3. Tú, cuyo corazón conocía pero no conocía

 

3. Tú, cuyo corazón conocía pero no conocía

Al menos, a simple vista, todo era como de costumbre. Ji-han no evitaba a Bo-reum físicamente ni mantenía una distancia deliberada como había hecho Bo-reum.

Ji-han parecía querer cumplir con lo que Bo-reum le había dicho. Aunque pasaba más tiempo con su novia, a menudo se encontraban para ver películas o dar un paseo. Los días que no lo hacían, venía a la casa de Bo-reum para estudiar juntos o se sentaban en los columpios del parque del barrio y hablaban.

En ese sentido, Ji-han seguía siendo el mejor amigo de Bo-reum.

Sin embargo… la atmósfera que los rodeaba, su familiaridad. Algo que no podía expresarse con palabras ni cuantificarse había cambiado.

“Vaya, Kang Ji-han. ¿Cuándo se hicieron tan grandes tus manos?”.

Bo-reum, que se columpiaba en el parque, se detuvo de repente y notó las manos de Kang Ji-han, que estaba mirando al cielo a su lado. Se bajó del columpio, tomó la mano de Ji-han y la puso contra la suya.

Ji-han, con una notable incomodidad, retiró la mano.

“Ah…”.

“¿Crecieron cuando creciste?”.

Aunque solo la sostuvo por un momento, la mano que solía ser solo un poco más grande que la de Bo-reum era ahora casi una falange más grande. Y en ese momento, la actitud de Ji-han al evitar el contacto, hizo que algo se rompiera dentro de Bo-reum por primera vez.

La conmoción de que su amigo, que había crecido mucho en altura, en sus manos y en el amor, podría desaparecer para siempre. Un sentimiento de pérdida que era abrumador solo con imaginarlo. Y…

La desesperación de que había alguien más a quien su amigo abrazaría y cuidaría, alguien que no era él.

“¿No vas a entrar hoy?”.

“Sí. Entra, Dal-ah”.

¿Sería por eso? Ese día, cuando Ji-han lo acompañó a su casa, el sentimiento de que no quería dejarlo ir comenzó a descontrolarse.

Bo-reum no estaba familiarizado con esa emoción y se sentía incómodo. Era un encuentro como de costumbre, una charla como de costumbre, y una despedida breve como de costumbre. Pero todavía no sabía por qué se había sentido así, por qué quería tanto detenerlo.

Era una pregunta sin respuesta que Bo-reum todavía no podía resolver.

“Ji-han”.

“Sí”.

“Realmente no te entiendo”.

“……?”.

“Pensé que lo entendía. Es un poco difícil. Supongo que ya eres un adulto. Algo es claramente diferente a como era antes…”.

Probablemente fue la primera vez que Bo-reum expresó una pequeña queja. Ji-han lo miró fijamente por un largo rato antes de abrir la boca lentamente.

“Bo-reum”.

“……Sí”.

“Tú… de verdad, me gustas”.

Bo-reum, que había estado mirando al suelo, levantó un poco la barbilla. Entonces, sus ojos se encontraron.

“No quiero perderte. En serio. Me gustaría que siguiéramos siendo… muy cercanos”.

“……Sí”.

Ji-han, que se había detenido por un momento, frunciendo los labios como si se contuviera de algo, finalmente dijo:

“Pero… a veces es un poco difícil”.

En ese momento, Bo-reum se sorprendió de nuevo. Tuvo que volver a preguntar. Deseaba que su voz no temblara. Al parecer, no logró mantener la calma.

“…¿Te he hecho sentir incómodo?”.

“No. No es eso…”.

Ji-han dudó un momento y luego negó con la cabeza.

“Geum Bo-reum nunca me ha hecho sentir incómodo. Eso es cierto”.

“……¿Entonces?”.

Parecía que no sería extraño si Ji-han dijera, “Simplemente no puedo seguir así”, en cualquier momento. Si su novia le dice que no le agrada, ¿podré soltar a Ji-han? ¿Por qué mis ojos se están calentando de repente? Si solo eran amigos, esta emoción no podía ser explicada.

Ah. Claro. Es así. Entonces tal vez, Geum Bo-reum a Kang Ji-han….

“Pero para mí, eres como una fragancia perdida”.

“¿Eh?”.

Justo en ese momento, Bo-reum comenzaba a trazar la forma de la emoción que se arremolinaba dentro de él. El misterioso corazón de Ji-han quedó expuesto.

“Los sentidos humanos siempre están por detrás de los de los animales. La vista, el oído. ¿Pero sabes cuál es el sentido más inteligente que tenemos?”.

“¿Cuál?”.

“El olfato”.

“……?”.

Kang Ji-han había dicho que Bo-reum nunca lo había hecho sentir incómodo. Pero por alguna razón, ese día, parecía tan abrumado. Bo-reum todavía no lo sabía.

“Porque una vez que recuerdas un olor, nunca lo olvidas. Pero… Bo-reum, para mí eres como una fragancia fascinante que solo he olido una vez, pero no sé cómo volver a encontrar”.

Después de ese día, Bo-reum se sumergió en el acertijo que Ji-han había lanzado.

Cuando inclinó la cabeza, la mano de Ji-han subió un poco, tocó la mejilla blanca de Bo-reum y luego se deslizó ligeramente cerca de sus labios antes de retirarse.

“Incluso después de haberla olido una sola vez, la fragancia es tan buena que no puedo pensar con claridad. Pero por mucho que lo intente, no puedo volver a encontrarla…”.

“Tal vez nunca la olvide en toda mi vida”, pensó Bo-reum.

Después de decirle eso, Ji-han le frotó la cabeza, como lo hacía antes, y se alejó con una sonrisa maliciosa, como un niño.

“Entra rápido y ve a dormir. Si quieres crecer como tu hermano”.

“¿Quieres que me enoje? ¡Tú eres un alfa, por eso eres alto!”.

Jajaja. Una risa fresca, que no abandonaría su oído, debió merodear por la casa de Bo-reum por un tiempo.

Mientras los sentimientos de Bo-reum giraban en círculos, los pasos de Ji-han que iban y venían frente a la casa aparecían y desaparecían.

La decepción que había sentido se derritió.

Esa confesión era como una explicación de que Bo-reum era un amigo tan preciado para Ji-han. Se avergonzó de haber sentido, aunque fuera por un momento, que la bondad de Ji-han había desaparecido tan pronto como tuvo novia.

Al principio, pensó que Ji-han estaba siendo fiel y que su distancia era razonable, e incluso se sintió un poco triste.

Pero, ¿Geum Bo-reum, una fragancia que permanece y nunca abandona a Kang Ji-han?

“¿Es como el síndrome de la fragancia? Claro. Hemos sido amigos de la infancia…”.

Kang Ji-han, que solía sonreír y acercar su cara a la de Bo-reum de forma natural.

Kang Ji-han, que ahora sonreiría y amaría más a alguien más.

Le parecía que significaba que siempre estaría sin forma cerca de Ji-han, pero que nunca podrían estar cara a cara. Bo-reum sintió que la confesión lo había entristecido un poco.

Y poco a poco, comenzó a pensar que le sería difícil seguir siendo amigos como antes con Ji-han.

La bondad de Bo-reum era claramente más que una simple amistad que debía ser retirada tan pronto como la novia de Ji-han apareció. Sin importar los sentimientos de Kang Ji-han, Bo-reum deseaba algo más de la amabilidad de Ji-han.

* * *

A partir de entonces, el tiempo entre los dos fluyó sin grandes cambios ni sobresaltos.

Casi al comienzo del verano, a unos 150 días del Suneung (examen de acceso a la universidad), Ji-han y Bo-reum se sumergieron de lleno en sus estudios, cada uno enfocado en su propio futuro.

Ya no salían a pasar el rato juntos ni a comer algo rico, pero cada momento que pasaban, como estudiar con las cabezas juntas en la casa de uno u otro, o ir y volver de la escuela juntos, se sentía increíblemente precioso.

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Bo-reum a menudo pensaba que era una suerte que fueran estudiantes a punto de presentar el examen. En el fondo, deseaba que los sentimientos que no sabía cómo expresar se desgastaran con el tiempo.

“Ji-han, creo que te llegan mensajes. ¿No vas a revisarlos?”.

“¿Eh? Ah, lo siento. ¿Te molestó?”.

“No, no es eso”.

Kang Ji-han sonrió y simplemente apagó su teléfono.

¿Será que está evitando contactar a su novia para concentrarse en los estudios? Pensando eso, Bo-reum sintió que su incomodidad disminuía un poco al no ver a Ji-han en una relación cariñosa frente a él. Por supuesto, Dal-ah no desaparece solo porque las nubes la cubran.

De alguna manera, sentía que sus propios sentimientos ocultos por un amigo con novia también quedarían un poco encubiertos. Además, esta rutina era un tiempo compartido como amigos de la infancia, un tiempo que Ji-han había aprobado. Era algo que a Bo-reum le resultaba difícil ceder.

Qué complicado y triste eres, Ji-han. Bo-reum nunca pensó que llegaría el día en que le resultaría tan difícil entender a su amigo.

Bo-reum era un tonto. Estaba tan acostumbrado a recibir todo lo que Ji-han le daba que se dio cuenta demasiado tarde de lo que quería darle. Si lo hubiera sabido antes de que Ji-han tuviera una novia, tal vez habría tenido la oportunidad de confesarse. Esos arrepentimientos y reproches seguían acosándolo.

No quería entrometerse en la relación de Ji-han, pero al mismo tiempo, tampoco quería que el tiempo que pasaban juntos disminuyera. Su corazón se tambaleaba entre estos sentimientos opuestos. Tuvo que manejar bien sus estudios y sus sentimientos ocultos, por lo que el tiempo voló sin que se diera cuenta.

En esa época, Bo-reum se encerraba en su habitación con tanta frecuencia que parecía estar atravesando una crisis adolescente tardía. El hecho de que su padre, Geum-san, y su hermano mayor, Geum yang, se quedaran afuera de su puerta, con pañuelos empapados de lágrimas, era un secreto que solo el resto de la familia conocía.

“... Geum Bo-reum. De verdad, me gustas”.

“Ah, Jung Jae-hui”.

Y había otra cosa que complicaba los sentimientos de Bo-reum.

“Creí que ya habíamos superado ese tema”.

El verano pasado, la noche que Bo-reum y Ji-han, junto a otros cinco amigos, pasaron en Gangneung para una excursión de dos días, Jung Jae-hui se le había confesado a Bo-reum. Después de eso, pareció rendirse, pero sus constantes intentos de cortejo se volvían un poco agobiantes.

Bo-reum lo rechazó de nuevo. No lo había aceptado en Gangneung, cuando sus sentimientos por Ji-han aún no estaban definidos, y ahora era aún más imposible.

“Jae-hui, nunca te he visto como algo más que un amigo”.

Además, ¡era Jung Jae-hui! Aunque no era un amigo de la infancia como Ji-han, Jae-hui era uno de sus amigos más cercanos de la escuela. Aunque era un alfa, lo trataba como a un amigo, no como a un omega de género diferente, lo que los había unido fácilmente.

Para Bo-reum, Jae-hui era alguien con quien quería mantener la distancia, pero en un sentido diferente al que sentía por Ji-han.

“Es por Kang Ji-han, ¿verdad?”.

“... ¿Por qué sigues mencionando a Ji-han?”.

“Dijiste que no sales con Kang Ji-han, ¿por qué sigues mintiendo? Escuché que ustedes dos están muy unidos últimamente”.

¿Unidos? ¡Qué tontería! Últimamente, mantenían una distancia incómoda. Sin saber dónde habían cometido un error, Bo-reum sentía que el tiempo pasaba con una desesperación creciente, temiendo que su mejor amigo se alejara.

“Si vas a terminar saliendo con él, ¿no sería mejor admitirlo? Así yo no tendría esperanzas”.

“Creí que te había dicho claramente que no tuvieras esperanzas”.

Pero Bo-reum no podía ser más cruel. El verano pasado, cuando se le confesó por primera vez, solo se sintió desconcertado de que Jae-hui lo viera como algo más que un amigo. Pero ahora, al haber aprendido por fin lo que se sentía al tener un amor no correspondido, su principal preocupación era no herir los sentimientos de su amigo.

“¡Ah, en serio! No soy así con Kang Ji-han. Y él ya está saliendo con alguien”.

“¿Qué? Imposible”.

Jae-hui parecía genuinamente confundido.

“¿No escuchaste el rumor, Jae-hui?”.

“¿Rumor? ¿Existe un rumor así? Es la primera vez que lo oigo”.

Jae-hui parecía sincero. Esta vez, fue Bo-reum quien se sintió confundido. Jae-hui resopló, como si Bo-reum estuviera mintiendo.

“Ah, ¿te refieres a eso? La semana pasada, una chica de la clase de artes liberales se le confesó a Ji-han”.

“... ¿Eh?”.

No. La historia que Bo-reum había oído era de mucho antes. Él solo parpadeó, sin saber qué decir. Jae-hui se rascó la cabeza, ligeramente sonrojado, y murmuró:

“Ji-han la rechazó”.

“Sí, claro. Obvio. Él ya tenía novia desde antes...”.

“Ji-han sabía que ella no tenía a nadie, por eso fue. Pero Ji-han le dijo con sus propias palabras que había alguien más a quien le gustaba. Como sucedió en público, todos en la Clase 7 lo saben”.

Mientras Bo-reum se quedaba sin palabras, Jung Jae-hui lo miró fijamente y luego torció una esquina de sus labios.

“Y parece que entre los alfas, ya no hay nadie que no sepa quién le gusta a Kang Ji-han”.

¿Hasta dónde había crecido el Kang Ji-han que conocía?

Además, las palabras de Jung Jae-hui. La forma en que lo miró con un significado tan profundo cuando dijo que todos los alfas sabían quién era la persona que le gustaba a Kang Ji-han, lo inquietó.

 

Hasta 100 días antes del Suneung, Bo-reum no fue capaz de preguntarle a Ji-han sobre lo que había oído de Jung Jae-hui.

Ji-han estaba estresado porque sus calificaciones no eran tan buenas como quería. En toda su vida, Bo-reum solo lo había visto estresarse así unas pocas veces. Por eso, no quería presionarlo más.

Así que un fin de semana, cuando se sentaron juntos en una cafetería a estudiar después de mucho tiempo, Bo-reum no pudo evitar mirar a Ji-han y a su teléfono, tratando de adivinar cuál de los rumores era el más cercano a la verdad.

“¿Bo-reum? De verdad, ¿estás bien?”.

Ji-han agitó su mano frente a los ojos de Bo-reum, que se había quedado pasmado.

De su mano y muñeca, Bo-reum sintió las feromonas de Ji-han. Se sonrojó e intentó ahuyentar los sentimientos extraños que florecían en él.

“Sí. Ah, sí, estoy bien. Solo estaba pensando en un problema que no puedo resolver. ¿Cuándo volverás de tu viaje de negocios?”.

“Estaré en Estados Unidos hasta que empiece la universidad”.

“¿En serio? ¿Y la ceremonia de graduación?”.

“Hmm, no quiero ir a un evento tan salvaje como tirarnos harina y esas cosas”.

“Aún así, sería triste perdérselo”.

“Bo-reum, ¿qué tal si tú tampoco vas?”.

Ji-han lo miró fijamente. Bo-reum rápidamente tomó su iced latte, bebiendo con la pajilla en la boca.

“¡Pero es la última vez que veremos a todos nuestros amigos de la escuela! Una vez que ingresemos a la universidad, no nos veremos mucho, excepto por Jae-hui”.

Bo-reum quería ir a la escuela de enfermería en la Universidad B. Sus calificaciones no eran lo suficientemente buenas para la prestigiosa Universidad de Corea, así que eligió un lugar famoso por sus campos médicos.

Sin embargo, la reacción de Ji-han a esas palabras fue un poco cortante.

“¿Jung Jae-hui también va a esa universidad?”.

“Sí. ¿Tú también vas a ir a la Universidad B, verdad?”.

“Hmm…”.

Parecía no estar muy contento.

Jung Jae-hui se había hecho amigo de Bo-reum porque estaban en la misma clase. Gracias a eso, se hizo amigo de Ji-han. Bo-reum creía que los tres eran lo suficientemente cercanos como para jugar juntos desde primer año y hasta para ir a la misma excursión en segundo año. ¿Por qué una reacción tan cortante? ¿Habían peleado sin que él lo supiera?

“Jung Jae-hui va a la facultad de ingeniería allí. No estamos en la misma especialidad”.

“Ya veo”.

Tan pronto como añadió que no estarían en la misma facultad, la agudeza de Ji-han se suavizó un poco.

Qué tonto es. Su expresión era tan fácil de leer. No podría heredar el negocio de su padre si era tan inocente.

Pero, había un hecho sorprendente.

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“Oye, ¿pero tu padre no te dijo que cambiaras a la Universidad de Corea?”.

“...”.

“Creo que cuando cenaron juntos en familia, el señor Joong-ki te lo dijo. ¿Me equivoco? Con tus calificaciones, aunque no sea una opción completamente segura, la Universidad de Corea es una posibilidad, ¿no?”.

“No. No tanto”.

Bo-reum todavía se sentía extrañado. Ji-han se rascó la mejilla y agregó:

“Además, investigué, y la Universidad B tiene muchos proyectos de investigación relacionados con el negocio de nuestro grupo. Y hay muchos ex alumnos y profesores de allí. Así que les dije que quería ir a esa universidad. Pensé que sería más fácil si me quedaba en un lugar familiar, ya que voy a obtener un título en el extranjero y todo eso”.

“... Ahh”.

“Mi padre solo lo dijo por el nombre de la escuela”.

Bo-reum sabía que Ji-han había estado luchando con sus calificaciones, pero no esperaba que él y su padre tuvieran objetivos de universidad completamente diferentes.

“Mm, ya veo… Pero con la Universidad B, estás a salvo. No necesitas estresarte tanto, ¿verdad? Ve más despacio, tonto”.

“... Ese viejo me dijo que no me ayudaría con la matrícula si iba allí. Qué tacaño”.

Parecía que planeaba pagar sus estudios con una beca completa. Por un momento, Bo-reum soltó una carcajada.

¿Qué voy a hacer con este niño rico?

“Kang Ji-han, solo retira tu dinero en efectivo y guárdalo”.

“...”.

“Si lo ahorras, tendrás suficiente dinero para la matrícula de cuatro años y para gastar”.

Ji-han miró a Bo-reum, que se reía a carcajadas, y sus mejillas se sonrojaron un poco.

“Lo sé...”.

“¡Cómo que ‘lo sabes’! Sentí tu determinación de conseguir una beca completa para ganar a tu padre. ¡Ah, Kang Ji-han, eres tan lindo!”.

“Sí, lo sé. Dije que si obtengo el primer lugar allí, mi padre no diría nada”.

“Sí, sí, lo sé, lo sé. ¡Jajaja! De verdad, solo creciste en tamaño”.

Bo-reum se rio, echándose hacia atrás en su silla. Ji-han suspiró, sintiéndose avergonzado, y agarró el tobillo de Bo-reum para que no se cayera. Mientras lo hacía, le dijo que dejara de reírse y confesó tímidamente que en realidad no había calculado el costo de la matrícula.

“Tonto. Y… ¿cómo iba a dejar que tú y Jung Jae-hui fueran a la misma escuela?”.

Luego murmuró algo en voz baja. Perdido en su propia risa, Bo-reum no lo escuchó.

“¿Eh? Mi lindo cachorrito, ¿qué dijiste?”.

Pero fue en ese momento. Bo-reum, que se reía a carcajadas, intentó agarrar la mano de Ji-han que sostenía su tobillo.

“Ah”.

“¡Ugh!”.

Ji-han soltó la mano con un sobresalto, y la silla de Bo-reum se volcó.

Ji-han se sorprendió y se apresuró a agarrar a Bo-reum. Los útiles de estudio que estaban sobre la mesa cayeron ruidosamente al suelo. Gracias a eso, la parte posterior de la cabeza de Bo-reum no se lastimó.

“...”.

“...”.

Los dos se miraron fijamente sin decir una palabra por un momento.

Bo-reum no perdió el momento en que los ojos de Ji-han volvieron a temblar.

La verdad es que fue un shock. Cielos. Ji-han evitó la mirada de Bo-reum. Y era obvio que había soltado su mano.

¿Qué cambio está ocurriendo en ti? ¿Acaso no era cierto lo que dijo Jung Jae-hui de que no tenías a nadie?

Kang Ji-han siguió evitando la mirada de Bo-reum mientras lo ayudaba a sentarse.

“Levántate. Es peligroso… ¿No te lastimaste?”.

Su toque suave era el de siempre, y su voz reflexiva también.

Sin embargo, Ji-han seguía esforzándose de forma poco natural para no tocar a Bo-reum.

La misma mano que solo se la prestaba a él.

¿Desde cuándo?

Una vez que se dio cuenta, sintió que esta situación había estado ocurriendo por un tiempo.

Bo-reum tampoco fue a pedirle prestada su ropa de deporte como antes. Tampoco se comparaban las manos o la altura. Solían tocarse las manos y los hombros mientras se reían, pero eso tampoco había sucedido últimamente.

Todavía iban a la escuela juntos y pasaban tiempo de vez en cuando. Pero, claramente, muchas cosas habían cambiado.

Te voy a perder. Y yo no escondí mis sentimientos para que esto pasara.

“Ji-han”.

“Sí…”.

Por eso. Ese día, cuando Ji-han acompañó a Bo-reum a casa, como siempre.

Bo-reum decidió preguntarle de nuevo lo que había sucedido en ese mismo lugar hacía unos meses.

“La vez que viniste corriendo a mi casa y querías decirme algo”.

Ji-han se estremeció. Sus ojos se movieron visiblemente.

“¿No era que tenías novia?”.

Bo-reum no pudo aguantar más.

Ahora. Ahora siento que podría hacer que Kang Ji-han cambie de opinión. Esa idea comenzó a descontrolarse en su mente.

“¿Por eso me has estado evitando? ¿Acaso… le molesto a tu novia?”.

¿No sería esta una pequeña muestra de egoísmo? Quería creer las palabras de Jung Jae-hui, o tal vez era su forma de reaccionar ante la idea de que Ji-han había cambiado solo.

* * *

Casa, escuela, biblioteca. Casa, escuela, biblioteca. A excepción de las visitas ocasionales al hospital debido al continuo síndrome por supresores, la vida de Bo-reum, a 30 días del Suneung, giraba en torno a su casa y la escuela.

“¡Suneung, 30 días! Mira, Bo-reum, puse frijoles negros con nueces para que tu cerebro funcione mejor. ¡Come mucho!”.

“Cariño, si alguien te oye, pensará que lo hiciste tú misma”.

“Ejem, sí, ¿verdad? En realidad, le pedí a la señora que nos ayuda en casa. Come, hijo”.

Ñam, crujido. Crujido.

“Aquí también están tus vitaminas, padre”.

“¡Sí! Se me había olvidado. Byul, ve y trae un poco de agua”.

Geum byul, el hermano menor, refunfuñó, pero se levantó obedientemente y sirvió el agua.

“En serio, ¿mi hermano no tiene manos ni pies? Ya verán. Cuando yo tome el examen dentro de dos años, me llevarán cargando”.

“Pequeño, ¿por qué traes agua fría? El clima ya se puso fresco”.

“¡Ah, por qué! ¡A mi hermano le gusta el agua fría!”.

“Byul, escucha a tu padre. Tu segundo hermano no debe tener el cuerpo frío. Ve y trae más agua. Y vamos a hablar más tarde, tú y yo”.

Con la voz refunfuñona de su hermano de fondo, Bo-reum terminó su desayuno. Masticaba el arroz mecánicamente, mientras su mente seguía dándole vueltas a la voz de una persona que no podía dejar de escuchar.

Se trataba del momento en que le preguntó directamente a Ji-han si el rumor de su novia era cierto.

* * *

“¿Quién... dijo... una cosa así?”.

“Solo… un rumor. Yo… pensé que ibas a decirme eso”.

Bo-reum se mordió el labio y vaciló. Ji-han le dijo que no creyera rumores inútiles, y luego examinó el rostro de Bo-reum.

“¿Qué tal tu fiebre estos días? Tienes la cara roja ahora mismo”.

“... Estoy bien. No es nada”.

“¿Todavía te duele el cuerpo?”.

“...”.

Ji-han solo se preocupaba por el estado de Bo-reum. Parecía haber adivinado la razón por la que Bo-reum no continuaba la conversación. Ji-han se rascó la barbilla pensativo y luego, con una sonrisa tranquila en los labios, sujetó suavemente las mejillas de Bo-reum.

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“Bo-reum”.

Bo-reum evitó su mirada. Intentó apartar su mano. Pero la mano de Ji-han solo le aplicó una suave presión para que lo mirara, y Bo-reum no pudo quitársela.

“Dal-ah, mírame”.

Los ojos de un suave color marrón, que habían estado perdidos, se dirigieron a Ji-han.

“Bo-reum, lo que sea que estés pensando…”.

“De verdad pensé que tenías novia”.

Y que tal vez te iba a perder.

No pronunció esas palabras. Eran demasiado pesadas para la amistad. Le aterraba pensar que si dejaba escapar el menor indicio de que sentía algo más que amistad, su relación podría volverse irrecuperable.

Sin embargo, su corazón no podía controlarse.

Un sentimiento caliente, una mezcla de decepción e ira que ni siquiera Bo-reum podía identificar, se apoderó de él.

La expresión de Kang Ji-han seguía siendo ilegible. ¿Qué diablos tramaba? Parecía secretamente feliz, lo que le molestó un poco. No sabe cuánto me ha hecho sufrir. O tal vez sí lo sabe y se está burlando de mí.

Incluso se atrevió a decir algo tan cruelmente descarado:

“¿Y si la tuviera?”.

Las palabras juguetona de Ji-han agitaron el corazón de Bo-reum. Finalmente, no pudo contener lo que sentía. Bo-reum suspiró profundamente y golpeó con el puño el pecho de Ji-han, dándose la vuelta.

“¡Ah, qué fastidio!”.

Ugh, Ji-han gimió y lo agarró. Se sorprendió de que Bo-reum se hubiera enojado de verdad.

Bo-reum intentó alejarlo y desaparecer. Ji-han lo agarró con desesperación. Lo siento, Geum Bo-reum. Por favor, no te vayas. Escúchame, Dal-ah.

Bo-reum se dio cuenta de que lo que se había estado acumulando dentro de él era la gota de agua llamada Kang Ji-han. Una gota que era caliente, dulce y a veces fría y afilada, y que agitaba su alma. Y por primera vez, se dio cuenta de que esa gota podía desbordarse en lágrimas.

Bo-reum se mordió los labios y siguió evitando la mirada de Ji-han, quien le suplicó y se disculpó.

“Bo-reum, lo siento. Fui un idiota”.

“... Apártate”.

“De verdad. Fui demasiado lejos con la broma. Lo siento”.

“¡¿A eso le llamas una broma?! Yo... yo... ¡Yo tenía miedo de que nos separáramos!”.

El tono de Bo-reum se elevó, y luego se tragó algo.

“Suéltame”.

“Escúchame antes de irte”.

“Dijiste que tenías novia. ¡Qué bien por ti! Me voy a casa, ¡no me toques!”.

“No tengo novia”.

La mano de Bo-reum se detuvo. Sus ojos, llenos de sospecha, lo miraron, preguntándose si era otra broma. Ji-han supo que la había arruinado, y susurró como un gemido, su voz ronca con algo caliente.

“No... no tengo novia”.

“...”.

“Es la verdad. No tengo pareja, ni novio, ni nada. Fui un idiota con la broma”.

“Tú... ah, ¡maldición! ¿Te parece eso una broma?”.

“Lo hice porque eres demasiado lindo. Parecías... un poco celoso”.

Bo-reum se quedó sin palabras. Le molestó que sus sentimientos se hubieran notado tan fácilmente y hubieran provocado esa reacción violenta. En el fondo, sintió un poco de pena por Ji-han.

Sabía lo ridículo que era que un amigo omega se pusiera celoso por un amigo que tenía una novia. Pero Ji-han tampoco tenía derecho a burlarse de eso.

“...”.

“Lo siento. En serio. Me gustó... me gustó que me prestaras tanta atención, por eso bromeé. Lo siento”.

Ji-han hablaba en serio, pero su corazón era indescifrable.

Antes, cuando solo éramos amigos, creía que no nos escondíamos nada. ¿Quizás los sentimientos cambiados de Bo-reum habían distorsionado las cosas entre ellos?

Cuando las lágrimas se acumularon en los ojos de Bo-reum, Kang Ji-han soltó una maldición baja, algo que no solía hacer. Luego le sostuvo las mejillas y susurró de nuevo, disculpándose, repitiendo que la broma fue demasiado cruel y que lo hizo sin pensar.

Bo-reum se fue calmando poco a poco.

“Escuché de Kim Jun-hee que tenías novia, pero...”.

“Jun-hee lo malinterpretó”.

“Al saber eso... me sentí tan raro. Me sentí feliz, pero también triste, y pensé que tendría que pedir permiso para salir solo contigo...”.

“No tengo novia, ¿a quién pensabas pedirle permiso?”.

“Nos conocemos desde hace años, y me molestó que me enterara de alguien más...”.

“¿Por qué no me preguntaste a mí? No te preocupes solo”.

“Entonces, ¿qué ibas a decirme ese día?”.

Ji-han se quedó un momento sin palabras y luego se cubrió la boca con la mano y se rio. Un chico grande y oscuro que emitía un olor ligeramente amargo y una sonrisa tímida, se veía tan joven como una manzana rosada que acaba de madurar. Bo-reum sintió que su corazón latía con fuerza.

¿Qué es? No te emociones solo, dímelo a mí también. Justo cuando Bo-reum se sentía frustrado, Ji-han habló:

“Eso… bueno, tú y yo somos, ambos, de rasgos”.

“... ¿Y qué?”.

“Bueno… es decir, ambos... ahora somos adultos y tendremos relaciones, y debido al rasgo, necesitaremos mucho control y acuerdo para tener el control”.

Bo-reum estaba cada vez más confundido. ¿Qué diablos está tratando de decir?

Las piezas del rompecabezas en la mente de Bo-reum empezaron a encajar. Le había gustado que estuviera celoso, y por eso lo hizo enojar. Las palabras de Ji-han sobre gustarle cobraban un nuevo significado. Entonces... ¿tú también sentiste algo por mí?

Pero, ¿por qué mencionaba de repente el rasgo? Ah, espera. ¿Acaso se refiere a lo que dijo su padre sobre no querer una omega dominante?

¿Entonces lo que quiere decir es que yo también le gusto, pero nuestro rasgo dominante lo impide? Los ojos de Bo-reum vacilaron, pero luego se centraron.

No. Mejor lo confirmo.

“¿Quién es la persona que te gusta?”.

Ji-han frunció un poco el ceño, como si se preguntara de dónde había oído eso. ¿Cómo no lo sabría? ¡Se corrió el rumor por todo el vecindario! La mitad de la escuela te escuchó rechazar a alguien con esas palabras. Bo-reum balbuceó la explicación.

Ji-han se cubrió la nariz y la boca con la manga de la camisa y se alejó. La conversación que habían tenido tan cerca, bañada en sus feromonas, se distanció. Ji-han suspiró, pareciendo molesto, y miró al suelo como si tratara de reprimir algo. Su voz se hizo pequeña.

“¿De verdad quieres saber?”.

“Sí…”.

“...”.

Y por un largo momento, Kang Ji-han lo miró en silencio. Llevando algo escalofriantemente caliente en sus ojos, se acercó a la oreja de Bo-reum.

“Dal-ah. En realidad, era sobre ti”.

El corazón de Bo-reum se detuvo.

Ji-han se alejó. Todavía se esforzaba por contenerse mientras miraba a Bo-reum.

“Tuve que decir eso para rechazarla. Lo siento. Y el resto... no puedo decírtelo ahora. No... no creo que deba”.

Un sentimiento abrumador casi se le escapa de los labios a Bo-reum.

“Kang Ji-han, yo…”.

“No. No. Bo-reum… no ahora”.

Ji-han se alejó, cubriéndose la nariz y la boca de nuevo, como si reprimiera algo profundo. Siguió preguntando si Bo-reum se sentía mal, pero era Ji-han quien parecía enfermo.

Huuuf. Ji-han inhaló profundamente. Bo-reum deseó que el aire que revoloteaba a su alrededor se filtrara en los pulmones de Ji-han. Aunque no lo había dicho en voz alta, deseaba que sus feromonas se impregnaran en él, aunque solo fuera un poco.

“Bo-reum. Te lo diré después del Suneung”.

Y esa noche, el ciclo de celo de Bo-reum llegó de repente y lo tuvo enfermo toda la noche.

* * *

Después de aquel día, el tiempo fluyó, y ahora faltaba menos de un mes para el Suneung.

Mientras se tragaba las vitaminas que su padre le había dado con agua, Bo-reum se preguntó por un momento por qué todavía no había tomado el examen, culpando al tiempo. Pero solo tenía que aguantar un mes más. Además, era el primer día que podía volver a la escuela después de haber estado enfermo durante tres días. Recibía un cuidado extremo por parte de su familia, y no quería mostrarse sin energía.

En ese momento, su teléfono vibró en la mesa.

<br>

Ji-han

¿Estás bien, Dal-ah?

¿Cuándo vas a salir?

<br>

Bo-reum se levantó y se apresuró a salir, despidiéndose.

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“¡Me voy!”.

“¿Eh? Aún no has terminado de comer”.

“Termina esto y vete. ¡Bo-reum!”.

“En serio, ¿qué les pasa a los alfas de esta casa? Uf”.

Ignorando los lamentos de su madre, su padre y su hermano lo siguieron.

“¿Quieres que te lleve?”.

“No. Papá, voy a sacar el auto”.

“No. Hoy voy a ir con Ji-han”.

“¿Eh?”.

“¿Qué?”.

Cuando Bo-reum abrió la puerta, el "gran Ji-han" estaba allí, esperando. Hizo una reverencia a su padre y a su hermano.

Ji-han intentó agarrar la mano de Bo-reum, pero se detuvo, sintiendo la mirada del padre y el hermano.

El padre y el hermano no lo miraron con la desconfianza que se le tendría a un alfa astuto. En cambio, sonrieron y saludaron, como si hubieran encontrado otro hermano más confiable que Byul para cuidar a su Bo-reum.

Bo-reum tomó la mano vacilante de Ji-han y la sostuvo. La mano tibia de Ji-han, que había dudado, le devolvió suavemente el agarre.

“Ji-han, te compraré una leche de banana de camino”.

“Genial”.

El afecto que Ji-han le daba ya no le entristecía. Ahora sentía que Ji-han también sentía algo por él. Decidió esperar a Ji-han. Si había una razón verdaderamente importante, quería esperarlo en lugar de presionarlo y arruinar las cosas. Kang Ji-han era demasiado valioso para que lo estropeara con sus prisas.

“Papá, ¿no crees que el ambiente entre esos dos es un poco... raro?”.

“¿Eh? No, es hermoso. Es bueno que sean de la misma edad. Tú, Yang, eres mucho mayor y no puedes cuidar a Bo-reum en la escuela, y Byul es un vago. Me enorgullece que Ji-han sea de la misma edad que Dal-ah y sea tan confiable”.

“No, me refiero a… la forma en que él lo trata como un omega. ¿Has notado que Ji-han ha estado impregnando a Bo-reum con sus feromonas últimamente?”.

“¿Y qué? Por mucho que impregne sus feromonas, no lo afectará a menos que Bo-reum quiera, porque ambos son dominantes. Al contrario, lo protegerá de los malvados lobos que andan al acecho. ¡Ah, sí, vayan con cuidado! ¡Dal-ah, llámame si te sientes mal! ¡Puedo llamar a un conductor ahora mismo!”.

“¡Está bien! ¡Hermano, entra a papá y vete! ¡Qué vergüenza!”.

El padre miró a su segundo hijo, agitando sus manos a lo lejos, como si fuera un niño dejado en la orilla del río. Se quedó parado como una estatua hasta que ambos se perdieron de vista. Geum Yang miró a su padre y luego a Bo-reum (más precisamente, a la mano de Bo-reum que sujetaba la de Ji-han) y se rio, sacudiendo la cabeza.

“Claro que sí. Si hubiera pasado algo, se les notaría”.

A su edad, si hubiera habido algún avance, se habrían besado y abrazado sin poder esconderlo de los adultos. Además, parecía que las feromonas de Bo-reum no se transferían a Ji-han tanto como las de Ji-han se transferían a Bo-reum. Aunque solo la idea de que se intercambiaran feromonas le hacía temblar.

“Jaja. Me estoy preocupando por nada, mi Bo-reum ya es un adulto. Papá, vamos a trabajar”.

“Sí. Vámonos juntos”.

De alguna manera, la creencia de que Kang Ji-han no haría nada indebido estaba firmemente arraigada en la mente de la familia de Bo-reum. Después de todo, no tenían planes de emparentarse con esa familia.

* * *

“Oye, Kim Jun-hee. ¿De dónde sacaste que Kang Ji-han tenía novia?”.

En esos días, en los que la picazón y la emoción llenaban el vacío de una promesa clara entre él y Ji-han, Bo-reum decidió por fin investigar el origen del rumor.

“¿Eh? ¿Novia? ¿Yo dije eso?”.

¿Qué? Este es un final demasiado anticlimático. Bo-reum se concentró y miró fijamente a Kim Jun-hee, la persona que había iniciado el rumor.

“¡Ah! Ya me acuerdo”.

Kim Jun-hee pareció recordar algo.

“Se rumorea que Kang Ji-han va a la farmacia y compra analgésicos para omegas. Por eso todos piensan que tiene una pareja”.

“... ¿Por eso dijiste que tenía novia?”.

“Pues… ¿dije novia? No lo sé. Pero seguro que tiene pareja. ¿Para qué más compraría Kang Ji-han algo así?”.

¿Para qué? Para que Geum Bo-reum se los tome. Bo-reum sintió un gran alivio.

“Por un momento pensé que era cierto... Qué absurdo”.

“Ah, no es solo eso”.

“¿Qué? Debe ser otra cosa estúpida...”.

“Esto es un secreto, de verdad, Geum Bo-reum. Como eres amigo de Kang Ji-han, no le digas que se corrió el rumor. ¡Un hombre tiene sus razones!”.

Kim Jun-hee, un omega recesivo, se acercó a Bo-reum y le susurró:

“Hay gente que vio a Kang Ji-han en la clínica de obstetricia y ginecología”.

“¿Qué?”.

¿Qué clase de tontería es esta? Bo-reum tenía una expresión de perplejidad, y Kim Jun-hee lo apoyó con entusiasmo.

“¿Verdad que es raro? ¡Y no es uno ni dos! Muchos lo han visto. Es un hospital en Saerom-dong”.

Tanto Bo-reum como Ji-han habían recibido tratamiento de un médico familiar después de la pubertad. ¿Y ahora Kang Ji-han va a una clínica privada en Saerom-dong?

“¿Es una historia creíble?”.

“¡Te digo que hay más de un testigo! Incluso algunos lo vieron con una chica. Quizás por eso dije que tenía novia”.

El rostro de Bo-reum se arrugó. Ji-han le había dicho claramente que no salía con nadie y que le diría todo si esperaba un poco. Pero este tipo de rumores no eran buenos.

Faltaba menos de un mes para el Suneung.

La familia del grupo Kang-han estaba ansiosa por encontrarle una pareja a Ji-han, quien pronto se convertiría en un adulto. Si estos rumores llegaban a oídos de su padre, el señor Joong-ki, el estrés de Ji-han sería enorme. Bo-reum pensó en preguntarle a Ji-han qué pasaba y advertirle sobre los rumores para que tuviera cuidado.

No. ¿Estará Ji-han enfermo de algo? Aunque dudaba que ese chico, tan inocente que nunca vio una película para adultos, hubiera tenido un hijo por accidente.

Bo-reum solo podía pensar así.

La confianza de Bo-reum y el afecto tierno de Ji-han los acercaron cada vez más.

Un fin de semana, a solo dos semanas del Suneung.

Ese día, el hermano menor, Geum byul, había traído a sus amigos para jugar videojuegos, haciendo un escándalo tremendo.

Aunque parecía que intentaba hacer silencio por su hermano mayor, su esfuerzo no era suficiente. El juego era tan difícil que se oían maldiciones sobre sus padres, gritos de éxtasis y agonía.

“Te las vas a ver conmigo, Geum byul. No creas que nunca vas a ser estudiante de último año”.

Con la idea de que su hermano se divirtiera mientras pudiera —y en el fondo, emocionado por la excusa para ver a Ji-han—, Bo-reum le envió un mensaje.

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Ji-han

Dal-ah, ¿estás bien?

¿Cuándo vas a salir?

<br>

Hubo un silencio en la conversación.

<br>

Ji-han

¿... En mi casa?

Sí

Byul sigue maldiciendo a los padres del equipo contrario ㅠㅠ

Ji-han

¿Quieres que lo castigue?

No, está bien

Cuando sea un estudiante de último año, haré más ruido que él.

Ji-han

jaja

Geum Bo-reum es tan lindo que no puedo con él

Entonces, ¿no puedo ir a tu casa?

Si no, voy a una cafetería

Ji-han

Dal-ah, espera un poco

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<br>

No hubo respuesta durante un largo rato. ¿Qué pasa con este tipo? ¿Estará borrando el historial de sus videos? Bo-reum se rio para sí mismo y volvió a ponerse los audífonos. Decidió esperar la respuesta de Ji-han resolviendo algunos problemas de matemáticas.

¿Cuánto tiempo pasó? Geum byul seguía gritando, y ahora había escalado las maldiciones de los padres a los ancestros del equipo contrario. Mientras tanto, Ji-han seguía sin responder.

“Ah, mejor voy a la cafetería”.

Bo-reum, que no podía esperar más, estaba guardando sus cosas cuando de repente un silencio se apoderó de la casa. Escuchó pasos cautelosos y la puerta se abrió suavemente.

“Hermano Dal-ah…”.

“¿Sí? Byul. ¿Qué pasa?”.

Bo-reum se giró y vio a Geum byul, visiblemente intimidado, apuntando a su espalda.

“El hermano Ji-han vino”.

Geum byul, que parecía haber sido regañado por Kang Ji-han, se había convertido en un manso cordero y saludó a su hermano con reverencia. Bo-reum salió detrás de Ji-han, sonriendo, y tomó su mano con naturalidad.

“Ji-han. Creí que no podía ir a tu casa, así que ya me iba a la cafetería”.

“¿En serio? Vine a recogerte”.

Ji-han sonrió y le devolvió el agarre. Era una mano grande y cálida. La mano de Ji-han siempre hacía sentir bien a Bo-reum.

“Te esperé por más de 30 minutos sin respuesta”.

“Ese Geum byul estaba haciendo ruido cuando estudiabas, así que lo regañé mientras te recogía”.

Un calor agradable subió al corazón de Bo-reum.

“Jaja. ¿Por qué viniste hasta acá? Podría haber ido solo”.

“¿Crees que no haría esto si amo tanto a Geum Bo-reum?”.

“...”.

Bo-reum se sobresaltó y miró a su alrededor. Ya estaban frente a la casa de Ji-han, en una zona residencial desolada donde no había ni un gato.

“¿Por qué miras tanto a tu alrededor?”.

“... Es vergonzoso”.

“¿Por si mi padre aparece de repente?”.

“Hmm, no… jajaja, ¿crees que el señor Joong-ki me va a comer?”.

Es cierto. De repente, recordó el rumor de que Ji-han había ido a la clínica de ginecología con una mujer. Miró a su alrededor sin pensar, por si veía a alguna hermana que no conociera.

“¿Eh? ¿Qué pasa?”.

“Nada. No es nada”.

Sí, podría ser solo un conocido. Y puedo preguntarle sobre la clínica después del Suneung.

En ese momento, la mayor preocupación de Bo-reum era que el padre de Ji-han los descubriera.

El día que se confesó, Bo-reum había interpretado que la mención de su naturaleza verdadera era una advertencia de Ji-han sobre la oposición de su padre. Aunque no sabía exactamente qué estaba pensando Ji-han, probablemente tenía muchas preocupaciones complicadas, y por eso le había dicho que le diría todo más tarde.

¿Será que eso tiene algo que ver con la clínica?

Le preocupaba más Ji-han que la identidad de la mujer. ¿Estará enfermo de algo tan grave que se lo oculta a su familia? En cierto modo, era un alivio que solo fuera un rumor. Aunque… eso también le dolería.

La preocupación de Bo-reum se reflejó en su rostro. Ji-han lo miró y sonrió suavemente, llevándolo a su habitación.

Bo-reum ya había ido a la habitación de Ji-han en otras ocasiones. Tan pronto como entraron, dejó su mochila como siempre y se tiró en la cama de Ji-han. Ji-han era tan alto que usaba una cama king-size, que para Bo-reum se sentía como un campo de deportes. Por eso le gustaba tanto tirarse sobre ella.

Sus preocupaciones se derritieron. Da igual. Lo agarro del cuello y le pregunto. Kang Ji-han nunca se niega a responderme.

“... Voy por algo de picar”.

Ji-han lo miró y de repente, con una incomodidad evidente, salió de la habitación.

“¿Eh? No tengo hambre…”.

Vio que las orejas de Ji-han se ponían rojas, así que se bajó de la cama, avergonzado.

Ah, ahora que lo pienso. La última vez que vino, no sentía nada por Ji-han. Ahora, al ser consciente de sus sentimientos, la habitación de repente se sentía muy calurosa.

Se sentó con la cara roja y no pudo evitar abrir la ventana. Se abanicó la cara con una carpeta para que el calor se escapara. No pienses en eso. Todavía no ha pasado nada.

Sí. Un chico que no puede ocultar sus sentimientos como él. Si tiene algo escondido, debe haber una razón. Además, Ji-han no ha escuchado mi respuesta, y ya está así. Bo-reum recordó la cara decidida de Ji-han cuando le dijo que esperara hasta después del Suneung. Una vez que le dijera el último secreto, también quería escuchar la respuesta de Bo-reum.

Bo-reum se sintió frustrado y murmuró para sí mismo:

“Tsk. Yo también quiero decirle lo que siento. ¿Por qué solo él se confiesa?”.

“¿Eh? ¿Bo-reum, qué dijiste?”.

Justo en ese momento, Ji-han regresó.

“Ejem, ah, nada”.

Ji-han miró a Bo-reum que había abierto la ventana, pero no notó nada extraño. Solo preguntó, “¿Tienes calor? ¿Enciendo el aire acondicionado?”, preocupado por su comodidad.

“Ya es octubre, ¿para qué el aire acondicionado?”.

“Sí, pero si estás incómodo, dímelo”.

Los dos se sentaron en el suelo frente a la televisión, en medio de la gran habitación de Ji-han.

Bo-reum se puso los audífonos que sacó de su mochila. Se escuchó el sonido de las páginas de Ji-han, lo que significaba que también se había concentrado.

Sí. Ahora es el momento de concentrarnos en lo más importante. Cuando el Suneung terminara, Bo-reum también podría confesarle sus sentimientos. Y Ji-han le diría qué tipo de relación quería tener. También le contaría el último secreto.

El clima se enfriaba poco a poco. El atardecer hacía que la ventana se viera cada vez más oscura.

Bo-reum estaba concentrado, pero sin querer, miró a Ji-han, que estaba sentado frente a él.

“Ah…”.

En ese momento, sus ojos se encontraron. La luz rojiza del atardecer entraba por la ventana y caía sobre el perfecto rostro de Ji-han.

Sus ojos brillaban intensamente. Sus rasgos cincelados, su prominente nuez de Adán. Sus hombros anchos y su cuerpo tonificado debajo de la ropa estaban solo para Bo-reum…

Gulp.

Ji-han no había pasado una sola página de su libro.

Bo-reum se dio cuenta por primera vez de que los sentimientos de Ji-han podían ser mucho más profundos y fuertes de lo que había imaginado. No pudo apartar su mirada de la de Ji-han. En algún momento, sus feromonas se mezclaron.

Bo-reum desvió la mirada y miró la mesa. Sin embargo, sintió una mirada ardiente en su rostro. Avergonzado, miró la mano grande y fuerte de Ji-han.

El dorso de su mano. Estaba sobre la mesa.

Bo-reum estiró su mano sobre la mesa y tocó el dorso de la mano de Ji-han.

Crujido, crujido. La piel se rozó. Los dedos de Bo-reum se deslizaron sobre los de Ji-han y subieron lentamente por el dorso de su mano.

Creeeeak.

Ji-han lo agarró de la mano y lo jaló. Los ojos de Bo-reum se abrieron de par en par.

La cara de Ji-han se acercó y se pegó a la de Bo-reum. Sus labios se presionaron, húmedos y suaves.

Bo-reum se encogió un poco, sorprendido, pero se dio cuenta de que los labios de Ji-han eran demasiado tentadores como para solo quedarse ahí.

El contacto de la piel era húmedo y caliente. Bo-reum fue acostado en el suelo, y Ji-han se subió sobre él, presionando sus labios con más fuerza.

El deseo de acercarse más lo invadió. No sabía si era un deseo que venía de Ji-han o si ya existía dentro de él.

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No importaba de dónde viniera el impulso. Bo-reum cerró los ojos y, tímidamente, liberó sus feromonas. Las de Ji-han ya estaban tan presentes que se sentía mareado. Por instinto, sintió que si sus feromonas se mezclaban, llegarían al clímax.

“Mmm…”.

Bo-reum gimió suavemente y abrió un poco la boca, y una membrana húmeda se deslizó entre sus labios…

“¡Haaa!”.

Pero el sueño dulce y electrizante se rompió.

Como si le hubieran echado un balde de agua fría, Ji-han se separó rápidamente. Bo-reum parpadeó y lo miró. Las feromonas de ambos se habían impregnado en sus cuellos y labios, causando una excitación extraña.

“Hah, uf… Geum Bo-reum”.

“...”.

Ji-han parecía enojado, por alguna razón. ¿Por qué? ¿Por qué está enojado? ¿Piensa que estoy jugando con él porque no le he dado una respuesta? Este era el momento. Bo-reum quería confesarle los sentimientos que no había podido.

“Ji-han. Yo… yo también…”.

“No”.

Pero Ji-han lo detuvo de nuevo. Se cubrió la nariz y la boca, con los ojos llorosos, sin poder mirarlo directamente, y continuó con dificultad:

“No, Bo-reum. Ahora no”.

“... ¿Qué no?”.

“Haaa”.

Ji-han suspiró, se levantó de un salto y se alejó. Bo-reum solo lo miró desde el suelo.

“Bo-reum. ... Es mejor que no vengas a mi casa por un tiempo”.

“... ¿Por qué?”.

“¿Eh? Nada… faltan solo dos semanas. Vamos a concentrarnos en estudiar”.

“...”.

“No tenemos que vernos. Lo siento… ¿puedes irte por hoy?”.

Y sin esperar una respuesta, Ji-han salió corriendo de la habitación.

“Lo siento, Bo-reum. De verdad... lo siento”.

Solo le dejó un montón de disculpas.

Bo-reum se quedó en el suelo, mirando al techo. Las feromonas que habían llenado la habitación con la puerta abierta se disiparon. El olor a sol que se parecía a Ji-han y el olor de Bo-reum…

¿Qué es lo que sientes tanto? ¿Te arrepientes de haberme besado? Si no, ¿entonces qué?

 

Desde ese día, Ji-han lo evitó más que nunca.

Como si jugaran a las escondidas, cada vez que Bo-reum iba a su clase a buscarlo, él se había ido. Y si lo llamaba, casi nunca respondía. Dijo que le gustaba, y ahora ¿qué está haciendo? Era absurdo.

Pero lo extraño era que le mandaba mensajes para saber cómo estaba. Era completamente ilógico. No quiere verme en persona, pero sigue chateando como si nada. ¿Cómo se suponía que debía tomarlo?

En serio, Kang Ji-han era imposible de entender. Su actitud, tan diferente a la del Ji-han que Bo-reum conocía, lo ponía ansioso.

* * *

Durante las siguientes dos semanas, Bo-reum y Ji-han pasaron sus días por separado.

Tal como Ji-han había dicho, no se encontraron para ir a la escuela. Bo-reum sentía un vacío en la calle cada mañana al abrir la puerta y no encontrarlo esperando.

No podía entender por qué Ji-han estaba tan decidido a evitarlo, pero Bo-reum decidió esperar.

“... ¿Será esto una estupidez?”.

Ese pensamiento lo asaltó por primera vez cuando se encontró sonriendo tontamente a los mensajes que de vez en cuando se enviaban. Aunque no sabía qué era tan importante, al pensar que había algo más importante que intercambiar afecto y conexión, sintió una repentina tristeza. Parecía que el afecto de Ji-han por él no era tan grande después de todo.

Aunque, para ser justos, no podía decir si el afecto de Ji-han era el único criterio para medir sus sentimientos. A diferencia de Bo-reum, que sentía que su relación era más importante que cualquier otra cosa, Ji-han parecía tener algo más en lo que concentrarse.

“Haa, la gente nace incluso en tiempos de guerra”.

“¿Eh? ¿Qué dijiste, Dal-ah?”.

Bo-reum, que estaba cenando, se levantó de la mesa. Su padre miró el plato a medio comer y lo vio con preocupación.

“¿Por qué no comes más? Es tu examen mañana. Tienes que comer bien y dormir”.

“Papá, no es bueno comer demasiado el día anterior. Bo-reum, ¿no te sientes mal?”.

“¡Jeje, el pequeño hermano finalmente terminará el Suneung! El esclavo de los mandados será libre”.

“Geum byul, no pienses en tonterías. Inscríbete en la biblioteca. Y tú, cuídalo mejor”.

“Está bien, cariño”.

Bo-reum asintió y saludó a su familia antes de irse. Sus padres lo vieron irse con una expresión de preocupación, pero como no hay estudiantes de último año que no estén estresados el día antes del examen, lo dejaron ir para que descansara.

De todos modos, todo terminará mañana. Ji-han dijo que me diría el resto después del examen. Lo veré mañana por la noche y haré que me confiese todo lo que ha estado pensando.

Con esa idea, Bo-reum se metió en la cama.

Buzz, buzz. Su teléfono, que estaba a su lado, vibró.

En la habitación oscura, vio la pantalla.

<br>

Ji-han

<br>

Bo-reum suspiró, mirando el nombre sin contestar.

De verdad, no te entiendo. A veces parecía que me dabas tanto afecto que casi me desbordaba. Pero a veces parecía que no había cambiado nada, que solo éramos amigos.

Su corazón fluctuaba sin rumbo. La llamada se cortó.

Inmediatamente después, llegó un mensaje.

<br>

Ji-han

Dal-ah.

¿Estás dormido?

No estás enfermo, ¿verdad?

<br>

Sin pensarlo, abrió el chat y leyó el mensaje. El ‘1’ desapareció, y el teléfono volvió a sonar.

Bo-reum contestó después de tres vibraciones. Se había acostumbrado a eso desde que sus sentimientos por Ji-han comenzaron a crecer: nunca contestar las llamadas de Kang Ji-han de inmediato, por muy importantes que fueran.

“Hola, Ji-han. ¿Qué pasa?”.

–Bo-reum, ¿qué pasa con tu voz? ¿Estás enfermo?

Lo curioso era que esta era la primera llamada en la que se preguntaban cómo estaban desde aquel beso. Solo se mandaban mensajes, y él no le había mostrado ni un ápice de su rostro. ¿Cómo se supone que debo interpretarte?

“No sé. Supongo que estoy enfermo. ¿Qué quieres?”.

–Hmm…

Con su tono cortante, Ji-han parecía confundido. Lo calmó con una voz suave.

–¿Por qué estará enojado Dal-ah? ¿Eh?

“... No estoy enojado”.

–Sí, lo estás.

“...”.

–¿Será porque no nos hemos visto ni hablado por teléfono?

“¿Crees que vivo esperando tus llamadas?”.

–¿De verdad? Yo sí esperaba una llamada tuya.

Eso fue absurdo.

“Fuiste tú quien dijo que no nos viéramos. Sentí que no debía llamarte primero. Así que simplemente no lo hice. Pensé que me llamarías cuando resolvieras lo que fuera que tenías que resolver”.

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–Sí…

“Haa. ¿Ya lo resolviste?”.

–…

Se escuchaba un ruido de fondo. ¿Estaría en la calle? Un ruido estático se escuchó, y Ji-han respondió brevemente.

–Aún no.

“Me molestas”.

–Lo siento.

Pero solo quedaba un día, así que Bo-reum decidió armarse de paciencia.

“Ya. Después del Suneung. ¿Verdad? Tienes que verme mañana, cuando termines”.

–Ah, hmm…

Oh, mira esto. ¿Por qué no responde con claridad y solo da vueltas?

“¿Por qué? ¿Tampoco quieres eso?”.

–Ah, bueno, en realidad, te llamé por un plan que tengo para mañana... Creo que tengo que ir a Estados Unidos en cuanto termine el examen.

Bo-reum se quedó sin palabras.

Ji-han había dicho que estaría en Estados Unidos hasta que la universidad comenzara, para asistir a una capacitación para ejecutivos por recomendación de su padre. Bo-reum lo sabía, pero no esperaba que fuera tan pronto.

“Entonces… ¿y nuestra conversación pendiente?”.

–La tendremos cuando vuelva.

Puff. ¿Se sentiría así una burbuja que se desinfla? El corazón de Bo-reum estaba listo para volar, pero Ji-han no parecía sentir lo mismo, y una parte de su pecho se sintió vacía de repente.

“Hagámoslo ahora. No puedo esperar tanto”.

–Hmm…

“De verdad, ¿no crees que un mes es mucho tiempo? ¿No podemos hablarlo por teléfono?”.

Ji-han dudó un largo rato antes de hablar.

–Bo-reum, mira. Hemos crecido como hermanos, somos amigos inseparables.

“Sí. ¿Y?”.

–Pero al mismo tiempo, también somos… un alfa y un omega, géneros diferentes.

“Sí. ¿Y?”.

Bo-reum se había sentado en la cama, mordiéndose los labios. ¿Qué demonios está tratando de decir? En el fondo, ya lo sabía, pero le frustraba que lo hiciera tan difícil. Y en una parte de su pecho, la forma en que retrasaba y dudaba la confesión le hacía sentir que los sentimientos de Ji-han no eran iguales a los suyos.

En general, Ji-han era tan dulce y suave como un algodón de azúcar. Pero cada vez que se trataba de esta confesión, parecía enojado.

Por eso, Bo-reum quería que se lo dijera de una vez, con sus propias palabras.

–Ah… no. Creo que no puedo.

“Haa”.

Ji-han volvió a dudar, y luego le dijo:

–No es algo que deba decirse justo antes del examen.

En ese momento, la verdadera naturaleza de lo que Ji-han sentía se redefinió en la mente de Bo-reum.

Esto no es, definitivamente, una confesión de amor.

Un escalofrío indescriptible lo invadió. Bo-reum se quedó con el teléfono en la oreja, con el rostro endurecido.

Justo en ese momento, se escuchó un golpe en la puerta de su habitación.

“Hermano. Papá quiere que tomes tus vitaminas con… ¿estás en el teléfono?”.

“No. Ya colgué”.

Bo-reum simplemente colgó. Geum byul, diciendo que su hermano estaba tenso por el examen, siguió molestándolo hasta que recibió un golpe. Después de forcejear con Geum-byul por un rato, justo antes de dormirse, Bo-reum vio el mensaje de Ji-han.

<br>

Ji-han

Bo-reum. Lo siento. Te lo diré cuando vuelva.

<br>

Las palabras que Ji-han quería decir, probablemente, no eran...

Amor.

* * *

Dos meses después, en la ceremonia de graduación.

A petición de Bo-reum, Ji-han regresó de su pasantía en Estados Unidos para que pudieran verse.

“¿Geum Bo-reum? ¿Yo? No. Bo-reum es como un hermano menor para mí. Nuestras familias lo cuidan mucho”.

Ji-han le estaba diciendo eso a Jung Jae-hui.

Ji-han le clavó una espina en el corazón, pero Bo-reum, que solo quería no perderlo, aceptó las palabras crueles.

“¿Las feromonas que le impregné? Ah, eso. Sabes, Bo-reum es muy lindo, y los demás se le acercan. Hace poco, un hombre de unos 30 años le pidió su número. Como sigue pasando, solo estoy tratando de protegerlo”.

Así, de la forma más dolorosa y cruel,

Bo-reum finalmente escuchó la verdad de lo que Ji-han quería decir.

Y esa verdad, definitivamente,

No era amor.