2. Armando el rompecabezas
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2. Armando el rompecabezas
"Guía Won-jin. ¿Otra vez repartiendo
café?"
¿Quién podría haber previsto un giro tan
fantástico en un mundo que siempre había sido pacífico? De repente, se abrieron
portales, de los cuales surgían monstruos como los de las películas y aparecían
individuos con superpoderes.
"Sí. Como siempre, también para el Esper
Kyung-won."
"Vaya, ¿tanto te esfuerzas por cuidar al
chico joven?"
Estos superpoderosos son un producto moderno,
clasificados en grados desde F hasta S, bajo el Centro del Servicio Nacional de
Inteligencia (NIS).
"¿Quiere ordenar?"
"Un té helado y un caramelo macchiato. El
caramelo macchiato que sea helado y con mucha crema batida."
Pero lo importante es que el mundo sigue
girando en paz. La gente sale diligentemente a trabajar para ganar dinero, y yo
puedo seguir disfrutando del bien vendido caramelo macchiato.
Esta estabilidad recuperada se debe claramente
a los llamados "agentes", clasificados como Espers y Guías.
"Nuestro Guía Won-jin siempre es tan
obediente, me encanta. Ojalá mi guía fuera así de dócil. Pensándolo bien,
nuestro Guía Won-jin es realmente bueno, ¿eh? Y su apariencia... ¡esa cara, ay!
Es guapo y masculino a primera vista, y escucha bien a los Espers, así que su
actitud es modesta y agradable, ¿no? ¿A esto es a lo que los jóvenes de hoy
llaman 'encanto inesperado'? ¡Ja, ja, ja!"
"Ah. Ja, ja. ¡Ajaja...! Qué cosas dice,
sumbae..."
Sin embargo... sí, si hay una verdad incómoda,
es el trato despreciable que reciben los Guías en comparación con los Espers,
incluso si son del mismo rango. Uno podría pensar que es obvio quién debería
tener la prioridad, ya que los Espers no pueden vivir sin Guías, pero bueno, si
no te gusta el templo, no queda más que adaptarse a menos que el monje se vaya.
"Por cierto, ¿ya llevas seis años
formando un equipo? Dime, ¿hasta dónde han llegado en la profundidad de la
guía? Aunque sean hombres, son compañeros de equipo que se salvan la vida
mutuamente, ¿qué hay de vergonzoso en eso? Claro, yo con otro hombre, eso no...
ugh. Pero si nuestro Guía Won-jin lo cuenta en una reunión, yo lo escucharé con
gusto."
"Ajaja. Nosotros solo con tomarnos de la
mano nunca tuvimos problemas. ¡Entonces que tenga un día de mierda,
sumbae!"
En ese momento, con los cafés en un
portavasos, salió del lugar, inclinando la cabeza hasta el final. "Ah, si
el asesinato fuera legal, definitivamente mataría a ese idiota
primero...", murmuró después de haber caminado un buen trecho.
.
.
.
"...¿La profundidad de la guía? ¿Para
qué, a un tipo que ni siquiera le gusta tomarse de la mano con otro
hombre?"
'Soy heterosexual hasta la médula.'
Hace mucho tiempo, Kyung-won lo dijo sin que
nadie le preguntara. No sabía si pensaba que le gustaría solo porque yo había
salido del armario, o si simplemente estaba estableciendo límites de antemano.
Y pensándolo bien, ¿realmente habían pasado ya
seis años desde que formó equipo con ese tipo "hasta la médula"?
De todos modos, él, siendo seis años mayor, no
tenía otras intenciones con el chico más joven. Incluso si era por trabajo, él
tampoco deseaba un contacto íntimo con alguien sin sentimientos, así que nunca
había pensado mucho en la profundidad de la guía. Normalmente, era la guía a
distancia, y en situaciones que requerían contacto, un simple abrazo era el
contacto más cercano entre ellos.
"¡Oye, Kyung-won! Traje bebidas."
Al entrar en la oficina, encontró al chico
tirado en el sofá, con la cara cubierta por una fina chaqueta bomber, sin
siquiera saludarlo. Estaba seguro de que estaba despierto, así que no sería
culpable si lo insultaba por ser un maleducado.
"Nuestro Kyung-won... ¿Quieres morir
congelado por presumir con este clima de febrero? ¿Por qué usas ropa tan
delgada?"
"Tú, con tu cuerpo delgado, quizás te
afecte el frío, pero yo no."
"¡Vaya, parece que no dormiste! Si tienes
la energía para responder, levántate y mírame a la cara. Qué descaro para un
chico tan joven..."
"...Cállate. Tonterías
innecesarias."
"Ya, ya. Bébelo antes de que el hielo se
derrita."
Ignoró amablemente sus suaves maldiciones.
Solo entonces el chico se levantó de su asiento y estiró ligeramente el cuerpo.
"...Mmm."
"¿Qué, qué me miras tan fijamente?"
* * *
Sí, era cierto. No era la primera ni la
segunda vez que veía su rostro impecable, incluso después de haberse levantado
de estar acostado. Pero hoy, por alguna razón, su piel inusualmente tersa y
brillante le atraía la mirada.
"¿Cuántos años tenías este año?".
"No sé de eso".
"En fin... Este joven ya vive sin saber
su edad. Tienes veintiséis, ¿sabes? ¿Hasta cuándo esperas que yo esté a tu lado
para decirte tu edad? ¿También dirás que no sabes cuando otras personas te
pregunten?"
"¿Y tú por qué me preguntas eso de
repente?"
"...¿Solo por preguntar?"
"Ja. ¿Comiste algo malo? ...Solo dices
tonterías."
Este Esper maleducado, a pesar de tener una
apariencia que cautivaba a todos sin objeciones, vivía prácticamente aislado
dentro del centro. Bueno, según él, era él quien aislaba a los demás.
Esos llamativos ojos de un azul intenso
rodaban de un lado a otro. Al manifestarse como Esper, le habían quedado marcas
físicas, ojos descoloridos. La mayoría de los Espers de alto nivel con colores
de ojos peculiares tenían la misma razón que Kyung-won.
Desde sus cautivadores ojos y su nariz
afilada, hasta el cabello negro que le cubría la frente y se balanceaba, sin
darse cuenta, su mirada se dirigía al rostro de Kyung-won.
"Toma. Por cierto, aquí está el tuyo. Té
helado".
"...¿No me habrás dado el tuyo por
error?".
"¿No? Mira, el mío es un caramelo
macchiato”.
"..."
Kyung-won solo bebía americano helado o latte
sin jarabe, así que le encantaba ver cómo su rostro cambiaba de una manera tan
divertida cuando le gastaba este tipo de bromas. Míralo, su rostro impasible,
que normalmente no mostraba ninguna emoción, se animaba por un momento.
"Lo siento, lo siento. En realidad, esto
no es té helado, es americano"
Riendo entre dientes y agitando lo que tenía
en la mano. Kyung-won se lo quitó, casi golpeándole el dorso de la mano.
"Ah, Kyung-won. Hoy tengo un lugar al que
ir temprano, así que me voy a casa primero. De todos modos, hoy es mi día
libre, así que no hay necesidad de quedarse, ¿verdad? Si me llaman, saldré, así
que no pierdas el tiempo aquí. Tú también ve a casa", le dijo.
"¿A dónde vas?"?.
"Hmm, ¿a tener una profunda conversación
sobre la vida futura con un hombre de hermosa apariencia?".
"...Ja, ¿otra vez vas a hacer cosas de
maricones? Qué asco... Seguro que va a seducir a alguien como él."
"Espera. No es eso. Claramente, solo voy
al hospital para un chequeo".
* * *
"He estado escupiendo sangre desde hace
una semana. Me preguntaba si podría haber algo grave en mi cuerpo".
"¿Algún otro síntoma?".
"No. Tampoco me dolía
especialmente".
"Primero haremos los exámenes y luego
hablaremos".
* * *
Después de toser sangre de repente, buscó un
hospital lo más lejos posible del Centro. Y por alguna razón, no recibió
ninguna llamada a misión mientras esperaba los resultados de todos los exámenes
que asumían lo peor.
El alivio de no tener que lidiar con un
trabajo molesto, al menos por ese día, era bienvenido.
"...Es cáncer de páncreas en etapa
terminal. La metástasis ya ha avanzado gravemente al estómago, el hígado y los
pulmones...".
"…¿Sí?".
Si hubiera tenido que ir a una misión en ese
momento, no habría podido ocultar lo que le pasaba.
"Ah, entonces... ¿cuánto tiempo...?"
"Como máximo, aproximadamente un mes, de
hecho, es sorprendente que todavía esté caminando. Señor Won-jin, su cuerpo
podría morir en cualquier momento".
Era realmente increíble que siguiera vivo y
moviéndose. El diagnóstico que le dieron no ofrecía esperanza, solo el peor de
los finales.
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* * *
¿Había un chiste que decía que incluso si el
mundo se acabara, uno tenía que ir a trabajar?
Así que, incluso con su salud deteriorada,
siguió yendo al trabajo, y ya había pasado una semana. Como todavía no había
muerto, pensó que sería mejor cumplir con su deber como guía antes de irse... Y
como siempre, se dirigía al Centro.
"Mientras esté vivo... tengo que guiarlo
un poco más. Ah, de verdad, ¿qué voy a hacer con ese cabrón?".
Aún le preocupaba más Kyung-won, que no
recibía guía de nadie más que de él, que su propia situación. Nunca pensó que
se preocuparía por los demás estando en ese estado. De todos modos, cuando
muriera, nada de eso importaría.
Pero, le picaba la curiosidad saber qué cara
pondría Kyung-won cuando muriera.
Tan pronto como se acercó lentamente a la
oficina, sonó un anuncio y su reloj de trabajo vibró. Era un mensaje que le
informaba de su despliegue en la zona del incidente actual.
[※Ocho portales han aparecido simultáneamente
en el distrito de Dobong-gu, abarcando desde Ssangmun 1-dong hasta 4-dong. Se
recomienda a los ciudadanos que tengan precaución, eviten las actividades al aire
libre y evacuen rápidamente a las zonas seguras dentro de la región hasta que
llegue el agente enviado por el Centro.※]
[SE20180203.Seo Kyung-won × SG20091211.Won-jin
->> Despliegue en Dobong-gu Ssangmun 1-dong en curso...]
"...¿Eh?".
Antes de revisar el mensaje, no le había dado
mucha importancia, pero cuando vio que los portales habían aparecido
simultáneamente en un solo distrito, se quedó aturdido por un momento.
Sinceramente, era casi inaudito que tantos portales aparecieran en un solo
distrito.
"¿Qué haces? ¡Vamos, rápido!".
Pero, por supuesto, sería el comienzo de otra
misión tediosa y familiar. Al escuchar la voz familiar detrás de él, levantó la
cabeza y vio a Kyung-won, que ya había salido de la oficina, preguntándole
mientras lo miraba fijamente.
"¿Qué haces? ¿No te mueves? ¿Por qué
estás quieto con esa cara de tonto?"
"...".
...Ah, ah. Sí. Él también estaba muy
desconcertado, porque no esperaba sentir flemas mezcladas con sangre en la
garganta.
"Oye, uh... Seo Kyung-won, ve tú primero
al punto de teletransporte y muévete. Yo... qué, iré al baño y me uniré".
"...¿Tan urgente es hacer tus necesidades
en esta situación?".
Bueno, lo repentino era repentino... ¡Pero no
podía mostrarle ese aspecto! Y mucho menos cuando tenían que salir de
inmediato.
"No, es que ayer bebí demasiado, por así
decirlo..."
Al final, después de mucho pensar, dio la
respuesta más plausible. Beber demasiado. Al escuchar eso, la mirada de
Kyung-won, que ya era fría, se heló rápidamente. Se llenó de desprecio, como si
lo mirara como a un simple insecto.
"No puedes ni cuidar tu propio cuerpo...
Me avergüenza tenerte como compañero. De verdad, yo, yo... simplemente me
sentiré mejor si desapareces".
Lo que había acumulado en su boca lo escupió
en su mano solo en el momento en que Kyung-won desapareció sin piedad.
"Así es... Un guía que no puede cuidar su
propio cuerpo. Quizás seas el primer Esper en perder a su guía por cáncer"
"Pero no te preocupes demasiado. Yo
también tengo mi orgullo, así que no tengo intención de que se sepa que morí
así. Entonces no te causaré ningún daño. Veamos... ¿sería apropiado si muriera
en acto de servicio debido a un accidente durante una misión?", pensó.
"Qué caradura. Decir que te sentirás
mejor si desaparezco... Pero ¿no crees que eso es un poco demasiado para un
compañero?".
A pesar de haber sido compañeros durante seis
largos años, el joven le había dicho esas palabras tan dolorosas.
* * *
¡Bip—
biiip—!
Un callejón tranquilo, dominado por villas de
ladrillo rojo. Cables eléctricos se extendían densamente sobre él. Coches que
subían y bajaban tambaleándose por las empinadas cuestas intermedias, y el
sonido de las campanas que venían de las escuelas cercanas.
¡Biiiiiiip—!
Esa era la escena de la vida cotidiana que se
extendía hasta antes de que el agudo sonido de la alarma de desastre comenzara
a taladrar sus oídos.
. . .
[Agente. SE20180203. Seo Kyung-won.
Teletransportándose a la zona de la misión.]
"...¿Terminó toda la evacuación?"
Las calles desoladas eran tales que, en ese
momento, incluso una mota de polvo ondeando al viento podía verse con claridad.
Los únicos de clase S disponibles para ser llamados en ese instante eran ellos,
por lo que las demás zonas estaban siendo cubiertas por los rangos inferiores.
Aunque, para ser "ellos", su maldito guía aún no había llegado.
Tsk. Kyung-won chasqueó la lengua brevemente y se
enfrentó a los dos portales que habían aparecido, de un color negro intenso.
Cuanto más oscuro era el color del portal, más
peligrosas eran las criaturas que emergían. Por lo tanto, el despliegue se
había realizado en el lugar adecuado en el momento oportuno. Al vaciar su mente
con un ligero estiramiento, se limpió una sensación sucia que cayó sobre su
cabeza, y un líquido pegajoso se le adhirió entre los dedos.
"Mierda..."
Murmuró en voz baja antes de levantar la
cabeza.
"...Ja. Si ese bastardo llega un poco
tarde, de verdad lo mataré."
Sería más preciso decir que las criaturas que
salían del portal se derramaban a borbotones. Alas más grandes que el cuerpo de
un pterodáctilo se clavaban en los ojos de los demás, emitiendo gritos
grotescos, mientras que masas esféricas, como ovillos de lana enredados,
proyectaban sombras sobre la ciudad.
La oscuridad se extendió de repente.
Tentáculos afilados que sobresalían de las masas esféricas caían en picada. En
un instante, la calzada se dividió en dos, revelando acantilados escarpados. ¡Kiiiiiik! Un grito similar al de una
bocina de coche se extendió.
El sonido del grito se confundía
constantemente con el claxon de coches que ya no existían. La visión de humanos
en pánico, creada involuntariamente, flotaba libremente por las calles
desiertas.
"...!"
De repente, una ráfaga de viento que levantó
desordenadamente los montones de basura cercanos le quitó sin que pudiera
reaccionar la chaqueta de lujo que Kyung-won llevaba holgadamente alrededor de
su cintura.
"Ah. La había comprado a plazos..."
De nuevo, el viento sopló con fuerza, y
Kyung-won, con el cabello despeinado, volvió a apartarlo y frunció el ceño. Sus
músculos firmes, visibles bajo el cuello vuelto de su camiseta ajustada,
contrastaban con su boca sucia. Su rostro, completamente expuesto, irradiaba
una atmósfera bastante pura a pesar de las arrugas en su entrecejo.
Quizás se debía a que, a diferencia de su
cuerpo robusto, las líneas de su rostro eran finas y afiladas, y su piel
blanquecina y sus labios naturalmente rojizos atraían más la atención que sus
fríos ojos.
¡Kiiiiiik!
Su mentalidad fuerte no se debía a una larga
carrera. Era porque una de sus habilidades requería una "mentalidad
templada". Por lo tanto, debía dejar rápidamente de lado el pensamiento de
la chaqueta que había comprado en 12 cuotas.
Solo le quedaban 6 meses. 6 meses... 6...
"...Haa."
Sus pasos largos se movieron rápidamente. Los
postes de luz caídos, los árboles de la calle partidos y dispersos, los
letreros derribados y las carreteras limpiamente cortadas también comenzaron a
volver a su forma original siguiendo las huellas de Kyung-won.
Al momento siguiente, Kyung-won levantó una
mano en el aire y dibujó un marco cuadrado de una sola línea. La forma
completada a través del último punto que marcó se convirtió en una barrera que
envolvía a los monstruos que se acercaban. Kiiing—,
el sonido resonó por toda la calle.
Hasta que no hubiera más criaturas saliendo
del portal. Lo que quedaba era solo la tediosa tarea repetitiva de moverse a
las zonas derrumbadas para restaurar y confinar. Era el turno de usar sus dos
habilidades, "conservación" y "restricción", mezclándolas
apropiadamente.
* * *
"Bastardo... mira que todavía no
llega."
Kyung-won, que se había estado moviendo
afanosamente durante un buen rato, se desplomó debido a un dolor punzante en el
pecho, pero se esforzaba por mantener su compostura. No podía permitir que la
barrera que tanto le había costado erigir se desmoronara. Esta era también la
razón por la que Kyung-won necesitaba desesperadamente guía.
"Kyung-won"
Una voz suave resonó. Era el sonido cariñoso
de alguien llamándolo.
"...Won-jin."
Al ver a Won-jin acercarse con una cara tan
brillante, como si hubiera descansado muy bien, Kyung-won simplemente negó con
la cabeza, estupefacto.
"¿Ya lo tienes todo resuelto? Como era de
esperar, hay que reconocer tu habilidad."
"Ja... deja de reír y ayúdame a
levantarme."
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Con la ayuda de Won-jin, Kyung-won se puso de
pie y comenzó a redactar un mensaje solicitando "apoyo de Esper físico
para acabar completamente con las entidades". Toc, toc, toc, toc... Las
palabras, tecleadas rápidamente con una mano, se alinearon sin interrupción.
Finalmente, solo quedaba presionar el botón de
enviar...
"¡...!"
¡Crack! Los fragmentos de la pantalla rota se
esparcieron por todas partes, y de repente, un dolor cálido se extendió por su
abdomen.
"Tú, tú, ¿qué demonios—"
"¿Sabes por qué la mayoría de los Esper
de clase S del Centro estaban en otro lugar hoy?"
Después de esa pregunta juguetona, Kyung-won,
que se había derrumbado, miró aturdido el rostro de Won-jin que lo observaba.
Es que su guía estaba sonriendo. Con las comisuras de los labios estiradas de
forma exagerada, como si estuviera muy satisfecho.
Tenía una sonrisa de oreja a oreja... era una
expresión honesta y sin un ápice de error. "Ah, este no es Won-jin. No es
él. Entonces, esto es... un ser que ni siquiera es humano." Solo entonces
se dio cuenta.
"¿Tú... quién eres?"
"Se ha añadido una nueva categoría. Hmm.
Lo sabrás más tarde, si logras salir vivo de aquí, claro. Ah, de verdad, todos
los de clase S son tan débiles."
[De nuevo. Con mayor intensidad. Repite.]
[Líder del Centro. Ya van seis horas. Por el
bien de Kyung-won, ¿no deberíamos descansar un poco?]
[¿Descansar? ¿Vas a descansar incluso durante
una misión? Esta mentalidad tan débil que no puede soportar ni siquiera esto...
¿Todavía no sabes que algún día te llevará a la muerte?]
Había entrenado su mente hasta el cansancio.
Se enorgullecía de no dejarse perturbar por casi nada. Sí, podía enorgullecerse
con seguridad.
"..."
Por ridículo que pareciera, en el mismo
instante en que la entidad con la forma de Won-jin desapareció, su fuerza
mental se desmoronó por completo. La barrera que había levantado se rompió. Al
desaparecer el confinamiento, las criaturas que se derramaban como un río se
lanzaron, impulsadas solo por la venganza.
Quizás. ¿Habría estado bien si no hubiera sido
con la apariencia de esa persona? Si un ciudadano común o una entidad con la
forma de esa mujer lo hubiera apuñalado, ¿no se habría descompuesto de esta
manera?
"Bastardo... mira que todavía no
llega."
Pero, por desgracia, esa maldita cosa,
Won-jin, tomó su forma.
* * *
Después de enviar a Kyung-won primero, Won-jin
sintió como si se hubiera desmayado tan pronto como entró al baño.
Cuando sus ojos volvieron a abrirse, mareado,
había pasado media hora mientras yacía en el suelo del baño. Solo después de
teletransportarse apresuradamente a la zona de la misión, la gravedad de la
situación se hizo evidente.
"Esto es una locura. No es una película
de desastres, pero..."
Bueno, sí era una situación de desastre. La
cantidad de criaturas que salieron de los dos portales no era normal, y estaban
campando a sus anchas, causando un gran alboroto.
Era imposible que Kyung-won se hubiera quedado
quieto hasta ese punto... Eso significaba que algo le había pasado a Kyung-won,
y un escalofrío le recorrió el cuerpo.
Inmediatamente, continuó la búsqueda en la
dirección que indicaba el transmisor, pero el tipo que debía estar allí no
aparecía. Solo estaban su teléfono móvil y su reloj inteligente, partidos por
la mitad. ¿Había caído en alguna de las múltiples grietas? ¿Debería considerar
ahora el peor de los escenarios?
"...Puedo encontrarlo. Yo lo
encontraré."
No podía permitir que ese chico maleducado y
joven muriera primero, sin respetar el orden.
* * *
Como el rastreador se había vuelto inútil,
buscó por todas partes minuciosamente. Levantó los escombros entre los
edificios derrumbados e incluso gritó en los sumideros. Ninguna respuesta llegó
desde abajo mientras su voz se dispersaba en ecos. Sería una suerte si no se
hubiera caído y ahogado, sin poder responder.
"Si no te caíste, entonces, ¿dónde estás,
Seo Kyung-won...?"
Si fuera un Esper de tipo físico, no habría
necesidad de preocuparse en una situación de emergencia, pero con Kyung-won,
que era de apoyo, la situación era diferente. Normalmente, él se habría unido a
un equipo de apoyo o habría asegurado el apoyo de un Esper físico de antemano
para la misión. Era extraño que ninguna de esas opciones aplicara ese día.
Un mensaje apareció en la pantalla de su
reloj, indicando que tendrían que esperar un poco más para que llegara el
apoyo... Era inusual que hubiera tan pocos agentes en espera en el Centro ese
día.
"...!"
De repente, una fuerte ráfaga de viento pasó
rozando su oreja.
Escuchó un ruido y lo que vio fue el chasis de
un camión aplastado contra una pared. Sus manos temblaban mientras se palpaba
la oreja adolorida, manchándose con gotas de sangre. Si tan solo se hubiera
movido un poco más hacia un lado...
Justo cuando pensó que él podría haber sido el
aplastado, vio una mano que se apoyaba en el suelo detrás del camión destrozado
y jadeó. ¿Había quedado algún ciudadano que no hubiera podido llegar a la zona
segura?
"¡Se-señor! ¿Está bien? ¿Necesita ayuda
para levantarse?"
"...Jin".
Se acercó y la mano que le tendió se quedó
congelada. Porque la persona que lo llamó por su nombre cariñosamente, la
persona que estaba allí, no era otra que él.
Seo Kyung-won. Sí. Su Esper, a quien tanto
había buscado.
'Veamos... primero, las extremidades y la
cabeza de nuestro Kyung-won están todas en su lugar...'
Todo lo que debía estar, lo estaba intacto. No
había cortes ni heridas, pero el estado de Kyung-won era extraño.
A medida que se acercaba a Kyung-won, una
presión abrumadora lo oprimía. La piel de Kyung-won estaba de un rojo intenso y
sudaba profusamente, y el edificio comercial en el que se apoyaba tenía grandes
grietas que se extendían hasta el cuarto piso. Era probable que fuera un
fenómeno causado por la energía que se liberaba de su cuerpo, que no podía
soportar.
...Este tipo, estaba suprimiendo una
explosión.
"Nuestro Kyung-won... ¿lograste aguantar
bien sin mí? Bien hecho. Realmente bien hecho."
Mientras dispersaba una guía radiante a su
alrededor, lo abrazó con fuerza. Inevitablemente, cuando hacían contacto para
la guía, Kyung-won se preocupaba por el olor de su sudor y, después de
olfatear, decía: "Entra, si quieres."
Ese era el mismo patrón incluso cuando
Kyung-won estaba exhausto y tambaleándose. Tal vez era porque le preocupaba su
propia apariencia.
A pesar de que le decía que podía relajarse un
poco con eso, y qué importaba si olía a sudor, y que si estaba cansado, no
pensara en nada y recibiera la guía de inmediato, Kyung-won nunca le hacía
caso.
¿Qué le preocupaba tanto del olor? Al
abrazarlo ahora, le resultaba aún más incomprensible. ¿De qué olor a sudor
hablaba? Incluso sudando tanto, solo había un buen olor.
"...Jin..."
"Sí, sí. Es tu hermano Jin. Estás
bien."
Por ahora, lo importante sería calmar la
explosión de este valiente chico antes de que llegara el apoyo... Sin embargo,
una vibración que resonó no muy lejos, como si se burlara de sus pensamientos,
hizo que los cuerpos de los dos hombres robustos se sacudieran ligeramente y
luego se calmaran.
Kyung-won, que había estado absorbiendo toda
la energía descontrolada en su cuerpo, era afortunado de que su cuerpo no
hubiera explotado. Por lo tanto, sería imposible para él usar sus habilidades o
realizar acciones violentas en ese momento.
'Estoy perdiendo la cabeza.'
A lo lejos, las figuras que antes eran solo
siluetas borrosas se volvieron más claras con las vibraciones continuas.
Uno, dos, no, ¿cuántos eran? Lo que
normalmente habría sido confinado con un solo gesto de Kyung-won, ahora se
acercaba con arrogancia. Pero esos montones de pelo no caminaban, sino que casi
rodaban.
"¡Coff...! Ha, haa..."
...Ah. Esto es el colmo.
¿Existe la superstición de que cuando una
persona está a punto de morir, sabe cuándo será? Pensó que era una tontería,
pero parece que era verdad. Los chorros de sangre que se derramaban sin control
le decían que su vida restante había llegado a su fin.
La sangre, que no conocía límites y brotaba a
borbotones, golpeó rápidamente el charco ya formado. Las manchas de sangre
espesa y pegajosa salpicadas en el suelo parecían la escena de un asesinato.
¿Cuántas horas, cuántos minutos? ¿Cuánto más podría aguantar?
"Won, Jin... levántame. Con esta cantidad
de guía, puedo hacerlo..."
¡No, no!
Si se movía con ese cuerpo, él y Won-jin
serían destrozados por esas cosas.
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* * *
Mientras no llegara el apoyo, no podría lidiar
con esa enorme cantidad de criaturas. Las había estado absorbiendo a la fuerza
para no causar daño a los alrededores, así que, aunque recibiera la guía de un
S-class, necesitaba suficiente tiempo para recuperarse.
"..."
Frente a él, estaba guiando a un Esper a punto
de explotar... el apoyo aún no había llegado, y una multitud de monstruos de
alto nivel pululaba cerca... Esa era la situación. Ah, con razón decían que era
un milagro que siguiera vivo.
¿Acaso había aguantado todo este tiempo solo
para salvar a este tipo aquí?
"Haa..."
Su aliento, cortado rápidamente en pleno
invierno, era solo una exhalación sin voluntad alguna, pero se aferraba al
aire, dejando una larga presencia como si luchara por vivir. Qué patético es
contemplar un suspiro al que normalmente no le prestaría atención, y que ahora
se vuelve un pensamiento inútil y sin sentido. Realmente debe estar llegando a
su límite.
"...Kyung-won, escucha bien. Sabes que me
hiciste sufrir bastante por tu costumbre de actuar siempre como un maleducado,
¿verdad?"
Finalmente, tomó una decisión. Se limpió la
boca con cuidado y miró a Kyung-won a los ojos.
"¿Qué...?"
"Seo Kyung-won. ¿Qué tal si nuestra
última guía es un beso?"
"¡...!"
¡Chas! El breve sonido resonó y sintió que el cuerpo
de Kyung-won se tensaba por un instante.
"¿Por qué cierras los ojos,
idiota?", pensó, revelando sus dientes en una mueca burlona. "Es solo
un beso en la mejilla, tonto. ¿Cómo te sorprendes tanto por algo así? Aunque
seamos nosotros, tengo que hacer esto de antemano para que aguantes bien la
guía radiante restante."
"Y... de ahora en adelante, cuando hagas
vida social sin mí, corrige esa actitud descarada tuya. Grábate bien el consejo
de este hermano."
"Probablemente esta será mi última guía
para ti, incluyendo un consejo para tu vida", pensó.
Por última vez, le dio una palmada en el
hombro. "Tienes mucho polvo en la cabeza", pensó, "déjame
limpiártelo antes de irme. Si este es nuestro final, ¿no puedo acariciarte la
cabeza una vez?".
"Won... Jin"
Ese chico, con las manos aún temblando,
intentaba aferrarse al dobladillo de sus pantalones para levantarse. Era obvio
que, con su personalidad, si lo dejaba, gatearía para salir. No podía permitir
que eso sucediera cuando había decidido convertirse en un cebo.
´De todos modos... estoy destinado a morir
hoy. Pero Kyung-won. Tú no lo estás. Tú tienes muchos más días por vivir, ¿no
crees?´.
Lo abrazó de nuevo. Inmediatamente, flexionó y
estiró las rodillas, luego golpeó con fuerza la zona de su esternón. La cabeza
de Kyung-won cayó directamente al suelo. "Mira esto".
"Normalmente, este tipo no recibía ningún golpe, incluso si lo golpeaba a
propósito. ¿Y ahora se desmaya con un simple impacto como este? ¡Qué tontería
decir que está bien!"
"...Que te vaya bien, idiota."
De todos modos, estaba destinado a morir, así
que, esta vez, ¿no debería salvar a su compañero?
* * *
Miró las criaturas que pululaban y se
abalanzaban, y su mirada se posó en el arma enfundada en su cinturón. Esto, en
caso de una emergencia imprevista, solo se entregaba para seguridad y
preparación, pero...
"¡Humanos a la venta! ¡Aquí hay humanos
deliciosos!"
No estaba nada mal para atraer la atención. Su
voz y los disparos se mezclaron en el callejón desierto, resonando en eco.
"Bien, que se extienda lo más lejos posible. Que presten la mayor atención
posible a esta dirección."
¡Kiiiii...! ¡Kiiik, Keeeeek!
¡Kiiik!
Disparó dos veces al aire y apuntó sin
descanso con el arma. Hasta que se le acabaran las balas entre la horda de
criaturas que se acercaban. Para que la atención que debía estar en el Esper se
concentrara por completo en él.
. . .
"...Ja, haa."
Había pasado al menos más de 10 minutos cuando
un mensaje bienvenido apareció en la pantalla de su reloj.
[La solicitud de apoyo ha sido aceptada.
¡Apoyo, el apoyo estaba llegando! Eso
significaba que probablemente llegarían en menos de cinco minutos.
* * *
´...Menos mal´.
Sin embargo, solo un poco más, solo hasta
allí. Necesitaba alejar a esas cosas de Kyung-won, aunque fuera un paso más.
Pero la fatiga acumulada, que apenas le permitía sostener el peso de su camisa
empapada en sudor frío y manchada, se abatió sobre él en cuanto recibió el
mensaje de apoyo.
Cuando recuperó la conciencia, su cuerpo ya
estaba cayendo sin remedio, y un tentáculo afilado estaba a punto de golpearlo.
"Yo... no me gusta el dolor, de
verdad..."
No se había dado cuenta cuando estaba
presumiendo, pero ahora, solo, abandonado como una presa, sentía miedo. Temía
cuánto dolería si eso lo tocaba. Tenía mucho miedo de no morir de inmediato si
lo golpeaba.
Pero, afortunadamente, antes de que lo que
volaba con el viento lo atravesara...
"..."
Su muerte como paciente terminal fue
microscópicamente más rápida.
* * *
La escena tuvo lugar aproximadamente media
hora antes de los acontecimientos previos.
Kyung-won, un Esper, estaba a punto de enviar
un mensaje de finalización de misión desde el lugar donde había terminado el
trabajo solo, sin la ayuda de su guía.
Se quedó estupefacto al ver a su guía,
Won-jin, llegar con una cara reluciente, como si hubiera descansado de
maravilla en algún lugar, sin haberle brindado la menor ayuda en la misión. Kyung-won,
tras negar con la cabeza, le extendió una mano a Won-jin.
Dirigiéndose a la presencia que a menudo lo
llamaba con un tono prolongado. Involuntariamente frunció el ceño ante la
molesta forma de hablar de Won-jin, que lo trataba como a un niño. ¡Llegar
tarde y sin una sola disculpa! Realmente sentía que, al menos después de enviar
este mensaje, tendría que darle un puñetazo para desahogarse...
Fue en ese instante que los acontecimientos se
precipitaron.
Solo al ver la expresión de satisfacción de
quien lo apuñaló en el abdomen y lo hizo caer, se dio cuenta de que no era
Won-jin.
Entonces, ¿qué o quién se atrevía a imitar a
Won-jin?
Mientras luchaba por respirar, Won-jin —o más
bien, la entidad que tomaba su forma— lo miraba con satisfacción. Cuando
desapareció, un leve y malicioso gemido escapó de los labios de Kyung-won. Si
ese cabrón hubiera llegado antes, nada de esto habría pasado.
Ni su fuerza mental se habría dispersado, ni
todas las barreras que había levantado alrededor habrían sido destruidas en un
instante...
"...Estoy bien. Puedo moverme. Estoy
bien..."
Su conciencia, que parecía que se apagaría en
cualquier momento si perdía la concentración, fue despertada con dificultad por
el rugido de las criaturas que escapaban de la barrera.
"De verdad, tengo que golpear a ese
bastardo cuando lo vea. No puedo morir. ¿Para quién sería bueno si muero aquí
tranquilamente?"
Mientras huía de forma desaliñada, curándose
sus propias heridas, las cosas que se derrumbaban a su paso se restauraban tras
él. ¿Sería porque no podía ver cómo la zona sufría daños? Ojalá fuera por un acto
heroico, pero...
"¡Ugh...! ¡Maldición, joder!"
La única razón era que era una herramienta
bien entrenada al gusto del Centro. No por heroísmo ni sentido del deber, sino
simplemente por eso. Incluso sabiendo racionalmente que si usaba más sus
habilidades, entraría en descontrol, seguía instintivamente procesando lo que
tenía delante.
Won-jin... Si hubieras estado a su lado como
de costumbre, no habría importado que su cuerpo sufriera así. Estaría bien que
lo trataran como a un niño, diciéndole que se había esforzado, que había
sufrido. En ese momento, solo anhelaba su guía.
Won-jin.
Tú, mi guía... ¿dónde estás ahora?
* * *
Su visión se distorsionó y, en un instante, le
subió la fiebre. Un dolor ardiente le invadió todo el cuerpo, como si lo
metieran en una licuadora. Lo que antes se restauraba a cada paso que daba,
ahora se desmoronaba sin fuerzas.
La energía comenzó a irradiar hacia afuera,
una señal típica de una inminente explosión. Kyung-won deambulaba sin rumbo por
las calles, sin las fuerzas de apoyo que vendrían a matar a un Esper en
descontrol, y sin su maldito guía.
"Ugh..."
Como aún conservaba la razón, podía mantener
la energía que se liberaría dentro de su cuerpo. Si perdía el conocimiento,
entraría en un estado de descontrol total. Justo cuando determinó que ni
siquiera podía correr, se refugió detrás de un camión de volteo que vio y se
apoyó contra un edificio comercial, apenas logrando mantener la vista enfocada.
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* * *
El chasis del coche, abollado por algo que
había volado desde el frente, se inclinó hacia él, y Kyung-won optó por
arrastrarse torpemente, tanteando el suelo con las manos.
"¡Se-señor! ¿Está bien? ¿Necesita ayuda
para levantarse?".
Al salir de allí, se encontró con un rostro
familiar y extrañamente irónico. Se había prometido darle un puñetazo al verlo,
pero no tenía fuerzas.
"...Jin".
"¿Qué hace ese bastardo ahí parado sin
hacer nada? ¡Que venga rápido y me guíe!", pensó Kyung-won.
Tan pronto como se acercó, su cuerpo se sintió
ligero al instante. La dolorosa sensación disminuyó a la vez que un fragante
aroma a flores se esparció abundantemente. Cada vez que Won-jin liberaba
energía de guía, siempre se propagaba ese mismo aroma.
¿Acaso la energía tenía algún tipo de aroma, y
uno tan intenso, y que era el único en el Centro de Corea que lo tenía? ¿Aroma
a flores? Qué incongruente para un hombre.
Al principio, sintió repulsión, pero luego
pensó que quizás concordaba con su figura esbelta. Cuando, sin darse cuenta, se
encontró deseando ese aroma, pensó que era simplemente porque era su guía.
Sin embargo, una extraña sensación que no se
borraba lo había impulsado a pronunciar esa frase sin origen: "Soy
heterosexual hasta la médula."
. . .
"¡Coff...! Ja..."
Al ver a Won-jin que se agitaba mientras
continuaba con la guía, sus pensamientos ya complicados saltaban de un lado a
otro. ¿Simplemente había tosido? ¿Acaso se había lastimado en algún lugar? ¿No
estaba muy herido...?
Como el estado de su compañero parecía no ser
bueno, pensó que con esa cantidad de guía sería suficiente. Pensó que al menos
podría proteger a su maldito guía.
"...Kyung-won, escucha bien. Sabes que me
hiciste sufrir bastante por tu costumbre de actuar siempre como un maleducado,
¿verdad?"
"¿Qué tal si nuestra última guía es un
beso?"
...¿Qué significaban esas palabras de repente?
¿"Última"? ¿"Beso"?
Won-jin se acercó a él y Kyung-won cerró los
ojos instintivamente. Sintió un toque en su mejilla que rápidamente se retiró.
Era la primera vez que Won-jin se le acercaba de esa manera. Era el primer
contacto de ese tipo entre ellos.
Una energía de guía intensa lo invadió, una
sensación tan aguda que parecía saber dónde envolvía su cuerpo. Experimentó
confusión y, al mismo tiempo, un cosquilleo que le revolvía el pecho.
"Y de ahora en adelante, cuando hagas
vida social sin mí, corrige esa actitud descarada tuya. Este es el último consejo
de tu hermano, así que grábatelo bien."
¿El último consejo? ¿Acaso pensaba que iba a
morir? "No digas tonterías y levántame. Con esto, puedo protegerte",
pensó. "¿Qué haces? ¿Por qué me das palmadas en la cabeza? ¿Por qué me
abrazas con tanta fuerza?"
"...Que te vaya bien."
"¿Por qué? ¿Por qué dices eso?"
Como si este fuera realmente el final para él
y para Won-jin.
* * *
"¡...Per! ...¡Esper Won! Esper Seo
Kyung-won, ¿está consciente?"
Cuando abrió los ojos, el dolor que le
desgarraba las extremidades había desaparecido por completo.
"Esper Seo Kyung-won, ¿qué demonios pasó
para que el suelo esté cubierto de sangre? ¿Está herido?"
"¡Won, Won-jin...! ¿Dónde está
Won-jin?"
Buscó desesperadamente a su alrededor a la
persona que debía estar a su lado. Estaba obsesionado con encontrar algo, a
alguien. Lo mismo ocurrió cuando el Esper Oh Yeon-ju le preguntó, señalando la
sangre esparcida a su alrededor.
"Haa... Bueno, nosotros llegamos a las
coordenadas solicitadas por el Guía Won-jin. Cuando llegamos, el Esper Seo
Kyung-won estaba desmayado y los alrededores eran un caos, así que primero nos
encargamos de eso. Más bien, yo soy quien quiere preguntar por el paradero del
Guía Won-jin", respondió Oh Yeon-ju.
Aun con la respuesta, Kyung-won solo murmuraba
palabras incomprensibles con los ojos medio desorbitados. Oh Yeon-ju, al ver su
muñeca vacía, le quitó su reloj de trabajo y se lo entregó, diciéndole que
revisara el rastreador. Kyung-won arrebató el reloj sin dar las gracias. Corrió
sin descanso hacia el lugar que indicaba la ubicación de Won-jin en la
pantalla.
La última guía. El último consejo. Incluso
esas palabras sin sentido de "que te vaya bien".
"Tú... si te encuentro, te devolveré el
golpe que me diste."
* * *
Se caía una y otra vez, tropezando con las
piedras. Se golpeaba la cara contra edificios que tenía delante sin verlos, y
sus pies se enredaban en los cables eléctricos de los postes caídos, haciéndolo
rodar. Kyung-won se arrastró, con su cuerpo empapado en sangre. Había pensado
que si alguien se acercaba preocupado para ayudarlo, aprovecharía la
oportunidad para golpearlo.
"Won...".
De verdad había pensado eso.
"...Jin."
Lo primero que encontró de su guía fue la
parte correspondiente a la cabeza de Won-jin.
Debajo de sus pestañas enmarañadas había una
ligera sombra. Sobre la sangre pegajosa, a pesar de la ráfaga de viento, sus
cabellos de color marrón oscuro estaban tranquilos, y las cenizas de sus huesos
dispersos flotaban mezcladas con las manchas de sangre densa y viscosa.
"...Ah."
Las gafas de montura de carey, las que Won-jin
usaba con tanta frecuencia, estaban muy agrietadas.
Se las había comprado a la ligera y se las
había tirado porque le resultaba insoportable verlo lloriquear, diciendo que
nadie le celebraba su cumpleaños como miembro del equipo. Unas gafas de moda de
diez mil wones. La palma de la mano de Kyung-won se reflejaba curvada sobre el
cristal roto. El movimiento que se había acercado sin dudarlo, se detuvo y
luego se desvaneció.
Finalmente, con cuidado, sacó lo que estaba a
punto de romperse. Aparte de las nuevas grietas en el cristal, tenía muchas
partes gastadas. Las patillas estaban sueltas y se caían con solo inclinar la
mano.
Unas gafas con una montura bastante vieja. El
primer y último regalo que le había hecho.
Y pensándolo bien, desde el día en que recibió
el regalo sin una pizca de felicitación, Won-jin nunca se las había quitado de
la cara ni por un instante. Había dicho que nunca antes había usado gafas de
moda. Y había dicho que necesitaba tiempo para acostumbrarse a algo sobre el
puente de su nariz.
Cuando le decía que tirara esas gafas viejas
que le resultaban horribles, Won-jin siempre respondía:
[Jajaja. ¿Te cansas de verlas? Pues las usaré
por años, por décadas. Justo a tu lado, para que las veas.]
"......Ah, no, no, no. No."
Kyung-won se movió sin rumbo. Como una persona
que había muerto mucho antes que la expresión que quedaba en el rostro del
difunto.
Las partes que faltaban estaban cerca. Las fue
recogiendo una a una.
Mientras Kyung-won colocaba las piezas, que
había arrastrado con dificultad, se miraba aturdido su cuerpo ya cubierto de
sangre. "...Si el muerto no fueras tú, Won-jin, ¿habría estado bien?"
El olor a sangre, que había olido innumerables
veces, le resultó repulsivo por primera vez. La escena brutal que había visto
hasta la saciedad le destrozaba la mente por primera vez. Le dolían los ojos,
ardían. Su corazón latía sin control.
"¡...Levántate! Levántate. Yo, yo me
duele. Me duele. ¡Tú, bastardo, eres mi guía, por qué...!"
[Tu expareja. ¿Murió por tu culpa? ¿Qué, dije
algo malo? ¿Por qué confiaría mi guía a un bastardo que deja morir a su
compañero? Quién sabe si algún día yo también moriré si me quedo junto a un
asesino de compañeros como tú.]
"Deja de hacer tonterías y levántate.
¡Levántate rápido y guíame!"
[Aquí, un regalo. Hoy es tu cumpleaños.]
[...¿Un regalo? No necesito esas cosas. Nunca
he recibido uno en mi vida.]
[¿Nunca has recibido uno?]
[Sí. Así que no me molestes y—]
[Entonces, de ahora en adelante, podrás
recibir muchos de mí. ¿No es así? Feliz cumpleaños, Seo Kyung-won.]
[No puedes ni cuidar tu propio cuerpo... Me
avergüenza tenerte como compañero. De verdad, yo, yo... simplemente me sentiré
mejor si desapareces.]
"¡Ugh...! ¡Ugh...! ¡Hmph!"
"Ah, no debí haber dicho esas palabras.
'Me sentiré mejor si desapareces'... no lo decía en serio. En realidad, ni por
un solo momento deseé que murieras. Pero, ¿por qué, por qué tuviste que morir
justo el día en que dije esas cosas?"
"No lo decía en serio, no. Así que...
levántate. Won-jin, por favor. Lo prometiste. Dijiste que te quedarías a mi
lado hasta el cansancio... lo dijiste."
Su visión se distorsionaba, emborronada como
si estuviera sumergida en agua. Aunque se la frotó con los brazos, el líquido
la cubría de nuevo rápidamente. Se cubrió los ojos con ambas manos. Pero, por
mucho que presionaba, el líquido seguía escurriéndose por las grietas.
* * *
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Siguiendo los movimientos de las manos de
Kyung-won sobre el cuerpo de Won-jin, la carne desprendida comenzó a estirarse
viscosamente hacia arriba y hacia abajo. Poco a poco, las partes se unían. En
poco tiempo, el cuerpo, ya perfectamente conectado y restaurado, había vuelto a
un estado de calma, como si estuviera dormido.
Pero Won-jin no se
levantaba. ¿De qué servía restaurar su apariencia si esta capacidad de medio
pelo no podía salvar a nadie? Sin embargo... al menos había podido recuperar la
forma de Won-jin.
"Yo... yo fui descarado, te traté mal
todo este tiempo... ¿Por eso moriste, para darme una lección?"
No era necesario que muriera. Siempre había
sido un tipo que luchaba patéticamente por vivir, sin querer morir, ¿entonces
por qué? ¿Acaso no se habían enfrentado a misiones peligrosas una y otra vez? Y
en esos momentos, él siempre había buscado una salida.
Ellos siempre habían sido así. Entonces, ¿por
qué eligió morir, como si se rindiera? Realmente, no era propio de él...
"...Si no me hubieras dejado solo, ¿no
habrías podido vivir? ¿Por qué intentaste afrontarlo todo solo? Seguramente...
había una razón para que te rindieras, ¿verdad?"
O tal vez, sí, ¿pensó que sería genial
sacrificarse por él, con la excusa de ser el "adulto"? Las palabras
"joven" y "adulto" que Won-jin siempre tenía en la boca le
molestaban. Solo había seis años de diferencia. Y aun así...
Won-jin era un tipo que le había desagradado
desde el primer momento en que lo conoció. Un simple sujeto de pruebas, un
sujeto de pruebas fácil de usar para establecer contacto con el líder del
Centro. Cuando todos lo miraban con la misma mirada, solo sus pensamientos no
podían ser leídos.
Era el único que se le acercaba, regañándolo
como si fuera un saco de basura, para luego ignorarlo. A veces parecía
interesado, pero no era una simpatía barata, lo cual lo hacía un tipo realmente
extraño.
"...Eres mi guía. Eres mío. Si eres mío,
¿por qué me abandonas tan fácilmente?"
"De ahora en adelante no seré maleducado.
Haré todo lo que me digas. Así que... levántate. No tiene gracia. Levántate,
Won-jin, por favor."
"No... tú tampoco puedes abandonarme. No
puedes dejarme. Tú, solo tú no puedes hacer esto. No quiero ser... abandonado
de nuevo, yo, al menos por ti..."
"Won-jin. Jin. Jin-ah... guíame. Me duele
mucho."
"..."
Cuando sus interminables súplicas cesaron,
finalmente admitió la verdad. Ah, Won-jin realmente había muerto.
Ya hace mucho tiempo, y para siempre.
* * *
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Sub-chat: Pero, ¿por qué no sale nada en las
noticias? Acabo de preguntarle a mi amigo en EE. UU. y dice que no hay nada.
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¿No acaba de pasar un equipo coreano? Parece que fueron de apoyo, ¿qué hacemos?
Me preocupa que salgan heridos...
Sub-chat: Jajajaja, te
preocupas por todo. Preocúpate mejor por tu propia vida~
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