que había dos soles.”

Aunque sus propias palabras lo hicieron estremecerse, Shin-yeon miró a Seo Kyo-shin con descaro y los ojos llorosos.

La vergüenza era solo temporal. Su casa era preciosa, así que tenía que aguantar.

Seo Kyo-shin, que parecía haberse congelado por completo, miró por la ventana con una mirada que ya no era fría y dijo:

“Así que al bebé le gusta el clima nublado.”

“¡No es así! ¡A mí me gusta el clima soleado!”

“Así… como hace frío, puedo pedirle que me tome de la mano.”

Seo Kyo-shin miró a Shin-yeon, quien temblaba de vergüenza, con una expresión de asombro.

“No sé por dónde empezar a corregirte… bebé, si hubiera dos soles, la mayoría de la vida en la Tierra se extinguiría.”

"¡Como si no supiera eso!"

Sniff.

Sintiéndose injusto y triste, Shin-yeon dio un pequeño sorbo a la nariz y desvió la mirada.

En ese momento, Seo Kyo-shin se levantó tranquilamente de su asiento, se quitó la chaqueta, se la puso sobre los hombros y dijo:

“Estás vestido demasiado delgado. Si tienes frío, ¿le pedimos al mesero que nos cambie de mesa?”

"¡Es mi oportunidad!"

Shin-yeon, que movía los ojos, miró a Seo Kyo-shin y le extendió la mano, diciendo en voz baja:

“…P-por favor, tome mi mano.”

“Bueno, solo la mano.”

Su corazón latió innecesariamente cuando una mano grande envolvió la suya.

Shin-yeon levantó sutilmente la cabeza para ver a Seo Kyo-shin.

Su físico, acorde con su abrumadora altura de 197 cm, era completamente diferente al de una persona común.

Sus hombros anchos y grandes y los músculos visibles a través de su camisa de vestir eran aterradores.

Gulp.

Especialmente llamativas eran sus grandes manos, con venas marcadas, sus muñecas y sus antebrazos gruesos, cuyo nivel de entrenamiento se podía ver incluso a través de la camisa.

“Si terminaste de mirar, dame la otra mano.”

“…N-no estaba mirando.”

“Eso no es algo que pueda decir un bebé que acaba de tragar saliva.”

Shin-yeon tomó con cuidado la otra mano que Seo Kyo-shin le ofrecía y, sin darse cuenta, se maravilló.

“Wow… sus manos son realmente grandes y geniales.”

Se frotó los dedos en la palma firme, luego le tomó la muñeca y sintió el hueso muy grueso.

En ese momento, dos grandes dedos se deslizaron por la manga del suéter de Shin-yeon, acariciando suavemente su delgada muñeca y frotando la parte interior.

Este bebé no le teme a nada.

Seo Kyo-shin observó a Shin-yeon, que estaba absorto en el acto de tocar y sentir las muñecas y manos del otro.

Shin-yeon, que acababa de cumplir veinte años, no era más que un bebé con un suave vello.

Seo Kyo-shin se sintió mucho más atraído por Shin-yeon de lo que había esperado.

Seo Kyo-shin levantó la cabeza y miró los ojos marrones de Shin-yeon, que se encontraron con los suyos.

Qué va a pasar ahora que este bebé ha crecido para ser más hermoso que Kim Shin-hee.

Shin-yeon se mordió los labios rojos, tomó las manos de Seo Kyo-shin con fuerza y dijo:

“Por favor, cásese conmigo.”

“¿Qué tal si comemos primero y luego lo pensamos?”

“Sí…”

Seo Kyo-shin frotó lentamente la suave y pálida mano que lo sostenía y curvó la comisura de sus labios en una sonrisa.

Shin-yeon tocó el timbre para llamar a un empleado y el mesero de la sala entró.

El mesero les informó los platillos que podían elegir dentro del menú que Seo Kyo-shin había reservado y les preguntó el término de cocción del bistec.

“A mí, término medio.”

“Lo mismo para mí. Bebé, ¿vino?”

“Eh… No he probado el alcohol todavía.”

“Oh, ¿de verdad?”

Seo Kyo-shin, que había pedido una bebida en lugar de vino, seguía frotando la suave mano que tenía entre la suya y dijo:

“¿Cuándo vas a probar el alcohol? Probablemente beberás mucho cuando entres a la universidad.”

“Creo que lo haré antes. Creo que me reuniré con mis padres o mis amigos y beberé una vez.”

Con los ojos ligeramente entrecerrados, Seo Kyo-shin soltó la mano de Shin-yeon y habló.

“Parece que tienes buenas relaciones con tus compañeros. ¿Tus amigos son Tipos o Betas?”

“Tengo Betas, Omegas, Alfas recesivo, y Alfas dominantes. Me llevo bien con todos.”

Shin-yeon, que respondió con honestidad, continuó hablando amablemente sobre las personalidades de sus amigos y las universidades a las que habían sido aceptados.

Kim Shin-yeon no es tan turbio como Kim Shin-hee.

Kim Shin-hee, quien se comprometió con Seo Kyo-shin a la edad de veinte años, tuvo muchas quejas sobre el compromiso desde el principio y muchas cosas que ocultar.

Pero nunca faltó a sus reuniones regulares.

Porque podía disfrutar de buenas comidas y comprar sin límites con la tarjeta negra.

Dado que era un compromiso de negocios y no se preocupaba por él, Seo Kyo-shin pensaba que era lo correcto proporcionarle eso.

Seo Kyo-shin extendió la mano, acarició la mejilla y los ojos de Shin-yeon y le preguntó con voz sutil:

“Y bien, ¿había algún Alfa que te gustara? ¿Un primer amor o algo así?”

“¿Entre mis amigos, de verdad? Ugh…”

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Shin-yeon, frunciendo el ceño abiertamente, sacudió sus manos encogidas, se rascó los brazos y se estremeció de disgusto.

“Ellos no son un tipo para mí, incluso si son Alfas. ¡Y…! Yo, yo me, me enamoré de usted, director Seo.”

Shin-yeon, que recuperó la compostura tardíamente, intentó coquetear de nuevo y se sonrojó.

“Mmm…”

Con los ojos ligeramente entrecerrados, Seo Kyo-shin lo miró con una expresión de sospecha.

“No es mentira… Nunca en mi vida he visto a alguien que se vea tan bien en un traje como usted, director Seo.”

Seo Kyo-shin, que tocó la comisura de la boca de Shin-yeon mientras este evitaba su mirada y su voz se apagaba, quitó su mano y dijo:

“Eso es cierto.”

Poco después, el mesero encargado entró y el plato principal comenzó.

Durante la comida, mientras mantenían conversaciones triviales, Seo Kyo-shin naturalmente extrajo información de Shin-yeon.

Shin-yeon, cuya guardia se bajó al comer la deliciosa comida, reveló sutilmente su preocupación por sus padres.

Era natural, ya que la familia estaba en un estado de caos y revuelta debido a la huida de Kim Shin-hee.

Además, aunque Suhan era grande para una pequeña o mediana empresa, era difícil decir que sus cimientos fueran realmente sólidos.

Se notaba que la empresa solo había crecido por suerte, sin una base sólida y con falta de talento.

Si este compromiso de negocios no llegaba a un matrimonio y Seo Kyo-shin retiraba la inversión, era muy probable que Suhan se declarara en bancarrota.

Seo Kyo-shin le puso un trozo de bistec en la boca al gatito bebé, que coqueteaba con él de manera entusiasta para evitar que Suhan se arruinara.

“Ñam.”

“Comes muy bonito.”

“¿Usted no come, director Seo?”

“Sí, estoy comiendo.”

Por supuesto, su propósito no era solo comer, sino observar a Kim Shin-yeon mientras averiguaba sus verdaderas intenciones.

Shin-yeon, sin saber de las oscuras intenciones de Seo Kyo-shin, vio un signo de exclamación brillar en su cabeza.

…Creo que esta es una oportunidad.

Shin-yeon tomó un trozo de bistec bellamente cortado con su tenedor y se lo ofreció a Seo Kyo-shin.

“Usted también, director Seo. Si usted come bien, me sentiré lleno incluso si no como más.”

“Eso no es algo que un bebé debería decir.”

Seo Kyo-shin tomó la mano de Shin-yeon con la suya, la atrajo hacia él y le dio un bocado al bistec. El corazón de Shin-yeon se aceleró extrañamente.

Su rostro, tan hermoso que parecía sacado de una obra maestra, se mezclaba exquisitamente con su aura madura.

Seo Kyo-shin comió la carne y luego lamió ligeramente el jugo que le había quedado en la comisura de la boca con la lengua mientras miraba a Shin-yeon.

“…Eh, ¿puedo excusarme un momento?”

“Sí.”

Shin-yeon, con la cara enrojecida por la sensualidad del hombre, dejó su chaqueta en la sala y se dirigió al baño.

“Uf… Wow, qué ambiente tan sofocante. Los adultos son tan difíciles…”

Se sentía una aura que parecía dominar el espacio, una sensación que era a la vez aterradora y extrañamente sensual.

Como nunca había sentido algo así, era difícil de describir, pero estaba tan avergonzado que su cara se sentía caliente.

Shin-yeon se lavó las manos en el baño y regresó a la sala.

Justo cuando estaba a punto de tomar la manija de la puerta, escuchó la voz de Seo Kyo-shin desde adentro.

“Creo que tendré tiempo después de las 6 p.m. Parece que el Grupo París también tiene mucha prisa. Me piden que vaya a una cita a ciegas a pesar de que saben que tengo un prometido.”

…¿Una cita a ciegas?

Shin-yeon se congeló, agarrándose a la puerta, y contuvo la respiración para concentrarse en la conversación.

“¿No se reservó ya la sala de bodas? Claro, uno nunca sabe hasta que el matrimonio está registrado. Mmm… Si el compromiso con Suhan se rompe, la inversión se recuperará de inmediato.”

Shin-yeon se dio cuenta por el tono frío y resonante que el comportamiento amable de Seo Kyo-shin no era porque hubiera caído en su coqueteo.

Era evidente que Seo Kyo-shin había hecho un espacio en su agenda para ponerlo a prueba, sabiendo que Kim Shin-hee había huido. La intuición, cercana a la certeza, hizo que el cuerpo de Shin-yeon se pusiera rígido.

“…”

Pero no puedo pedirle que no recupere la inversión, ¿verdad? Aunque mi hermano haya huido.

Se dio cuenta de que los adultos se engañaban entre ellos, como si fingieran no saber lo que estaba pasando.

Kim Shin-hee, maldito… ¿Crees que con solo huir sin solucionar esto es suficiente?

Shin-yeon, que se mordía los labios y miraba fijamente la puerta, pensó que si cambiaba su actitud ahora, la situación solo empeoraría.

De todos modos, si él se casaba con Seo Kyo-shin, Suhan no se iría a la quiebra de inmediato.

Eso, claro, si su propuesta tenía éxito.

Toc-toc.

Shin-yeon tocó la puerta, controló su expresión y volvió a la sala.

Terminó la comida y el postre con Seo Kyo-shin, que justo había terminado su llamada, y continuaron la conversación casual.

A pesar de que el ambiente era agradable, Shin-yeon estaba absorto en sus pensamientos, preguntándose cómo podría ganarse el corazón de este hombre.

“Si ya terminaste de comer, ¿nos vamos?”

“Sí.”

Justo cuando Seo Kyo-shin estaba a punto de tomar el ramo de fresias y llamar a un empleado, Shin-yeon se le acercó y le ofreció su chaqueta.

“Ya no tengo frío.”

Seo Kyo-shin, que tomó la chaqueta y se la puso, no pudo evitar sonreír por el leve aroma a fresia que sentía.

El resentimiento que emanaba de las feromonas del joven Omega le pareció a la vez divertido y bastante tierno.

¿Debe haber escuchado mi llamada antes?

Con los ojos entrecerrados, Seo Kyo-shin leyó la verdad en el repentino cese de su coqueteo y en la expresión de Shin-yeon, que evitaba su mirada.

Shin-yeon acababa de ponerse el abrigo y la bufanda que el empleado le había devuelto. Seo Kyo-shin le confió el ramo por un momento, se puso su propio abrigo y susurró:

“¿Sabes que el lenguaje floral de las fresias es ‘apoyo un nuevo comienzo’? ¿Con qué clase de persona pensaste que tendría un nuevo comienzo para preparar un regalo así?”

“El olor de mis feromonas, suspiro… No, no es eso. También tiene muchos otros buenos significados. Si no le gusta el ramo, me lo llevaré de nuevo.”

Shin-yeon, que no pudo ocultar por completo su molestia, se inclinó primero ante Seo Kyo-shin, que salía después de pagar, y dijo:

“Gracias por la deliciosa comida. Gracias por hacerme un espacio y por favor, considere seriamente mi propuesta. Me voy ahora.”

Shin-yeon, con la cabeza gacha, abrazó el ramo, caminó rápidamente hacia adelante y de repente comenzó a correr.

Seo Kyo-shin vio la espalda de Shin-yeon, que había huido de su vista en un instante, subió al auto que había salido del estacionamiento subterráneo y se sentó en el asiento del conductor.

“No se puede hacer nada.”

Seo Kyo-shin golpeó el volante con los dedos y salió del restaurante.

Mientras tanto, Shin-yeon, que había salido del restaurante lo más rápido posible con el ramo en los brazos, caminaba a rastras por la calle donde el viento era tan frío como un cuchillo.

“Maldita sea… Debí haberme aguantado. ¿Cómo pude arruinarlo todo por no aguantar…? No. Tal vez solo me iba a usar. Quizás es mejor rendirse pronto.”

Después de todo, el Grupo París tiene una alta posición en el mundo de los negocios y ni siquiera se puede comparar con una pequeña o mediana empresa como Suhan.

“¿Acaso terminar en la calle no era algo que ya estaba escrito desde el principio?”

No, ¿no sería mejor al menos intentarlo hasta el final?

Porque al menos podría retrasar la retirada de la inversión.

Shin-yeon miró el ramo que tenía en sus brazos y se sintió confundido, preguntándose si su joven mente era demasiado orgullosa e ignoraba la realidad.

“Quizás yo también debería ir a una cita a ciegas con otra persona…”

Shin-yeon, que caminaba sin fuerzas, vio un basurero y miró fijamente el ramo de fresias.

“Lo compré para nada…”

Cuando se acercó al basurero, Shin-yeon levantó el ramo con un movimiento brusco, con la intención de lanzarlo y que entrara de un solo tiro.

¡Thud!

En ese momento, una mano grande se extendió desde atrás y agarró la mano que sostenía el ramo.

Shin-yeon giró la cabeza bruscamente y se estremeció.

Seo Kyo-shin lo miraba desde arriba. El viento agitaba ligeramente su abrigo negro y su cabello.

“Suélteme.”

“Esto es mío.”

Seo Kyo-shin le quitó el ramo a Shin-yeon, mientras admiraba sus ojos enrojecidos y llenos de lágrimas.

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Seo Kyo-shin, que envolvió su mano grande alrededor de la pálida barbilla de Shin-yeon, le habló a este, que estaba a punto de llorar de molestia.

“Parece que el bebé estaba enojado.”

“No soy un bebé, ¿eh? ¡Ya tengo veinte años!”

Shin-yeon, con la barbilla sujetada, trató de agarrar la mano de Seo Kyo-shin y apartarlo, pero él no se inmutó.

“Tienes veinte años, ¿por qué huyes? Hice un espacio en mi agenda solo para ti. Todavía nos queda mucho tiempo para estar solos. ¿No te parece una pena irte tan pronto?”

No, no lo es para nada.

“Dijiste que te enamoraste de mí y hasta me propusiste matrimonio. ¿Te rindes tan fácilmente?”

Seo Kyo-shin soltó la barbilla de Shin-yeon, dio un paso atrás y dijo:

“Bueno, si ese es el caso, no se puede hacer nada.”

Mientras olfateaba el ramo y caminaba hacia su auto estacionado en la calle, a punto de abrir la puerta del conductor.

Sintió una mano que le agarraba el abrigo por la espalda. Se giró y vio a Shin-yeon, que dudó un momento y luego habló:

“Yo… cómpreme una bebida.”

“¿Vas a empezar a beber en el día?”

“Si no me va a comprar una, me voy.”

A pesar de haber reunido todo su coraje para detenerlo, Shin-yeon soltó la solapa del abrigo y se dio la vuelta ante el tono frío y sarcástico de Seo Kyo-shin.

¡¡Thud!

Pero su muñeca fue agarrada de nuevo y fue arrastrado. Shin-yeon fue tirado hacia los brazos de Seo Kyo-shin de una sola vez, como un muñeco de papel sin fuerzas.

“…?”

Shin-yeon, que había hundido la cabeza en su pecho, la levantó. Seo Kyo-shin, con una expresión algo fría, habló.

“Nunca dije que no te la compraría.”

“…No quiero beber con usted, director Seo. ¿Va a comprarme un trago y luego me va a dejar? ¡Lo sé todo!”

Puedo verlo en sus ojos, lo sé perfectamente.

“¿Ja!”

“¡A ver quién deja a quién!”

Seo Kyo-shin se rio con incredulidad ante el siseo de Shin-yeon, que había saltado a una conclusión y se había erizado. Primero, abrió la puerta trasera del auto y lo subió. Aunque quería ponerlo en el asiento del pasajero, este estaba del lado del tráfico, así que el asiento trasero era más seguro.

“Esto es una calle, no puedo estacionarme aquí por mucho tiempo. Si me quedo un poco más, me multarán.”

…Una multa es demasiado.

Shin-yeon, que se sentó dócilmente en el asiento trasero, le dijo a Seo Kyo-shin con seguridad antes de cerrar la puerta del auto:

“…E-es por la multa que me subo.”

Seo Kyo-shin, ya en el asiento del conductor, miró a Shin-yeon, que se limpiaba los ojos con las manos en el espejo retrovisor, y luego arrancó el auto.

Ya que logré capturar al gatito fugitivo, ¿qué debo hacer ahora?

La comisura de la boca de Seo Kyo-shin, que acariciaba el volante con los dedos, se levantó bruscamente.

La sala de estar de un ático con vistas al centro de Seúl.

 

 

Shin-yeon estaba ligeramente sostenido en los brazos de alguien.

Su visión giraba sin control y todo era un desastre, como si se hubiera emborrachado con un licor dulce desde la boca hasta las entrañas.

¿Cómo terminé así?

“Ah… ¿Bebí? Es verdad, bebí… ¿Con quién bebí?”

El techo alto parecía que se le iba a caer encima, así que Shin-yeon abrazó a alguien con ambos brazos.

Su rostro se inclinó naturalmente hacia los anchos hombros, el cuerpo caliente y el dulce aroma a acacia que le cosquilleaba la nariz.

“Sigh…”

Shin-yeon enterró la nariz en la piel caliente, tomó una respiración profunda y se revolvió en el cabello que sostenía en sus manos.

“El bebé no debería beber afuera.”

Mientras Shin-yeon se relajaba con el aroma de la acacia de principios de verano, se dio cuenta de que había entrado en un lugar oscuro y desconocido.

¡¡Plop!

“…¿Ah?”

Shin-yeon, que de repente cayó sobre una cama mullida, se tambaleó al ver al hombre considerablemente alto parado frente a él.

“Wow… ¿Es usted un hombre guapo? Esto es increíble… ¿Es actor?”

“¿Cómo vas a saber quién soy si bebiste tanto que no pudiste con ello?”

“Nono… bebí bien…”

Shin-yeon abrazó la cintura del hombre con ambos brazos y murmuró una respuesta.

“Levanta los brazos.”

Shin-yeon levantó los brazos siguiendo la voz familiar. Su suéter fue retirado y, poco después, sus pantalones también.

Shin-yeon, que de repente se encontró en ropa interior, miró fijamente al hombre que se quitaba la camisa y le preguntó:

“¿Por qué se quita la ropa?”

“Porque el bebé se derramó alcohol encima.”

Seo Kyo-shin respondió a Shin-yeon, que se había emborrachado por completo después de probar todo el alcohol de su casa.

La razón por la que no había bebido afuera y lo había llevado a su casa era porque no quería que su tiempo juntos fuera interrumpido.

Además, era su primera vez bebiendo y, si actuaba de forma tan adorable afuera, sería un problema.

Kim Shin-yeon, sentado en la cama solo en su ropa interior, no intentó ocultar su cuerpo pálido y lo expuso por completo.

A pesar de ser un Omega recesivo, la pureza de sus feromonas era buena, por lo que su cuerpo era hermoso y su cintura era delgada, dando una impresión lujuriosa.

“La cabeza… la cabeza…”

Seo Kyo-shin bajó la cabeza ante los gestos del Shin-yeon, medio inconsciente, y sus manos blandas le agarraron las mejillas.

“Wow… ¿Cómo se puede ser así…? Es guapo, es bonito, es sexy… Sigh, mi primer beso…”

Shin-yeon, cuya lengua estaba suelta y murmuraba para sí mismo, de repente tiró de la cabeza de Seo Kyo-shin y juntó sus labios.

Smooch.

Seo Kyo-shin se rio a carcajadas cuando los labios blandos de Shin-yeon se movieron torpemente sobre los suyos y luego los mordieron.

“Jaja, este borracho.”

Shin-yeon, que se estremeció ante sus palabras, se separó de sus labios y lo miró fijamente. Luego, sacó la lengua para lamer ligeramente la parte interna de sus labios y ladeó la cabeza.

“No sabe a limón… ¿Wow… esto es un timo!”

“¿Creías que el primer beso sabe a limón? ¿Lo creíste ingenuamente porque eres un bebé?”

El hombre, que lo miró mientras se quejaba de un "timo" con una expresión de total injusticia, lo alzó en sus brazos y lo acostó en el centro de la cama.

“¿Por qué no duermes un poco?”

Seo Kyo-shin miró a Shin-yeon, que estaba enterrado en las sábanas empapadas con sus feromonas, y dijo.

Pero los dos brazos delgados de Shin-yeon se envolvieron alrededor de su cuello y lo jalaron.

“Quiero aprender a besar… Besar…”

“¿Con quién vas a hacerlo?”

“Quiero seducir a Seo Kyo-shin con un beso…”

Ante las palabras arrastradas de Shin-yeon, que estaba ebrio y parecía a punto de morir de sueño, Seo Kyo-shin le rodeó la nuca con una mano y le dijo:

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“¿Por qué tienes que seducirme? ¿Es porque Kim Shin-hee se embarazó en secreto y huyó con el padre del bebé?”

“Yo… no quiero ir a la bancarrota… Si no tengo un hogar… si no tengo un h-hogar… Sniff.”

Murmurando, Shin-yeon rompió a llorar y confesó que tenía que seducir a Seo Kyo-shin para no quedarse sin hogar.

“Ajá. ¿Tienes miedo de perder tu casa y acabar en la calle si la empresa quiebra?”

“Sniff, sniff… No quiero ir a la bancarrota… Cásese conmigo… ¿Eh? Cásese conmigo… Cásese conmigo, por favor… Me portaré bien. Hiccup!”

Seo Kyo-shin lo abrazó y lo palmeó en la espalda mientras sollozaba y le rogaba que se casaran.

Shin-yeon, abrazado por uno de sus brazos, levantó la cabeza. Besó todo su rostro mientras lo miraba desde arriba, luego de repente lo empujó hacia un lado, haciéndolo caer.

Luego, se sentó sobre el vientre de Seo Kyo-shin, le abrazó el cuello, le mordió y succionó los labios, y le metió la lengua.

“…?”

El problema ocurrió cuando él, que se movía y lamía el interior de su boca, se detuvo y levantó la cabeza.

“Creo que… ¿quiero vomitar?”

“¡…!”

Seo Kyo-shin se levantó de la cama como un rayo, lo cargó y corrió al baño.

Shin-yeon, que terminó vomitando todo en el inodoro, se durmió allí mismo, con la cabeza contra la pared.

“Como un gatito bebé, causa problemas por todas partes.”

Seo Kyo-shin cargó al Shin-yeon inconsciente, le enjuagó la boca, lo bañó, limpió el baño y regresó a la habitación.

Seo Kyo-shin, que se había bañado junto a Shin-yeon en la bañera, acostó a Shin-yeon, envuelto en una gran bata de baño, cuidadosamente sobre la cama.

“Mmm, ugh… ugh…”

“Está experimentando de todo en su primera vez bebiendo.”

Seo Kyo-shin, con solo una toalla alrededor de la cintura, cubrió a Shin-yeon con una manta y se sentó a su lado.

Shin-yeon enterró la cabeza en su almohada, se frotó la cara contra ella y le agarró los dedos.

“¿Qué haré con este torpe gatito bebé?”

Seo Kyo-shin se inclinó, le dio un beso a Shin-yeon y luego deslizó sus labios hacia abajo.

Mientras le lamía el largo y blanco cuello con su lengua, un rico y dulce aroma a fresia se desprendió.

Bzzzzt-

Seo Kyo-shin, que estaba a punto de abrir los costados de su bata de baño, ebrio por el aroma del Omega, detuvo su mano por la vibración de su teléfono.

Pensó en ignorarlo, pero la vibración no se detenía, lo que lo obligó a levantarse.

Bueno, hay mucho tiempo.

“¿Qué tal si lo pienso con calma?”

Tomó su teléfono, salió de la oscura habitación y presionó el botón de llamada.

-¿Dónde estás?

“Cancelamos o posponemos la cita a ciegas de hoy.”

-Todos han llegado al lugar. Ven de inmediato.

Seo Kyo-shin salió a la sala y se dirigió al bar que tenía en un rincón. Luego, tomó el vaso que Shin-yeon había dejado y dijo:

“No estoy decepcionado, así que está bien. Si su orgullo está herido, que busquen otra cita a ciegas.”

-…¡Tú, tú!

“¿Acaso es el primer día que sabes que soy un sinvergüenza? Corto.”

Después de terminar la llamada, Seo Kyo-shin se bebió el alcohol que quedaba en el vaso y tomó el teléfono de Shin-yeon que estaba sobre la barra.

“Mmm…”

Abrió el teléfono sin el permiso del dueño, entró en la aplicación de mensajería y revisó la lista de amigos.

Seo Kyo-shin revisó cada uno de los perfiles de mensajería y prestó especial atención a los amigos que contactaban a Shin-yeon constantemente.

Según su investigación, los amigos con los que Shin-yeon salía en grupo eran ambos Alfas dominantes.

[Ji Won-min: No me contestas. ¿Te pasa algo? ¿Estás desaparecido? Si no me llamas para mañana, voy a tu casa.]

[Seol Lee-jun: Me estás jodidamente ignorando. Te voy a matar cuando te encuentre.]

Después de ver los rostros de los Alfas molestos, instaló secretamente una aplicación de rastreo en el teléfono de Shin-yeon.

Y eso no fue todo.

Seo Kyo-shin se bebió todo el alcohol que Shin-yeon había dejado y comenzó a hackear su teléfono.

Seo Kyo-shin, que había aprendido a hackear en su juventud mientras vivía en el extranjero para perfeccionar su pasatiempo de cazar y eliminar la basura humana, se sumergió en el teléfono de Shin-yeon en un instante.

Tomó un dispositivo extra de su estudio y lo sincronizó con el teléfono de Shin-yeon.

Ahora, con el teléfono sincronizado, podía ver los mensajes que Shin-yeon enviaba y recibía, interceptar sus llamadas e incluso espiar.

Una fría satisfacción fluyó en los ojos de Seo Kyo-shin. Con una sonrisa que nunca mostraría frente a los demás, tomó el teléfono de Shin-yeon y regresó a la habitación.

“Ugh… ugh…”

Shin-yeon gemía, sujetándose el estómago, como si le doliera. Seo Kyo-shin dejó el teléfono en la mesita de noche, sonrió y murmuró:

“El bebé se atrevió a proponerme matrimonio sin miedo.”

“Ugh…”

Seo Kyo-shin abrazó a Shin-yeon, que fruncía el ceño por el dolor de estómago, y le susurró al oído:

“Cometiste un error.”

Incluso si tu familia se arruinaba, debiste haber huido sin importar qué.

“¿Cómo te atreves a saltar a mis brazos para proponerme matrimonio sin saber lo que podría hacer? ¿Eres tan joven que no sabes cómo huir?”

Seo Kyo-shin miró con cariño al pequeño gatito, del tamaño de un bocado, y le acarició la mejilla.

“¿Debería darte una oportunidad para huir? Todavía eres un bebé, tan lindo y patético.”

* * *

Shin-yeon, incapaz de soportar el dolor de cabeza y el estómago agrio, abrió los ojos y miró lentamente a su alrededor en la habitación desconocida. El dormitorio, decorado en tonos negros, era bastante lujoso, pero también demasiado oscuro.

“…”

Shin-yeon, que miraba atontado desde el centro de la cama inmensamente grande, vio que la camiseta que llevaba era tan grande que casi parecía un minivestido.

Inconscientemente se levantó la camiseta, y luego la bajó rápidamente.

“…¿Dónde está mi ropa interior?”

Las pupilas de Shin-yeon temblaron. Levantó la camiseta de nuevo, revisó su piel con cuidado, y, por si acaso, bajó la mano para tocarse abajo.

“No me duele… ¿Así que solo dormí, verdad…?”

Mientras se envolvía nerviosamente en la manta, la puerta del dormitorio se abrió y Seo Kyo-shin entró.

“¿Dormiste bien?”

“…¿Dónde estamos?”

“En mi dormitorio.”

Ante sus palabras, Shin-yeon abrió y cerró la boca con los ojos temblorosos por la ansiedad. Tan pronto como se dio cuenta de que se había emborrachado tanto que se había quedado dormido en el dormitorio de Seo Kyo-shin, su pálido rostro se puso rojo.

“El bebé no debería beber afuera. Tenías unos hábitos bastante malos, ¿sabes? ¿Cómo te sientes del estómago? Debes tener el estómago muy sensible después de vomitarlo todo.”

“…¡Lo siento!”

Seo Kyo-shin se rio al ver a Shin-yeon, que se había dado cuenta de la verdad tardíamente y se disculpaba asustado, y le dijo:

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“¿Cómo se siente tu primera vez bebiendo?”

“…Me muero.”

Seo Kyo-shin se acercó a Shin-yeon, que murmuraba con una cara demacrada, y lo despojó de la manta para alzar al gatito bebé que no se movía.

“Vamos a comer algo para la resaca.”

Mientras salían de la habitación en los brazos de Seo Kyo-shin, Shin-yeon lo miró aturdido y habló.

“Dicen que puedes soñar con un futuro con alguien que puede soportar todos tus malos hábitos de borracho y aún así sonreír. Por favor, hágase un tiempo y cásese conmigo.”

Ante el torpe coqueteo que había comenzado de nuevo, Seo Kyo-shin dijo mientras se dirigía al comedor:

“Lo siento, pero mi conciencia me pica cuando pienso en casarme con alguien diez años menor que yo, así que no sé qué haré.”

“Diez años no son tantos como cree…”

Seo Kyo-shin, que sentó a Shin-yeon en una silla mientras este intentaba refutar, dijo mientras preparaba una sopa caliente para la resaca:

“Hay una gran brecha generacional, ¿sabes? Si tan solo fueras nueve años más joven. Si ese fuera el caso, ya habríamos registrado nuestro matrimonio.”

A diferencia del gatito bebé Shin-yeon, cuyos labios se habían torcido en una mueca, Seo Kyo-shin tenía una sonrisa brillante en todo el rostro.

“Es una verdadera pena, ¿no crees?”

 

Seo Kyo-shin es realmente difícil.

Habían pasado tres días desde que Shin-yeon se emborrachó por primera vez y se quedó a dormir en la casa de Seo Kyo-shin.

Shin-yeon estaba sentado en su escritorio con los brazos cruzados y miraba con ojos de cuchillo el mensajero en la pantalla del monitor.

[Kim Shin-yeon: Buenos días, ¿verdad? El clima es agradable, ¿tiene tiempo? Por favor, cásese conmigo.]

[Seo Kyo-shin: Al bebé definitivamente le gusta el mal tiempo. (Foto de la ciudad con una nevada récord)]

[Seo Kyo-shin: Estaré muy ocupado por un tiempo, así que es difícil casarme contigo ^^. ¿Qué tal si estudias inglés mientras esperas? (Enlace: Inglés fácil para principiantes…)]

Shin-yeon, que miraba la pantalla con una expresión de enfado, se arrancó el cabello con ambas manos, se retorció y gritó:

“¿Quién dice que no estudio inglés? ¡Estudio muy duro! Ja, hay una verdadera brecha generacional. ¿Acaso te salen espinas en la boca si no me dices que estudie al menos una vez al día?”

Para ser honesto, Shin-yeon quería dejar de estudiar y disfrutar su vida diaria.

También quería conseguir un trabajo a medio tiempo y salir con sus amigos antes de empezar la universidad.

“Si no fuera por Kim Shin-hee…”

Shin-yeon, que se apoyó en el escritorio, de repente se sintió tan mal que se puso a llorar y apagó el mensajero.

Salió de la habitación deprimido, se sentó pesadamente al lado de su madre que estaba viendo la televisión en la sala, y se quejó.

“Mamá… ¿Qué hago si no puedo casarme con Seo Kyo-shin?”

“No estoy esperando nada. Tu padre está trabajando duro para encontrar un inversor, así que vamos a esperar y ver.”

La madre de Shin-yeon, con una cara de resignación, le puso un trozo de fruta en la boca y le dijo.

“No te esfuerces demasiado y vive bien tu vida. Me pregunto si el mayor estará bien con su bebé. Probablemente lo esté pasando mal.”

“No. Kim Shin-hee debe estar de lo mejor. Mi hermano es egoísta porque lo mimaron demasiado de pequeño por ser bonito. No le importa su familia.”

Ante las palabras de Shin-yeon, su madre asintió con la cabeza, aceptando en parte, y dijo:

“Aun así, es la vida de tu hermano, así que no pienses tan mal. De todos modos, la empresa sobrevivió gracias al compromiso de tu hermano… Es en gran parte culpa de tu padre por no haber hecho crecer la empresa correctamente en tres años.”

Ante las palabras de su madre, que suspiraba, Shin-yeon se encorvó con una expresión de tristeza, luego se levantó y volvió a su habitación.

¡¡Bzzzzt! ¡¡Bzzzzt!

[Seol Lee-jun]

Shin-yeon, con una cara de enfado, se tumbó en la cama con el teléfono en la mano y pulsó la tecla de llamada.

-¡Kim Shin-yeon, pedazo de loco! ¡¿Por qué estás ignorando todas mis llamadas?!

“Oye… Mi hermano se metió en problemas con otro Alfa y huyó.”

-…¿Qué? No me digas que, ¿está embarazado?

Shin-yeon dio una vaga respuesta afirmativa a la pregunta de Seol Lee-jun y se retorció en la cama, gimiendo.

“Mi hermano ya huyó, pero el lado de su prometido nos informó que ya han reservado la sala de bodas. Si no lo resolvemos en dos meses, nuestra familia se irá a la quiebra… De verdad que vamos a terminar en la calle.”

-¡Kim Shin-hee no es un completo lunático?! Entonces, ¿estás en casa? Si es así, sal en 20 minutos.

Shin-yeon respondió con un “está bien” a la voz agitada de Seol Lee-jun y se levantó de la cama, despeinado.

Se cambió de ropa rápidamente, se puso un abrigo largo y solo se llevó el teléfono y la cartera.

¿Debería llamar a Seo Kyo-shin una vez más?

“Sigh… Parece que sigue teniendo citas a ciegas incluso después de haber fijado una fecha para la boda. Es obvio que no le intereso. Mi familia no es gran cosa, mi rasgo es recesivo y ni siquiera soy guapo.”

Tal vez debería estar agradecido de que siquiera me preste atención.

“Aunque detuve una cita a ciegas, puede fijar otra para encontrarse con alguien más. Quizás… ¿Debería dejar la universidad y conseguir un trabajo primero?”

Shin-yeon, que murmuraba con una expresión deprimente, se golpeó la cabeza contra la pared y luego, a los 20 minutos, salió por la puerta principal, diciéndole a su madre:

“Mamá, voy a ver a mis amigos.”

“De acuerdo. Diviértete.”

Shin-yeon, con la cara desanimada, salió de la puerta con pesadez, y poco después vio que se acercaba un vehículo desconocido.

“…”

“¡Kim Shin-yeon!”

En ese momento, la ventanilla del pasajero se bajó y Ji Won-min sacó la cabeza y le hizo un gesto con la mano.

¡¡Screech!

“¡¿Estás bien?!”

Tan pronto como el auto se detuvo, Ji Won-min se bajó del asiento del pasajero y se acercó a Shin-yeon.

Ji Won-min, que medía 185 cm, bajó la cabeza para mirar el rostro de Shin-yeon, apartándole el suave cabello castaño.

A diferencia del delicadamente apuesto Ji Won-min, Seol Lee-jun, que se bajó del asiento del conductor, era un hombre guapo con una impresión feroz de matón.

Pero no era un matón de verdad, solo tenía esa apariencia.

Seol Lee-jun, que era 2 cm más alto que Ji Won-min, se acercó rápidamente, miró la casa y preguntó:

“¿Tus padres están bien? ¿Me enteré de que tu hermano huyó?”

“¿Qué, cuándo te compraste un auto? Lo de mi hermano huyendo es una cosa… pero el problema es que la empresa de su prometido podría retirar la inversión de golpe.”

Shin-yeon, que había contado honestamente la situación de su familia a sus amigos, bajó la cabeza con los ojos enrojecidos. Ji Won-min lo abrazó y le dijo:

“Nuestro Yeon debe estar muy molesto. Hace frío, así que subamos al auto primero.”

Shin-yeon se subió al asiento trasero del auto con Ji Won-min.

Seol Lee-jun, sentado en el asiento del conductor, miró a Shin-yeon por el espejo retrovisor y preguntó:

“¿Cuánto invirtieron para que sea un problema?”

“No sé la cantidad exacta, pero dicen que es cerca de 10 mil millones de wones… Incluso si vendemos nuestra empresa y nuestra casa, no podemos conseguir 10 mil millones de wones.”

Ante las palabras de Shin-yeon, Seol Lee-jun y Ji Won-min suspiraron al mismo tiempo y pusieron cara de dolor de cabeza.

Les daba pena por Shin-yeon, pero Suhan no era una empresa con un alto valor futuro.

Era conocida en la industria por ser diligente y no tener defectos, por lo que muchas empresas trataban con ellos de manera constante.

Sin embargo, no tenía potencial de crecimiento porque no invertía en equipos nuevos y tecnologías avanzadas, y carecía de sustancia para su tamaño.

Recientemente, la tasa de defectos había comenzado a aumentar, y su credibilidad se estaba tambaleando lentamente.

“Parece que ese hombre estaba realmente enamorado de tu hermano. Invirtió tanto porque lo marcó como su Omega. Para tenerlo y mantenerlo cerca.”

Con la explicación de Ji Won-min, Shin-yeon pensó que, dado que su hermano había huido, Seo Kyo-shin no tendría ningún apego a Suhan.

“Entonces, ¿no importa cuánto me esfuerce, no puedo evitar que terminemos en la calle? ¿Incluso si le ruego que se case conmigo en lugar de mi hermano?”

¡¡Screech!

“¡¿Agh?!”

Seol Lee-jun, que estaba conduciendo mientras escuchaba la conversación, frenó de golpe, se giró con una cara feroz y le dijo:

“¡Eres un idiota, ¿estás loco?! ¡¿Quieres morirte?! ¡¿Quién diablos le ruega a alguien que se case contigo?! ¡Joder!”

“¡Entonces, ¿qué quieres que haga?! ¡Tengo que hacer algo para evitar que la empresa quiebre! ¡Sé que no soy tan bueno como mi hermano y que mi rasgo es inferior! Pero, al menos puedo intentarlo…”

Shin-yeon, que había estado gritándole a Seol Lee-jun, que gruñía ferozmente, finalmente se echó a llorar y luego estalló en un llanto por la injusticia de todo.

“¡Agh, en serio, eres un bebé! ¡Límpiate la nariz!”

“¡No se me ha escurrido nada!”

“Yeon, ¿estabas muy molesto? Nosotros también lo estamos, por eso reaccionamos así.”

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Ji Won-min, que tenía a Shin-yeon en sus brazos, lo consoló suavemente mientras le secaba los ojos con la mano.

Shin-yeon sollozó y miró fijamente a Seol Lee-jun. Sus ojos, con las pestañas empapadas en lágrimas, se enrojecieron rápidamente, cambiando extrañamente el ambiente.

Seol Lee-jun también miró fijamente a Shin-yeon, que tenía un complejo de inferioridad sobre su apariencia sin ser consciente de su propio atractivo, y dijo:

“Solo intenta hacer algo estúpido. No te dejaré solo. ¿Y por qué ibas a terminar en la calle? Nos tienes a nosotros.”

“…Ya lo hice.”

“¿Qué…?”

“Ya hice esa estupidez…”

Ante el murmullo de Shin-yeon, Seol Lee-jun se estacionó a un lado y Ji Won-min, con una cara de pánico, dijo:

“No, espera, Shin-yeon. Dame tu teléfono.”

“Ah, no…”

“Quítaselo.”

Ante las palabras de Seol Lee-jun, que tenía los ojos encendidos, el dócil y amable Ji Won-min también se enfureció y le arrebató el teléfono a Shin-yeon.

“¡No! ¡No!”

“Sí, tus hyungs solo van a revisar.”

Ji Won-min sujetó y inmovilizó ambas manos de Shin-yeon, y Seol Lee-jun abrió la aplicación de mensajería del teléfono.

Cuando los dos revisaron el historial de conversaciones recientes con Seo Kyo-shin, sus caras se oscurecieron y luego sus expresiones cambiaron extrañamente.

“Oye… te dije que no aprendieras cosas raras de internet.”

“¡Decía que era un método de coqueteo de maestros!”

“¿Quién caería en esto? No, ¿es coqueteo del milenio? Y si un niño le ruega abiertamente a un adulto que se case con él, ¿crees que el adulto diría que sí?”

Ji Won-min y Seol Lee-jun miraron los mensajes detenidamente y le dijeron a Shin-yeon con una expresión que parecía que iban a morir de incredulidad.

“Es obvio que él se lo está tomando a regañadientes porque es una molestia. Y es solo porque eres el hermano de Kim Shin-hee.”

Flinch.

Ante las palabras de sus amigos, Shin-yeon se dio cuenta de que su suposición era correcta. Al mismo tiempo, su pecho le dolió como si le hubieran pinchado con una aguja.

Shin-yeon bajó la mirada y habló en voz baja.

“Les dije que al menos lo intentaría. Estaba así de desesperado. Solo déjenme bajar aquí. Suéltenme.”

Shin-yeon retorció su muñeca para soltarse de la mano de Ji Won-min, le arrebató el teléfono a Seol Lee-jun y trató de abrir la puerta del auto.

¡¡Click!

“¿Qué te hace pensar que puedes quejarte de bajar aquí? Tonto, si algo así sucediera, al menos deberías haberlo discutido con nosotros de inmediato…”

Ante el regaño de Seol Lee-jun, Shin-yeon se atragantó y dijo:

“¿De qué serviría discutirlo? ¿Van a donar 10 mil millones de wones? Siendo realistas, no es una cantidad con la que puedan hacer algo.”

“¡Aun así!”

“¡Solo abre la puerta!”

Ante el grito agudo de Shin-yeon, Seol Lee-jun lo miró fríamente y luego arrancó el auto y aceleró.

“Shin-yeon, sé que estás frustrado y sé que haces esto por tu familia. Pero estamos aquí, y no vamos a dejar que termines en la calle.”

Ji Won-min abrazó a Shin-yeon, le dio palmaditas, enterró su cabeza en su hombro, y reflexionó con una mirada fría en sus ojos.

“O, ¿qué tal si te comprometes con uno de nosotros?”

“¿Qué…?”

Ji Won-min levantó la cabeza, miró a Shin-yeon y sonrió amablemente.

“Aunque no sean 10 mil millones de wones, podemos ayudar. Nosotros también tenemos dinero.”

“¡Qué tonterías estás diciendo! ¡Seol Lee-jun, ¿por qué te callas en un momento como este?!”

Mientras Shin-yeon, que estaba confundido, empujaba a Ji Won-min y gritaba, Seol Lee-jun habló con una expresión seria.

“Porque no está equivocado. Al menos no dejaremos que tú y tus padres terminen en la calle. Si realmente parece que va a pasar, casarte con uno de nosotros es la mejor opción.”

“¡Están locos! ¡¿Cómo vamos a casarnos?! ¡¿Intentan casarse por amistad?!”

Un silencio incómodo se apoderó del auto ante el grito desesperado de Shin-yeon.

Ninguno de los dos, ni Seol Lee-jun ni Ji Won-min, lo negaron, y simplemente lo miraron en silencio.

En el auto silencioso, Seol Lee-jun le sonrió a Shin-yeon a través del espejo retrovisor y dijo:

“Un amigo se convierte en ‘cariño’, y ‘cariño’ se convierte en ‘mi amor’. ¿Qué tal si empezamos a llamarnos ‘cariño’ desde hoy?”

“¡Lo que dices es una tontería, una tontería que te mereces una bofetada! ¡Idiota, deja de ver dramas!”

“Que los amigos terminen juntos es lo que más pasa en la vida.”

Shin-yeon maldijo a sus amigos que de repente decían tonterías, y luego se sintió aún más vacío al pensar que Seo Kyo-shin debía estar lidiando con él con la misma sensación.

Poco después, Seol Lee-jun lo llevó a un gran museo de arte.

“¿Por qué vinimos aquí?”

“La amiga de mi hermana mayor está haciendo una exhibición. Nos pidió que fuéramos a felicitarla. El restaurante al lado del museo es bueno. Comamos allí.”

Ante las palabras de Seol Lee-jun, Shin-yeon se sintió avergonzado, miró su ropa descuidada y luego miró a Ji Won-min, que estaba sentado a su lado.

Al observar detenidamente… vio que los dos se habían vestido de manera elegante y con estilo.

“¡Por qué no me lo dijeron! ¡Así me habría vestido mejor!”

Ji Won-min sonrió amablemente mientras le arreglaba suavemente el cabello a Shin-yeon con la mano y le dijo:

“Shin-yeon se ve bonito incluso sin arreglarse, así que está bien.”

“¿Están decididos a avergonzarme y burlarse de mí hoy?”

“Por supuesto que no.”

Mientras Ji Won-min consolaba a Shin-yeon, que estaba a punto de enojarse con su cara de puchero, Seol Lee-jun sacó una gran bolsa de compras del maletero del auto.

¡¡Click!

Abrió la puerta trasera del auto, le entregó la bolsa a Shin-yeon, que estaba erizado y siseando, y dijo:

“Ponte esto, si quieres. Ji Won-min, sal.”

Después de que Ji Won-min se bajó, Shin-yeon, que había estado moviéndose un rato en el asiento trasero, salió del auto.

“¿Quieres pelear?”

Shin-yeon, envuelto en un suéter negro y una chaqueta de borrego, miró a Seol Lee-jun.

La ropa de Seol Lee-jun, que era un Alfa dominante de 187 cm de altura y tenía una constitución diferente, le quedaba muy grande a Shin-yeon, que era 14 cm más bajo.

“El estilo oversize es tendencia hoy en día, así que está bien. Te voy a subir las mangas, ven aquí.”

Ante la reacción malhumorada de Shin-yeon, Seol Lee-jun y Ji Won-min se rieron, se le acercaron, le arreglaron la ropa y entraron en la sala de exposiciones.

Seol Lee-jun tomó la cesta de flores y la bolsa de regalo y se dirigió a la amiga de su hermana, la protagonista de la exposición de hoy.

“Nosotros vamos a ver la exhibición.”

Ji Won-min abrazó a Shin-yeon por el hombro y entraron en la sala de exposiciones llena de gente.

Mientras admiraban las grandes obras expuestas en las paredes de color crema, se adentraron y encontraron una pared negra en un amplio espacio.

En la pared negra, había poderosas obras de arte de colores primarios que hacían sentir su presencia.

“Wow… las pinturas abstractas son increíbles.”

“Sí. Los colores son intensos, pero son tan armoniosos que no es abrumador mirarlos por mucho tiempo.”

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Mientras admiraban las obras en la pared negra y se adentraban, había enormes obras que llenaban las paredes.

Pensó que solo habría pinturas abstractas en colores primarios, pero una pintura oriental de tinta negra, donde el gran espacio en blanco era el estilo, capturó su atención.

Mientras caminaban hacia adentro, siguiendo la gran obra, vieron a Seol Lee-jun con una mujer elegante de unos treinta y tantos años.

Shin-yeon estaba mirando a Seol Lee-jun, que conversaba con la mujer, que sonreía felizmente mientras recibía la cesta de flores y el regalo.

…Huh, ¿qué?

Desde la sala de exposiciones interior, apareció Seo Kyo-shin, que era una cabeza más alto que todos los demás.

Seo Kyo-shin, que solía usar solo trajes elegantes y limpios, hoy llevaba un suéter ajustado que mostraba su cuerpo y una elegante chaqueta de cuero.

Su peinado también era un poco más informal de lo habitual, lo que hacía que su belleza brillara aún más.

“Señor Kyo-shin, ¿suele ir a exposiciones a menudo?”

“Suelo ir de vez en cuando, cuando tengo tiempo libre o cuando hay una exposición de una persona importante.”

Al lado de Seo Kyo-shin, había un hombre vestido elegantemente con un traje marrón cálido, que sostenía un abrigo en la mano y sonreía.

El hombre, con un aura brillante y encantadora, parecía un Omega dominante típico.

Su belleza cautivadora y la constitución y el cuerpo propios de un Omega eran tan similares a los de Kim Shin-hee que lo recordaban a él.

Ah… como dijeron mis amigos, Seo Kyo-shin realmente quería casarse con Kim Shin-hee.

Kim Shin-hee era su tipo ideal.

El cuerpo de Shin-yeon se congeló y se detuvo en seco. Extrañamente, su pecho le dolió como si le hubieran pinchado con agujas.

Debí haber parecido tan ridículo.

La vergüenza se le subió a la cabeza cuando pensó en lo divertido y ridículo que debió haber parecido el berrinche de un niño a Seo Kyo-shin.

Shin-yeon bajó la cabeza, se frotó la cara con la mano y murmuró en voz baja con autodesprecio:

“En serio, odio esto…”

¿Por qué la vida se volvió tan difícil tan pronto como cumplí veinte años?

Shin-yeon levantó la cabeza y vio al Omega que tenía el brazo de Seo Kyo-shin. Se encontró con sus ojos.

Shin-yeon vio que los ojos de Seo Kyo-shin se agrandaban un poco al verlo mientras admiraba una obra de arte, e inmediatamente se dio la vuelta.

Wow… una persona puede sentirse así de miserable.

La vida adulta es realmente difícil.

Shin-yeon estaba caminando hacia Ji Won-min, que ahora estaba admirando otra obra de arte.

Escuchó unos pasos rápidos detrás de él, seguidos de un brazo grande que se posó sobre su hombro.

Shin-yeon levantó la cabeza bruscamente, pensando por un momento que Seo Kyo-shin lo había seguido, pero sin querer, sus hombros se relajaron.

“Ya terminé mi encargo. Ahora vamos al edificio de al lado a cenar.”

Seol Lee-jun, que tenía el brazo alrededor de los hombros caídos de Shin-yeon, le alborotó el cabello con la mano, y luego bajó la cabeza para mirarlo a la cara.

“¿Por qué estás con esa cara de nuevo? ¿Tienes hambre? ¿O te conmovió la pintura? ¿Nuestro Shin-yeon también sabe conmoverse?”

“Tengo hambre… Vayamos rápido.”

“No tienes frío, ¿verdad? Vamos a comer algo rico.”

“Okay.”

Aunque Shin-yeon trató torpemente de cambiar de tema, Seol Lee-jun lo siguió. Tomaron a Ji Won-min, que estaba admirando la obra de arte, y juntos salieron de la exhibición y se dirigieron al edificio al lado del museo.

Shin-yeon miró el cielo donde los copos de nieve caían con el viento frío y suspiró.

Cada vez que nevaba, le enviaba un mensaje diciendo que el clima era agradable… ¿Soy un idiota?

“Creo que de verdad hice algo estúpido.”

“Si lo sabes, deja de hacerlo. Lo que tienes en el cuello es una cabeza, no una olla.”

“Lee-jun tiene razón. Shin-yeon, busquemos otra manera. ¿Qué tal si primero tenemos una cita antes de casarnos?”

Ji Won-min tomó la mano de Shin-yeon, que estaba deprimido, y le dijo con una sonrisa amable:

“Olvida las citas, creo que es más realista dejar la universidad y conseguir un trabajo.”

“Piensa en eso cuando hayas comido mucho y estés lleno.”

Shin-yeon fue guiado por los dos hacia el restaurante.

Tan pronto como se sentaron en una mesa con vistas a la ventana, los dos grandes comedores pidieron la comida por sí mismos.

Luego, Seol Lee-jun colocó la carta de bebidas frente a Shin-yeon.

“¿Qué quieres beber?”

“¿Bebemos alcohol?”

“Yo tengo que conducir. Deme una botella de champán sin alcohol.”

Shin-yeon miró por la ventana y pensó en el Omega que había estado con Seo Kyo-shin, el que se parecía a su hermano.

Le pareció que cualquiera, especialmente un Alfa, sentiría una atracción natural por el Omega con un aura tan encantadora, que se notaba que había sido criado para ser precioso y hermoso.

Así que Seo Kyo-shin finalmente fue a una cita a ciegas.

Y ni siquiera ha roto su compromiso con Kim Shin-hee…

No importaba cuánto lo pensara, parecía que Seo Kyo-shin sabía que su hermano se había embarazado y había huido con su novio.

Si no, ¿por qué iría a una cita a ciegas?

Se le ocurrió que tal vez había descubierto la verdad por sus padres, que no podían ocultar su incomodidad, o por sus propias acciones, al pedirle matrimonio de repente.

“¿Cómo se sentirían si un Omega recesivo, diez años menor que ustedes, les viniera a rogar que se casaran?”

Ante la pregunta de Shin-yeon, la expresión de los dos Alfas se torció al mismo tiempo. Lee-jun le agarró algunos mechones de pelo a Shin-yeon, tiró de ellos y le dijo:

“Kim Shin-yeon, ¿es eso una cabeza o una maceta? Se te podría romper la maceta si sigues diciendo tonterías.”

“Es porque tengo hambre. No pienso en esas cosas cuando como algo delicioso.”

Mientras Shin-yeon comía el pan de entrada que sus amigos le daban a la boca mientras lo regañaban, Seo Kyo-shin entró en el restaurante.

¿Por qué esa persona también vino aquí?

Seo Kyo-shin, cuyo físico increíble y belleza destacaban en cualquier lugar, sostuvo la puerta abierta con un brazo para su compañero Omega.

“Gracias.”

El Omega pasó a su lado, entró, y sonrió tímidamente.

Shin-yeon se encontró con la mirada de Seo Kyo-shin una vez más, mientras él le devolvía la sonrisa al Omega.

Shin-yeon, que fue el primero en apartar la cabeza, se dirigió al empleado que había traído el champán sin alcohol.

“Por favor, deme la carta de bebidas alcohólicas.”

“¿Vas a beber?”

“Sí.”

Shin-yeon miró la carta de bebidas alcohólicas que el empleado le trajo y pidió un cóctel.

Mientras esperaba la comida después de pedir un mojito, parecía que Seo Kyo-shin había entrado en una sala privada con su compañero Omega.

“Por cierto, ¿qué pasó con tu teléfono?”

Ante la pregunta de Seol Lee-jun, Shin-yeon rebuscó en sus bolsillos y se dio cuenta de que había dejado el teléfono y la cartera en su abrigo.

“Creo que están en mi abrigo.”

“¿De verdad? Puedes revisarlo más tarde. Por ahora, concéntrate en la comida y no te obligues a beber todo el alcohol. Detente si te sientes mal.”

“De acuerdo.”

Poco después, el mojito llegó junto con la comida que habían pedido.

Shin-yeon le dio un largo sorbo al cóctel. No tenía tanto olor a alcohol como esperaba, así que pudo beberlo con gusto.

“¿Estás bien?”

“Sí, no sabe a alcohol. Esto es muy rico.”

¿Qué raro…?

Seol Lee-jun y Ji Won-min observaron a Shin-yeon beber el cóctel como si fuera una bebida normal, y luego voltearon a ver a un empleado que merodeaba cerca con una expresión un poco tensa.

“Parece que tengo una alta tolerancia al alcohol. No me estoy emborrachando en absoluto.”

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Shin-yeon terminó el cóctel y continuó comiendo como si nada. Al ver esto, Seol Lee-jun se levantó de su asiento con la excusa de ir al baño por un momento.

Seol Lee-jun se dirigió a un punto ciego donde no se podía ver la mesa y llamó al empleado en voz baja.

Cuando el empleado se acercó, después de mirar discretamente a su alrededor, Seol Lee-jun le preguntó directamente: